Julio Hernández López: Astillero
Felipe Calderón tiene tanta conciencia del juicio que su gestión alcanzará en las urnas en 2012 que está haciendo todo cuanto puede, en una acción progresiva que arrancó años atrás, para enturbiar ese delicado proceso y encaminarlo hacia escenarios de ruptura en los que pueda negociar cupularmente, sin estorbos ni mediaciones democráticas. No le es terriblemente adverso el juicio sólo en el terreno de los comicios (del que ya tuvo prueba amarga en las contiendas intermedias de 2009 y en múltiples episodios estatales) sino también el histórico (al que pasará como el trágico presidente de los 60 mil o más muertos) y eventualmente el jurídico en el plano exterior (a partir de los datos allegados a la Corte Penal Internacional por 23 mil mexicanos).
En su propósito de cancelar las próximas elecciones, el hombre que desató el infierno mexicano está usando su propia creación institucional, la guerra contra el narcotráfico, instalándola ya como amenaza oficial de candidatos, campañas y emisión del voto. No repara el comandante de las fuerzas bélicas oficiales en la descalificación absoluta que hace de su propia obra, a la que ha dedicado porciones importantísimas del presupuesto federal y su máxima atención cotidiana: luego de todo lo que ha vivido el país, ahora resulta que tan fracasado ha sido el actuar del calderonismo que ni siquiera puede garantizar el acto supremo de participación cívica que es el de votar, o ser votado. De nada o de muy poco han servido tantas muertes y horror, tanta descomposición e intranquilidad, tanto dinero gastado y personal movilizado: ni siquiera en su tierra natal, donde comenzó la famosa guerra y donde se ha vivido una abierta intromisión facciosa del calderonismo, como el michoacanazo que retorció mecanismos judiciales para forzar encarcelamientos que terminaron en mayúscula pifia.
El jinete de la guerra se ha montado en ese macabro corcel contrario a lo electoral porque no tiene un candidato ganador propio (a Josefina Vázquez Mota no la acepta ni siquiera en recuerdo de que Fox tampoco lo aceptaba a él pero acabó apoyándolo), porque hasta ahora no ha podido ganar elecciones de su auténtico interés (ni siquiera aquella en la que se postuló su hermana Cocoa y que fue una especie de consulta sobre la popularidad de los Calderón), porque no ha logrado negociar con el priísmo presuntamente encaminado a Los Pinos para que al dejar el impugnado cargo le mantengan privilegios y le garanticen impunidad, y porque sabe que el repudio generalizado a Carlos Salinas de Gortari, imposibilitado de transitar con tranquilidad por las calles, será notablemente menor al que recibirá él cuando deje el poder mal habido.
En ese trayecto de violentación institucional todo puede suceder. Es manifiesto el espíritu retador y necio que insiste en dar continuidad a las masacres cotidianas, ya sea hasta el último día del sexenio malhadado o, de ser posible, en la siguiente administración ordinaria (si es que la hay). También está a la vista el esfuerzo retórico del ocupante de Los Pinos para darle tintes épicos a las tareas de las fuerzas armadas en contra del narcotráfico, colocándolas en un nicho heroico al que mal haría alguien con ofender si pretende enjuiciamientos por algunos excesos cometidos. Y luego asoma el hecho de que manos movidas por hilos hasta ahora desconocidos están actuando de forma criminal contra quienes representan opciones de organización cívica y social, en una abierta labor de amedrentamiento que sería la coronación de la estrategia de desmovilización social que ha acompañado las acciones abiertas de represión y limpieza que han sido desarrolladas por soldados, marinos y policías federales (por cierto, el secretario de Marina ha dicho que no tiene pruebas fehacientes de la infiltración del narco en lo electoral, que ha denunciado FCH).
Por otra parte, la aceptación de candidaturas a cargos de elección popular ha sido colocada como materia de alto riesgo, según ha relatado el propio Calderón al asegurar que medio centenar de ciudadanos fueron bajados de sus aspiraciones en Michoacán por amenazas de grupos de la delincuencia organizada. Calderón describe tales sucesos como quien ve llover a lo lejos, casi asumiendo que no ha sido él quien ha encabezado el aparato gubernamental en los agitados años recientes, pero en realidad lo que está haciendo es instalar un enorme anuncio de alerta para que sean muy pocos los que casi de manera suicida se atrevan a postularse por la vía electoral para determinar los asuntos públicos.
