Llegan a México víctimas desde Argentina y Uruguay
Por Milva Benitez y Josefina López Mac Kenzie, corresponsales
Buenos Aires, 8 dic 11 (CIMAC).- Así como la trata de mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual comercial no respeta fronteras, los gobiernos de América Latina (AL) deben coordinar esfuerzos políticos, legales y judiciales para abatir un negocio que es un delito de lesa humanidad.
En entrevista, Luis Purtscher, presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual, Comercial y No Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes de Uruguay, destaca la importancia de que los países de la región cooperen entre sí para enfrentar una mafia que “surfea las fronteras”.
El funcionario advierte que Argentina y Uruguay son países de destino y de traslado de víctimas de trata hacia Italia, España, Estados Unidos y México.
Purtscher afirma que las naciones de AL combaten ese delito con instituciones “pensadas para el siglo XIX”, y que además están permeadas por la corrupción, la complicidad y factores culturales que naturalizan el crimen e invisibilizan a las víctimas.
“El capitalismo moderno está generando nuevos espacios de violencia y la trata es uno de ellos”, subraya. Explica que las divisiones políticas y administrativas “no son un freno para los tratantes ni para la explotación sexual en las peores condiciones”.
Por lo tanto —convoca— cualquier estrategia contra la trata de personas debe tener el componente internacional, porque si bien existen casos de trata interna en todos los países, llevar a las víctimas hacia otro país es “una fase de mayor explotación y violación de los Derechos Humanos”.
DESPROTECCIÓN ABSOLUTA
El presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual, Comercial y No Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes de Uruguay, apunta que cuando las víctimas son llevadas a otros países, además del maltrato que padecen, ellas pierden sus vínculos de protección y afectivos.
“Por eso es indispensable la integración, porque cualquier política de combate a la trata va a tener que tomar algunas de las características del fenómeno: la coordinación, la velocidad, la movilidad, el surfear por las fronteras”, abunda.
—¿Cuáles son las principales dificultades que detecta para que haya articulación internacional?
—Las conexiones son muy complejas. Los sistemas jurídicos (de los países de AL) son distintos. Muchas veces los responsables de la trata, “los pesados”, no caen nunca, y tampoco los mal llamados “clientes”, que aunque están más a mano desaparecen del proceso. Esto existe porque es un negocio.
“En trata, la legislación (en Uruguay) está acorde a todos los tratados internacionales. La prostitución es legal a partir de los 18 años, por lo que para quienes abordamos el tema sobre niñez y adolescencia eso nos constituye una traba porque existe una naturalización del proceso.”
“COMO ROBAR UNA VACA”
—¿Ha detectado mujeres y niñas llevadas de Uruguay a Argentina o viceversa?
—Uruguay es país de tránsito y destino, igual que Argentina, que es un destino para uruguayos víctimas y viceversa. Pero básicamente, en su expresión internacional, los destinos finales de estos casos son Italia, España, y últimamente Estados Unidos y México.
—Con relación a la trata de niñas y niños, ¿qué características se están viendo?
—A partir de la creación (en Uruguay) de juzgados especializados todas las denuncias se concentraron ahí. Entre 2007 y 2009 tuvimos 20 casos. En 2010 tuvimos 20 casos, y en lo que va de 2011 tenemos ya 40.
Luis Purtscher observa que en el fenómeno de la trata “siempre hay invisibilización, miedo (que juega un papel importante sobre todo en las localidades pequeñas, donde las relaciones son cara a cara), y componentes como el machismo y el patriarcado que naturalizan este tipo de prácticas aberrantes”.
Por ello, lamenta el funcionario, en Uruguay las condenas a proxenetas suelen ser “un poco más que lo que se da por robar una vaca”, a pesar de que están en juego “delitos de lesa humanidad”.
LEGISLACIÓN
—¿Hay alguna instancia internacional en la que se esté planteando la penalización del “cliente” de trata como se discute en Argentina?
—En el caso de las y los menores de edad está penalizado. En los adultos no. Pero tenemos que problematizar algunos temas. Por ejemplo, el hecho de que la prostitución esté reglamentada. En el caso de las menores de edad es increíble que el explotador-cliente siempre desaparezca del ámbito judicial.
—¿Hay condenas?
—Van de dos a 12 años.
—¿Ustedes intervienen en rescates y en el proceso de recuperación de niñas, niños y adolescentes?
—No tenemos el avance que tiene Argentina, con equipos especializados y oficinas de rescate. El tema es relativamente nuevo como política de Estado. Lo que sí tenemos son los juzgados especializados del crimen organizado, que tienen competencia sobre estos casos y cuya policía tiene una serie de herramientas que no tiene la policía común.
Purtscher explica que en su país las autoridades investigadoras del delito de trata pueden hacer seguimientos telefónicos, tienen régimen de testigos protegidos, y usan agentes encubiertos.
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