A través de sus múltiples agentes, Estados Unidos ha realizado operaciones de delincuencia organizada en México, algunas de ellas incluso sin que lo supieran sus anfitriones presuntamente aliados, pero en realidad sujetos a menosprecio y engaño. Hasta ahora, esas acciones encubiertas solamente han producido daños y muerte en el lado mexicano, dotando de armamento a los bandos en mortal conflicto e incluso transportando hasta acá millonadas de dólares para ser blanqueados, sin que en la contraparte haya disminuido el consumo de drogas y sin que allá se hayan asestado golpes a la corrupción que necesita ser similar a la mexicana para cumplir con éxito el ciclo económico del narcotráfico y sin que haya violencia en las calles gringas en proporción a la que sus vecinos proveedores sufren día con día.
Lo peor es que, ante un gobierno federal mexicano de comportamiento avasallado y colonizado, los interventores delincuenciales se niegan siquiera a dar explicaciones públicas de lo que con un desenfado punible han venido realizando en su presunto patio trasero. Como si nada, funcionarios estadunidenses pusieron a funcionar un plan conocido como Rápido y furioso con el que acabaron llevando a manos de narcotraficantes no oficiales el armamento avanzado y suficiente para que fuera más letal la guerra de reacomodos gerenciales y control social que puso en marcha el calderonismo. Ahora se ha sabido que también introdujeron al país cargamentos de billetes verdes y, por lo que se ve, ya sólo falta que pronto se anuncie que también han proporcionado asistencia técnica en materia de cultivo de estupefacientes y de fabricación de drogas sintéticas o que ofrecen santuarios en su territorio a los capos ejecutivos.
Todo, según eso, en aras de conocer las redes de trabajo de los delincuentes mexicanos (para luego combatirlos en mejores condiciones, no para manipularlos y usarlos en la desestabilización de México ni para beneficiarse económicamente de esas operaciones o desviar las ganancias a tareas patrióticas que no alcanzan financiamiento gubernamental estadunidense, como ya ha sucedido en otras ocasiones memorables, una de ellas la de los contras nicaragüenses). Sin embargo, en Washington se ha puesto en evidencia el desconocimiento y la falta de control de esos arriesgados estrategas a la hora de enviar armas cuyo destino final perdieron de vista. México transformado en sangriento conejillo de Indias, ya fuera por torpeza extrema de los aficionados a las series policiacas de televisión que fungen como responsables de agencias gringas relacionadas con el combate a las drogas, o por intención expresa de diseñadores de crisis, divisiones y desestabilización que así pretenden consolidar su mando sobre un abatido país que ya forma parte de su carpeta roja de seguridad nacional.
Metidos a fondo en México, los operadores estadunidenses también podrían verse tentados a acomodar el proceso electoral de 2012 a sus conveniencias, si no es que esas posibilidades ya estén en curso. Haiga sido como haiga sido, lo cierto es que en el arrancadero de la contienda por la Presidencia, el Congreso y otras posiciones estatales, el calderonismo (es decir, la mano de gato usada por los gringos para sacar las castañas del fuego político y social) ha instalado con firmeza el riesgo del narcotráfico como inhibidor o supresor de comicios. Ayer mismo, el senador priísta Francisco Labastida hizo saber que en su partido están plenamente convencidos de que se les prepara un michoacanazo, es decir, una aplicación selectiva de procesos judiciales para golpear a adversarios políticos. Y el ex candidato a gobernador por el PRD en Michoacán, Silvano Aureoles, ha confesado que lo amenazaron de muerte durante su anterior campaña y ha planteado su convicción de que, a como van las cosas, el narcotráfico llegará a instalar al presidente de la República en 2012.