El comandante en jefe de este sexenio ya está desalentando la participación cívica y cancelando las opciones democráticas (las izquierdas, por ejemplo, se ufanan en voz del amoroso López Obrador de que contarán en esta ocasión con una mejorada organización electoral, que tal vez no tenga oportunidad de mostrarse si avanzan los planes felipistas de sustitución de elecciones por acuerdos cupulares). Todo ello sin contar con la posibilidad de que justamente algunos segmentos de esa delincuencia organizada funcionen en planos de entendimiento y subordinación con algunos de esos poderes públicos que han mostrado clara preferencia y ayuda hacia algunos cárteles que en ese sentido tienen motivos para actuar en consonancia con sus benefactores.
Astillas
Pedro Joaquín Coldwell es un político especializado en la concertación al más puro estilo priísta, sin las vocaciones escenográficas ni los ánimos rijosos de Humberto Moreira. En su persona coinciden los intereses del tundido precandidato único a la Presidencia por parte del PRI, Enrique Peña Nieto, y del acechante precandidato único a entrar de relevo en caso necesario, Manlio Fabio Beltrones. Ya se verá si las características conciliadoras del político de Quintana Roo son las adecuadas para los tiempos de guerra política que ya se viven... Y, mientras dos de los aspirantes panistas a la candidatura presidencial, Cordero y Vázquez Mota, hacen el mejor de sus esfuerzos por aparentar discusiones profundas e incluso debates encendidos, ¡feliz fin de semana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 juliohdz@jornada.com.mx
Felipe Calderón tiene tanta conciencia del juicio que su gestión alcanzará en las urnas en 2012 que está haciendo todo cuanto puede, en una acción progresiva que arrancó años atrás, para enturbiar ese delicado proceso y encaminarlo hacia escenarios de ruptura en los que pueda negociar cupularmente, sin estorbos ni mediaciones democráticas. No le es terriblemente adverso el juicio sólo en el terreno de los comicios (del que ya tuvo prueba amarga en las contiendas intermedias de 2009 y en múltiples episodios estatales) sino también el histórico (al que pasará como el trágico presidente de los 60 mil o más muertos) y eventualmente el jurídico en el plano exterior (a partir de los datos allegados a la Corte Penal Internacional por 23 mil mexicanos).
En su propósito de cancelar las próximas elecciones, el hombre que desató el infierno mexicano está usando su propia creación institucional, la guerra contra el narcotráfico, instalándola ya como amenaza oficial de candidatos, campañas y emisión del voto. No repara el comandante de las fuerzas bélicas oficiales en la descalificación absoluta que hace de su propia obra, a la que ha dedicado porciones importantísimas del presupuesto federal y su máxima atención cotidiana: luego de todo lo que ha vivido el país, ahora resulta que tan fracasado ha sido el actuar del calderonismo que ni siquiera puede garantizar el acto supremo de participación cívica que es el de votar, o ser votado. De nada o de muy poco han servido tantas muertes y horror, tanta descomposición e intranquilidad, tanto dinero gastado y personal movilizado: ni siquiera en su tierra natal, donde comenzó la famosa guerra y donde se ha vivido una abierta intromisión facciosa del calderonismo, como el michoacanazo que retorció mecanismos judiciales para forzar encarcelamientos que terminaron en mayúscula pifia.
El jinete de la guerra se ha montado en ese macabro corcel contrario a lo electoral porque no tiene un candidato ganador propio (a Josefina Vázquez Mota no la acepta ni siquiera en recuerdo de que Fox tampoco lo aceptaba a él pero acabó apoyándolo), porque hasta ahora no ha podido ganar elecciones de su auténtico interés (ni siquiera aquella en la que se postuló su hermana Cocoa y que fue una especie de consulta sobre la popularidad de los Calderón), porque no ha logrado negociar con el priísmo presuntamente encaminado a Los Pinos para que al dejar el impugnado cargo le mantengan privilegios y le garanticen impunidad, y porque sabe que el repudio generalizado a Carlos Salinas de Gortari, imposibilitado de transitar con tranquilidad por las calles, será notablemente menor al que recibirá él cuando deje el poder mal habido.
En ese trayecto de violentación institucional todo puede suceder. Es manifiesto el espíritu retador y necio que insiste en dar continuidad a las masacres cotidianas, ya sea hasta el último día del sexenio malhadado o, de ser posible, en la siguiente administración ordinaria (si es que la hay). También está a la vista el esfuerzo retórico del ocupante de Los Pinos para darle tintes épicos a las tareas de las fuerzas armadas en contra del narcotráfico, colocándolas en un nicho heroico al que mal haría alguien con ofender si pretende enjuiciamientos por algunos excesos cometidos. Y luego asoma el hecho de que manos movidas por hilos hasta ahora desconocidos están actuando de forma criminal contra quienes representan opciones de organización cívica y social, en una abierta labor de amedrentamiento que sería la coronación de la estrategia de desmovilización social que ha acompañado las acciones abiertas de represión y limpieza que han sido desarrolladas por soldados, marinos y policías federales (por cierto, el secretario de Marina ha dicho que no tiene pruebas fehacientes de la infiltración del narco en lo electoral, que ha denunciado FCH).
