Alto número de embarazo en adolescentes y escaso acceso a anticonceptivos
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 12 ago 11 (CIMAC).- En el país, la prevalencia del embarazo en adolescentes y las altas tasas de menores de 20 años de edad sin acceso a métodos anticonceptivos son muestra de los vacíos que existen en las políticas públicas dirigidas a la juventud, los cuales derivan en la “flagrante” violación de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes y jóvenes.
Lo anterior, lo señaló a Cimacnoticias Alma Rosa Ugarte Pérez, coordinadora del área de Investigación, de la organización Elige Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, quien lamentó que el Estado mexicano en lugar de promover los derechos sexuales y reproductivos de las y los jóvenes, obstaculiza el ejercicio de éstos.
Hoy, Día Internacional de la Juventud, la activista lamentó que en la política pública existan “vacíos en lo más básico como garantizar el acceso a métodos anticonceptivos para las y los adolescentes”, que les permitan ejercer una sexualidad sin riesgos de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), y también evitar embarazos no deseados o planeados.
En promedio, la necesidad insatisfecha de anticonceptivos (NIA) entre las mexicanas es de 9.8 por ciento, pero ésta aumenta a 18 por ciento en las jóvenes y a 25 por ciento entre las adolescentes, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009.
El número de casos de mujeres con VIH va en aumento. En 1985 por cada 10.8 hombres seropositivos había una mujer en esa condición, en 2010 la relación pasó a 4.2 hombres por una mujer. Actualmente, de cada 10 personas con VIH dos son mujeres.
Hasta noviembre del año pasado, había más de 144 mil personas con Sida en el país, de las cuales 25 mil 683 son mujeres, el 33 por ciento de ellas tiene entre 15 y 29 años de edad, según el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH-Sida (Censida).
La coordinadora del área de Investigación de Elige, añadió que la propagación de la epidemia en las adolescentes y jóvenes se deriva de la falta de acciones efectivas para que esta población ejerza sus derechos sexuales y reproductivos, como servicios de salud “amigables, pertinentes, integrales”.
De igual modo, dijo que se requieren campañas que informen sobre la importancia del uso de métodos anticonceptivos para prevenir ITS, sobre todo del condón masculino y femenino.
Durante los últimos cuatro años (2007-2010), el uso del condón en las relaciones sexuales de menores de 20 años de edad sólo aumentó 0.8 por ciento, alcanzando una cobertura de 25.8 por ciento de los 11 millones 26 mil adolescentes, de los cuales 5 millones 505 mil son mujeres, según datos del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR).
Según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) sólo una de cada 10 mujeres de 15 a 19 años de edad utiliza algún método anticonceptivo cuando inicia su vida sexual, debido a que no tienen oportunidad de acceder a ellos.
La NIA en esa población está relacionada con que en veinte años, la tasa de embarazos en adolescentes sólo se redujo 11.9 por ciento. Hace dos décadas, 81.4 por cada 100 mil adolescentes tenía al menos un hijo, en 2008 esta tasa disminuyó a 69.5 por el mismo número de mujeres de 15 a 19 años de edad.
Además de la falta de acceso a anticonceptivos, tampoco ha habido campañas de promoción del uso de estos métodos. Hasta 2011, el quinto año de gobierno de Felipe Calderón y el onceavo del Partido Acción Nacional en el poder, recién se lanzó una campaña para evitar embarazos no deseados o planeados, refirió la activista.
Abundó que “resulta preocupante que dejaran pasar tanto tiempo para llevar a cabo una acción importante ante la grave problemática del embarazo adolescente”. Cabe mencionar, que uno de cada cuatro embarazos en las menores de 20 años de edad no fue planeado y uno de cada 10 tampoco fue deseado, según datos de la investigadora Graciela Freyermuth Enciso del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
La falta de respuestas por parte del gobierno mexicano a las necesidades básicas de adolescentes y jóvenes se traduce en una violación a sus derechos esenciales. “El Estado no garantiza la autonomía de nuestra vida sexual y reproductiva, por el contrario intenta controlar nuestros cuerpos limitando o anulando nuestro derecho a decidir”.
Por ello, lejos de hablar de avances en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes y jóvenes, “hoy hablamos de retrocesos, un ejemplo claro es la modificación a las legislaciones locales que penalizan el aborto en 17 estados del país”, indicó Ugarte Pérez.
En este escenario, existen oportunidades, aseveró, una de ellas es la organización de las y los adolescentes y jóvenes para conocer y exigir el respeto de sus derechos sexuales y reproductivos, pero también para demandar que sean consideradas personas agentes de cambio que contribuyan al desarrollo del país, concluyó.
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