Silvia Ribeiro *
Estudios de investigadores de
la Universidad de Guadalajara (UDG) y Ciesas Occidente han encontrado
repetidamente que niñas, niños y adolescentes en varias comunidades
rurales de Jalisco tienen residuos en orina de dos o más (¡hasta 12!)
agroquímicos altamente peligrosos. Esto se refleja en diversos problemas
de salud, que van de dolores de cabeza, vómitos y náuseas a problemas
graves, como insuficiencia renal y, potencialmente, cáncer.
El gobierno de Jalisco presenta la entidad como
gigante agroalimentario, pero nada menciona sobre esto. Con casi 12 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura, principalmente industrial, la entidad es terreno asiduo de las mayores trasnacionales de agroquímicos y semillas, que son cobijadas por gobiernos locales, estatales y federal. Esta relación, que no tiene que ver con alimentar a la gente y sí con aumentar las ganancias empresariales vendiendo veneno, trata de ocultar una grave realidad: la extendida contaminación con agrotóxicos de suelo, agua y aire que ha provocado este modelo de producción, que envenena a los pobladores, especialmente los más vulnerables: niños y niñas.
A principios de 2019 un estudio de Erick Sierra-Díaz, de la UDG;
Humberto González-Chávez, de Ciesas Occidente, y otros investigadores,
publicado en la revista científica international Journal of Environmental Research and Public Health (https://tinyurl.com/rda57tj)
mostró que de 281 muestras de orina tomada a niñas, niños y
adolescentes en las comunidades de Agua Caliente, cerca del lago
Chapala, y Ahuacán, próxima a Autlán, todas tenían residuos de dos o más
plaguicidas.
Seis agrotóxicos fueron recurrentes en 70 por ciento de los casos:
malatión, metoxuron, glifosato, dimetoato, uniconazole y acetoclor. Los
investigadores explican que en ambas comunidades hay exposición a
siembras industriales, pero además, en el caso de la comunidad de Agua
Caliente, el riego y consumo de agua contaminada con químicos del lago
Chapala aumentó el nivel de ciertos tóxicos. La mayor prevalencia fue de
herbicidas, seguida de funguicidas e insecticidas. En Ahuacán, todas
las muestras contenían residuos de glifosato.
El equipo de investigadores de la UDG y del Ciesas Occidente continuó
tomando muestras de orina en niñas y niños escolares y prescolares en
otras zonas de Jalisco en 2019. Una de las áreas seleccionadas, por la
alta frecuencia de enfermedades que allí ocurren, fue El Mentidero,
próxima a Autlán, Jalisco.
Allí, las madres de los alumnos de secundaria les solicitaron que
incluyeran en los análisis de orina de sus hijos, explicando que, desde
que comienzan los cursos, los jóvenes se sienten mal y sufren constantes
dolores de cabeza, vómitos y náuseas. La secundaria está al lado de un
campo de siembra, donde fumigan varias veces a la semana, incluso cuando
están los alumnos en clase o en el patio. El equipo de investigadores
tomó 146 muestras a adolescentes, escolares y prescolares. El 100 por
ciento de las muestras arrojó residuos de dos a seis agrotóxicos. Los
principales fueron el glifosato y el 2-4 D, ambos inventados por
Monsanto y declarados cancerígenos por la Organización Mundial de la
Salud.
Debido al estudio y a la movilización de las madres para detener el
uso de agrotóxicos, o como mínimo que no se aplique cerca de secundarias
y escuelas, las empresas de venta de venenos están en campaña para
desprestigiar los estudios y poder seguir contaminando. La
asociación civilProccyt, en realidad fachada de la industria trasnacional de agrotóxicos (sus miembros son Syngenta, Bayer-Monsanto, Corteva, FMC, Basf y otras), ofreció al gobierno de Jalisco y a autoridades de Autlán dar
talleres de capacitación, especialmente en las áreas donde se han realizado los estudios que muestran la presencia de agrotóxicos en la orina de los niños. Las autoridades lo aceptaron e incluso patrocinaron su estadía. La reportera Mayra Vargas documentó cómo el
capacitadorde Proccyt aseguró en esos talleres que solamente si le hubieran dado a beber Faena (nombre comercial del glifosato) antes de tomar la muestra a los niños, podrían aparecer residuos en la orina. (11/11/19, Letra Fría, https://tinyurl.com/wn6xlgc). Los estudios muestran que el Proccyt miente, pero además hay casi 43 mil juicios contra Bayer-Monsanto en Estados Unidos por haber causado cáncer con glifosato a sabiendas de su peligrosidad. Tres juicios le han otorgando razón y millones de dólares en indemnización a los demandantes. Pero en México, las secretarías de Agricultura (estatales y federal) le abren espacio y pagan gastos a esta burda fachada de las empresas para atacar con mentiras los estudios científicos de investigadores de universidades públicas de México y así engañar a los agricultores y pobladores sobre su inocuidad.
No necesitamos echar veneno a nuestra comida. Hay muchas alternativas
buenas y sanas en la producción local, campesina y agroecológica.
Relata Humberto González que son las madres las que insisten en la
denuncia y están empujando un cambio, las que no tienen miedo y no se
van a dar por vencidas, como no la han hecho en muchos otros temas.
Defienden a sus hijos e hijas y el derecho a la salud de todos. Hay que
apoyarlas.
* Investigadora del Grupo ETC
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