Por otra parte, la aceptación de candidaturas a cargos de elección popular ha sido colocada como materia de alto riesgo, según ha relatado el propio Calderón al asegurar que medio centenar de ciudadanos fueron bajados de sus aspiraciones en Michoacán por amenazas de grupos de la delincuencia organizada. Calderón describe tales sucesos como quien ve llover a lo lejos, casi asumiendo que no ha sido él quien ha encabezado el aparato gubernamental en los agitados años recientes, pero en realidad lo que está haciendo es instalar un enorme anuncio de alerta para que sean muy pocos los que casi de manera suicida se atrevan a postularse por la vía electoral para determinar los asuntos públicos.
El comandante en jefe de este sexenio ya está desalentando la participación cívica y cancelando las opciones democráticas (las izquierdas, por ejemplo, se ufanan en voz del amoroso López Obrador de que contarán en esta ocasión con una mejorada organización electoral, que tal vez no tenga oportunidad de mostrarse si avanzan los planes felipistas de sustitución de elecciones por acuerdos cupulares). Todo ello sin contar con la posibilidad de que justamente algunos segmentos de esa delincuencia organizada funcionen en planos de entendimiento y subordinación con algunos de esos poderes públicos que han mostrado clara preferencia y ayuda hacia algunos cárteles que en ese sentido tienen motivos para actuar en consonancia con sus benefactores.
Astillas
Pedro Joaquín Coldwell es un político especializado en la concertación al más puro estilo priísta, sin las vocaciones escenográficas ni los ánimos rijosos de Humberto Moreira. En su persona coinciden los intereses del tundido precandidato único a la Presidencia por parte del PRI, Enrique Peña Nieto, y del acechante precandidato único a entrar de relevo en caso necesario, Manlio Fabio Beltrones. Ya se verá si las características conciliadoras del político de Quintana Roo son las adecuadas para los tiempos de guerra política que ya se viven... Y, mientras dos de los aspirantes panistas a la candidatura presidencial, Cordero y Vázquez Mota, hacen el mejor de sus esfuerzos por aparentar discusiones profundas e incluso debates encendidos, ¡feliz fin de semana!
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¿A quién le correspondería entrar al quite, por no mencionar la temida palabra rescate: a los gobiernos de los países donde se encuentran las matrices o al gobierno mexicano? Me refiero a una eventual crisis europea que llegara a arrastrar a sus principales bancos. Cuando se entregó a grupos extranjeros 99 por ciento del sistema bancario nacional, tal vez las autoridades mexicanas creyeron que se habían librado de la responsabilidad para siempre. No habían sido capaces de regularlos adecuadamente. Fueron propiedad del sector privado, luego expropiados en el sexenio de López Portillo, reprivatizados por Salinas de Gortari y prácticamente regalados al extranjero por Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Pero hacen su aparición nuevos riesgos. Los bancos europeos deben levantar capital fresco por un total de 115 mil millones de euros antes de junio del año próximo si quieren mantener su solvencia, hoy en duda. Es el único medio para que recuperen la confianza del público, de acuerdo con una declaración del Banco Central Europeo. Insuficiencias de capital afectan a más de 30 grandes instituciones en doce países.
Tendrán que salir a flote vendiendo propiedades, reteniendo ganancias a los accionistas, emitiendo más acciones o cualquier otro medio. Hasta ahora la clientela mexicana ha contribuido enormemente a su salvamento mediante el pago de altas tasas de interés y comisiones. Están entre las más altas del mundo.
El protector
Javier Lozano le ahorró mucho dinero al empresario Germán Larrea Mota Velasco, al disminuir al mínimo las indemnizaciones que recibieron los familiares de las víctimas de la mina Pasta de Conchos, de acuerdo con una fuente del sindicato nacional de mineros. Y, por otro lado, no se tiene conocimiento de que haya aplicado alguna multa al dueño de la compañía, no obstante las condiciones de trabajo inseguras en que operaba. En 2006, año de la explosión, Minera México reportaba utilidades por 6 mil millones de dólares, bien pudo tener algún gesto de generosidad con los deudos. En la explosión de la mina Upper Big Ranch, de Virginia, donde perdieron la vida 29 trabajadores, la empresa fue obligada a negociar una indemnización por 46.5 millones de dólares. Las viudas tienen asegurado su futuro y una buena educación para sus hijos. Por otro lado, fue multada con 150 millones. Dice el vocero sindical que el señor Larrea jamás se presentó ni siquiera a darles sus condolencias a los familiares de los mineros fallecidos, mucho menos se allanó, con la complicidad de Francisco Javier Salazar, entonces secretario del Trabajo de Fox, a otorgarles una indemnización decente. Y Lozano Alarcón continuó en el actual sexenio la misma política mezquina, cuando hasta en Chile, en la mina San José, de Copiapó, cada familia de trabajador rescatado recibió una indemnización cercana al millón de dólares. El papel que jugó el secretario de Trabajo, Lozano Alarcón, contra las familias de los mineros y en defensa del dueño de la mina es indignante, comentó el vocero sindical.
