Empresas hoy
J. Jesús Rangel M.
La organización End Child Prostitution Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes (Ecpat) dice que la explotación sexual comercial involucra prácticamente a todo el planeta, pero hay mayor presencia en países como Bangladesh, Laos, Camboya, Vietnam, Tailandia, Sri Lanka, Taiwán, India, Brasil, Colombia, México, Venezuela, Perú, Filipinas, República Dominicana, Ucrania, Bulgaria y muchos países africanos.
Y según el documento de investigación “Dimensión territorial del turismo sexual masculino en México”, elaborado por Álvaro López, del Departamento de Geografía Económica de la Universidad Nacional Autónoma de México, el país ocupa el quinto lugar mundial en turismo sexual con ganancias multimillonarias. Los principales centros turísticos de esta práctica son Veracruz, Cancún, Puerto Vallarta, Acapulco, Tijuana, Distrito Federal, Guadalajara y Puebla; los visitantes extranjeros en busca de este tipo de ilícitos son en su mayoría de Estados Unidos, seguidos por los europeos.
Pues bien, ahora esos turistas europeos ya no tendrán tantas facilidades para cometer sus atrocidades. La Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo aprobó el pasado 13 de julio una serie de medidas para endurecer las penas contra los delincuentes sexuales que, sin duda, serán aprobadas en las sesiones plenarias de septiembre próximo para sustituir la legislación vigente de 2004 en todos los países miembros, lo cual se estima tomaría 24 meses.
Por primera vez se criminaliza el grooming, fenómeno que permite a un adulto relacionarse con un niño vía internet con fines de abuso sexual, y se incluye el concepto de “turista sexual”, que es aquel que viaja al extranjero para cometer delitos sexuales contra infantes. Se le perseguirá y condenará, y quedará en un registro de acceso público abierto a empresas, organizaciones civiles y cualquier persona, para dar a conocer que se le condenó como delincuente sexual; al cumplir su sentencia no se le permitirá incorporarse a ninguna actividad profesional que implique contacto con niños. “Habrá tolerancia cero”, apuntó Roberta Angelilli, la eurodiputada italiana que impulsó la propuesta.
Se aprobaron penas mínimas de uno a 10 años de prisión por delitos de abuso, explotación y pornografía infantil, y que todo material paidófilo online debe ser eliminado en su origen. Si las páginas web se alojan fuera de la Unión Europea, los países podrían bloquear su acceso en función de su legislación nacional, y si un tercer país fuera de la región se niega a cooperar en ese sentido.
Las sanciones son mayores para los delincuentes sexuales que sean “personas de confianza” de los niños, como familiares o profesores. Las “penas mínimas no sólo se aplicarán a quienes produzcan o posean pornografía infantil, también a quienes visualicen sus contenidos con conocimiento de causa”.
Los países señalados por Ecpat al principio del texto, México entre ellos, también deberían hacer más. Es creciente el problema de la prostitución en varias ciudades del país, y si se visitan las zonas de tolerancia con los ojos bien abiertos, se podrá concluir con certeza que hay muchas niñas y niños seguramente cooptados por la delincuencia internacional. Lo peor de todo es que no se hace nada; las autoridades se hacen como que no ven o son parte de la corrupción.
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