El factor central de distorsión del proceso electoral en curso ha estado infiltrado por agentes estadunidenses que han actuado abiertamente en suelo mexicano conforme a sus planes e intereses, sin que haya autoridad local que se oponga a esas acciones, e incluso esa misma autoridad ha sido largamente acusada de favorecer a uno de los bandos en pugna de ese narcotráfico, lo que, de ser cierto, establecería una relación de mutuos favores y de entendimiento global que bien podría manifestarse en presiones, amenazas y ayudas relacionadas con lo electoral. Es decir, conforme a lo que se va diciendo, conociendo y difundiendo, el amenazante fantasma del narcotráfico no es un ente autónomo, de comportamiento caprichoso y objetivos primarios, sino una parte activa y ofensiva de un conjunto de intereses que llegan o surgen de casas de poder en países vecinos. El uso electoral del narcotráfico no es un accidente sino una consecuencia del amplio plan de conservación del poder, al costo que sea, que mantienen ciertos aliados que ya antes decidieron sumir al país en la sangre y el horror, para superar una crisis de legitimidad y para contrarrestar con anticipación futuros brotes de inconformidad, y que ahora maniobran juntos para darle continuidad a su libreto sombrío de largo alcance.
Astillas
No es mayor el escándalo porque el personaje no tiene esa talla, pero el ebrardista Mario Delgado ha demostrado que las pifias literarias no son exclusivas de copetes de tres colores ni corderos desbalagados: a pesar de que esa obra es una de las más conocidas a nivel popular, tanto en título como en autor, el aspirante a jefe del gobierno capitalino atribuyó Cien años de soledad no a Gabriel García Márquez, como tanta gente lo sabe casi por concatenación automática, sino a Mario Vargas Llosa... Y, mientras el zacatecano Ricardo Monreal ha sido designado coordinador de la campaña del fundadamente amoroso Andrés Manuel López Obrador, con Yeidckol Polevnsky en las finanzas, sin Chuchos, con puros morenos y petistas en las coordinaciones temáticas, y dos representantes de Marcelo Ebrard en las cinco circunscripciones (René Cervera y Patricia Patiño), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Lo peor es que, ante un gobierno federal mexicano de comportamiento avasallado y colonizado, los interventores delincuenciales se niegan siquiera a dar explicaciones públicas de lo que con un desenfado punible han venido realizando en su presunto patio trasero. Como si nada, funcionarios estadunidenses pusieron a funcionar un plan conocido como Rápido y furioso con el que acabaron llevando a manos de narcotraficantes no oficiales el armamento avanzado y suficiente para que fuera más letal la guerra de reacomodos gerenciales y control social que puso en marcha el calderonismo. Ahora se ha sabido que también introdujeron al país cargamentos de billetes verdes y, por lo que se ve, ya sólo falta que pronto se anuncie que también han proporcionado asistencia técnica en materia de cultivo de estupefacientes y de fabricación de drogas sintéticas o que ofrecen santuarios en su territorio a los capos ejecutivos.
Todo, según eso, en aras de conocer las redes de trabajo de los delincuentes mexicanos (para luego combatirlos en mejores condiciones, no para manipularlos y usarlos en la desestabilización de México ni para beneficiarse económicamente de esas operaciones o desviar las ganancias a tareas patrióticas que no alcanzan financiamiento gubernamental estadunidense, como ya ha sucedido en otras ocasiones memorables, una de ellas la de los contras nicaragüenses). Sin embargo, en Washington se ha puesto en evidencia el desconocimiento y la falta de control de esos arriesgados estrategas a la hora de enviar armas cuyo destino final perdieron de vista. México transformado en sangriento conejillo de Indias, ya fuera por torpeza extrema de los aficionados a las series policiacas de televisión que fungen como responsables de agencias gringas relacionadas con el combate a las drogas, o por intención expresa de diseñadores de crisis, divisiones y desestabilización que así pretenden consolidar su mando sobre un abatido país que ya forma parte de su carpeta roja de seguridad nacional.
Metidos a fondo en México, los operadores estadunidenses también podrían verse tentados a acomodar el proceso electoral de 2012 a sus conveniencias, si no es que esas posibilidades ya estén en curso. Haiga sido como haiga sido, lo cierto es que en el arrancadero de la contienda por la Presidencia, el Congreso y otras posiciones estatales, el calderonismo (es decir, la mano de gato usada por los gringos para sacar las castañas del fuego político y social) ha instalado con firmeza el riesgo del narcotráfico como inhibidor o supresor de comicios. Ayer mismo, el senador priísta Francisco Labastida hizo saber que en su partido están plenamente convencidos de que se les prepara un michoacanazo, es decir, una aplicación selectiva de procesos judiciales para golpear a adversarios políticos. Y el ex candidato a gobernador por el PRD en Michoacán, Silvano Aureoles, ha confesado que lo amenazaron de muerte durante su anterior campaña y ha planteado su convicción de que, a como van las cosas, el narcotráfico llegará a instalar al presidente de la República en 2012.
