Clínica Condesa dota a agencias de anticonceptivos y antirretrovirales; personal lo niega
Desde hace nueve años la Clínica Especializada Condesa entrega
anticonceptivos y antirretrovirales a las Agencias Especializadas en
Delitos Sexuales, que dependen de la Procuraduría General de Justicia
capitalina (PGJ), para que los oferten a las víctimas de violación
sexual; sin embargo las agencias no dan estos paquetes de salud a las
mujeres que llegan a denunciar.
A través del “Programa de atención a víctimas de violencia sexual”
implementado desde 2008 la PGJ y la Clínica acordaron brindar a la
atención médica inmediata a estas víctimas y anticoncepción de
emergencia para prevenir embarazos no deseados e infecciones de
transmisión sexual como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
No obstante el servicio no se garantiza en las agencias investigadoras y
las dos unidades de la Clínica Especializada Condesa, una ubicada en la
delegación Miguel Hidalgo y otra en Iztapalapa, sólo cuentan con cuatro
médicos que al año deben atender a más de mil víctimas de violación
sexual.
OBLIGACIÓN DE ESTADO
El tratamiento para las víctimas de violación, que consiste en la
administración de anticonceptivos, la profilaxis y, en caso de ser
necesario, el acceso a la interrupción del embarazo, es una obligación
del gobierno como lo establece el Artículo 6.4 de la Norma Oficial
Mexicana 046, sobre violencia familiar, sexual y contra las mujeres.
Sin embargo, en un recorrido que Cimacnoticias realizó por las seis
agencias especializadas, el personal de las agencias que atiende las
denuncias de violación sexual aseguró no contar con el tratamiento
“porque es responsabilidad de la Clínica Especializada Condesa
administrarlos” a pesar de que el personal la Clínica informó en
entrevista que cada año abastece con suficientes dosis a las unidades.
“Hay un acuerdo con las PGJ, ellos tienen kits e inician el tratamiento
de profilaxis con la condición de que deben venir después a la clínica a
continuar con el tratamiento porque nosotros no tenemos la atención los
fines de semana ni en la noche, pero después nos envían a los
pacientes”, aseguró la ginecóloga de la Clínica Condesa, Teresita de
Jesús Cabrera López.
La ginecóloga, quien forma parte del programa de atención, enfatizó que
el tiempo es apremiante para dar los medicamentos a las víctimas de
violación, se cuenta con 72 horas, de lo contrario los antirretrovirales
y anticonceptivos no tienen afecto para prevenir el Virus de
Inmunodeficiencia Humana y un embarazo.
Tan sólo en 2016 la institución médica atendió a 958 víctimas de
violación por primera vez; 91 por ciento eran mujeres con edad promedio
de 19 años, el resto hombres de 21 años, según su informe anual.
En 2014, 25 mujeres presentaron un embarazo producto de una violación,
el año con el mayor registro de estos casos, indicó la doctora Cabrera;
24 de ellas accedieron a una interrupción legal del embarazo y solo una
no pudo hacerlo porque tenía más de seis meses de gestación.
Ante la incidencia de este delito, desde 2015 se inauguró la unidad de
la Clínica Condesa en Iztapalapa, una de las delegaciones donde se
registra el mayor número de casos violación en la capital, precisó la
ginecóloga. El año pasado la unidad atendió a 51 víctimas.
CONTRADICCIONES
De acuerdo con la ginecóloga Teresita Cabrera cada año capacitan al
personal de las agencias de delitos sexuales para que brinden
información certera a las denunciantes sobre los horarios y la
administración de las tres pastillas de antirretrovirales y la pastilla
de anticoncepción que conforma el paquete médico.
Pero el personal de las agencias aseguró a Cimacnoticias que no tienen
conocimiento de cómo administrarlos por lo que de lunes a viernes
canalizan a las víctimas a las clínicas y únicamente los fines de
semana, cuando la institución médica no da el servicio, ofrecen el
paquete y un folleto de instrucciones.
Las víctimas son las únicas afectadas por estas contradicciones. Ejemplo
de ello es Itzel, la menor de 15 años de edad fue violada el 1 de junio
cerca del metro Tasqueña. Aunque ella denunció no le dieron el kit de
emergencia en ninguna de las tres agencias especializadas a las que tuvo
que ir.
CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Al no encontrar atención médica la familia de Itzel tuvo que costear los
anticonceptivos y trasladarse, después de las 42 horas que duró el
trámite de la denuncia, a la Clínica Condesa para solicitar los
antirretrovirales. De no recibir o acudir a la clínica por ellos, las
víctimas de violación tendrían que pagar de sus bolsillos entre 5 y 10
mil pesos por este medicamento, indicó la doctora.
Cabrera López afirmó que al menos en el último año no se han efectuado
los cursos de capacitación para actualizar al personal de las agencias.
“Se nos ha complicado porque cambian las personas con las que debemos
hablar, pero no han venido a capacitación recientemente, aunque saben
que lo tienen que hacer cada año”.
VÍCTIMAS DE VIOLACIÓN A SU SUERTE
A esta situación se suma el desconocimiento de cuántas de las víctimas
que denunciaron una violación acuden a la Clínica Condesa. Las agencias
de la Procuraduría las canalizan y la clínica sólo tiene el conteo de
aquellas que atienden. De 2009 hasta 2016, se dio tratamiento médico a 7
mil 397 víctimas.
La ginecóloga señaló la nula comunicación entre las instancias, “No
tenemos el control de cuántas denuncian y cuántas vienen, en las
agencias emiten los oficios, pero no nos sentamos ni hablamos con ellos,
es un trabajo interinstitucional por acuerdos de años previos”.
Además, los cuatro médicos distribuidos en las dos clínicas, tres en la
unidad de Miguel Hidalgo y uno más en Iztapalapa, atienden también a los
pacientes de los otros seis programas con los que cuentan, como el de
atención y detección de VIH en mujeres embarazadas, personas privadas de
la libertad, transgénero y el de salud mental.
La sobrecarga de trabajo y la falta de personal tanto médico como de
trabajo social en la clínica impide corroborar que las víctimas de
violación cumplan con su tratamiento: ir cada tres meses -hasta cumplir
nueve- para corroborar que no tienen alguna infección, VIH o un
embarazo.
“No tenemos esa capacidad, atendemos muchísimos programas, no nos damos
abasto, no es un trabajo viable, no podríamos hacerlo”, concluyó la
ginecóloga.
Una parte de las víctimas de violación sexual que no se refleja en las
estadísticas son las niñas menores de 12 años de edad. Ellas, indicó la
doctora Cabrera, tienen afectaciones específicas que necesitan ser
tratadas por especialistas por ello es necesario conocer el panorama que
esta población en el país.
CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Por: Hazel Zamora Mendieta y Montserrat Antúnez Estrada
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario