1. Los seguidores del presidente López Obrador, que son hoy la inmensa mayoría der los mexicanos, se mueven muy confiados escuchando los discursos de las “conferencias mañaneras” de AMLO; más confiados si siguen por internet a los 10 jóvenes “youtuberos” que todo el día presentan muy buenos análisis defendiendo la política de centro/izquierda de López Obrador contra las agresiones de sus enemigos en prensa, radio y TV bien conocidos como corruptos, conservadores, neoliberales, chayoteros y FIFIS. Sin embargo estos derechistas han frenado muchos avances de AMLO agarrándose de todo el poder, aprovechando leyes y costumbres que vienen del último siglo en que el PRI y el PAN dominaron y sometieron el país.
2. Conocí la televisión en la ciudad de México en 1958; cinco años después pude ver dos programas de bailarines –pagando mi entrada en un domicilio particular. Compré mi primera TV en 1971 y la usé para ver noticiarios. Desde que apareció el siglo XXI y el Internet mandé a la basura la TV. Así que los gobiernos de Fox, de Calderón, de Peña, no los vi por la TV o la “caja loca” (como dicen en México), menos a los López Dóriga, Loret de Mola o Víctor Trujillo (mejor conocido como “Brozo, el payaso tenebroso”). Si alguna vez vi a este “payaso”, en lugar de risa, lo único que me provocó fue un rechazo definitivo e indignación; sobre todo cuando el PAN, Salinas, Cevallos, Ahumada y el Brozo, en 2004, le prepararon una trampa de dinero al político perredista Bejarano.
3. A los 79 años de edad me pregunto: ¿Habré llevado una vida triste porque no entendí los chistes, las bromas, no tuve humor satírico o irónico? Yo pienso que no. La realidad es que de niño o adolescente jamás leí alguna hoja de caricaturas; mi padre me invitó a un teatro regional cómico que me desagradó y cuando vi un programa político del payaso Brozo no pude aguantar chistes y lenguaje ni 15 minutos. Desde entonces no he podido entender el papel del humor y la ironía cuando se busca un pensamiento profundo para construir alguna propuesta rica en ideas. ¿Esto de los payasos –vistos a través de la historia- servirán para distraer, entretener, desconcertar, a la gente, al público, de la cantidad de problemas que tiene que resolver y que enfrentar?
4. Recuerdo muchas películas mexicanas de Tin tán, Cantinflas, Resortes, Garcés, Clavillazo, incluso la yanqui del gordo y el flaco, que nunca me proporcionaron aprendizaje alguno, aunque sí en determinado momento, des aburrimiento. Quizá con la excepción de Chaplin, nunca estuve preparado para ver con interés ese tipo de películas. Siempre me pareció un cine de divertimento, entretenimiento para niños, incluso para gente grande. ¿Será que los noticiarios del payaso Brozo tengan alguna audiencia de gente que sepa razonar un poco? Lo más grave es que ayude a hacer más tonta a la población que durante décadas ha sido la fanaticada de Televisa. Dice López Obrador que viva la libertad de expresión. ¿Para ello existe la libertad para explotar y oprimir?
5. La poderosísima empresa Televisa de México, que dominó en el país, en América y se extendió en el mundo de 1960 a 2010, sufre ahora su enorme desplome. Tuvo, además del control de programas de cine y novelas, así como de equipos de futbol, entre sus personalidades del micrófono tuvo a Jacobo Zabludovski, Raúl Velasco, López Dóriga, a Víctor Trujillo (el payaso brozo) y otros. La empresa de televisión –de propiedad de la familia Azcárraga Vidaurreta, Milmo y Jaen- como grandes empresarios, jamás mantuvieron una posición independiente del gobierno, más bien fue al contrario: se pusieron a su servicio chupándole miles de millones de pesos del presupuesto. Dijeron siempre: “Somos soldados del presidente; hay que distraer al pueblo”.
6. A raíz del triunfo electoral de López Obrador en la Presidencia en julio de 2018, el 99 por ciento del empresariado se ha estado reagrupando. Al declarar el presidente que sólo les entregará a los medios de información la mitad de los miles de millones que recibían en publicidad y al decir que ya no repartirá “chayotes” (dinero contante y sonante) entre los periodistas, todo el aparato de información se ha declarado en contra del presidente. Antes las empresas le pagaban muy poco a sus reporteros y articulistas, pero con lo que recibían del gobierno hasta se enriquecían. Hoy sin “el chayote” todos están muertos de desesperación. Por ello personajes como “el payaso tenebroso”, que en su actuación ridiculizando a Bejarano obtuvo decenas de millones de pesos del PAN y PRI, se hizo rico. (14/V/19)
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