El factor central de distorsión del proceso electoral en curso ha estado infiltrado por agentes estadunidenses que han actuado abiertamente en suelo mexicano conforme a sus planes e intereses, sin que haya autoridad local que se oponga a esas acciones, e incluso esa misma autoridad ha sido largamente acusada de favorecer a uno de los bandos en pugna de ese narcotráfico, lo que, de ser cierto, establecería una relación de mutuos favores y de entendimiento global que bien podría manifestarse en presiones, amenazas y ayudas relacionadas con lo electoral. Es decir, conforme a lo que se va diciendo, conociendo y difundiendo, el amenazante fantasma del narcotráfico no es un ente autónomo, de comportamiento caprichoso y objetivos primarios, sino una parte activa y ofensiva de un conjunto de intereses que llegan o surgen de casas de poder en países vecinos. El uso electoral del narcotráfico no es un accidente sino una consecuencia del amplio plan de conservación del poder, al costo que sea, que mantienen ciertos aliados que ya antes decidieron sumir al país en la sangre y el horror, para superar una crisis de legitimidad y para contrarrestar con anticipación futuros brotes de inconformidad, y que ahora maniobran juntos para darle continuidad a su libreto sombrío de largo alcance.
Astillas
No es mayor el escándalo porque el personaje no tiene esa talla, pero el ebrardista Mario Delgado ha demostrado que las pifias literarias no son exclusivas de copetes de tres colores ni corderos desbalagados: a pesar de que esa obra es una de las más conocidas a nivel popular, tanto en título como en autor, el aspirante a jefe del gobierno capitalino atribuyó Cien años de soledad no a Gabriel García Márquez, como tanta gente lo sabe casi por concatenación automática, sino a Mario Vargas Llosa... Y, mientras el zacatecano Ricardo Monreal ha sido designado coordinador de la campaña del fundadamente amoroso Andrés Manuel López Obrador, con Yeidckol Polevnsky en las finanzas, sin Chuchos, con puros morenos y petistas en las coordinaciones temáticas, y dos representantes de Marcelo Ebrard en las cinco circunscripciones (René Cervera y Patricia Patiño), ¡hasta mañana!
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Aun cuando el Banco de México anunció la semana anterior que inyectaría 400 millones de dólares todos los días al mercado cambiario –bajo ciertas condiciones–, el peso difícilmente volverá a su valor reciente de 12 unidades y fracción por dólar. Los funcionarios y algunos expertos culpan a la turbulencia financiera internacional; sin embargo, ésta no afectaría tanto a nuestro país si no se hubiera incurrido en la imprudencia de permitir la entrada de miles de millones de dólares de inversionistas golondrinos. Ahora se están yendo, llegaron y no pagaron impuestos, cobraron altos intereses, ya que la calificación de México es categoría B, no A, y menos triple A, y ahora que se van tampoco dejan ningún beneficio al país ni al fisco. Navidad está a la vista, el dólar se cotizó ayer a 13.61 pesos y posiblemente se conservará en ese nivel bien entrado el nuevo año. Por cierto, el Banco de México está manejando la venta de dólares con absoluta falta de transparencia. No dice cuántos ha vendido hasta hoy, a qué precio y quiénes los han comprado. Todo se maneja como Club de Toby.
