Escrito por Ricardo Baruch
La
semana pasada , la Unión Nacional de Padres de Familia anunció que
busca que la SEP reconozca un currículo de formación en valores que
creó en conjunto con la UPAEP, universidad poblana vinculada al Yunque,
y el Consejo del Episcopado Mexicano de la Iglesia Católica. Aunque no
revelaron en qué consiste su programa, es claro que estará en línea con
la nueva agenda conservadora que se promueve desde Estados Unidos y
España. De acuerdo al director de la UNPF, piensan reunirse pronto con
el secretario Emilio Chuayfett para presentarle dicho currículo.
Actualmente
las prioridades internacionales de organizaciones de ultra-derecha son
cuatro: el matrimonio (heterosexual), la vida (la prohibición del
aborto bajo cualquier circunstancia), los derechos de los padres y la
defensa de la inocencia de los niños. Estos últimos dos puntos son los
que han dado pie a que en varios países se hayan impulsado reformas
para contrarrestar los contenidos de educación sexual.
El contenido de la educación sexual
para las primarias y secundarias en México ha sido uno de los temas de
más controversiales desde que este tipo de contenidos se introdujeron
en las escuelas hace 30 años. Gracias a los esfuerzos de las
organizaciones de la sociedad civil se ha logrado que los libros de
texto incluyan no sólo aspectos biológicos de la sexualidad sino
también aspectos sociales que brindan herramientas a los niños y
adolescentes para decidir de forma libre y responsable sobre su
sexualidad.
Este tipo de enfoques en la educación
sexual son los que recomienda la UNESCO y la Organización Mundial de la
Salud para evitar embarazos no deseados, infecciones de transmisión
sexual e incluso violencia en el noviazgo,
sin embargo, las recomendaciones de comités científicos y las
evidencias de cientos de investigaciones poco les importan a
organizaciones como la UNPF.
Las recientes declaraciones del Papa Francisco respecto a “las obsesiones de los católicos con los gays y el aborto“ fueron
un golpe a los ultra-conservadores que a pesar de lo dicho por la
máxima autoridad de la Iglesia, siguen buscando la forma de imponer los
valores familiares y la abstinencia como la clave en la educación
sexual.
La mayor parte del dinero que reciben
las organizaciones conservadoras de todo el mundo tiene su origen en
iglesias y fundaciones de Estados Unidos, las cuales no han podido
fomentar cambios significativos en su territorio gracias al gobierno de
los demócratas, y por lo tanto concentran sus energías en países de
África, Europa del Este y nuevamente llegan a México y Centroamérica
con una nueva embestida.
El gobierno de México, incluso durante
los sexenios panistas, se ha comprometido a fomentar la educación
sexual integral, laica y basada en evidencias, como lo menciona la Declaración Ministerial Prevenir con Educación firmada en 2008. Ojalá
que el gobierno actual no dé su brazo a torcer ante organizaciones que
buscan imponer nuevamente a la religión sobre la ciencia, especialmente
considerando que aún falta mucho para que se implemente un programa más
integral y con un enfoque de derechos humanos en las escuelas del país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario