Crisis en Pemex
HSBC, JP Morgan y Mizuho Securities, en la operación
Es un monto que se utilizará si es necesario, según las circunstancias o
por si las moscas, asegura López Obrador
▲ El presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para
permitir que Pemex disminuya sus aportaciones fiscales a Hacienda y así
se fortalezca financieramente. Lo acompañaron miembros del gabinete y
funcionarios de bancos.
Después de cinco meses de negociaciones, Petróleos
Mexicanos (Pemex) alcanzó un acuerdo con tres instituciones financieras
internacionales para acceder a un fondo revolvente por 8 mil millones de
dólares que le permitirá el refinanciamiento de su deuda con una tasa
más competitiva de 4.85 por ciento anual. HSBC, JP Morgan y Mizuho
Securities encabezan la operación financiera que el gobierno federal
calificó como la más importante para una empresa energética en América
Latina.
Durante la firma del acuerdo en Palacio Nacional, el presidente
Andrés Manuel López Obrador sostuvo que esta operación no implica que
Pemex contrate más deuda, sino que es una renegociación de un esquema ya
previsto pero ampliando el plazo de tres a cinco años; incrementando el
fondo revolvente y reduciendo la tasa de interés.
Es un fondo que se va a utilizar si es necesario, de acuerdo con las circunstancias, como se dice coloquialmente, por si las moscas.
Consideró que la confianza de estas instituciones financieras
internacionales debe modificar la percepción que las calificadoras
tienen de Pemex.
Sin justificarlos, creo que debieron considerar otros factores porque no tomaron en cuenta de que se produjo un cambio en México; que se iba a terminar con la corrupción. Nada más ven el crecimiento de deuda, la caída en la producción de petróleo y califican castigando al gobierno y al país, censuró.
Bajo la premisa de estricta responsabilidad en el manejo financiero
de la empresa, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, dijo que el
acuerdo con tres de las principales instituciones financieras
internacionales revierte la política sostenida por las pasadas
administraciones, en especial entre 2013 y 2018, cuando el endeudamiento
de Pemex pasó de 841 mil millones de pesos a poco más de 2 billones de
pesos.
En otras palabras, durante el sexenio pasado hicieron crecer la deuda de Pemex a una tasa promedio de 17.2 por ciento anual, dijo. En los primeros cinco meses de este gobierno comenzó a revertirse la tendencia y Pemex ha logrado un desendeudamiento de 18 mil millones de pesos.
Debe quedar totalmente claro que con esta renegociación no estamos contratando deuda adicional para Pemex; por el contrario, estamos mejorando las condiciones financieras de lo que ya se debía.
Al respecto, Felipe García Moreno, director ejecutivo de JP Morgan,
precisó que se trata de una tasa Libor más 2.35, que suma 4.85 por
ciento.
Una tasa debajo de 5 por ciento que, para estas cantidades, es muy atractiva, como comentaba el señor Presidente, mencionó momentos después de que, consultado al respecto, el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, dijo desconocer la respuesta.
El acuerdo alcanzado consiste en el refinanciamiento de deuda por un
monto de 2 mil 500 millones de dólares, más la renovación de dos líneas
de crédito revolventes hasta por 5 mil 500 millones de dólares. En ambos
casos con una ampliación de tres a cinco años de plazo, constituyéndose
en la operación más grande de la historia de Pemex.
López Obrador sostuvo que la confianza patentizada en el acuerdo
alcanzado deriva de que estas instituciones financieras ya conocen el
plan de negocios de Pemex y las acciones gubernamentales para apuntalar
su operación. Resaltó que estos fondos darán estabilidad a la empresa,
lo cual no significa que se
va a gastar por gastar, sino que se ejercerán los recursos con responsabilidad y prudencia.
Detalló las acciones que complementan la restructuración, entre las
que destacó la estabilización en la producción petrolera, pues ya se
contuvo su caída y ha comenzado a recuperarse porque se destinaron
recursos suficientes para la exploración. Condenó la estrategia del
pasado gobierno que canalizó la inversión de Pemex a perforar pozos en
el norte del país o en aguas profundas,
donde es incierta la existencia de petróleo, con costos muy altos, cuando el petróleo en México está en tierra o en aguas someras.
Se tuvo la suerte de que no se entregaron todas las reservas de petróleo. Se dio 20 por ciento,
se otorgaron contratos, que los vamos a respetar, porque ese es el compromiso, pero en 107 convenios que se entregaron no ha habido producción, no ha habido inversión. Pero como quedó 80 por ciento del potencial petrolero para ser operado por Pemex eso nos ha permitido sacar adelante a la industria petrolera.
Foto Jesús Villaseca
Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
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