La nueva amenaza
Lehman Brothers Holdings comenzará a pagar a sus acreedores 65 mil millones de dólares. Si no lo recuerdan, es el banco de inversión estadunidense cuya quiebra marcó el inicio de la crisis financiera mundial de 2008. Esa fue la crisis de las empresas del sector privado, ahora está en su apogeo la de los gobiernos de Europa que no tienen recursos para pagar sus deudas. Lehman Brothers, que llegó a ser el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, logró que una corte aprobara su plan de restructuración. ¿Qué es lo que queda de lo que fue? No mucho, es tan sólo una cascarón que contiene algunos de sus activos. porque en los años transcurridos ha vendido o cerrado muchos de sus negocios. También queda para la historia la fecha en que se fue a la bancarrota: el 15 de septiembre de 2008. Si los líderes europeos no consiguen ponerse de acuerdo en un plan, la bancarrota de los países de la eurozona arrastraría a los principales bancos del mundo. La tragedia de Lehman Brothers sería minúscula en comparación con lo que sucedería.
La mina
Las familias de los mineros que murieron en la explosión recibirán una indemnización de 46.5 millones de dólares, y los dueños deberán pagar 150 millones más para que el expediente quede cerrado. No se trata de Pasta de Conchos, en México, sino de Upper Big Branch, en el estado de Virginia. La tragedia privó de la vida a 29 trabajadores. Los dueños de la mina son Alpha Natural Resources y su filial Massey Energy. Habían sido advertidos de que las condiciones de trabajo no reunían medidas de seguridad. En total deberán pagar 209 millones de dólares, en lo que se considera el arreglo judicial más costoso de que se tenga memoria. ¿Y las familias de nuestros mineros que perdieron la vida en Pasta de Conchos? Viven en la miseria. El secretario del Trabajo, Javier Lozano, se encargó de que la indemnización que recibieran fuera la mínima con la finalidad de ahorrarle gastos a los propietarios.
La nueva amenaza
Lehman Brothers Holdings comenzará a pagar a sus acreedores 65 mil millones de dólares. Si no lo recuerdan, es el banco de inversión estadunidense cuya quiebra marcó el inicio de la crisis financiera mundial de 2008. Esa fue la crisis de las empresas del sector privado, ahora está en su apogeo la de los gobiernos de Europa que no tienen recursos para pagar sus deudas. Lehman Brothers, que llegó a ser el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, logró que una corte aprobara su plan de restructuración. ¿Qué es lo que queda de lo que fue? No mucho, es tan sólo una cascarón que contiene algunos de sus activos. porque en los años transcurridos ha vendido o cerrado muchos de sus negocios. También queda para la historia la fecha en que se fue a la bancarrota: el 15 de septiembre de 2008. Si los líderes europeos no consiguen ponerse de acuerdo en un plan, la bancarrota de los países de la eurozona arrastraría a los principales bancos del mundo. La tragedia de Lehman Brothers sería minúscula en comparación con lo que sucedería.
La mina
Las familias de los mineros que murieron en la explosión recibirán una indemnización de 46.5 millones de dólares, y los dueños deberán pagar 150 millones más para que el expediente quede cerrado. No se trata de Pasta de Conchos, en México, sino de Upper Big Branch, en el estado de Virginia. La tragedia privó de la vida a 29 trabajadores. Los dueños de la mina son Alpha Natural Resources y su filial Massey Energy. Habían sido advertidos de que las condiciones de trabajo no reunían medidas de seguridad. En total deberán pagar 209 millones de dólares, en lo que se considera el arreglo judicial más costoso de que se tenga memoria. ¿Y las familias de nuestros mineros que perdieron la vida en Pasta de Conchos? Viven en la miseria. El secretario del Trabajo, Javier Lozano, se encargó de que la indemnización que recibieran fuera la mínima con la finalidad de ahorrarle gastos a los propietarios.
No dio una en los últimos cinco años, pero Javier Lozano Alarcón, por fin, ofrece una buena noticia: dejaría la Secretaría del Trabajo a más tardar el próximo 15 de diciembre. Excelente, uno menos en el gabinetazo, pero no lo hará como resultado de su estrepitoso fracaso al frente de tal dependencia y del enorme daño que causó al mercado laboral, sino porque rápido y veloz va en pos de hueso y protección en la siguiente bancada blanquiazul en el Senado de la República. Personajes como el citado deberían terminar enchiquerados, pero la gran democracia mexicana les facilita muchas rutas de escape para que impunemente siempre caigan para arriba.
