Entrevista a Carmen Pérez, directora ejecutiva de Gathering for Justice
Pressenza IPA
No se trata de Trump, sino de luchar contra las instituciones que empujan el racismo, el sexismo y cualquier tipo de discriminación. |
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Carmen
Pérez, directora ejecutiva de Gathering for Justice y co directora de
la Marcha de las Mujeres, participó en la mesa de apertura del Global
Media Forum, realizado en Bonn. Pressenza aprovechó para hacerle esta
entrevista, que compartimos con nuestros lectores.
P:
Carmen, el mundo se sorprendió el día que tanta gente y sobre todo
tantas mujeres se movilizaron en Estados Unidos. Quizás no se entendió
del todo qué fue lo que hizo que esa movilización fuera tan
sorprendente, multitudinaria y poderosa. ¿Cuáles fueron los procesos que
estuvieron detrás de esa marcha?
CP: Mucho de lo que ustedes
vieron se debió a que habíamos intentado hablar con personas y crear un
punto de entrada para que la gente empiece a involucrarse. Después de la
elección de Trump, nosotros nos sentíamos como si alguien se hubiera
muerto en nuestro país. Era un duelo. Sentí una responsabilidad por mi
comunidad, como descendiente de mexicanos. Mi mamá es nacida en México,
mi papá es nacido en los Estados Unidos. Pero lo que el presidente dijo
de mi familia, de nuestros hermanos que son de allá, hizo que me decida a
involucrarme en la organización de esta marcha. Nos unimos con Tamika
Mallory, afroamericana y Linda Sarsour, palestina-musulmana y decidimos
organizarla, hacer la agenda, traer a las personas., sumar a nuestros
equipos y a muchas organizaciones.
Yo trabajo en la organización
Harry Belafonte, desde la cual buscamos fomentar el compromiso cívico y
organizar acciones políticas. Por ello pensamos que teníamos que ser
parte de la marcha de las mujeres, centrándonos en musulmanes, LGBTQIA,
indocumentados, afroamericanos, derechos de las mujeres, todos estos
diferentes grupos, y teniendo como base nuestros principios de la
noviolencia.
Teníamos claro que no iba a ser una marcha en contra
de Trump, porque uno de los seis principios de la noviolencia es atacar
las fuerzas del mal, no a las personas que hacen el mal. Así que, no se
trata de Trump, sino de luchar contra las instituciones que empujan el
racismo, el sexismo y cualquier tipo de discriminación.
P: Tú
has mencionado varias veces la importancia de poner la agenda. ¿cuál es
la agenda que pusieron en esa marcha y por la que ahora están
trabajando?
CP: Nosotras creamos una plataforma en la que
todos se sintieran incluidos. Fue un proceso transparente y muy
participativo. Esa plataforma incluye 14 puntos relacionados con género,
medio ambiente, justicia criminal, derechos indígenas, comunidades
LGBTQIA. Es una plataforma política interseccional. Nuestra agenda no es
únicamente de mujeres, porque como mujeres, somos interseccionales
también: yo soy hija de una madre mexicana nacida en California, que
creció con violencia en su comunidad, estudié psicología… No somos
monolíticas. La plataforma que generamos es, sin duda, una de las más
radicales plataformas políticas en la historia de los Estados Unidos.
El
21 de enero estuvimos 1.2 millones de personas, aunque el permiso que
nos dieron (y solamente a nosotras nos exigieron contar con un permiso
para organizar la movilización), era solamente para 200 mil. Queríamos
que se movilizara mucha gente de color, que marchan también los
inmigrantes e indocumentados. Eran 70 organizadoras a nivel nacional,
400 coordinadoras. Esta marcha se hizo con la participación de gente de
todo el mundo, con mujeres que eran voluntarias, nadie recibió un cheque
para organizar esta marcha. Había cinco millones de personas
participando en todo el mundo y ningún incidente violento. Ese es el
poder que nosotros vemos cuando la gente, cuando las mujeres se unen
para hacer algo grande.
P: Has mencionado varias veces los seis principios de la noviolencia. ¿Cuáles son esos seis principios?
