El valor de la deuda del municipio de Cuernavaca, Morelos, equivale a 50.2% del total de ingresos previstos para el municipio en 2012 que, de acuerdo con la ley respectiva, aprobada por el cabildo el 23 de septiembre pasado, ascenderá a mil 231 millones 455 mil 284 pesos.
En la ruta seguida para alcanzar tal nivel de endeudamiento participaron además del ahora ex alcalde, el priísta Manuel Martínez Garrigós, los integrantes del cabildo del municipio de Cuernavaca y diputados de Congreso local, quienes conocieron la solicitud de la deuda y la aprobaron, en ambos casos, por unanimidad.
Los integrantes del cabildo fueron convocados a celebrar una sesión extraordinaria en el Salón Benito Juárez del Palacio Municipal de Cuernavaca el 10 de diciembre de 2009, a las 12:00 horas. En el punto seis del orden del día se establecía: “Lectura, discusión y en su caso, aprobación del acuerdo por medio del cual se autoriza al Lic. Manuel Martínez Garrigós, Presidente Municipal Constitucional del Municipio de Cuernavaca, a realizar los trámites necesarios a efecto de contratar un crédito, el cual se deberá de constituir como deuda pública, para el Municipio de Cuernavaca”.
Lo que se discutiría era permitir o no al alcalde endeudar al municipio. Finalmente, con 17 votos a favor, por unanimidad, se aprobó el acuerdo AC/SE/10-XII-09/030, que pedía al Congreso local la autorización para contratar deuda pública por hasta 600 millones de pesos, “pagaderos en un plazo no mayor a 15 años ante diferentes instituciones bancarias con la garantía de que las tasas de interés sean las más bajas del mercado financiero y con el compromiso ineludible de hacer un uso transparente”.
Según consta en el acta de la sesión, 10 regidores tomaron la palabra. Ninguno se pronunció en contra del acuerdo. La unanimidad se alcanzó pese a la integración plural del ayuntamiento capitalino: presidente, síndico y seis regidores del PRI; cuatro regidores del Partido Acción Nacional (PAN), dos del Partido de la Revolución Democrática (PRD), uno del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), otro del Partido del Trabajo (PT) y uno más del Partido Socialdemócrata (PSD).
Por el PRD, la regidora Manuela Sánchez López expresó: “Aun cuando la política del PRD es contraria a los endeudamientos públicos, sin embargo, consideramos que existe la necesidad de un crecimiento en el desarrollo urbano de la ciudad de Cuernavaca. Por eso nuestro voto será a favor. Sin embargo, solicitamos que de las obras que están consideradas para realizarse se tenga prioridad la construcción del nuevo panteón municipal, en virtud de la gran necesidad que tiene la ciudadanía de tener un lugar a donde llevar el descanso eterno a sus difuntos”.
Marco Antonio Martínez Dorantes, regidor panista, externó: “La postura del Grupo Acción Nacional es empujar esta propuesta, no se agota en la mediatez, pero me parece que estamos dándole certidumbre al municipio de Cuernavaca”.
Concluyó: “Hoy estamos dando una muestra histórica (…) en torno a un objetivo común, este objetivo, elevo esta visión para que no caigamos en planteamientos estériles, no caigamos en tentaciones inútiles, sino que estemos velando y que aquellos ángeles o demonios que atraviesan o que los estemos dejando de lado y que en estas épocas decembrinas veamos que hay ángeles de colores también, que estamos velando, que estamos preocupados y que estamos atendiendo las necesidades de Cuernavaca”.
El mismo 10 de diciembre, de acuerdo con el oficio SA/SSA/0061/2009, el Congreso de Morelos recibió la solicitud. Tan sólo cinco días después, la Comisión de Hacienda del Congreso de Morelos, presidida por el perredista Rabindranath Salazar, puso a consideración del pleno el dictamen correspondiente.