Se va satisfecho con los resultados –según dijo– de la Secretaría del Trabajo, aunque con la modestia que lo caracteriza reconoce dos frustraciones: no lograr la legalización del outsourcing (la no aprobación de la reforma laboral) y no poder dar la puntilla a los trabajadores de la aerolínea insignia del país (el caso no resuelto de Mexicana de Aviación). Pero más allá de esas dos ronchitas, él se dice orgulloso con sus logros al frente de la citada dependencia. ¿Será?
Pues bien, un breve repaso de lo que al país le significó mantener a este señor durante un quinquenio al frente de una de las dependencias públicas más importantes para el desarrollo económico y social resume lo satisfecho que Lozano puede retirarse en pos de hueso y protección: en esos cinco años, y sin considerar rezagos, sólo 27 de cada cien mexicanos lograron colarse al mercado formal de la economía, y de ellos la tercera parte lo hizo de forma eventual. Ello, sin considerar mutilaciones contractuales, creciente desempleo, desplome salarial, fortalecimiento de la informalidad, porrismo sindical, esforzados servicios a los barones –a Germán Larrea, de manera destacada–, decidido impulso a la tercerización, entre otras gracias del futuro candidato panista al Senado de la República.
En cinco años (noviembre de 2006 a igual mes de 2011), la generación de empleo formal a duras penas acumuló un millón 530 mil puestos de trabajo, con un promedio anual ligeramente superior a 306 mil plazas. De ese total, un millón 28 mil 403 son plazas permanentes (205 mil 680.6 por año, en promedio) y eventuales 501 mil 901 (100 mil 380 por año). En igual lapso, la población económicamente activa (mexicanos en edad y condiciones para laborar) se incrementó en 5.5 millones de personas, de tal suerte que en el satisfactorio balance de Lozano queda claro que 4 millones de mexicanos terminaron por migrar al extranjero, en la informalidad, el desempleo o el crimen organizado. De ese tamaño puede ser su satisfacción, y de ese tamaño, también, la vergonzosa permisividad de la democracia nacional con este tipo de funcionarios.
Sin duda, la noticia de su salida de la Secretaría del Trabajo deja muy contentos a los mexicanos, aunque efímeramente, pues ellos saben que a esa dependencia pública arribará otro de la misma calaña y que, quiéranlo o no, también pagarán los excesos de Lozano en el Senado, puesto que la candidatura del poblano pianista tampoco lleva riesgo: será plurinominal.
Mientras dura el regocijo por tal acontecimiento, la Cámara de Diputados reporta que al cierre del tercer trimestre de 2011, el IMSS dio a conocer que el número de trabajadores asegurados permanentes y eventuales urbanos ascendió a 15 millones 215 mil 211 personas, con lo cual acumula un incremento de 603 mil 582 nuevos cotizantes en el año. Si se compara con el mismo periodo de 2010, el crecimiento en la generación de empleos resulta menor en 117 mil 901 cotizantes, es decir, una reducción de 16.3 por ciento, lo que tampoco corresponde a las cifras históricas presumidas por Javier Lozano.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo levantada por el Inegi, la desocupación se ubicó en 2.7 millones de personas durante el tercer trimestre del presente año, para un incremento de 197 mil respecto al segundo trimestre de 2011. Al cierre de septiembre pasado, la tasa oficial de desocupación se ubicó en 5.7 por ciento de la población económicamente activa, por arriba de lo registrado antes de que comenzara la crisis. De igual forma, la población que reconoció tener la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite (subocupación) creció en 323 mil personas durante el mismo trimestre, para ubicarse en 4.2 millones; con lo que en septiembre representó el 8.9 por ciento de las personas ocupadas, la segunda cifra más alta desde mayo de 2010 (en octubre creció a 9.3 por ciento).
