3/02/2017

Trumpismo: síntoma mórbido



John Saxe-Fernández/ V
La Jornada 
El impacto del trumpismo en la relación de Estados Unidos con México es un gran riesgo existencial para el país. Es asunto nacional, regional y mundial. Incluye la vigencia del Derecho Internacional. Son vitales para la defensa nacional mexicana los principios históricos de su política exterior y recurrir al entramado multilateral, desde la ONU hasta la Corte Penal Internacional y la OMC, como a la movilización popular para la Defensa Nacional. Sin esa movilización no hay defensa.
Ante la expulsión de migrantes mexicanos, invertir y generar empleo aquí es esencial a esa movilización. Es su fundamento logístico. La ausencia de un gobierno que articule el interés público nacional que impone el recetario económico y energético gringo, de consecuencias graves sobre el tejido social y para la integridad territorial, es escollo mayor agregándosele la militarización del combate al crimen organizado, que debilita el sustento de la función de defensa nacional.
Gerardo Esquivel, de Oxfam, en el análisis Desigualdad extrema en México demuestra el orden de magnitud de la avaricia, opulencia e irresponsabilidad organizada de un sistema que se guía desde la codicia,  en bancarrota moral y política, que perpetra, contra la población la transferencia de riqueza pública a favor de un 1% opulento que prospera en medio del hambre, la desesperación y el terrorismo de Estado. Es un escándalo mundial captado por Baltasar Garzón: Es vergüenza para la humanidad que el caso Ayotzinapa siga impune (La Jornada, 25/6/15 p.11).
Si después de revisar datos oficiales y las graves irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, se realiza una visita al campo o a las barriadas urbanas, pronto se constata la devastación y pobreza que acompañan al saqueo oficial. A esto se agrega la promoción del Banco Mundial de las asociaciones público-privadas que agilizan la transferencia de riqueza pública a favor de los privados, mientras el Banco de México informa que en 2016 los depósitos de mexicanos en entes financieros extranjeros se duplicaron sumando 24 mil 438 millones de dólares. En sólo seis años los beneficiarios de la política económica sacaron cerca de 100 mil millones de dólares.
Por otra parte la propuesta de Trump de renegociar o abrogar el TLCAN debe aprovecharse. Pero sólo desde la movilización política de trabajadores, campesinos y clases medias de México y no de los intereses de las grandes corporaciones, como se consignó en el TLC. En La guerra global de clases, Jeff Faux indica que el TLCAN incluyó la protección de patentes, las regulaciones a favor de los bancos y el derecho de las empresas para desafiar las leyes ambientales y del consumidor. En realidad los acuerdos paralelos sobre los derechos de trabajadores y el medio ambiente fueron sólo amonestaciones no vinculantes y sin aprobación formal de las legislaturas de suerte que cualquiera de los signatarios puede eliminar el salario mínimo, los sindicatos, desaparecer a voluntad los estándares de seguridad, de salud o suavizar las restricciones relativas a la contaminación del aire y del agua (ibid, 69) Esto es parte de lo que debe borrarse. Pero ¿quién va a renegociar al TLCAN? ¿Los mismos ángeles de la dependencia de siempre? El Journal of Commerce (20 de agosto, 1993 p 3A) develó que cuando Serra Puche, secretario de Comercio y Fomento Industrial de México, regresó al país luego de tratar con su contraparte de Estados Unidos, calmó a los dueños de México asegurándoles que los acuerdos paralelos ( derechos de los trabajadores, consumidores y medio ambiente) no se tomarían en cuenta (ibidem). Trump dio su palabra a su base electoral afectada por la baja salarial.¿La traicionará como Bill Clinton a la suya con el TLCAN?
En nuestro caso se necesita la acción de sindicatos independientes, ejidos, organizaciones campesinas y de clase media. En materia de seguridad recuérdese que la Iniciativa Mérida es un diseño imperial de intervención/ocupación tipo Plan Colombia, operando aquí al margen del Derecho Internacional, sin aval legislativo. Es un arreglo de facto Calderón/Bush y sucesores, ahora ¡Trump/EPN en lo oscurito! La militarización del combate al crimen organizado y la masacre que le atiende, es el marco de seguridad de la privatización del sector petro-eléctrico, principal eje de acumulación del país. Privatizar es estación de paso a favor de poderosos monopolios fósiles privados extranjeros en pos de los vastos complejos económico-territoriales operados por Pemex-CFE: Chevron, Shell, Gulf y ExxonMobil con Tillerson en el Departamento de Estado. La contra-reforma energética es una operación muy riesgosa a la integridad territorial de México. Esos entes traen tras de sí al US Department of Homeland Security (Departamento de Seguridad del Suelo Patrio de EU) al Comando Norte y la CIA y vienen con sus cuerpos de seguridad privada.
Mientras el PRIAN cede, Trump agrede en lo económico y amenaza en lo militar.

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