CP:
No los tengo todos de memoria. Hay uno que dice, “Accept suffering
without retaliation for the sake of the cause to achieve our goal”
(Acepta el sufrimiento sin represalias por el bien de la causa, para
alcanzar nuestro objetivo). Otro principio dice, “The Universe is on the
side of justice” (El universo está del lado de la justicia). Otro es:
“The Beloved Community is the framework for the future” (La Comunidad
querida es el marco para el futuro). La comunidad querida es aquella en
la que podamos vivir en armonía, sin violencia, con nuestros niños
jugando, vivir en paz.
P: ¿Cómo podemos enlazar al movimiento
de las mujeres de los Estados Unidos con los movimientos sudamericanos,
como por ejemplo el Movimiento Milagro Sala, por la que venimos luchando
de una manera no violenta en toda Sudamérica para su liberación, o
ahora en Chile con la candidata a la presidencia, Beatriz Sánchez? ¿Cómo
podemos crear vínculos entre los movimientos de Estados Unidos y los
Sudamericanos?
CP: Creo que en realidad es una gran pregunta.
Creo que lo que hemos venido tratando de hacer en Estados Unidos es
convertirnos en ese vínculo para otros países, y creo en las continuas
conversaciones y diálogos y construcción de relaciones que tenemos que
hacer, creo firmemente que necesitamos construir solidaridad más allá
del muro de Estados Unidos, de las fronteras que se crearon antes de
nosotros.
P: ¿Si alguien de ustedes pudiera venir a Sudamérica,
podríamos, por ejemplo, organizar una visita a Milagro Sala en su
celda, o a la campaña de Beatriz Sánchez?
C: Sí, tenemos
varias organizadoras de la Marcha que están en diferentes países, así
que podemos conectarlos a ustedes con uno de nuestros coordinadores.
Pero también pienso que es importante para nosotras, las mujeres de los
Estados Unidos, que podamos tener un intercambio cultural para construir
algo más allá de las fronteras que nos han impuesto, porque nosotros no
creamos las fronteras. Somos gente que fluye y más allá de dónde
provengas (algunas pueden ser de Marruecos, o de otros países), creo que
las conversaciones, este tipo de interacción entre una y otra,
demuestra que hay un gran movimiento. Nosotras, como mujeres de color en
Estados Unidos, también somos oprimidas, y la única manera en que
ganaremos es creando una solidaridad estratégica entre una y otra más
allá de las fronteras que nos han impuesto. Pero todo empieza con las
conversaciones.
P: Carmen, ¿cómo sigue ese movimiento? ¿Cuáles son los desafíos?
CP:
Por ahora, regreso a mi organización, dado que tengo muchas
responsabilidades. Pero la manera de continuar es que la gente se
acerque a sus vecinos, en lugar que permanecer aislados. Necesitamos
hablar uno con otro, necesitamos poder hablar cruzando las fronteras con
gente que cree en nuestras mismas políticas. Necesitamos construir
relaciones. También necesitamos formar a las nuevas generaciones.
Hay
un gran salto generacional. Me he impresionado ver a alguien como Harry
Belafonte, pero también tengo un padre de 94 años de edad. Por eso es
importante tener esas relaciones. Pero la manera de continuar es que a
través de la Marcha hemos construido nuestro Consejo, que es nuestro
brazo político de la Marcha de las Mujeres, y estamos tratando de
contratar personal, porque no podemos sostener un movimiento en base a
voluntarios, tenemos que pagar a personas para que hagan este trabajo,
tenemos que encontrar a los mejores, y tenemos que ser estratégicos.
Tenemos
que defender el espacio, cómo atraemos a más mujeres. Tenemos estas
delegaciones culturales cruzadas, pero se sostendrá cuando la gente crea
y se haga cargo del cambio de las políticas de sus países, y no empieza
cuando tú les dices a la gente qué es lo que tiene que hacer, porque
hay muchas oportunidades para la gente. La gente piensa con frecuencia
que no vale la pena o no saben cómo tomar las oportunidades. Es cuando
piensan que se trata de su responsabilidad personal, y yo pienso que mi
responsabilidad personal fue asegurar que nuestras comunidades
estuvieran presenten en la marcha, y es por ello que la marcha tuvo
tanto éxito.
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