De esta manera, puntualiza la Cámara de Diputados, resulta evidente que la generación de empleos formales (cotizantes en el IMSS) ha sido insuficiente para reducir el alto desempleo. El empleo formal ha crecido muy por debajo de lo necesario para cubrir el crecimiento poblacional. A consecuencia de la dificultad para encontrar empleo en el sector formal de la economía, las personas recién incorporadas al mercado laboral (en su mayoría jóvenes) han optado por buscar empleos en el sector informal, donde carecen de prestaciones económicas y seguridad social. Tan sólo en el último año, más de 533 mil personas se incorporaron a la informalidad, para alcanzar la cifra histórica de 13.4 millones, o 28.7 por ciento de la población ocupada. Además, la cantidad de personas que dejaron de buscar empleo pero que se encuentran disponibles para trabajar creció en 467 mil durante el último año, para alcanzar 6.1 millones de personas. Hoy, el país cuenta con más de 25 millones de personas en situación de alta vulnerabilidad al no contar con ingresos estables, ya sea por estar desempleados (incluyendo a los que no buscan empleos pero están disponibles), subocupados, o trabajando en el sector informal; esto equivale a alrededor de la mitad de la población económicamente activa.
Cincuenta por ciento de los mexicanos en edad y condición de laborar se encuentra en las condiciones descritas por la Cámara de Diputados, pero Javier Lozano se dice satisfecho con sus logros al frente de la Secretaría del Trabajo. Seguirá dañando al país, pero ahora desde el Senado de la República. Todo un triunfo de la democracia
Las rebanadas del pastel
Más que risas y choteo debe provocar preocupación la cantidad de disparates que los políticos dicen (y hacen) por segundo. Y no se limitan al abierto desconocimiento de libros y autores (caso concreto Enrique Peña Nieto, Ernesto Cordero, Josefina Vázquez Mota –también Mario Delgado, el delfín de Marcelo para el Distrito Federal– y los que se acumulen), sino de la delicada realidad nacional. Se supone que de esa bola de burros saldrá la siguiente tanda de gobernantes.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Se va satisfecho con los resultados –según dijo– de la Secretaría del Trabajo, aunque con la modestia que lo caracteriza reconoce dos frustraciones: no lograr la legalización del outsourcing (la no aprobación de la reforma laboral) y no poder dar la puntilla a los trabajadores de la aerolínea insignia del país (el caso no resuelto de Mexicana de Aviación). Pero más allá de esas dos ronchitas, él se dice orgulloso con sus logros al frente de la citada dependencia. ¿Será?
Pues bien, un breve repaso de lo que al país le significó mantener a este señor durante un quinquenio al frente de una de las dependencias públicas más importantes para el desarrollo económico y social resume lo satisfecho que Lozano puede retirarse en pos de hueso y protección: en esos cinco años, y sin considerar rezagos, sólo 27 de cada cien mexicanos lograron colarse al mercado formal de la economía, y de ellos la tercera parte lo hizo de forma eventual. Ello, sin considerar mutilaciones contractuales, creciente desempleo, desplome salarial, fortalecimiento de la informalidad, porrismo sindical, esforzados servicios a los barones –a Germán Larrea, de manera destacada–, decidido impulso a la tercerización, entre otras gracias del futuro candidato panista al Senado de la República.
En cinco años (noviembre de 2006 a igual mes de 2011), la generación de empleo formal a duras penas acumuló un millón 530 mil puestos de trabajo, con un promedio anual ligeramente superior a 306 mil plazas. De ese total, un millón 28 mil 403 son plazas permanentes (205 mil 680.6 por año, en promedio) y eventuales 501 mil 901 (100 mil 380 por año). En igual lapso, la población económicamente activa (mexicanos en edad y condiciones para laborar) se incrementó en 5.5 millones de personas, de tal suerte que en el satisfactorio balance de Lozano queda claro que 4 millones de mexicanos terminaron por migrar al extranjero, en la informalidad, el desempleo o el crimen organizado. De ese tamaño puede ser su satisfacción, y de ese tamaño, también, la vergonzosa permisividad de la democracia nacional con este tipo de funcionarios.
Sin duda, la noticia de su salida de la Secretaría del Trabajo deja muy contentos a los mexicanos, aunque efímeramente, pues ellos saben que a esa dependencia pública arribará otro de la misma calaña y que, quiéranlo o no, también pagarán los excesos de Lozano en el Senado, puesto que la candidatura del poblano pianista tampoco lleva riesgo: será plurinominal.