El presidente del Congreso, Othón Sánchez Vela, del Partido Nueva Alianza (PANAL), llamó a discutir la propuesta. Ningún diputado se inscribió para argumentar a favor o en contra. El dictamen fue aprobado en votación económica por unanimidad, según consta en el Semanario de los Debates (año 1, periodo ordinario 1, tomo 1, número 16). La coincidencia plena se alcanzó en la LI Legislatura del Congreso de Morelos, integrada por 16 diputados del PRI, cinco del PAN, tres del PRD, dos del PVEM, uno de Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), uno del PANAL, uno del PT y un independiente.
El documento fue remitido al Poder Ejecutivo. El 30 de diciembre de 2009, en vísperas de las celebraciones de Año Nuevo, se publicó en el Diario Oficial de Morelos (“Tierra y libertad”, número 4764) el decreto 113. El acuerdo del cabildo no fue modificado en ningún sentido: se aceptó el monto de 600 millones y el plazo de 15 años para pagar; es decir, las próximas cinco administraciones se encuentran desde ahora condicionadas.
Además se autorizó al gobernador panista Marco Antonio Adame Castillo “para que por conducto del Secretario de Finanzas y Planeación, en representación del Gobierno del Estado de Morelos, se constituya como aval del Municipio de Cuernavaca, ante la o las instituciones financieras con las cuales se contrate el crédito, afectando en garantía de pago las participaciones que en ingresos federales le correspondan al Municipio de Cuernavaca, Morelos” (página 100 del citado diario).
El 30 de marzo de 2010, también en sesión extraordinaria, el cabildo autorizó “que se afecten en garantía de pago las obligaciones crediticias a contraer por el Ayuntamiento, los ingresos de las participaciones federales del Ramo 28 que le corresponden”.
Menos de un mes después, el 21 de mayo de 2010, el Ayuntamiento celebró un contrato de apertura de crédito simple por hasta 600 millones de pesos con el Banco del Bajío, con el aval del gobierno estatal. Se empezaron a pagar a partir de junio 3 millones 477 mil 500 pesos por los intereses derivados del crédito. Al 31 de diciembre de 2010, el banco había recibido por este concepto 25 millones 610 mil pesos.
El 20 de marzo de 2011, en sesión extraordinaria, el cabildo facultó a Martínez Garrigós a gestionar un refinanciamiento de la deuda. Se argumentó que era posible obtener mejores condiciones con otros bancos. Según el acuerdo AC/SE/20-111-11/226 votado por unanimidad, “posterior a la contratación del financiamiento, se han recibido una serie de propuestas de instituciones financieras diversas, que proponen a este gobierno municipal mejorar las condiciones originalmente contratadas por el Ayuntamiento de Cuernavaca con el Banco del Bajío SNC y de esa manera, obtener ahorros sustanciales que permitan la liberación de flujo de capital en beneficio de la sociedad”.
En esa misma sesión se aprobó la implementación del Programa de Racionalidad, Austeridad, Disciplina, Ahorro y Control Presupuestal del ayuntamiento de Cuernavaca mediante el acuerdo AC/SE/20-111-11/225, en cuyo texto se advierte: “Todos debemos de participar con un porcentaje de aportación para que la administración municipal se encuentre en condiciones de operar adecuadamente, sin que ello represente una carga económica insostenible y nos obligue a llevar a cabo acciones que nadie desea”. Se decidió que asesorías, gastos de alimentación, viáticos, pasajes, servicios de fotocopiado, agua, luz, telefonía, internet, entre otros, serían reducidos “al mínimo costo”.
En marzo de 2011, el gasto corriente del municipio de Cuernavaca fue de 57 millones 467 mil 173 pesos –incluyendo 3 millones 529 mil 505 pesos por pago de deuda–; en octubre aumentó casi un millón de pesos, al alcanzar los 58 millones 462 mil 187 pesos, incluyendo 3 millones 988 mil 645 pesos por concepto de deuda pública. En 2011, al 31 de octubre, los egresos por gasto corriente suman 532 millones 928 mil 22 pesos, de acuerdo con la Dirección General de Contabilidad y Presupuesto del Ayuntamiento de Cuernavaca.
