La manifestación de desacuerdo con la guerra contra el narcotráfico fue iniciativa del realizador Rodrigo Plá
“Desde Amores perros, de González Iñárritu, la cinematografía de México ha causado un electroshock en el mundo”, señaló el director Faouzi Bensaidi
Sábado 10 de diciembre de 2011, p. 9
Marrakech, 9 de diciembre. Usando el marco de la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Marrakech, que se celebra por onceavo año en esa ciudad marroquí, cineastas mexicanos externaron, por medio del ya conocido cartel No más sangre
, su desacuerdo con la guerra del presidente Felipe Calderón contra el narcotráfico, la cual ha dejado miles de muertes a lo largo del país.
A iniciativa de Rodrigo Plá, realizador de cintas como La zona, algunos directores y actrices invitados al festival mostraron (algunos un tanto tímidamente) a las cámaras que filman cada uno de los momentos del encuentro, el conocido cartel de esta campaña nacional.
Hay que recordar que en esta edición, el encuentro marroquí dedicó una retrospectiva al cine nacional, con cintas ya reconocidas en el mundo como Amores perros, Y tu mamá también, El crimen del padre Amaro, Temporada de patos, La virgen de la lujuria y El laberinto del fauno, Japón, así como otras más actuales, como Los bastardos o Miss Bala.
En el inicio de la ceremonia de homenaje a los cineastas mexicanos, el director y actor originario de Casa Blanca, Faouzi Bensaidi, dio una introducción, antes de la proyección de Miss Bala y Días de gracia: “El cine mexicano ha causado un electroshock en el mundo, debido a que se ha mostrado sin concesiones. Para ello tiene fuentes suficientes. Ha sido un escape, una solución, y quizá una salvación para el futuro.
“No están aquí todos los representantes de esa generación brillante, pero los que sí, son parte de ese detonante. La alarma la encendió en 2000 Alejandro González Iñárritu con Amores perros, la cual mostró un hiperrealismo que significó un cambio en esa cinematografía, con Gael García Bernal como rostro de éste.”
En el escenario del Palacio de los Congresos, principal sala del encuentro que mostró unos 20 filmes mexicanos, Bensaidi continuó: “Carlos Cuarón, Carlos Carrera, Guillermo del Toro, por mencionar a algunos, forjaron el camino para otros como Fernando Eimbcke, Rigoberto Perezcano, Enrique Rivero, Carlos Reygadas.
Actrices como Ana Claudia Talancón, Ana Serradilla, Kate del Castillo, Paulina Gaytán, y actores como José Maria de Tavira, así como directoras, entre ellas Patricia Riggen, formaron una delegación de talentosos que son causa de esa explosión cinematográfica que representa a un país.
Estrella de Oro
Todos subieron al proscenio del mencionado teatro, donde recibieron la Estrella de Oro, máximo galardón de este festival, que por cierto, recibió en 2009 Perezcano por su filme Norteado.
Ahora, el cine mexicano fue ovacionado entre sones jarochos y huastecos, que se combinaron con los sonidos de la música berebere.
La encargada de recibir el galardón fue la representante del Instituto Mexicano de Cinematografía, Cristina Prado, quien primero agradeció (en francés, árabe y español) la invitación y homenaje al rey Mohammed VI, al príncipe Moulay Rachid, así como a la directora del festival, Mélita Toscan du Plantier.
En su discurso, Prado dijo: Celebramos que hayan invitado al cine mexicano, con su diversidad de propuestas. Las múltiples miradas de los cineastas que expresan un cambio y transformación. Reflexiones de su realidad e inquietudes que desean mostrar a un público nuevo; compartir y tender puentes entre culturas diversas.
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