Educación media superior debe ser universal para adolescentes
Por Gladis Torres Ruiz
México, DF, 29 ago 12 (CIMAC).- En México son necesarias políticas públicas diferenciadas que incorporen a las mujeres jóvenes de entre 15 y 29 años a las escuelas y al sector laboral de manera flexible con el fin de satisfacer sus diversas necesidades, coincidieron especialistas.
En el país existen 7.8 millones de de jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan, 75 por ciento son mujeres, a decir de las y los participantes en el foro “Brechas de desigualdad en el empleo en México”, realizado hoy en esta capital.
Muchas de esas mujeres son madres que ante la falta de flexibilidad laboral se dedican únicamente a las labores del hogar.
La investigadora de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) Nelly Aguilera, dijo que el mundo laboral se debe adaptar a las mujeres que son madres y no ellas a él, por lo que consideró necesaria la implementación de políticas publicas especificas que tomen en cuenta las diferentes dinámicas en que se desarrollan las jóvenes.
Señaló que si bien hay mujeres que deciden quedarse en su hogar cuando son madres, hay quienes desean incorporarse a la escuela o al mercado laboral para mejorar su nivel de vida y el de sus familias, sin embargo no lo pueden hacer porque el mercado laboral es muy rígido. Ejemplo de ello es que no hay trabajos con horarios flexibles.
La especialista refirió que son las y los jóvenes quienes están cargando con las consecuencias de las tres grandes crisis que ha vivido el país desde 1995, ya que cuando la economía va mal las plazas disminuyen y es esta población la que engrosa las filas del desempleo.
Información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que el desempleo entre la población de 15 a 29 años de edad en ciudades mexicanas rebasa en 10 puntos porcentuales el que padece la juventud de la misma edad en el sector rural.
La participación laboral de los hombres es 35 por ciento mayor que la de las mujeres del grupo de 25 a 29 años de edad.
Nelly Aguilera consideró que las mexicanas de 14 a 19 años deberían estar estudiando y no dedicarse al cuidado de hijas e hijos o trabajando, por lo que urgió a que la cobertura de educación media superior sea universal.
También demandó que a las jóvenes de 20 a 24 años se les cubran necesidades específicas como estudiar, trabajar y ejercer su maternidad.
Aguilera afirmó que hay dos pilares básicos para el avance de un país: educación y flexibilidad laboral. “La flexibilidad del mercado laboral ayuda a las personas y ayuda al crecimiento”, subrayó.
En su participación, Humberto Soto, oficial de Asuntos Sociales de la CEPAL en México, indicó que el organismo que representa recomienda mínimo 12 años de estudio para reducir las posibilidades de estar en pobreza; sin embargo en México el promedio de años de escolaridad es de 9.7.
Añadió que 32 por ciento de las y los jóvenes asiste a alguna institución educativa, pero sólo 15 por ciento termina los ciclos, en tanto que la diferencia entre mujeres y hombres jóvenes que concluyen la educación universitaria es de 5 por ciento menos en las mujeres, siendo ésta la brecha más grave de la región.
Luis Raúl González, abogado general de la UNAM, señaló que cualquier medida en la materia debe reconocer la multidimensionalidad de la juventud, ya que todas y todos los jóvenes son diferentes y con necesidades específicas.
Las y los especialistas coincidieron en que uno de los grandes retos del país es generar oportunidades de educación y trabajo digno para este grupo poblacional, toda vez que en México la proporción de jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan es de 15 por ciento, por arriba del promedio de los países de América Latina, que es de 13 por ciento, informó Humberto Soto.
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