El Congreso de Morelos aprobó en mayo pasado el refinanciamiento de la deuda del ayuntamiento capitalino. La tasa de 6.83% que pagaba al Banco del Bajío fue reducida a 6.09%, que se retribuiría al banco que ofreciera las mejores condiciones, que se especulaba era Bancomer. Con esto, el Ayuntamiento ahorraría apenas 30 millones: “Eso significa que durante los 15 años que estará endeudado, con el refinanciamiento terminará pagando 240 millones adicionales a los 600 millones del capital” (nota de Antonieta Sánchez, Diario de Morelos, 15 de mayo de 2011).
Todavía en octubre pasado, las autoridades de Cuernavaca pagaron 3 millones 895 mil pesos al Banco del Bajío por concepto de interés. En 2011, al 31 de octubre, el banco ha recibido 34 millones 120 mil 205 pesos derivado del crédito otorgado, según puede verse en el más reciente Estado Comparativo de Egresos Presupuestales del municipio, elaborado por el tesorero municipal, Nelson Torres Mondragón.
Focos amarillos
Para Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el caso de Cuernavaca es un ejemplo contundente de cómo la opacidad en el manejo de las finanzas públicas puede ser aprovechado por ciertos alcaldes para buscar cargos de mayor prestigio.
“El municipio es una institución diseñada para el fracaso. Uno de los fracasos más evidentes de las administraciones municipales es justamente la manera en la que los gobiernos rinden cuentas del ejercicio del dinero público. Ante ese fracaso en la estructura de rendición de cuentas municipal, pues evidentemente les da unas ventajas a los presidentes municipales que no tienen otros candidatos y otros políticos. Y esto sería aplicable a los tres partidos políticos”, sentencia el analista.
Pardinas afirma que en Cuernavaca no se observa una transformación que justifique un endeudamiento por 600 millones de pesos.
“Me parece muy contundente el caso de Cuernavaca, porque no se ve que se haya invertido en infraestructura transformadora. Se invirtió en una escultura de Emiliano Zapata, en unos murales, en repavimentar calles… Con esos recursos se podían hacer cosas en una ciudad con una escala relativamente manejable como es Cuernavaca. No vemos que haya habido una revolución en infraestructura con esta inversión.
“Entonces la siguiente pregunta es en qué se está gastando el dinero, y lo que sí se percibe es un aumento importante en gasto de comunicación social, y una línea muy brumosa entre el gasto de comunicación social institucional del propio municipio y el gasto de propaganda de un alcalde que está tratando de convertirse en candidato a gobernador”, considera.
En un reciente artículo, Pardinas escribió: “En seis años, Humberto Moreira multiplicó por 100 la deuda del gobierno de Coahuila. Su táctica de hipotecar el futuro de su estado, a cambio, de ganar la próxima elección, ha forjado una escuela de estrategia política. Manuel Martínez Garrigós, presidente municipal de Cuernavaca, es el alumno más avanzado de la Academia de Baile y Finanzas Públicas del Profesor Moreira”.
En ese mismo espacio calculó en 40 millones el gasto en comunicación social del municipio morelense (Reforma, 27 de noviembre de 2011).
El doctor en Economía por la London School of Economics califica como sanas las finanzas estatales y municipales, incluso afirma que deben ser envidia de la mayoría de los países del mundo.
“México tiene cerca de 3% del PIB como valor de la deuda total de estados y municipios. En otros países, como Argentina, está cercano a 10%; Brasil anda por el 18%, Estados Unidos rebasa 20%, China anda por 30% del PIB de deuda de gobiernos subnacionales. Entonces, México tiene una posición fuerte financieramente hablando desde la perspectiva del endeudamiento subnacional”, explica.
Aunque no deben prenderse focos rojos de alerta, advierte sobre dos problemas: la tendencia de los municipios a endeudarse de manera acelerada y la falta de un “medio ambiente de rendición de cuentas adecuado” en muchos estados.