Mientras dura el regocijo por tal acontecimiento, la Cámara de Diputados reporta que al cierre del tercer trimestre de 2011, el IMSS dio a conocer que el número de trabajadores asegurados permanentes y eventuales urbanos ascendió a 15 millones 215 mil 211 personas, con lo cual acumula un incremento de 603 mil 582 nuevos cotizantes en el año. Si se compara con el mismo periodo de 2010, el crecimiento en la generación de empleos resulta menor en 117 mil 901 cotizantes, es decir, una reducción de 16.3 por ciento, lo que tampoco corresponde a las cifras históricas presumidas por Javier Lozano.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo levantada por el Inegi, la desocupación se ubicó en 2.7 millones de personas durante el tercer trimestre del presente año, para un incremento de 197 mil respecto al segundo trimestre de 2011. Al cierre de septiembre pasado, la tasa oficial de desocupación se ubicó en 5.7 por ciento de la población económicamente activa, por arriba de lo registrado antes de que comenzara la crisis. De igual forma, la población que reconoció tener la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite (subocupación) creció en 323 mil personas durante el mismo trimestre, para ubicarse en 4.2 millones; con lo que en septiembre representó el 8.9 por ciento de las personas ocupadas, la segunda cifra más alta desde mayo de 2010 (en octubre creció a 9.3 por ciento).
De esta manera, puntualiza la Cámara de Diputados, resulta evidente que la generación de empleos formales (cotizantes en el IMSS) ha sido insuficiente para reducir el alto desempleo. El empleo formal ha crecido muy por debajo de lo necesario para cubrir el crecimiento poblacional. A consecuencia de la dificultad para encontrar empleo en el sector formal de la economía, las personas recién incorporadas al mercado laboral (en su mayoría jóvenes) han optado por buscar empleos en el sector informal, donde carecen de prestaciones económicas y seguridad social. Tan sólo en el último año, más de 533 mil personas se incorporaron a la informalidad, para alcanzar la cifra histórica de 13.4 millones, o 28.7 por ciento de la población ocupada. Además, la cantidad de personas que dejaron de buscar empleo pero que se encuentran disponibles para trabajar creció en 467 mil durante el último año, para alcanzar 6.1 millones de personas. Hoy, el país cuenta con más de 25 millones de personas en situación de alta vulnerabilidad al no contar con ingresos estables, ya sea por estar desempleados (incluyendo a los que no buscan empleos pero están disponibles), subocupados, o trabajando en el sector informal; esto equivale a alrededor de la mitad de la población económicamente activa.
Cincuenta por ciento de los mexicanos en edad y condición de laborar se encuentra en las condiciones descritas por la Cámara de Diputados, pero Javier Lozano se dice satisfecho con sus logros al frente de la Secretaría del Trabajo. Seguirá dañando al país, pero ahora desde el Senado de la República. Todo un triunfo de la democracia
Las rebanadas del pastel
Más que risas y choteo debe provocar preocupación la cantidad de disparates que los políticos dicen (y hacen) por segundo. Y no se limitan al abierto desconocimiento de libros y autores (caso concreto Enrique Peña Nieto, Ernesto Cordero, Josefina Vázquez Mota –también Mario Delgado, el delfín de Marcelo para el Distrito Federal– y los que se acumulen), sino de la delicada realidad nacional. Se supone que de esa bola de burros saldrá la siguiente tanda de gobernantes.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Ricardo Yáñez: Isocronías
No sé qué siento, no sé;en paz no me deja, nada.Se clava como una espadade luz en mi pecho, quecómo me la arrancaré.No sé. No sé lo que siento.Como éste no otro momentohe tenido (ni tendré,espero). ¿Me moriré?Que me moriré presiento
Calificadoras: poder fáctico
En víspera de la cumbre de la Unión Europea en la que los gobiernos de la llamada eurozona habrán de discutir, el viernes próximo, vías de acción para salvar la moneda común, la calificadora estadunidense Standard and Poor’s (S&P) dijo, en voz de uno de sus ejecutivos, que dicha reunión podría ser exitosa si los líderes de la región –empezando por los de Francia y Alemania— demuestran tener una estrategia para estimular el crecimiento económico y la mitigación del riesgo. Mucho más puntuales fueron los señalamientos realizados horas antes, en una conferencia telefónica con varios periodistas, por Moritz Kraemer, responsable de la calificación de deudas soberanas de gobiernos europeos de S&P: para la firma, dijo, es importante que los países de la eurozona cuenten con paquetes fiscales creíbles y equilibrados y que complementen la consolidación fiscal con reformas estructurales que tengan impacto positivo en el potencial de crecimiento de los países.