La fórmula
Alrededor de la fórmula secreta de Coca-Cola se han levantado grandes fortunas. Actualmente el principal embotellador de México y Latinoamérica, Femsa, tiene un valor comercial que excede a las empresas de telecomunicaciones. La famosa fórmula, que se guarda en una caja de seguridad en un banco, será la atracción principal de una exhibición en el museo Coca-Cola de Atlanta. Sobre sus ingredientes se ha fantaseado mucho: algunos dicen que uno de ellos es cocaína, otros, que se trata de cafeína, pero nadie lo ha podido demostrar. Lo cierto es que produce adicción y, por otro lado, hay nutriólogos que aseguran que contribuye a la obesidad.
Tendrán que salir a flote vendiendo propiedades, reteniendo ganancias a los accionistas, emitiendo más acciones o cualquier otro medio. Hasta ahora la clientela mexicana ha contribuido enormemente a su salvamento mediante el pago de altas tasas de interés y comisiones. Están entre las más altas del mundo.
El protector
Javier Lozano le ahorró mucho dinero al empresario Germán Larrea Mota Velasco, al disminuir al mínimo las indemnizaciones que recibieron los familiares de las víctimas de la mina Pasta de Conchos, de acuerdo con una fuente del sindicato nacional de mineros. Y, por otro lado, no se tiene conocimiento de que haya aplicado alguna multa al dueño de la compañía, no obstante las condiciones de trabajo inseguras en que operaba. En 2006, año de la explosión, Minera México reportaba utilidades por 6 mil millones de dólares, bien pudo tener algún gesto de generosidad con los deudos. En la explosión de la mina Upper Big Ranch, de Virginia, donde perdieron la vida 29 trabajadores, la empresa fue obligada a negociar una indemnización por 46.5 millones de dólares. Las viudas tienen asegurado su futuro y una buena educación para sus hijos. Por otro lado, fue multada con 150 millones. Dice el vocero sindical que el señor Larrea jamás se presentó ni siquiera a darles sus condolencias a los familiares de los mineros fallecidos, mucho menos se allanó, con la complicidad de Francisco Javier Salazar, entonces secretario del Trabajo de Fox, a otorgarles una indemnización decente. Y Lozano Alarcón continuó en el actual sexenio la misma política mezquina, cuando hasta en Chile, en la mina San José, de Copiapó, cada familia de trabajador rescatado recibió una indemnización cercana al millón de dólares. El papel que jugó el secretario de Trabajo, Lozano Alarcón, contra las familias de los mineros y en defensa del dueño de la mina es indignante, comentó el vocero sindical.
La fórmula
Alrededor de la fórmula secreta de Coca-Cola se han levantado grandes fortunas. Actualmente el principal embotellador de México y Latinoamérica, Femsa, tiene un valor comercial que excede a las empresas de telecomunicaciones. La famosa fórmula, que se guarda en una caja de seguridad en un banco, será la atracción principal de una exhibición en el museo Coca-Cola de Atlanta. Sobre sus ingredientes se ha fantaseado mucho: algunos dicen que uno de ellos es cocaína, otros, que se trata de cafeína, pero nadie lo ha podido demostrar. Lo cierto es que produce adicción y, por otro lado, hay nutriólogos que aseguran que contribuye a la obesidad.
Cuando están iniciando las campañas electorales para renovar el Poder Ejecutivo federal, los mexicanos, como si se tratara del fuego nuevo, hacemos propuestas para reconstruir el país. Es un momento de reflexión sobre el futuro de la nación. Con ese espíritu inicio hoy una serie de entregas sobre la política social que complementan entregas anteriores, en particular la serie Para reformar la reforma social neoliberal (octubre 8, 15, 22 y 29 de 2010), en la cual abordé el fracaso del programa Oportunidades, símbolo central del modelo social neoliberal adoptado por el gobierno federal. A partir de hoy complemento lo analizado en aquella serie con algunas evidencias agregadas del fracaso del modelo social neoliberal. Empiezo analizando los factores determinantes de los ingresos del trabajo, la evolución de la seguridad social y la evolución de la pobreza. En conjunto, estas evidencias y las del fallido Oportunidades muestran el fracaso del modelo social neoliberal, que derivan en la necesidad de refundar la política social. El segundo paso en la serie será analizar el modelo social vigente en el DF contrastante con el modelo social neoliberal adoptado a nivel federal. El tercer y último paso será discutir las opciones del nuevo modelo social que es necesario crear desde ahora.
