10/02/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada miércoles 2 de Octubre No Se Olvida, 2024


Claudia se compromete a disminuir los delitos de alto impacto // Los ángeles caídos // Falla su avión y Lula se lleva un sustazo

La principal preocupación de los mexicanos hoy es la inseguridad. Es un reclamo nacional: la gente quiere recuperar la paz, vivir sin miedo, salir a las calles, a los parques y los centros comerciales sin el temor de que va a ser víctima de un asalto o algo peor. ¿Cómo enfrentará la presidenta Claudia Sheinbaum esta crisis? En su discurso inaugural, ayer, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, describió cuatro ejes de la estrategia con la que espera disminuir los delitos de alto impacto: 1. Atención a las causas; 2. Inteligencia e investigación; 3. Fortalecimiento de la Guardia Nacional; 4. Coordinación con municipios, estados, ministerios públicos y la Fiscalía General de la República. Fue muy clara en un punto: “No regresará la irresponsable guerra contra el narco de Calderón, que tanto daño le sigue haciendo a México”. No es una exageración, pero si Claudia cumpliera sólo el compromiso de pacificar al país y devolver la tranquilidad a las familias y los negocios, su misión sería más que satisfactoria, terminaría su mandato con el reconocimiento absoluto de los ciudadanos.

Los ángeles caídos
Asistieron los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia. La presidenta, Norma Piña, ocupó un lugar en el presídium, como representante del Poder Judicial. Se acercó a Claudia y la saludó con un beso. Tres ministras aplaudieron sin reservas tanto a Claudia como a Andrés Manuel López Obrador cuando hizo su entrada al recinto legislativo: Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres Guadarrama. Los demás no sabían qué hacer, a veces aplaudían tímidamente, como queriendo que nadie los viera. Desdeñosos y soberbios hasta el final. La nueva mandataria les dio un mensaje: Habrá estado de derecho. La reciente reforma constitucional al Poder Judicial significa más autonomía. Si el objetivo hubiera sido que la Presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo, eso es autoritarismo. Será la gente que decidirá. A las y los trabajadores del Poder Judicial: sus derechos y salarios están totalmente salvaguardados.

No subirán gas, luz ni gasolina
Los machuchones del país estuvieron presentes. Claudia dijo que en materia económica se mantendrá la autonomía del Banco de México, una política fiscal responsable, una proporción razonable entre deuda y producto interno bruto. Y algo que sonó melodioso a sus oídos: Promoveremos la inversión pública y privada. Lo digo con toda claridad: tengan la certeza que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país. Para los consumidores en general, el compromiso es no aumentar el precio de las gasolinas, diésel, gas doméstico, electricidad, en términos reales”.

Lula se llevó un sustazo
El avión que llevaría de regreso a su país al presidente Luiz Inácio Lula da Silva sufrió problemas técnicos, por lo que tuvo que regresar al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Debió sobrevolar varias horas mientras consumía el combustible a fin de aterrizar con mayor seguridad, según el comunicado emitido por la Fuerza Aérea de Brasil. Sano y salvo, Lula regresó al aeropuerto para abordar otra aeronave que lo trasladaría a Brasilia. Recibió atención médica por la tensión que le produjo el incidente.

Apoteósica despedida a AMLO
Los asistentes a la ceremonia dieron una despedida apoteósica al presidente saliente, al grito de es un honor estar con Obrador.
Ombudsman social

Asunto: paneles solares
El compromiso número 72 de Claudia Sheinbaum son paneles fotovoltaicos en las azoteas de las viviendas.
Agustín Bernal
R: ¡Por fin! La gente no necesitará ser rica para tener aire acondicionado en sus casas y no morir de calor en el norte del país.

Twitterati
Le deseo el mayor de los éxitos a la doctora @Claudiashein, primera Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en la elevada responsabilidad que hoy asume en favor de México.
Enrique Peña Nieto @EPN
Las dos Claudias // Dura, firme, en San Lázaro // Compromisos y Ramírez de la ¡Oh! // Mujeres, copal y bastón de mando

Fueron dos escenarios distintos, con dos Claudias en acción. En el Palacio Legislativo de San Lázaro su discurso la mostró en el arranque de la búsqueda del liderazgo pleno que los votos y la legalidad le han conferido, pero que aún no se ha asentado en la realidad política, entendida ésta como el carisma del antecesor y la red de hechos transexenales que están a la vista.

Sheinbaum en el recinto parlamentario se mostró firme, con un discurso de pasajes duros, sin regatearle méritos al ya ex, López Obrador, pero con formulaciones retóricas en busca de llenar con rapidez el presunto hueco o superar la añoranza condicionante que estaría dejando el intenso líder tabasqueño. Momentos hubo en los que aparecía el recuerdo de la advertencia andresina de que él iba a parecer fresa ante la sucesora que ayer se mostró, al menos retóricamente, decidida a rebasar desde el flanco denominable izquierda.