El Correo Ilustrado
Insuficiente cupo en cursos para maestros
Uno de los requisitos de evaluación para ingresar a la carrera magisterial en educación básica es asistir a tres cursos durante el ciclo escolar. Para el segundo curso se nos indicó que las inscripciones son del 6 de diciembre de 2011 al 3 de enero de 2012. Desde la madrugada de ayer estuvimos atentos a la inscripción por Internet. A las nueve de la mañana enviaron un aviso de que se iniciaría a las 18 horas; eran las 19:34 y no la abrían. Varios miles de profesores estábamos con los dedos en el teclado de la computadora. Esto sucede porque tenemos interés en los cursos, pero el cupo es muy limitado y muchos se quedarán o nos quedaremos sin ingresar. Lo peor del caso es que se informa muchas veces que los profesores no tenemos deseos de superación; todo esto es erróneo: no hay lugares suficientes para los cursos y en pocos minutos estarán llenos.
Insuficiente cupo en cursos para maestros
Uno de los requisitos de evaluación para ingresar a la carrera magisterial en educación básica es asistir a tres cursos durante el ciclo escolar. Para el segundo curso se nos indicó que las inscripciones son del 6 de diciembre de 2011 al 3 de enero de 2012. Desde la madrugada de ayer estuvimos atentos a la inscripción por Internet. A las nueve de la mañana enviaron un aviso de que se iniciaría a las 18 horas; eran las 19:34 y no la abrían. Varios miles de profesores estábamos con los dedos en el teclado de la computadora. Esto sucede porque tenemos interés en los cursos, pero el cupo es muy limitado y muchos se quedarán o nos quedaremos sin ingresar. Lo peor del caso es que se informa muchas veces que los profesores no tenemos deseos de superación; todo esto es erróneo: no hay lugares suficientes para los cursos y en pocos minutos estarán llenos.
En 1783. El primer atisbo de unidad política de América hispana tuvo lugar en el Madrid liberal y reformista del rey borbón Carlos III. El ministro Pedro Pablo Abarca de Bolea (conde de Aranda) había entregado al monarca un proyecto neocolonial sobre las provincias americanas, sugiriendo que la referida unidad fuera una suerte de Commonwealth hispano.
José María Pérez Gay, el escritor homenajeado en la FIL, dejó la ciudad de México para irse a Europa a principios de los años sesenta. Alemania fue su destino de fantasías juveniles. Su partida dejó, sin quererlo, un rastro de envidia entre sus compañeros de la universidad. Después, un grupo de sus condiscípulos habrían de seguir su arrojo en esa especie de fuga estudiantil que mucho tuvo de aventura. Con el transcurrir de los años algo se le ha raspado a ese caparazón de ilusiones y ansias ante lo desconocido. Mal equipado en el conocimiento del idioma (que sería después dominado con reconocida maestría) y la vestimenta, venció, como pudo, su arraigada proclividad a intuir peligros inminentes al acecho. Aún así, partió plagado de incertidumbres, pero dispuesto a enroscarse en los seguros retos o cualquier adversidad por vivir.
Las negociaciones sobre cambio climático han llegado a la encrucijada decisiva. Aquí en la ciudad de Durban se juega el destino del régimen regulatorio sobre el calentamiento global y la suerte de la humanidad. Las perspectivas para concluir un buen acuerdo no son buenas.
Para los 50 mil habitantes del pueblo de Xilitla, San Luis Potosí, ser declarado pueblo mágico es una inmensa alegría, lo mismo que para el gobierno de Fernando Toranzo Fernández y para Luis Nava, de la ilustre estirpe de los Nava, hijo del doctor Salvador Nava y de doña Conchita Calvillo de Nava, quien tanto hizo por los zapatistas.
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