Cuidado!, que el inquilino de Los Pinos lleva varios días tentando al chamuco, y nada positivo resultará de ello. Tal cual lo hizo tres años atrás, cuando todo el mundo veía venir la crisis de 2008 y actuaba en consecuencia, ahora el susodicho no deja de presumir que la sacudida internacional le hace los mandados a la sólida y veloz economía nacional, pues, según dice, “tenemos un chequezote pa’ comprar dólares” (en referencia a las reservas internacionales) con lo que, también según él, resulta “imposible prácticamente desestabilizar al país como antes ocurría… Eso es fortaleza económica y eso es estabilidad económica”.
A menos que intente convencerse a sí mismo de que todo es perfecto, su perorata no tiene mayor posibilidad de éxito, porque cada que habla en el sentido descrito de inmediato el auditorio se remonta a los tiempos del catarrito (Carstens dixit) y de la gripa (Calderón ídem), durante los cuales –ya con el huracán grado 5 a la vuelta de la esquina– el inquilino de Los Pinos insistió en que aquí no pasaba ni pasaría nada, porque aquí si hemos hecho bien el trabajo y la economía está más fuerte que nunca. Los mexicanos saben perfectamente qué pasó: se dejó caer la crisis más severa en ocho décadas, de la cual aún no se recupera el país, en espera de la siguiente.
En aquellos no lejanos tiempos, de inmediato la comunidad de naciones sacó la gabardina y el paraguas ante la desastrosa perspectiva económica, mientras el inquilino de Los Pinos y sus genios se mantenían en chancletas y traje de baño presumiendo que los nubarrones eran externos, y que aquí el clima era paradisiaco. Así lo agarraron, y así le fue a México, considerado entre los 20 países mayormente golpeados por una crisis que no sólo era externa, sino que apenas pintaba para catarrito.
De hecho, hasta donde llega la memoria, sólo dos inquilinos de Los Pinos se aventaron la puntada de prometer que en México nunca más habrá otra crisis. No hay que especular mucho sobre quiénes son los clarividentes fallidos: Vicente Fox y (¡sorpresa!) Felipe Calderón. El primero pronunció la frase en los albores de la primera recesión de la era Bush junior (y la economía se fue para abajo), y el segundo comenzó la tanda (porque la ha repetido en no pocas ocasiones) en septiembre de 2007, cuando micrófono en mano sentenció: “nunca más una crisis que afecte a los mexicanos… nuestra economía es tan sólida, que a pesar de que Estados Unidos tenga una falla mecánica, aquí no habrá crisis, pase lo que pase, ni ahora ni a mediano plazo”.
Y no sólo llegó la crisis, sino que resultó la más infausta en ocho décadas. El motor económico de Estados Unidos lejos de reportar falla mecánica, de plano reventó, y junto a él, el de la sólida cuan independiente economía mexicana, con todo y clarividente de Los Pinos y genios que lo acompañan.
Sirva lo anterior para medir en su exacta dimensión la más reciente perla calderonista (ayer en Monterrey; como siempre, se respeta sintaxis): “ya no sé en cuánto andan (las reservas internacionales). Será 140 mil, 141 mil millones de dólares. ¿Qué quiere decir, amigas y amigos?: que hoy tenemos más del doble. Es más, dos y media veces más dólares de reserva en el Banco de México, que toda la deuda externa del gobierno mexicano (que no es lo mismo que la deuda pública total). Más del doble. ¿Y qué tanto nos protege eso? Vamos a suponer que viene una escalada de pánico. Que es córrele por los dólares. Supongan que todo mundo se asusta, y todos corremos al banco, a comprar dólares, al mismo tiempo. Todo lo que traen ustedes en la cartera, más lo que tienen ahí, escondido abajo, en un sobre en el cajón de su señora, más lo que tienen abajo del colchón, más lo que tienen en algunos libros, ahí, en la biblioteca, todo eso lo sacan. Más lo que tienen en una caja de zapatos, abajo del clóset.
