México
El 73 por ciento de mujeres de 15 años o más que
forma parte de la población económicamente activa (PEA) tiene al menos
un hijo nacido vivo
Aguascalientes - México, 13 may. 19. AmecoPress/SEMlac.- El
número de madres que contribuyen de manera importante o se hace cargo
de la economía del hogar en México ha aumentado en los últimos años, de
acuerdo con el análisis a propósito del Día de las Madres realizado por
el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Según INEGI, el 73 por ciento de mujeres de 15 años o más que forma
parte de la población económicamente activa (PEA) tiene al menos un hijo
nacido vivo.
Estudios realizados por la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE) mencionan que el aumento de la
participación de las mujeres en la fuerza de trabajo produce un
crecimiento económico más rápido (ONU MUJERES) y parte importante de esa
fuerza está compuesta de mujeres que son madres.
De acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo
(ENOE) del primer trimestre de 2018, en este país el promedio de
hijas/hijos nacidos vivos de las mujeres de 15 años y más que son
económicamente activas es de dos hijos por mujer; mientras que en las
que no lo son (PNEA) es de 2,6 hijos.
Las mujeres de 15 años y más que deciden no trabajar probablemente se
dediquen de tiempo completo a las actividades no remuneradas, tales
como el cuidado de personas y el hogar.
En México la escolaridad de las mujeres económicamente activas de 15
años y más, con al menos una hija/hijo nacido vivo: 36 de cada 100
tienen secundaria completa, 33 educación media superior y superior, 18
primaria completa y 11 primaria incompleta.
La escolaridad es un factor importante para que las mujeres accedan a
mejores oportunidades económicas y modifiquen sus expectativas de vida,
según ha reconocido la Organización de las Naciones Unidas.
En el análisis el INEGI destaca que uno de los objetivos del trabajo
de la mujer fuera de su domicilio es buscar una mejora en la calidad de
vida de los hijos e hijas y de la familia, además de que un trabajo se
convierte en señal de identidad y parte nodal del bienestar general.
Otro factor importante es la edad para que las madres permanezcan
activas en el mercado laboral, de acuerdo a la ENOE, el 55 por ciento de
las mujeres económicamente activas es de 40 a los 44 años, y de los 45 a
49 años son el 54,9 por ciento.
La proporción disminuye conforme avanza la edad, de acuerdo con los
estudiosos; en América Latina la participación económica femenina ha
aumentado desde la década de los ochenta, particularmente para los
grupos que van de 25 a 34 y de 35 a 44 años, lo que podría indicar que
las mujeres que ingresan al mercado laboral no se retiran cuando tienen
hijos y se mantienen económicamente activas por más tiempo.
También las mujeres casadas de 15 años o más con al menos un hijo o
hija es mayor a las solteras o las que no trabajan o buscan trabajo. De
cada 100 madres económicamente activas, 15 están solteras, mientras las
que no trabajan o buscan trabajo son cinco.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha realizado
esfuerzos para mejorar el acceso de las mujeres a empleos de calidad. Si
bien se han tenido progresos en el ámbito educativo de las mujeres esto
no se ha traducido en una mejora en empleos administrativos, de
servicios, el comercio, así como en ocupaciones elementales.
La posición en el trabajo de las mujeres de 15 años y más ocupadas
que son madres (14.8 millones), muestra que apenas 3,1 por ciento son
empleadoras (es decir, contratan personal), 5,8 por ciento son
trabajadoras sin pago, 26,5 por ciento trabajan por cuenta propia y el
resto se concentra en trabajadoras subordinadas remuneradas, que
representan 64,6 por ciento.
En la población de mujeres ocupadas con al menos una hija o hijo
nacido vivo, las principales categorías en la ocupación fueron:
trabajadores en servicios personales (25,9 %), comerciantes (25,5 %) y
trabajadoras industriales, artesanas o ayudantes (19,3 %); mientras que
las mujeres sin hijos se emplearon principalmente en el comercio
(21,3 %), como profesionales, técnicos y trabajadores del arte (18,6 %) y
oficinistas (16 %).
El acceso a la seguridad social sigue siendo limitado, aun cuando es
muy importante para el fortalecimiento del capital humano. Según la
ENOE, en el primer trimestre de 2018, de las mujeres subordinadas
remuneradas de 15 años y más con al menos una hija o hijo vivo, 40,9 por
ciento recibe aguinaldo y 35,3 por ciento tiene vacaciones con goce de
sueldo.
De las mujeres subordinadas remuneradas de 15 años y más con al menos
una hija o hijo nacido vivo, 20,7 por ciento no recibe alguna
prestación, aun cuando la protección social o seguridad social es un
derecho humano definido como un conjunto de políticas y programas
diseñados para reducir y prevenir la pobreza y la vulnerabilidad en todo
el ciclo de vida, según la OIT.
Existen otras prestaciones a las que las mujeres subordinadas
remuneradas con al menos una hija o hijo nacido vivo tienen acceso,
aunque no siempre las utilicen. El fondo de retiro (29,5 %) y los
créditos de vivienda (29,2 %) son las que concentran más mujeres,
mientras que las proporciones más bajas son los tiempos para cuidados
maternos (11,7 %) y los seguros de gastos médicos mayores (2,5 %).
Foto: Archivo AmecoPress.
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