“Que se apruebe una multiplicación de endeudamiento por un factor de 20 en una sesión extraordinaria de cabildo, que mande al Congreso la deuda, porque toda la deuda municipal tiene que ser aprobada por los congresos estatales, y el Congreso la apruebe estrictamente en cinco días, sin que venga acompañada de un plan de inversión en infraestructura, de los concursos ya otorgados a las distintas empresas que iban a implementar los programas de infraestructura, pues sí nos habla que tenemos un problema estructural en la rendición de cuentas de finanzas públicas en estados y municipios”, plantea el analista.
El caso de Cuernavaca remite a Pardinas al tema de la reelección de presidentes municipales, de la que se asume como partidario. Cree que el desempeño de Martínez Garrigós obliga a pensar en propuestas de cambio institucional que permitan procesos electorales más equitativos.
“Al no haber reelección, no tienen ninguna vocación o interés de hacer carrera municipal, porque el propio horizonte institucional les limita a tres años. Entonces asumen su cargo como un trampolín y ven de qué manera el ejercicio del cargo les reditúa en su carrera política en lugar de ver de qué manera el ejercicio del cargo les reditúa a las personas que viven en el municipio de Cuernavaca en una mejor calidad de vida”, sostiene.
Forjar criterios
Para el politólogo José Antonio Crespo no debe perderse de vista que es el municipio el ámbito de gobierno más directo que tienen los ciudadanos y que son las alcaldías en donde se empezó a distribuir el poder, donde desde la década de los cuarenta empezó a ocurrir la alternancia.
“Hemos visto que siguen cambiando fácilmente las alcaldías, entonces la gente conoce ya gobiernos, en muchos municipios, distintos al PRI desde hace muchos años. Ahí se da una alternancia muy frecuente, y a partir un poco del desempeño es que pueden cambiar o no de partido”, considera.
Crespo señala que las alcaldías son una escuela natural de funcionarios, de gobernantes y de administradores, a partir de la cual, de acuerdo con su desenvolvimiento, pueden buscar otro cargo. Si bien no son el único, advierte el analista, las presidencias municipales constituyen “uno de los canales a través de los cuales se puede buscar una gubernatura”.
El investigador del CIDE asevera que son los ciudadanos quienes deben determinar si un alcalde debe aspirar a otro puesto de acuerdo con su desempeño, que incluye la manera en que haya ejercido los recursos públicos.
“El endeudamiento en principio puede ser normal e incluso puede ser una medida adecuada, pero dependiendo, desde luego, del nivel de endeudamiento. Cuando es excesivo y ya no se pueden pagar ni siquiera los intereses, como parece haber ocurrido en Coahuila, entonces desde luego que es una mala política, es un mal desempeño y que, si es así, entonces no tendría la gente por qué votar por ellos para gobernadores.
“La gente tendría que revisar bien cuál fue su política de endeudamiento, qué se hicieron con los recursos que fueron adquiridos de esa manera y a partir de ahí forjar su criterio y votar o no votar por ese personaje”, sentencia Crespo.
“Si los ciudadanos fueran más o menos conscientes, que no estoy seguro de eso, o por lo menos no en la mayoría, revisarían cuál fue el desempeño de una persona en la alcaldía. Si, por ejemplo, está endeudado excesivamente, pues ver qué se hizo con el dinero y además de todas maneras un endeudamiento excesivo no es una buena política porque luego será difícil de pagar esa deuda. Pero son criterios que tienen que tomar los ciudadanos para emitir su voto y ver si les conviene que esa persona luego sea gobernador”, insiste.
Nueva generación
Martínez Garrigós, al igual que Enrique Peña Nieto, precandidato único del PRI a la Presidencia de la República en 2012, dice pertenecer a una “nueva generación de políticos” en ese partido.