Si un día sacáramos todos los pesos que tenemos en billetes y monedas y, es más, los llevamos a comprar dólares. Es más, toda nuestra chequera; así, chequezote para comprar dólares, nuestras reservas internacionales en dólares son más grandes que toda la suma de todos los billetes, todas las monedas y todas las cuentas de cheques juntas en México, con lo cual hace imposible, prácticamente, desestabilizar al país, como antes sí ocurrió. Eso es fortaleza económica, y eso es estabilidad económica. Que se mueve el peso. Sí. Sí se mueve. Sí se mueve el peso. Y se mueve, además, porque es un tipo de cambio flexible, que ha sido la garantía de que nuestra economía no quede sujeta a la explosión de un entorno internacional.
En resumidas cuentas, el inquilino de Los Pinos está tentando al chamuco, porque de nuevo promete que al país la crisis le hace los purititos mandados, que la crisis es externa, que los que están mal son otros y que, en fin, México es el paraíso tropical que nada le afecta, nada le pega, nada lo altera. Felipe Calderón, pues, no aprende: bronceador en mano, sigue en chancletas y traje de baño, mientras Europa, no sin la ayuda de Estados Unidos y su falla mecánica, está a un tris de desatar una nueva sacudida internacional (o si se prefiere una crisis dentro de la irresuelta crisis de 2008) con características de cuento de terror.
Por ello, envidiosos, como siempre, los arrinconados europeos reclaman a gritos a sus respectivos gobiernos: ¿por qué nosotros no tenemos un Felipe Calderón que nos prometa –un día sí y otro también– nunca más una crisis, pase lo que pase, ni ahora ni a mediano plazo? ¿Por qué los mexicanos sí tienen ese privilegio y nosotros no? Logros de la democracia, habría que contestarles.
Por cierto, durante su estancia en la capital de Nuevo León el clarividente fallido también prometió que el homicidio de 52 personas en el Casino Royale no debe quedar impune. Qué bueno, porque en su próxima visita a Hermosillo tendrá que exigir que el homicidio de los 49 niños de la Guardería ABC no debe quedar impune, como hasta ahora él comprenderá.
Las rebanadas del pastel
Pedro Joaquín Coldwell quedó en lugar de Humberto Moreira, el profesor deudor y bailarín, en la presidencia del tricolor. La nueva cabeza visible de ese partido político fue gobernador de Quintana Roo (1981-1987), de tal suerte que los panistas ya pueden llamarlo a cuentas por endeudar a ese estado y utilizar electoreramente la información, aunque sea de hace tres décadas… Un fuerte abrazo a La Jornada y a los jornaleros distinguidos ayer con el premio nacional otorgado por el Club de Periodistas de México.
cfvmexico_sa@hotmail.com
A menos que intente convencerse a sí mismo de que todo es perfecto, su perorata no tiene mayor posibilidad de éxito, porque cada que habla en el sentido descrito de inmediato el auditorio se remonta a los tiempos del catarrito (Carstens dixit) y de la gripa (Calderón ídem), durante los cuales –ya con el huracán grado 5 a la vuelta de la esquina– el inquilino de Los Pinos insistió en que aquí no pasaba ni pasaría nada, porque aquí si hemos hecho bien el trabajo y la economía está más fuerte que nunca. Los mexicanos saben perfectamente qué pasó: se dejó caer la crisis más severa en ocho décadas, de la cual aún no se recupera el país, en espera de la siguiente.
En aquellos no lejanos tiempos, de inmediato la comunidad de naciones sacó la gabardina y el paraguas ante la desastrosa perspectiva económica, mientras el inquilino de Los Pinos y sus genios se mantenían en chancletas y traje de baño presumiendo que los nubarrones eran externos, y que aquí el clima era paradisiaco. Así lo agarraron, y así le fue a México, considerado entre los 20 países mayormente golpeados por una crisis que no sólo era externa, sino que apenas pintaba para catarrito.
De hecho, hasta donde llega la memoria, sólo dos inquilinos de Los Pinos se aventaron la puntada de prometer que en México nunca más habrá otra crisis. No hay que especular mucho sobre quiénes son los clarividentes fallidos: Vicente Fox y (¡sorpresa!) Felipe Calderón. El primero pronunció la frase en los albores de la primera recesión de la era Bush junior (y la economía se fue para abajo), y el segundo comenzó la tanda (porque la ha repetido en no pocas ocasiones) en septiembre de 2007, cuando micrófono en mano sentenció: “nunca más una crisis que afecte a los mexicanos… nuestra economía es tan sólida, que a pesar de que Estados Unidos tenga una falla mecánica, aquí no habrá crisis, pase lo que pase, ni ahora ni a mediano plazo”.
Y no sólo llegó la crisis, sino que resultó la más infausta en ocho décadas. El motor económico de Estados Unidos lejos de reportar falla mecánica, de plano reventó, y junto a él, el de la sólida cuan independiente economía mexicana, con todo y clarividente de Los Pinos y genios que lo acompañan.
