Barbarie

Alberto Aziz Nassif

Mientras escurren las últimas fases del proceso electoral y llega el esperado y, muy probable, anticlimático dictamen del Tribunal Electoral, el país entra de lleno a la etapa final del sexenio. Sin duda se trata de un periodo en donde el gobierno que termina afloja los ritmos porque sabe que se le acabó el tiempo, intenta justificar lo hecho y se empieza a despedir. El gobierno que llegará, a reserva de lo que diga el Trife, empieza a formar equipos y proyectos para su propuesta sexenal. ¿Qué le pasó a México en estos años para que un importante diario francés califique nuestra condición como una barbarie?

Las miradas externas nos muestran una realidad que sacude la rutina y las inercias de una violencia a las que parece que nos acostumbramos. El diario Le Monde dedica un editorial a nuestro país, “México, espiral de la barbarie”, en donde revisa lo que ha pasado en México con las miles de muertes (23/VIII/2012, traducción de Anne Marie Mergier, para Proceso). Con los datos presentados por el INEGI, construye un argumento que todos los días vemos, hay una terrible espiral de muertes: nada más en el año pasado hubo 27 mil 199 homicidios; entre 2007 y 2011 se acumulan ya 95 mil 632 y según este texto se puede cerrar el sexenio con una cifra de 120 mil muertos, lo que califica como “el conflicto más mortífero del plantea en los últimos años”. Las cifras contrastan con las palabras triunfalistas que Calderón ha repetido hasta la obsesión: “vamos a vencer al crimen”. Para Le Monde la estrategia del gobierno representa “el terrible fracaso de la estrategia militar llevada a cabo desde hace seis años por Calderón con el apoyo constante, financiero en particular, de EU, el principal mercado del narcotráfico”.

La perspectiva del cambio de gobierno tampoco presenta para Le Monde un signo de optimismo, porque considera que difícilmente Peña Nieto podrá cambiar la situación, dado que el regreso del PRI representa a un partido que “dominó la vida política del país durante décadas, en un ámbito de corrupción y complacencia con los narcotraficantes”. Ya se ha repetido por diversos especialistas de qué forma el crimen organizado se ha diversificado en otras industrias, además del narcotráfico, como el secuestro, la extorsión, el tráfico de armas y de personas y han convertido a diversas regiones del país en territorios controlados por cárteles. La espiral de violencia es ascendente. Todos los días aparecen los resultados que deja esta violencia, como las fosas clandestinas, los miles de desaparecidos y desplazados. Este panorama de barbarie se expresa en una ola gigante de impunidad, en una guerra que deja miles y miles de víctimas que buscan justicia para sus muertos.

La respuesta social a la barbarie ha venido de las víctimas que formaron el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, con Javier Sicilia al frente. En una tercera caravana, ahora en Estados Unidos, este grupo recorre el vecino país con demandas muy específicas que también forman parte de la barbarie mexicana, como el tráfico de armas y el consumo de drogas; el drama de los migrantes que se enfrentan a leyes racistas, como las de Arizona, y a una persecución que los ha puesto en jaque en estos años. Esta caravana llegará como punto final a Washington el 12 de septiembre próximo, pero ya ha empezado a cosechar algunos resultados, como el compromiso del ayuntamiento de El Paso, Texas, que se responsabilizó públicamente a apoyar las causas de la caravana por la paz (control a la venta de armas, combate al lavado de dinero, debate sobre políticas en torno al consumo de drogas, respeto a derechos humanos y civiles en política migratoria). Muchas novedades pasarán en este recorrido por 27 ciudades de Estados Unidos.

El gobierno de Calderón dejará una herencia de barbarie muy grave, y una vez que salga de Los Pinos se empezarán a escribir las evaluaciones de lo que representó esta administración. Será difícil no asociar a este gobierno panista con estas muertes y su estrategia fallida. La espiral de la barbarie recorre muchos puntos, desde la destrucción de Ciudad Juárez, la matanza de migrantes en Tamaulipas, la matanza de Creel y la de La Marquesa, las muertes del Casino Royale de Monterrey, las fosas clandestinas que acumulan el horror, los cuerpo amontonados en vehículos en Xalapa o en Guadalajara. El desorden de este gobierno deja policías federales asesinados por policías federales en el aeropuerto de la ciudad de México y ahora también el ataque de federales a funcionarios de la embajada de Estados Unidos. Todos los días sigue la espiral.

Muy poco ha cambiado el ejercicio del poder en México a pesar de que los políticos se llenan la boca con discursos sobre la democracia. Las inercias del poder se mueven en un régimen podrido. ¿Terminará esta barbarie algún día?

@AzizNassif
Investigador del CIESAS