Instituto nacional de estadística
▲ La medición del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
considera dentro de la economía informal no únicamente a los
micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para
operar. También el rubro
otras modalidades de la informalidad, es decir, la agricultura (incluida la de subsistencia), el servicio doméstico remunerado de los hogares y todas las variedades de trabajo que, aunque vinculado con unidades económicas registradas o formales, desempeñan su labor sin la debida protección legal para las relaciones laborales.
En México, 22.5 por ciento del producto interno bruto
(PIB) de 2018 fue generado por trabajadores que se desempeñaron en
actividades informales, es decir, de cada 100 pesos de bienes y
servicios que se crearon el año pasado en el país, 22.5 fueron gracias a
ese sector de la economía, reveló ayer el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la Actualización de la Medición de la Economía
Informal, elaborada anualmente por el Inegi, el año pasado 56.7 por
ciento de la población ocupada lo estuvo en condiciones de informalidad,
o sea, sin pagar los respectivos impuestos, pero también sin contar con
las prestaciones de ley.
El 77.5 por ciento del PIB es generado por 43.3 por ciento de las
personas ocupadas que se encuentran en esquemas laborales formales.
La economía informal es toda aquella actividad laboral en la que los
bienes y servicios producidos y comercializados son legales, pero quien
los produce no está registrado formalmente ante las autoridades
competentes.
Según el Inegi, del citado 22.5 por ciento de la economía informal en 2018, 11.1 por ciento corresponde al
sector informal, es decir, a aquellos negocios no registrados de los hogares dedicados a la producción de bienes o servicios.
En tanto, el 11.4 por ciento restante corresponde a
otras modalidades de la informalidad, lo que se refiere a todo trabajo que aun cuando se ubica en unidades económicas distintas a las de los micronegocios no registrados, no tiene amparo en el marco legal e institucional (seguridad social, prestaciones sociales, etcétera).
El nivel de aportación de la economía informal al PIB se ha mantenido
estable en años recientes. Incluso, ha bajado un poco respecto de 2009,
cuando el índice era de 24.4 por ciento, de acuerdo con datos
históricos del Inegi.
En términos absolutos, en 2018 la economía informal reportó un valor
de aproximadamente 5 billones de pesos, donde el principal sector fue el
comercio al por menor, dado que aportó 24 por ciento del total.
De acuerdo con el Inegi, atrás vienen los rubros de construcción
(15.8 por ciento), industrias manufactureras (13.1), otros sectores
(13), agropecuario (12.3), comercio al por mayor (7.2), transportes,
correos y almacenamientos (5.6), otros servicios (5.5) y alojamiento y
preparación de alimentos y bebidas (3.5).
Es decir, sólo el comercio al por menor, la construcción y la
manufactura son los generadores de casi 53 pesos de cada 100 que aporta
la economía informal.
Según cifras del instituto, en México trabajan bajo algún esquema de
informalidad alrededor de 31.2 millones de personas, de las cuales 60
por ciento son hombres y el resto mujeres.
Braulio Carbajal
Periódico La Jornada
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