Sirva lo anterior para medir en su exacta dimensión la más reciente perla calderonista (ayer en Monterrey; como siempre, se respeta sintaxis): “ya no sé en cuánto andan (las reservas internacionales). Será 140 mil, 141 mil millones de dólares. ¿Qué quiere decir, amigas y amigos?: que hoy tenemos más del doble. Es más, dos y media veces más dólares de reserva en el Banco de México, que toda la deuda externa del gobierno mexicano (que no es lo mismo que la deuda pública total). Más del doble. ¿Y qué tanto nos protege eso? Vamos a suponer que viene una escalada de pánico. Que es córrele por los dólares. Supongan que todo mundo se asusta, y todos corremos al banco, a comprar dólares, al mismo tiempo. Todo lo que traen ustedes en la cartera, más lo que tienen ahí, escondido abajo, en un sobre en el cajón de su señora, más lo que tienen abajo del colchón, más lo que tienen en algunos libros, ahí, en la biblioteca, todo eso lo sacan. Más lo que tienen en una caja de zapatos, abajo del clóset.
Si un día sacáramos todos los pesos que tenemos en billetes y monedas y, es más, los llevamos a comprar dólares. Es más, toda nuestra chequera; así, chequezote para comprar dólares, nuestras reservas internacionales en dólares son más grandes que toda la suma de todos los billetes, todas las monedas y todas las cuentas de cheques juntas en México, con lo cual hace imposible, prácticamente, desestabilizar al país, como antes sí ocurrió. Eso es fortaleza económica, y eso es estabilidad económica. Que se mueve el peso. Sí. Sí se mueve. Sí se mueve el peso. Y se mueve, además, porque es un tipo de cambio flexible, que ha sido la garantía de que nuestra economía no quede sujeta a la explosión de un entorno internacional.
En resumidas cuentas, el inquilino de Los Pinos está tentando al chamuco, porque de nuevo promete que al país la crisis le hace los purititos mandados, que la crisis es externa, que los que están mal son otros y que, en fin, México es el paraíso tropical que nada le afecta, nada le pega, nada lo altera. Felipe Calderón, pues, no aprende: bronceador en mano, sigue en chancletas y traje de baño, mientras Europa, no sin la ayuda de Estados Unidos y su falla mecánica, está a un tris de desatar una nueva sacudida internacional (o si se prefiere una crisis dentro de la irresuelta crisis de 2008) con características de cuento de terror.
Por ello, envidiosos, como siempre, los arrinconados europeos reclaman a gritos a sus respectivos gobiernos: ¿por qué nosotros no tenemos un Felipe Calderón que nos prometa –un día sí y otro también– nunca más una crisis, pase lo que pase, ni ahora ni a mediano plazo? ¿Por qué los mexicanos sí tienen ese privilegio y nosotros no? Logros de la democracia, habría que contestarles.
Por cierto, durante su estancia en la capital de Nuevo León el clarividente fallido también prometió que el homicidio de 52 personas en el Casino Royale no debe quedar impune. Qué bueno, porque en su próxima visita a Hermosillo tendrá que exigir que el homicidio de los 49 niños de la Guardería ABC no debe quedar impune, como hasta ahora él comprenderá.
Las rebanadas del pastel
Pedro Joaquín Coldwell quedó en lugar de Humberto Moreira, el profesor deudor y bailarín, en la presidencia del tricolor. La nueva cabeza visible de ese partido político fue gobernador de Quintana Roo (1981-1987), de tal suerte que los panistas ya pueden llamarlo a cuentas por endeudar a ese estado y utilizar electoreramente la información, aunque sea de hace tres décadas… Un fuerte abrazo a La Jornada y a los jornaleros distinguidos ayer con el premio nacional otorgado por el Club de Periodistas de México.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Durante los pasados 10 años Jason James Murphy trabajó en Hollywood haciendo castings con niños para películas independientes y superproducciones. Pero Jason estuvo en prisión en Seattle por secuestrar y acosar sexualmente en 1996 a un niño de ocho años. Calificado por las autoridades como delincuente sexual, no podía cambiar de nombre y tenía prohibido trabajar con menores de edad. Sin embargo, lo hizo para varios importantes productores de cine en California, utilizando otro nombre. Su verdadera identidad fue descubierta hace poco.
Durante los recientes 15 años, el asistente de uno de los entrenadores de futbol americano más famosos de Estados Unidos abusó sexualmente de, por lo menos, 30 menores de edad. Estos delitos tienen en shock colectivo al estado de Pensilvania y a su todopoderosa universidad, donde ocurrieron los hechos. La prestigiosa casa de estudios tiene más de 80 mil estudiantes y unos 5 mil profesores. Posee terrenos de extensión mayor que los de la ciudad donde se ubica. Su poder es inmenso y a su labor educativa y de investigación suma el patrocinar a uno de los equipos del futbol american más victoriosos del país. Su estadio puede albergar a 112 mil aficionados. Cuando hay juegos, entran a la ciudad más de 20 mil automóviles.
Durante los recientes 15 años, el asistente de uno de los entrenadores de futbol americano más famosos de Estados Unidos abusó sexualmente de, por lo menos, 30 menores de edad. Estos delitos tienen en shock colectivo al estado de Pensilvania y a su todopoderosa universidad, donde ocurrieron los hechos. La prestigiosa casa de estudios tiene más de 80 mil estudiantes y unos 5 mil profesores. Posee terrenos de extensión mayor que los de la ciudad donde se ubica. Su poder es inmenso y a su labor educativa y de investigación suma el patrocinar a uno de los equipos del futbol american más victoriosos del país. Su estadio puede albergar a 112 mil aficionados. Cuando hay juegos, entran a la ciudad más de 20 mil automóviles.
Con profundo pesar e indignación recibimos la noticia del trágico fin de Julia Marichal. Luchadora social, afectuosa amiga, artista creativa y solidaria, cuyo gran propósito en la vida fue compartir la creencia de que este mundo tiene posibilidades de ser rescatado de la violencia y la ignorancia.
Actriz, docente, conferencista, promotora cultural, declamadora y declarada mujer de izquierdas, sus inquietudes y preocupaciones le llevaron a unirse a varias organizaciones sociales y culturales. Colaboró en la fundación de movimientos artísticos, y durante años se desempeñó como promotora cultural incansable. Recientemente se había integrado al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, donde, junto con otros poetas y artistas, integró la plataforma de Arte y Cultura, con la que realizaba campañas de concientización sobre la violencia en México.
Actriz, docente, conferencista, promotora cultural, declamadora y declarada mujer de izquierdas, sus inquietudes y preocupaciones le llevaron a unirse a varias organizaciones sociales y culturales. Colaboró en la fundación de movimientos artísticos, y durante años se desempeñó como promotora cultural incansable. Recientemente se había integrado al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, donde, junto con otros poetas y artistas, integró la plataforma de Arte y Cultura, con la que realizaba campañas de concientización sobre la violencia en México.
Patricia Peñaloza: Ruta Sonora
Nacida en Nova Scotia, Canadá, la cantautora y guitarrista viajera Leslie Feist (mejor conocida como sólo Feist), tras haber integrado bandas de punk en sus años mozos, se dio a conocer más ampliamente por tocar la guitarra en el afamado combo Broken Social Scene, de la misma nación, y por haber contribuido en la grabación del disco The teaches of Peaches (2000) de dicha compositora electroclash Peaches, también canadiense. Pero el pop acústico y suave de Feist, poco tiene que ver con la suciedad y rabia de aquélla: su sonido transita más por los caminos de Kate Bush, Tori Amos, Cat Power, Joana Newsom y similares hechiceras de voz encantada.
¿Derrumbe del euro?
Arrancó ayer, en Bruselas, una cumbre de mandatarios de la Unión Europea (UE) que es considerada como la última oportunidad para salvar al euro, la moneda empleada en 17 de las 27 economías que integran ese conglomerado de naciones y que en meses recientes se ha visto severamente afectada por los descalabros de algunos de sus integrantes como resultado de la crisis de deudas soberanas.
El Correo Ilustrado
Carta abierta al titular de la PGJDF
Doctor Miguel Ángel Mancera:
Así les llamó Gerardo Laveaga, defensor de Felipe Calderón en la demanda entablada por 23 mil 700 personas (hoy 27 mil) ante la Corte Penal Internacional. Reconoció que si Calderón quisiera llevar su infundada reconvención a los tribunales mexicanos el tema no sería penal sino civil. Con eso descartó a la PGR, el espantapájaros utilizado para amedrentar a los denunciantes, como en los mejores tiempos de Gustavo Díaz Ordaz. (Surgieron en esa amenaza reminiscencias de Lecumberri y del Campo Militar Número Uno: subterráneos de terror donde confinaban a los muchachos del 68, aunque algunos, como Heberto Castillo, ya no fuesen tan muchachos. Ese es el caso de los 23 mil denunciantes, menospreciados por Javier Lozano como abajo firmantes, aunque incluyan a un ex procurador general de la República y a un ex ministro de la Suprema Corte.)
No extraño Alemania porque soy parte de ella, dice José María Pérez Gay en entrevista con La Jornada.
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