NACIONAL
Subregistro de víctimas y nula prevención acentúan impunidad
Presentación
del “Diagnóstico sobre la relación entre la trata de personas y el
feminicidio en el Distrito
Federal” | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- Aunque es un delito “invisibilizado” en la Ciudad de México, las mujeres se enfrentan en mayor medida a la trata de personas con fines de explotación sexual, crimen altamente relacionado con la violencia feminicida.
Lo anterior quedó evidenciado según el “Diagnóstico sobre la relación entre la trata de personas y el feminicidio en el Distrito Federal”, realizado por organizaciones civiles y presentado hoy en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Aunque existe evidencia de que ambas problemáticas lejos de contenerse van en incremento, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) mantiene una postura de silenciamiento y carencia de políticas públicas para proteger y atender a estas mujeres, dijo Alicia Mesa Bribiesca, directora del Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos, organización encargada del diagnóstico.
Durante la presentación del documento, la experta lamentó que a través del análisis de las pocas estadísticas a nivel capitalino en materia de trata y de asesinatos de mujeres por razón de género, así como del análisis de las historias de vida de las víctimas, se confirme la relación entre ambos flagelos.
Explicó que la violencia feminicida es generalmente utilizada como forma de coacción, amenaza y sometimiento para mantener a las víctimas en las redes de explotación.
Ese tipo de violencia –abundó– no sólo se refiere al asesinato, sino que abarca una serie de agresiones y violaciones a DH que vulneran la seguridad y vida de las mujeres y que podrían derivar en su muerte.
Mesa Bribiesca detectó que las víctimas de trata están sometidas a severas formas de violencia física, sexual, patrimonial y económica.
Puso como ejemplo que las mujeres en condición de explotación sexual son obligadas a sostener relaciones sexuales sin condón, lo que las coloca ante la vulnerabilidad de contraer infecciones de transmisión sexual como el VIH.
Sumado a ello, en muchos casos las mujeres son asesinadas como forma de amenaza, pues las matan enfrente de sus compañeras a fin de “inhibir que acudan a denunciar a sus ‘padrotes’, patrones y otros agentes que las explotan sexualmente”.
Se registraron casos en los que las mujeres perdieron la vida porque fueron severamente golpeadas como castigo por no cumplir con sus “cuotas”.
Los principales puntos donde operan estas redes de prostitución y trata de personas son la Alameda Central, La Merced, Tepito y Tlalpan, aunque no hay estadísticas y datos reales que permitan conocer cuántas mujeres, jóvenes e incluso niñas, están en estas redes y cuántas han muerto a consecuencia de la violencia dentro de ellas.
Al respecto, datos de la Procuraduría General de Justicia del DF –retomados en el diagnóstico– reflejan una caída en las consignaciones por el delito de trata, ya que mientras en 2010 en el 60 por ciento de las investigaciones hubo algún detenido (23 de 38) y en 2011 en el 65 por ciento de las mismas hubo detenciones (32 de 49), para 2012 en sólo el 50 por ciento de los casos hubo detenidos (6 de 12).
Alicia Mesa urgió a la asignación de recursos suficientes para lograr los mecanismos que permitan registrar adecuadamente la ocurrencia de los delitos, y permitan eliminar las estructuras sociales que colocan a las mujeres como “objetos al servicio de los otros”.
“Por años fuimos ‘la ciudad de los derechos’, pero vamos en retroceso si no logramos frenar estas visiones”, sentenció.
Gerardo Sauri Suárez, secretario para la Promoción de los Derechos Humanos e Incidencia en Políticas Públicas de la CDHDF, señaló que la trata de personas muestra que no siempre la población cuenta con toda la protección a sus garantías como se dice de manera oficial.
A través del diagnostico –observó– se puede conocer que el delito se ha extendido más allá de las colonias populares y ha llegado a zonas de altos recursos económicos, pues en el DF convergen una serie de redes de trata que operan en varios puntos del país.
En el documento se recomienda aumentar la inversión en el DF para lograr la adecuada prevención, atención y sobre todo restitución de los derechos y la reparación del daño de las víctimas.
También se proponen esquemas de intervención para modificar las estructuras machistas que permiten que la trata sea una dinámica permitida en la sociedad mexicana, pues los varones de todas las estructuras sociales incurren en este delito al menos una vez en su vida.
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