Antonio Malacara
Dos de las grandes columnas donde
descansael jazz contemporáneo de este país son, sin vuelta de hoja, la voz de Iraida Noriega y el piano de Abraham Barrera. Ya como instrumentistas, ya como compositores, ambos se han sumergido durante años en una inagotable dinámica de trabajo. Su primer encuentro se da hace un par de años, cuando él la invita a formar parte del Dream Sextet, que devino quinteto y está por estrenar disco.
En 2015 la complicidad se estrecha. Ella hace una selección de poetas
clásicos y contemporáneos (Huidobro, Neruda, Pessoa, Borges, Vallejo,
Galván y otros tantos iberoamericanos), él inserta pasajes y armonías
sobre cada uno de ellos, los regresa; ella traza entonces líneas
melódicas para cantar la poesía. Los conceptos se funden, él los reviste
con arreglos orquestales y es así como nace Luminosa. Fantasía literaria para orquesta y sexteto de jazz.
Aarón Cruz está en el contrabajo, Gustavo Nandayapa en la batería,
Neftalí López en la guitarra acústica, Iraida Noriega y Leika Mochán en
las voces y Abraham Barrera al piano. Junto a ellos, 25 músicos
sinfónicos entre violines, violas, cellos, contrabajos, cornos,
trombones, trompetas, clarinetes, flautas, tuba y oboe.
En octubre del año pasado, Iraida y Abraham nos obsequiaron un primer
apunte de todo esto en la Fundación Sebastián, durante el ciclo La poesía del jazz, y
los melómanos más exigentes quedaron impresionados ante la fuerza y la
elegancia de la propuesta. El pasado 24 de enero orquesta y sexteto se
presentaron en la Sala Silvestre Revueltas y ahora están preparando el
disco.
Sabemos que de entrada la poesía tiene ya su propia música, que
algunos puristas no soportan que se le musicalice de nueva cuenta; pero
créanme que esto bien vale la pena, que no es una búsqueda, es un
encuentro, un muy afortunado encuentro entre la pasión poética, el
compromiso estético y esto que todavía identificamos como música de
jazz.
20 años de El Convite
Binomio vital en la promoción de la música en general y
del jazz en particular, los hermanos Alberto y Edgardo Aguilar
cumplieron 20 años al frente de El Convite, club de jazz disfrazado de
fonda que ha hecho época con su sazón y sus conceptos.
Para celebrar el aniversario, invitaron al septeto de Roberto Arballo, el célebre Betuco
(que todavía se presenta como Wet Paint), sacaron el escenario hasta el
primer carril de la calle de Ajusco y departieron y convivieron y
combebieron entre una multitud de parabienes y palomazos.
Los hermanos Aguilar nos platican que el documental que han estado
preparando desde hace dos años, sobre la nueva escena del jazz en
México, será presentado el próximo mes de junio; y que los dos
festivales que se han echado a cuestas desde hace tiempo, Ars Futura y
Jazzbook, se realizarán puntualmente en octubre y diciembre de este
2016.
16 años de Horizonte
Con poco más de dos años al frente de Horizonte, la única
radiodifusora especializada en jazz de este país, Germán Palomares
Oviedo organizó un concierto de lujo en la Plaza de las Artes del
Cenart, transmitido en vivo desde las tres y media hasta las seis de la
tarde del pasado 18 de febrero, y con la participación del sexteto de
Cris Lobo, el Xuc Trío y Ezequiel Miranda.
“Fue un festejo muy emotivo –nos comenta el maestro Palomares–, con
todas las voces que participan en la programación de Horizonte. Todos
los asistentes estuvieron muy contentos con lo que escucharon.”
Al preguntarle sobre sus planes para la programación de Horizonte este año, nos respondió:
No tengo ninguno, porque para meter o sacar programas en Horizonte, la decisión corresponde a algo que se llama mesa editorial, que está compuesta por todos los directores del Imer (Instituto Mexicano de la Radio) y entonces, en ese sentido, es muy poco lo que yo puedo hacer. Pero mi compromiso es seguir alentando a los músicos de México, que son de primera clase a escala mundial.
Así sea. Salud.
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