“La nueva generación de políticos a la cual pertenezco, vemos como principio fundamental responder con eficacia a los grandes retos que hoy enfrenta la sociedad. Como morelense, aspiro a colaborar en un proyecto de estado que dé certidumbre, en todos los ámbitos, a quienes habitamos esta tierra. Mi visión fundamental es dar esperanza de cambio y rescatar Morelos tras casi 12 años de errático rumbo”, dijo en la sesión ordinaria de cabildo en la que pidió licencia, el pasado martes 29.
“Hoy dejo la Presidencia Municipal de Cuernavaca con la satisfacción de haber cumplido, así lo demuestran las 394 obras concluidas que entregamos y los programas sociales emprendidos”, afirmó en su despedida. Ahí mismo, de acuerdo con el boletín 793 del Ayuntamiento de Cuernavaca, “significó que con más de 15 años en el ejercicio de la política, dos de ellos como alcalde del municipio más poblado de Morelos, ha acumulado una gran experiencia que desea compartir con los morelenses”.
La alcaldía es el primer cargo de elección popular al que accede Martínez Garrigós, al que llegó después de intentarlo tres veces consecutivas desde 2003. En 2000 buscó, sin conseguirlo, llegar a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal, enlistado por el PRI en la cuarta circunscripción.
Martínez Garrigós se convirtió en candidato de unidad a la alcaldía de Cuernavaca el 22 de enero de 2009, a los 30 años, después de un acuerdo respaldado por quien entonces se desempeñaba como líder nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel. Lo hizo gracias a los resultados de una encuesta en la que aparecía en segundo lugar. La aspirante mejor posicionada era Maricela Sánchez Cortés, pero también era quien mayor rechazo causaba entre los encuestados; los ciudadanos no olvidaban que quien perdió la gubernatura ante Adame Castillo en 2006 cometió irregularidades como la falsificación de su acta de nacimiento, esto para acreditarse como oriunda de Morelos siendo que es de Puebla.
El ex alcalde ha buscado afanosamente el apoyo de Peña Nieto, aunque éste no se ha mostrado muy cercano.
El 13 de junio de 2009, el entonces gobernador del Estado de México acudió a Cuernavaca. En la Plaza de Armas llamó a votar por los candidatos del PRI, en plural, sin destacar a alguno en particular. “Vengo de forma entusiasta a solidarizarme con los candidatos del PRI, partido en el que milito con gran orgullo. Agradezco la forma entusiasta y cálida del recibimiento de la gente; quiero pedirles que permitan llevar al PRI a ser el partido que les represente en la cámara federal, local y en la presidencia de Cuernavaca”, dijo en esa ocasión.
El pasado viernes 4 de noviembre, Martínez Garrigós organizó un acto para celebrar dos años de gobierno. El boletín 771 del ayuntamiento destacó la presencia de priistas cercanos a Peña Nieto: Ricardo Aguilar Castillo, secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, y Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan.
Dos días después ofreció un mensaje en el marco de su segundo informe de gobierno. Aunque Peña Nieto no asistió –como sí lo hizo, por ejemplo, el pasado 10 de noviembre al quinto informe de actividades del senador del Partido Verde y aspirante a la gubernatura de Chiapas Manuel Velasco Coello–, el ex alcalde le expresó una y otra vez su apoyo.
“El PRI será gobierno en Morelos y México por decisión de ustedes, porque aprendimos de los errores del pasado y con nuestros actos estamos recuperando la confianza ciudadana. Nuestro amigo Enrique Peña Nieto ha expresado que la mejor oferta política es la que ve hacia delante y nos convoca a todos a enfrentar los problemas, aquella que mantiene lo que funciona y cambia lo que debe mejorar”, dijo en una primera ocasión.
Es “Peña Nieto por quien me defino políticamente, como definida está la mayoría de los mexicanos. Coincido en la propuesta de un crecimiento urgente, de un Estado y un gobierno eficaces, y en la construcción de mayorías legislativas para destrabar el Congreso de la Unión y para impulsar una vida democrática en México”, reiteró quien en su página promocional en la web presume que trabajó con Manlio Fabio Beltrones en la renovación de la dirigencia de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en 2002.
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