12/06/2011

OCDE: los ricos ganan en México 26 veces más que los pobres

Una mujer indigente en Veracruz. Foto: Rubén Espinosa
Una mujer indigente en Veracruz.
Foto: Rubén Espinosa

MÉXICO, D.F. (apro).- Otra “medalla” para México, de parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): el ingreso promedio del 10% de los mexicanos con más altas percepciones es 26 veces superior al promedio de los más pobres en el país.

Con ello, México es el segundo país –sólo después de Chile– con la más alta desigualdad en ingresos dentro del conjunto de naciones de la OCDE, cuya diferencia promedio entre los habitantes que más ganan y los que menos es de 9 a 1.

En su reporte sobre desigualdad social, que hoy dio a conocer desde su sede en París, la OCDE señala que en 2008 –últimos datos oficiales disponibles– el 10% de los hogares más ricos tenían un ingreso de 228 mil 900 pesos, 26 veces los ingresos promedio, de 8 mil 700 pesos, que tenía el 10% de hogares más pobres.

Para consuelo, Brasil, que no pertenece a la OCDE, está mucho peor: la diferencia entre los que más ganan y los que menos tienen es de 50 a 1.

Otro dato de la desigualdad, de acuerdo con el organismo, es que en los últimos 25 años, los ingresos de los hogares crecieron así: 1.7% para el 10% de los mexicanos más ricos, contra sólo un 0.8% para el 10% más pobre.

Es decir, los ingresos de los pobres, en ese lapso, crecieron inclusive por debajo de la mitad en que los hicieron los ingresos de los más favorecidos.

Sin embargo, México no es un caso único, ni el peor, en materia de cómo han crecido los ingresos entre ricos y pobres.

Hay países avanzados que muestran diferencias más grandes, aun en los reconocidos por una tradición más igualitaria.

Por ejemplo, en Dinamarca, los ingresos de los menos favorecidos crecieron en los últimos 25 años 0.7% contra un 1.5% de los más ricos.

En Holanda, la diferencia fue de 0.5% para los que menos ganan contra 1.6% –es decir, tres veces– para los que más tienen. En Noruega, 1.4% para el decil más bajo de la población contra 2.7% para el de más altos ingresos.

Se ve más grave el caso de Estados Unidos: los más pobres vieron crecer sus ingresos en ese lapso sólo un 0.5%, mientras los de más altos ingresos crecieron 1.9%. Es decir, los ricos vieron crecer sus ingresos en 3.8 veces los ingresos de los más pobres.

No se queda atrás el Reino Unido: el 10% de la población de más menores percepciones vieron crecer sus ingresos en 0.9%; los ricos en 2.5%, o 2.7 veces.

Suecia, quién lo dijera, está peor: el decil de la población de menores ingresos registró un crecimiento en sus ingresos de 0.4% y el del 10% de la población más favorecida lo hizo en 2.4%. Es decir, el ingreso de los ricos creció ¡seis veces! que el de los habitantes de menores ingresos.

Es mucho, sí, pero hay de pobres a pobres. Nos es lo mismo un “pobre” –que no lo son– de Suecia o Dinamarca, que uno –que lo son, en grado superlativo– de Chile o de México.

De hecho, en aquellos países la diferencia entre los ingresos de los habitantes de altas percepciones y los de menos ingresos es de 6 a 1; no de 26, como en México, o 27 como en Chile.

Aun así, en su informe, la OCDE señala que la brecha entre ricos y pobres en los países de la organización “ha llegado a su nivel más alto desde hace más de 30 años, y los gobiernos deben actuar con rapidez para combatir la desigualdad”.

Reitera que actualmente el ingreso promedio del 10% más rico es cerca de nueve veces mayor que el del 10% más pobre de toda la OCDE.

También dice que la brecho de ingresos ha aumentado incluso en los países tradicionalmente más igualitarios, como Alemania, Dinamarca y Suecia, donde pasó de 5 a 1 en la década de los ochenta a 6 a 1 en la actualidad. Esa brecha es de 10 a 1 en Italia, Japón, Corea y Reino Unido, y aun más, a una brecha de 14 a 1 en Israel, Turquía y Estados Unidos.

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