Desde el Centro Prodh queremos
dar la bienvenida a todas las personas que hoy acompañan este acto de
reconocimiento de responsabilidad y disculpa pública del gobierno del
estado de Veracruz hacia las familias de José Alfredo González Díaz,
Mario Arturo Orozco Sánchez, Susana Tapia Garibo, José Benítez de la O y
Bernardo Benítez Arroniz, cinco jóvenes, cinco víctimas de desaparición
forzada a manos de elementos policiales de Veracruz, cinco ausencias
que hoy nos convocan.
Es indispensable reconocer que la fuerza que nos ha traído hoy, aquí,
a este momento, es la incansable y digna lucha de estas familias
durante mil 158 días (tres años y casi dos meses). Como Centro Prodh,
les agradecemos que hayan confiado en nosotros para acompañarlos en este
difícil camino de búsqueda de verdad y justicia.
Un acto que busca comenzar a reparar daños comienza por reconocer a
quienes son las víctimas de graves violaciones a sus derechos, por
conocer sus rostros y por reivindicar la historia de cinco jóvenes, una
de ellas menor de edad, que luego de los hechos fueron criminalizados
por las instituciones del Estado para justificar su atrocidad.
Don José, doña Gloria, don Bernardo, doña Columba, doña Carmen, doña
Dionicia, doña María del Carmen: los hechos que han vivido son
irreparables, este acto busca honrar a sus muchachos, honrarlos a
ustedes por ser ejemplo en su lucha por la verdad y la justicia, pero
sobre todo comprometer a las autoridades de Veracruz y la Federación
para que se logre la justicia que anhelan y para que este tipo de hechos
no se vuelvan a repetir.
Madres y padres: hemos escuchado y palpado en ustedes el inmenso
dolor causado por la desaparición forzada de su hija y sus hijos; hemos
sido testigos del sufrimiento añadido por la criminalización de sus
muchachos, por la falta de una debida investigación y por el maltrato y
falta de empatía de los operadores de justicia ante la tragedia que han
vivido.
Sin embargo, también hemos visto cómo ustedes hicieron del amor por
su hija y sus hijos el motor de una incansable lucha que no ha acabado;
cómo sus testimonios sacaron a la luz la crisis de desapariciones y
corrupción en Veracruz; cómo su fuerza impulsó a muchas más familias a
denunciar la ausencia forzada de sus seres queridos. Ustedes son ejemplo
de lo mejor de este país.
Sabemos que no hay manera de que su vida vuelva a ser la misma que
antes de que unos policías corruptos les arrebataran a sus hijos y a su
hija sin motivo alguno. Entendemos que esas vidas jóvenes no tienen un
equivalente monetario ni de ningún tipo, que nada repara las noches de
angustia, los días de ausencias, las preguntas que no tienen respuestas.
Sin embargo, creemos y esperamos que el reconocimiento de
responsabilidad de parte de quien debió proteger a estos muchachos y la
reivindicación de su inocencia es el mínimo del que se debe partir para
caminar la verdadera justicia que ustedes buscan, la que buscamos con
ustedes. Como siempre, con su generosidad, este acto que ustedes han
hecho posible puede ser para otras familias un motivo de esperanza y un
mensaje hacia los servidores públicos de rechazo contundente a la
impunidad y la corrupción.
Hoy, esperamos que esta reivindicación de José Alfredo, Mario Arturo,
Susana, José y Bernardo pueda reconfortarlos en algún grado. Que pueda
corregir la memoria. Que sea un impulso, esta vez diferente, para
continuar enderezando a la justicia.
También esperamos que estas palabras que ustedes escucharán estén
llenas de sinceridad y sean un gesto que acompañe al proceso de
obtención de justicia. Sabemos, y ustedes lo han dicho, que este acto de
restauración adquirirá su pleno sentido cuando vaya de la mano con la
justicia y con la plena verdad.
Señor gobernador, señor subsecretario: como acompañantes de estas
dignas familias, hemos llegado a este momento con la convicción de que
los ofrecimientos de cambio deben estar acompañados de signos concretos,
de poner en el centro a las víctimas, de medidas contundentes que
corrijan lo que se ha hecho de forma equivocada. Que no haya más casos
Tierra Blanca depende ya enteramente de ustedes.
Queremos agradecer a todas las voluntades que hicieron posible que
hoy estemos aquí para reivindicar la memoria y la vida de estos cuatro
muchachos y esta muchacha, quienes han impulsado la inquebrantable y
amorosa lucha de sus madres y padres por verdad y justicia.
Padres y madres: la construcción de este acto ha sido pensando en
ustedes y en sus hijos, en su memoria, en su vida, en su lucha, en su
búsqueda de justicia. Sabemos que el camino no se acaba aquí, y
seguiremos a su lado tanto como ustedes lo quieran.
* Intervención del director del Centro de Derechos Humanos Miguel
Agustín Pro Juárez en el acto en que el gobierno de Veracruz presentó,
el lunes pasado, la disculpa pública oficial por la matanza de Tierra
Blanca perpetrada el 11 de enero de 2016.
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