Hiroshi Takahashi
Las revelaciones de Edward Snowden acerca del espionaje a Felipe
Calderón confirma la existencia del grupo de piratas cibernéticos que
ayuda a Washington a hacer el trabajo sucio
El documento que revela que la cuenta de correo electrónico de Felipe Calderón fue hackeada
cuando era Presidente de México, prueba la existencia de la oficina de
Operaciones de Acceso a la Medida (TAO, por sus siglas en inglés), el
grupo de mercenarios cibernéticos que trabaja bajo las órdenes del
gobierno de Estados Unidos.
El documento Top Secret (TS) que sacó a la luz el semanario alemán Der Spiegel el domingo pasado da cuenta de la participación de los hackers de TAO en la irrupción de las comunicaciones del ex mandatario mexicano.
TAO desarrolló el proyecto FLATLIQUID, una operación contra la oficina de la Presidencia de México, que resultó ser una fuente “lucrativa” de “señales de inteligencia” (SIGINT).
A finales de mayo de 2010, TAO exitosamente explotó una vulnerabilidad en el servidor de correos de la Presidencia de México, con lo que obtuvo acceso por primera vez a la red del presidente Felipe Calderón, revela el documento.
Esto le echa más gasolina al fuego que se eleva dentro del gobierno Chino, pues desde que el diario The Guardian comenzó a revelar documentos secretos de la NSA en junio, las sospechas de esa nación se confirman.
Oficiales chinos públicamente ha acusado a Estados Unidos de tener en marcha una campaña de ciberespionaje. Palabras como “hipocresía” resaltan en los medios asiáticos.
Mathew M. Aid, en Foreign Policy, dijo en junio que los alegatos de los chinos son correctos. Sin embargo, ni los funcionarios estadunidenses ni los medios de ese país han hecho caso a los reclamos.
Citando fuentes confidenciales, Aid revela que la NSA tiene una organización llamada TAO que ha vulnerado las computadoras chinas y los sistemas de telecomunicaciones de esa nación desde hace 15 años.
Aid explica que estos hackers son un misterioso grupo incluso dentro del cuartel general de la NSA, en Fort Meade, Maryland. Están segregados del resto de los agentes. Relativamente pocos oficiales saben en qué trabajan, pues administran información extraordinariamente sensible.
Seis guardias armados protegen la oficina de estos hackers. Antes de cruzar la gruesa puerta de metal hay que teclear seis números y acercar el ojo al lente que biométricamente confirma el acceso.
De acuerdo con fuentes consultadas por Aid, la misión de TAO es simple: recolectar información de inteligencia en objetivos extranjeros, hackeando computadoras y sistemas de telecomunicaciones, robando passwords, hurtar datos almacenados en discos duros, copiar todos los mensajes y tráfico que pasa por los correos electrónicos del target y cualquier cosa que quieran sus jefes. El término técnico de este arte es Computer Network Exploitation (CNE).
Su base central en Fort Meade se llama ROC (Centro de Operaciones Remotas). Ahí conviven alrededor de 600 hackers (llamados operadores CNE) rotando turnos, pues su labor se mantiene las 24 horas del día y los siete días de la semana.
TAO también tiene un grupo de operaciones clandestinas (Access Technologies Operatios Branch) que incluye personal apoyado por FBI y la CIA, para las llamadas operaciones “”off net”, es decir, en el mundo real.
Desde su creación en 1997, recuerda Aid, TAO tiene la reputación de obtener la mejor información de inteligencia de Estados Unidos, no sólo de China y México, también de grupos terroristas, actividades de espionaje contra Estados Unidos, armas de destrucción masiva, y de los últimos desarrollos económicos, políticos y militares alrededor del mundo.
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