Una demanda en EU, provocada por el fraude de Oceanografía a Citi-Banamex, concluye que Manuel Medina Mora habría tolerado las fallas de control del gigante financiero en México, lo que hace al banco vulnerable a pérdidas patrimoniales
"El demandante había declarado una base creíble para inferir posible mala
gestión o infracciones cometidas por la Junta, o de la alta dirección en
Citigroup" Abigail Le Grow. Magistrada de demanda a City
400 mdd le prestó Banamex-Citi a Oceanografía
585 mdd línea de crédito otorgada por Citi a la naviera meses antes de publicar el fraude
10 empleados de Banamex fueron despedidos por omisión de los controles de procedimientos
5,234 mdp quebranto patrimonial de Banamex según la CNBV
El
“discreto y desafortunado caso” que describió Citigroup para
dimensionar el fraude a su filial Banamex de parte de Oceanografía, se
acerca cada vez más a concluir que los orígenes están en la médula de
la institución.
De haber iniciado como un tema “aislado y menor” en su filial
mexicana Banamex, como lo describió Citigroup en marzo, pasó a provocar
un juicio en Estados Unidos cuyas consecuencias ya han empezado a
verse.
Esta averiguación ha influido en el descenso a negativo que dio la
calificadora Moody’s en la perspectiva de crédito del emporio
financiero.
Y por el mismo juicio estaría implícita la eventual salida de Manuel Medina Mora de la copresidencia del Citigroup.
Ese proceso inició cuando salió a medios el fraude que Oceanografía
hizo a Banamex-Citi, lo que llevó a que el Sistema de Pensiones y
Retiro de los Bomberos de Oklahoma, temerosa del fin de sus recursos
ahí ahorrados pudieran mermar, hizo una demanda para comprobar los
controles que la institución tiene implementados para proteger su
patrimonio.
El caso, a cargo de la magistrada Abigael LeGrow, concluyó colocando
a Medina Mora como el responsable de la supervisión de las operaciones
en México, y el enlace con el corporativo Citigroup.
En consecuencia salió a relucir que en los últimos cuatro años han
existido malas prácticas y falta de controles internos de la empresa
bancaria en casos de intentos de fraude, lavado de dinero y faltas al
secreto bancario.
La vía judicial acerca el dedo a la implicación de Citigroup con
Banamex en el caso Oceanografía como un actor participante, no una mera
víctima de su rama mexicana.
Y aunque Medina Mora ya sufrió en marzo una baja en su compensación
anual de 11 millones de dólares en 2012, a 9.5 millones en 2013, según
informó Citigroup a la Comisión de Valores de EU (SEC, por sus siglas
en inglés), lo siguiente sería su salida del gigante financiero.
Y según trascendió ayer en The Wall Street Journal, se prepara su
salida de Medina Mora del Grupo “en los próximos meses”, de acuerdo a
lo publicado ayer por su corresponsal en México.
Dudas en seguridad
La demanda del Sistema de Pensiones y Retiro de los Bomberos de
Oklahoma contra Citigroup fue presentada el 17 de marzo, apenas tres
semanas después de que se anunciara en México que Banamex había sufrido
un presunto fraude por 400 millones de dólares prestados a
Oceanografía.
Desde esta primera aproximación legal los Bomberos mencionan la
participación de Manuel Medina Mora como quien “se encarga de
supervisar la franquicia en México de Banamex”.
El Sistema de Retiro ha sido accionista de Citigroup desde diciembre
de 2007 y a partir de la demanda, el 13 de agosto formalizaron una
petición al Tribunal de Equidad de Delaware para “inspeccionar los
libros y registros relativos a los acontecimientos recientemente
revelados” que implicaron a Banamex, “uno de los bancos más grandes de
consumo fuera de Estados Unidos”.
Las firmas de abogados Grant & Eisenhofer, P. A. y Paul, Weiss,
Rifkind, Wharton y Garrison, LLP, radicadas en Wilmington, Delaware,
ubicaban desde la demanda a Medina Mora como copresidente de Citigroup
y presidente en su filial en México, según informó también La Jornada
la primera semana de octubre.
La investigación buscaba determinar si hubo mala gestión o
incumplimiento del deber fiduciario de los directores o funcionarios de
Citigroup, y si la junta de accionistas del banco en EU debió comenzar
una demanda derivada de los hechos.
Citi anunció que al 31 de diciembre del año pasado tenía una línea
de crédito de corto plazo con Oceanografía (OSA) por 585 millones de
dólares.
Y según se revela en la demanda el 11 de febrero “Citi, junto con
Pemex, inició revisiones detalladas de su exposición crediticia a OSA y
del programa de financiamiento de cuentas por cobrar”.
Pero las verificaciones solo tomaron ocho días, hasta el 20 de
febrero, una semana antes de que se anunciara el embargo de la empresa
por parte de la Procuraduría General de la República.
“La diferencia de 400 millones de dólares entre las cuentas por
cobrar registradas por Banamex, y las que se harían válidas para
Citigroup, fueron cargadas a gastos de operación”, explica la
magistrada Abigail LeGrow en la conclusión de las medidas preliminares,
del 30 de septiembre.
Este “cargo de operación” le permitió al banco deducir estas
pérdidas de impuestos en el ejercicio fiscal 2013, y ajustó a la baja
los ingresos netos de Citi de 13.9 a 13.7 mil millones de dólares
Esto “redujo” el beneficio neto en 112 millones de dólares.
Citi pecó por omisión
Los abogados del Fondo de Pensiones comienzan a apuntar a una posible omisión por parte del banco.
Como prueba hace un recuento de los empleados de Banamex que fueron
despedidos “después de que Citigroup hiciera una investigación interna”.
Los demandantes citan que “la oficina en Manhattan del FBI investiga
posibles señales de advertencia deliberadamente ignoradas” y que “la
falta de controles internos contribuyeron al fraude”.
Del mismo modo hacen énfasis en el informe de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, el cual determinó que 10 empleados de Banamex
“conocieron, consintieron e implementaron la conducta dolosa encaminada
a autorizar o realizar operaciones a sabiendas de que estas resultaran
en quebranto al patrimonio de Banamex” (Reporte Indigo, 23 de junio de
2014).
Los abogados de los bomberos de Oklahoma también hacen ver que el
caso ocasionó la baja en la calificación del banco por parte de Moody’s.
Esta baja se confirmó con la perspectiva negativa que la
calificadora otorgó a Banamex este 14 de octubre, con el argumento de
que “a pesar del impacto inicial aparentemente limitado del incidente
Oceanografía en los negocios del banco, todavía no está claro cuáles
pueden ser sus consecuencias a largo plazo”.
“Aunque no hay informes públicos en unión directa con el Consejo de
Administración de Citigroup y el banco, ha dicho que el fraude era un
incidente aislado, Citigroup podría haber carecido de los controles
adecuados para frustrar el plan en sus inicios”, ampliaron los abogados
de los bomberos.
Los demandantes centran su reclamo en los comités de Gestión de
Riesgos, de Finanzas y de Auditoría del banco, quienes administran el
perfil, políticas, prácticas, evaluación y procesos de gestión de
riesgos.
Citygroup protagonista, no víctima
Las averiguaciones en el proceso de una demanda del Fondo de
Pensiones de los Bomberos de Oklahoma sobre los controles de seguridad
de Citigroup, pusieron en evidencia que la participación del gigante
financiero en el fraude de Oceanografía a Banamex coloca a Citi como
participante y no víctima por los pobres controles de seguridad y
riesgos de la filial mexicana.
2 de marzo
> Se publica en medios el presunto fraude de Oceanografía contra Banamex, filial en México de Citigroup
17 de marzo
> El Sistema de Pensión y Retiro de los bomberos de Oklahoma
demanda a Citigroup por sus controles internos, preocupados por la
seguridad de sus ahorros. Mencionan a Manuel Medina Mora por su puesto
de copresidente de Citigroup y presidente de Banamex-City
13 de agosto
> La magistrada Abigail LeGrow, encargada del caso, hace una
petición para inspeccionar los libros y registros relativos a los
acontecimientos recientemente revelados que implicaron a Banamex,
haciendo referencia a Oceanografía.
> El banco respondió que el Fondo de Pensiones debía tener
"pruebas concretas y tangibles" de que el Consejo Administrativo de
Citi "fue complice en el fraude a Banamex".
> Este argumento fue desechado porque la magistrada consideró
que, a pesar de que no son concretas, las pruebas de los bomberos
"cruzan el umbral de una base creíble".
30 de septiembre
> La magistrada LeGrow en la conclusión de las medidas
preliminares señala a Medina Mora como responsable de los controles de
seguridad del sistema bancario y la consecuente falla en ellos. Lo que
pudo haber hecho posible el fraude de Oceanografía
> Los documentos que se abrirán serán entregados en la Junta
Directiva de Citigroup en los temas que se refiere al fraude a Banamex
y la posible falta de controles en el secreto bancario y las medidas
antilavado.
14 de octubre
> La calificadora Moody's baja la calificación de Citigroup a
negativo como probable consecuencia de las conclusiones preliminares de
la demanda.
Medina Mora, responsable
El primer revés para el banco llegó el 27 de junio, cuando la
magistrada dio una opinión favorable a que se inspeccionaran los libros
y registros.
“El demandante había declarado una base creíble para inferir posible
mala gestión o infracciones cometidas por la Junta, o de la alta
dirección en Citigroup, en relación con el fraude en Banamex”, escribió
LeGrow.
Las propias declaraciones de Citigroup respecto al caso Oceanografía
llevaron a la magistrada a inferir “posibles malos manejos o
irregularidades con respecto a cómo Citigroup implementó los controles
y programas de cumplimiento”.
Los bomberos buscaron que se hicieran públicos “documentos
sensibles” que abarcaban de 2008 a 2014, como el otorgamiento de
crédito por Banamex a Oceanografía, la carta de requisitos de Banamex
en cumplimiento a las leyes de secreto bancario y antilavado, además de
la detección y prevención del fraude y la gestión del riesgo.
En junio la magistrada acotó la inspección de los libros y registros
relativos al fraude Banamex desde enero de 2011 a junio de este año, y
los libros y registros relativos al tema Banamex EU desde enero de 2012
hasta la fecha de la orden.
La valoración de la magistrada niega que sea un evento “discreto,
aislado a Banamex”, como dice Citi, en tanto que las ganancias de la
filial mexicana representan el 10 por ciento del capital mundial del
banco y efectivamente disminuyeron sus ganancias globales para el año
pasado.
“El evento fue lo suficientemente considerable como para causar que Citigroup corrigiera los datos financieros.
“La investigación interna dio lugar a la terminación de 12 empleados
de Banamex, entre ellos cuatro altos ejecutivos, y las investigaciones
asociadas llevaron Moody’s a rebajar las calificaciones de depósitos y
deuda de la filial”, ironiza la magistrada.
Ella misma se refiere a la participación directa de Medina Mora: “el
copresidente de Citigroup también ostenta el título de presidente en
México, y es responsable de la supervisión de las operaciones de
Citigroup en México, proporcionando un enlace adicional entre los temas
de alta dirección entre Banamex y Citigroup”.
El banco respondió que el Fondo de Pensiones debía tener pruebas
“concretas y tangibles” de que el Consejo de Administración de Citi
“fue cómplice en el fraude en Banamex”.
Este argumento fue desechado porque la magistrada consideró que, a
pesar de que no son concretas, las pruebas de los bomberos “cruzan el
umbral de una base creíble”.
La decisión de abrir todos los libros que abordan los temas de
controles y procedimientos de Banamex, no solamente los referidos a
Oceanografía, es un indicio de que el juicio busca conocer la
implicación del banco, más allá de Oceanografía.
Los documento que finalmente se abrirán serán el directorio y las
minutas de los comités, los materiales que contienen temas de
conversación, transcripciones y resúmenes de declaraciones o informes
que fueron entregados a la Junta Directiva de Citigroup, en lo
referente al fraude a Banamex,secreto bancario y medidas antilavado.
Conclusión: un banco sin controles
Como un segundo elemento en contra del banco, los abogados
demandantes señalan que a principios de marzo Citigroup fue citada por
el gran jurado de la oficina del fiscal del distrito de Massachusetts
sobre el cumplimiento de la Ley de Secreto Bancario y contra el lavado
de dinero.
Ese juicio versa sobre deficiencias detectadas por los reguladores
bancarios en EU respecto a la oficina de Citibank en Sioux Falls,
Dakota del Sur.
Encontraron que Citi no tuvo controles internos y pruebas
independientes y no reportó actividades sospechosas de los clientes del
banco en una sucursal extranjera.
El banco “no admitió ni negó ninguno de los hallazgos, pero acordó
implementar medidas correctivas, incluyendo el fortalecimiento de los
controles internos y la presentación de informes”.
Ya en 2012 y 2013 la institución bancaria había firmado órdenes de
consentimientos para mejorar su controles internos con la Corporación
Federal de Depósito de Seguros (FDIC, por sus siglas en inglés) y con
el Departamento de Instituciones Financieras de California.
En marzo del año pasado firmó una orden similar con la oficina de la Reserva Federal.
Ahí aceptó que “Citigroup carecía de sistemas eficaces de control
internos y de gobierno para supervisar adecuadamente las actividades
con respecto al legal cumplimiento y el riesgo (a la pérdida) de
reputación relacionados con los bancos”.
Las sospechas serían que Banamex pudo haber permitido dinero del narcotráfico:
“No informó sobre las transacciones bancarias sospechosas
relacionadas con presuntos miembros del cártel de drogas, incluidos los
problemas que se descubrieron durante una revisión llevada a cabo por
consultores de Ernst & Young, que fueron contratados para
implementar controles de secreto bancario y contra el lavado de dinero”.
Dictamen de CNBV atribuye responsabilidades internas
El hecho de que Banamex tiene pobres controles de seguridad en sus
cuentas y sus requisitos para riesgos, quedó evidente con el informe
que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió el 29 de
abril y publicó Reporte Indigo el 23 de junio en un reportaje firmado
por Armando Estrop.
Según la nota el dueño de Oceanografía, Amado Yáñez, no actuó solo y
el fraude se hizo con dolo desde la administración del banco, filial
del gigante financiero estadounidense Citigroup.
La CNBV emitió el 29 de abril el dictamen sobre el expediente
211.464. 2014/DD/010 enviado a la Subprocuraduría Fiscal Federal de
Investigaciones, en donde se establece que el dinero no se empleó para
financiar las obras de Pemex Exploración y Producción, y en cambio fue
empleado de manera personal por el poseedor de la mayoría de acciones
de la naviera, quien actualmente enfrenta un proceso legal en libertad.
Y a pesar de que en su declaración ministerial Amado Yáñez ha
querido inculpar a Martín Díaz Álvarez –sobrino del exsecretario de
Hacienda, Francisco Gil Díaz– él no es mencionado en los documentos.
Díaz es socio con el 20 por ciento de las acciones de Oceanografía,
sin embargo al realizar la investigación con los documentos del banco y
de la empresa, no se puede establecer que alguna de las líneas de
crédito haya sido gestionada por él.
El informe agrega que el fraude originó a Banamex un quebranto
patrimonial por 455 millones 281 mil 729 pesos, que se encuentra
inmerso en el registro contable del daño patrimonial por 5 mil 234
millones de pesos.
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