1. Acabo de escuchar dos entrevistas a Inacio Lula Da Silva, expresidente de Brasil (2003-11) y expreso político por 19 meses, con una falsa acusación. Las dos entrevistas han sido difundidas en video por la magnífica emisora Rusia Today (RT), ambas realizadas en 2008. La primera fue hecha por un joven periodista apellidado Jubilla y la segunda por el expresidente de Ecuador Rafael Correa quien ha sido un brillante orador, polemista y ahora entrevistador. Es importante subrayar que a Correa le conozco una docena de entrevistas y seguramente tiene muchas más. En México Correa fue entrevistado por Leo Zuckermann, pero el mexicano derechista, hizo el ridículo total.
2. Lula, en las dos entrevistas demostró una enorme capacidad por sus profundos conocimientos de la política, de la realidad brasileña, así como del sindicalismo. Pero en el caso de su entrevista con Correa ambos demostraron el papel profundamente dañino, manipulador y mentiroso de los medios de información tanto en Brasil como en Ecuador. Más si luego escuchamos la entrevista de Correa a la expresidente argentina Cristina Fernández y al español dirigente del partido Podemos Unidos Pablo Iglesias. Pienso que si López Obrador fuera entrevistado por Correa también coincidiría con los cuatro políticos al analizar el papel negativo de los medios de información en México (Televisa,TV Azteca, Milenio, Reforma, El Universal y demás.)
3. Periódicos como OGlobo de Brasil, Clarin de Argentina, El tiempo de Colombia, El Mercurio de Chile, El comercio de Ecuador, El Nacional de Venezuela, así como muchas más publicaciones de México, etcétera, son los que de manera abierta han buscado mantener la fuerza principal de cada uno de los países. Estrechamente integrados con los más grandes empresarios, políticos de derecha y la iglesia, han formado una gran oposición a cualquier polo progresista, socialdemócrata o izquierda moderada. Eso es lo que nos dejan claro las entrevistas de Correa, en particular la de Lula. Los medios de información deben ser desnudados y denunciados en sus mentiras.
4. Después de escuchar a Lula, quien salió del gobierno de Brasil en 2011 con un apoyo de 87 por ciento; después de observar la lucha de Evo Morales con gigantesco apoyo de trabajadores bolivianos; recordar que el líder obrero Demetrio Vallejo que paralizó a casi todo México con la huelga ferrocarrilera en 1959 y estuvo más de 11 años en la cárcel, me pregunto: ¿Por qué las grandes masas que apoyaban no los arrancaron de la cárcel paralizando el país o reinstalaron a Evo como presidente después del golpe de Estado? Del único que recuerdo reinstalado por el movimiento de masas fue Hugo Chávez en 2002. Parece que las masas se movilizan dos días, luego se cansan y se van a ver la TV. (8/I/20)
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