Es de suma importancia que las víctimas de violación reciban en las
primeras 72 horas los antirretrovirales y el anticonceptivo de
emergencia, pues después de este tiempo aumenta el riesgo de contraer el
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), otras infecciones de
trasmisión sexual (ITS) y presentar un embarazo.
En 2016 en la Ciudad de México, 871 mujeres víctimas de violación
recibieron un tratamiento profiláctico (suministro de medicamentos
antirretrovirales para evitar VIH o alguna ITS), de tal forma que desde
2009 hasta la fecha, únicamente tres mujeres adquirieron VIH como
consecuencia de una violación, según el informe de la Clínica
Especializada Condesa.
Y no sólo es la importancia de que reciban a tiempo este tratamiento
como lo obliga la Norma Oficial Mexicana 046 sobre violencia familiar,
sexual y contra las mujeres; el seguimiento médico de la víctima es
fundamental, pues es hasta la cuarta semana después de que ocurrió la
violación, en la que se puede detectar si contrajo VIH u otra ITS
explicó la ginecóloga e integrante del “Programa de atención a víctimas
de violencia sexual” de la Clínica Condesa, Teresita de Jesús Cabrera
López.
ESCENCIAL SEGUIR EL TRATAMIENTO
En entrevista con Cimacnoticias, la doctora enfatizó que “es de suma
importancia” que las víctimas de violación logren concretar el
tratamiento médico que dura nueve meses. Y explicó el procedimiento:
Una vez que la víctima acude a la clínica en las primeras 72 horas, se
le administra el paquete médico que contiene una pastilla anticonceptiva
y tres antirretrovirales. Asimismo se le realiza la prueba de sangre
ELISA para detectar el VIH, el resultado se tiene en media hora y sólo
sirve para constatar que antes de la violación, la víctima “no tenía la
infección, pero no habla de un contagio”, indicó.
El VIH no es la única infección que puede contraer una víctima de
violación, manifestó Cabrera López, existen otras más comunes como la
sífilis e infecciones bacterianas, que también atiende la clínica.
También, agregó, hay casos de hepatitis B y C, pero estos se canalizan a
hospitales que tengan estas especialidades, únicamente si se presenta
la combinación hepatitis C y VIH son remitidas a la segunda unidad de la
clínica que se ubica en Iztapalapa.
Por ello- continuó la especialista- el chequeo se realiza cada tres
meses. “Para saber si tiene VIH se tiene que dejar pasar de 4 semanas a 6
meses”, señaló. Las mismas pruebas se vuelven a repetir en cada
consulta, si da positivo a alguna infección se ingresa inmediatamente al
programa de la clínica, y en caso de un embarazo se remite a las
clínicas de interrupción legal de la Ciudad de México.
En caso de que la víctima se presente después de las 72 horas, se les da
un tratamiento de antibióticos y vigilancia para rectificar que no
adquirieron alguna infección.
“Atender a las víctimas de violencia
sexual es una ventana de oportunidad para mejorarles la vida porque a
futuro puede tener consecuencias” dijo la especialista, quien agregó,
que debido a los efectos secundarios de los antirretrovirales, muchas
mujeres desisten de continuar con el tratamiento.
Por: Hazel Zamora Mendieta y Montserrat Antúnez Estrada
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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