Podría apuntarse que en la casa de los diputados y, en fechas especiales, de los senadores, la científica especializada en temas de energía se energizó para tomar, por primera vez en el plano institucional, un verdadero bastón de mando. Aunque tal toma de poder simbólico se materializaría horas más tarde, en la Plaza de la Constitución, conocida como el Zócalo, donde Claudia fue otra, más instalada en el tono de la campaña electoral y del flujo proveniente del pasado inmediato, con una ceremonia cargada de significados, una relatoría de compromisos que podrían poner a temblar al secretario de Hacienda, Ramírez de la ¡Oh!, y una prosodia relatora de cien bienaventuranzas que se supone habrán de llegar.

La primera Claudia del martes primero de su sexenio hizo discurso firme en San Lázaro, con muestras de esa personalidad propia que tanto le han regateado los opositores, incluso llegando a extremos de bajeza que en realidad les definen. Recurrió a las buenas formas políticas al darle lugar institucional y saludar sin recelo a la villana del tramo final del obradorismo, la presidenta de la Corte, ante la cual, y ante los demás ministros presentes en la sala, reivindicó los términos de la reforma judicial y la contrastó con el autoritarismo del priísta Ernesto Zedillo.

La segunda Claudia llegó en la tarde del martes de su asunción a un largo templete en el Zócalo donde le esperaban-acompañaban-custodiaban-relanzaban decenas de mujeres que fueron anunciadas como representantes de pueblos originarios y afrodescendientes detodo el país. Con indumentaria propia de cada región y enarbolando vegetales lanzas nutricias, las mujeres enmarcaron una sesión plena de copal, con limpias, rezos y proclamas para entregar un bastón de mando a la figura central, vestida de blanco, luego de una tan detallada como larga ceremonia.

Ya al micrófono, la Claudia vespertina desgranó sus cien compromisos de gobierno con un aire de alegría anticipada, de realidad virtual confiada en un presupuesto confirmatorio, remarcado tal tono en la parte final de algunas de sus lecturas, entre el júbilo de la multitud en la que destacaban banderas de grupos, sindicatos (el de Petroleros, de Ricardo Aldana, el impune heredero de Carlos Deschamps; la CTM-4T, llamada Catem, y el SME, entre otros) e invitados especiales de variada índole.

Las golondrinas de un primer día no tienen por qué hacer verano, así que es prematuro plantear que Sheinbaum ya está construyendo un liderazgo propio y se empeña en que el pasado se conmemore, pero no rija ejecutivamente. Por lo pronto, hoy irá a Acapulco, al que por razones nunca esclarecidas el antecesor no quiso ir en situaciones de crisis. Claudia tendrá que desdoblarse, levitar unas veces y aterrizar en otras, endurecerse y suavizarse, ser institucional, radical, pragmática y táctica en este proceso de seguir elogiando sin mengua al presidente que ya cumplió su etapa, pero poniendo ladrillos con su marca (CS) en la nueva edificación. ¡Hasta mañana!

X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero

¿Impidió Putin la ucranización de Irán por Netanyahu y sus aliados del gobierno de EU? // ¿Existe un acuerdo militar entre Rusia e Irán?
Durante los 10 días que Hezbollah sufrió la crueldad de la doctrina Dahye (bit.ly/3BEb29u), Rusia movió sus fichas en el tablero de ajedrez medioriental con las visitas a Teherán del jefe de la Seguridad Nacional, Sergei Shoigu, y del premier, Mijaíl Mishustin.

Israel y sus aliados de la OTAN –en particular, los globalistas The Economist y Financial Times– exultaron un nuevo orden en el Medio-Oriente como plataforma de un nuevo orden global que, más que a Irán, coloca(ba) a Rusia contra la pared.

A cuatro semanas de la cumbre de los BRICS en Kazán –que tiene como objetivo instaurar un nuevo orden multipolar, policéntrico y desdolarizado– la derrota (Ucrania está liquidada, Trump dixit) del jázaro (bit.ly/3QqemJr) Zelensky (correligionario y sosia de Netanyahu) a manos de Rusia, aceleró la respuesta de Israel en el tablero de ajedrez, aquí global, y obtuvo dos fulgurantes triunfos contra Hamas y Hezbollah , que pusieron contra la pared la presencia de Rusia en la costa oriental en el mar Mediterráneo de Siria, así como a dos baluartes de Irán.

No se puede soslayar la gran conectividad de la Gran Jazaria (bit.ly/3N7uXAb), sueño dorado del apocalíptico rabino mesiánico Schneerson, con el Gran Israel al que propenden Zelenski y Netanyahu (bit.ly/3MZYCMb).

Tampoco se puede subestimar la presencia del equipo jázaro de neoconservadores strau-ssianos que controlan al Departamento de Estado: desde Wolfowitz (con la triada Baby Bush/Dick Cheney/Rumsfeld), cuya principal operadora es Vicky Nuland, quien busca el cambio de régimen y la balcanización de Rusia.

El ilustre economista jázaro de la Universidad de Columbia Jeffrey Sachs (bit.ly/3OGeBin) demostró el fracaso de esta cábala incrustada en el Departamento de Estado: desde Madeleine Albright hasta Antony Blinken, en sincronía con Jacob Jeremiah Sullivan, asesor de seguridad nacional del discapacitado Biden.

Hillary Clinton, cuyo yerno Marc Mez-vinsky es también jázaro, es sólo un instrumento de esta omnipotente cábala.

Pido disculpas por tanta tautología geo-etnográfica, cuya madeja revela la geopolítica del nuevo orden mundial en juego, cuando el también jázaro Jared Kushner develó en plena euforia triunfalista del 27 de septiembre: “He pasado incontables horas estudiando a Hezbollah y no hay un solo experto en la tierra que pensara que era posible lo que Israel ha hecho para decapitarlos y degradarlos. Esto es significativo porque Irán está ahora totalmente expuesto. La razón por la que sus instalaciones nucleares no han sido destruidas, a pesar de sus débiles sistemas de defensa antiaérea, es porque Hezbollah ha sido un arma cargada apuntando a Israel. Irán se ha pasado 40 años construyendo esta capacidad como elemento disuasivo (bit.ly/4gQ0JiK)”.

En mi entrevista con RT aduje que la ucranización de Irán –es decir, el cambio de régimen de la teocracia chiíta por el proyecto de la Gran Jazaria y/o el Gran Israel de Netanyahu– colocaría a la OTAN, derrotada en Ucrania, en las fronteras marítimas de Rusia en el mar Caspio (bit.ly/3ZMIq83).

Al perder la OTAN el Mar Negro se recuperaría colocando su panoplia nuclear en una frontera hostil a Rusia en el mar Caspio.

Rusia no se puede quedar con los brazos cruzados y es muy probable que le haya dado luz verde a Irán en plena derelicción para usar sus asombrosos misiles hipersónicos en el corazón de Israel con una precisión azorante y que en cualquier momento pueden alcanzar su reactor nuclear de Dimona, donde Israel esconde sus más de 300 bombas nucleares clandestinas (ex presidente Carter dixit).

¿Irán restablece su deterrence (disuasión) con Israel y Rusia impide la caída de uno de sus principales socios del eje Pakistán/China?

En represalia vengativa Israel podrá desparramar sus más de 300 bombas nucleares a todo el Medio Oriente, pero: ¿Se podrá salvar del lanzamiento letal de un misil hipersónico persa a su planta nuclear de Dimona?

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Se acabó la espera // Claudia, Presidenta // Momento histórico
Se acabó la espera: Claudia Sheinbaum ya es, oficial y constitucionalmente, la primera presidenta de México, y en el relevo republicano de gobierno y mando ella despidió a Andrés Manuel López Obrador cariñosamente como el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna, el presidente más querido, sólo comparable con Lázaro Cárdenas; detalló su eje programático sexenal, el segundo piso de la 4T; echó cuentas (“después de 200 años de la República y de 300 años de la Colonia … por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación, y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas”); reiteró la prohibición de prohibir, porque la libertad es esencia de la democracia; y envió un claro mensaje a una sombra, y lo que representa, que medio se alcanzaba a ver en uno de los extremos del presídium de San Lázaro: piénsenlo sólo por un momento: si el objetivo hubiera sido que la presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo. No, eso es autoritarismo, nosotros somos demócratas. Queremos que se termine la corrupción en el Poder Judicial.

Día de fiesta: Claudia Sheinbaum llegó radiante a San Lázaro en donde se encontró con su antecesor y comenzó el ceremonial de toma de protesta, de acuerdo con el artículo 87 constitucional (“protesto guardar y hacer guardar…”) y de ahí para adelante los próximos seis años, no sin antes subrayar que tengo la certeza de que consolidaremos juntas y juntos un México cada día más próspero, libre, democrático, soberano y justo. No les voy a defraudar. Les convoco a seguir haciendo historia. ¡Que viva la Cuarta Transformación! ¡Que viva México!

En su discurso, la presidenta Sheinbaum paseó por la historia mexicana y enalteció hechos y personajes que han dado cuerpo a la nación y ha formado el carácter de sus habitantes, a quienes invitó a reflexionar sobre lo que ha significado el cambió del modelo de desarrollo del país, pues pasamos del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad, lo llamamos el humanismo mexicano. Por eso, hablamos de una transformación profunda. Y aceptémoslo, a todas y a todos les ha ido mejor.

Con este pensamiento y su puesta en marcha, dijo Sheinbaum, se cayeron muchos mitos y engaños del pasado. Por ejemplo, durante el periodo neoliberal, ese que le costó tanto al pueblo de México y que marcó nuestra historia por 36 largos años, se decía que el Estado debía diluirse o subordinarse a las fuerzas del mercado, que si la economía se regaba desde arriba iba a llegar a los de abajo, que si aumentaba el salario mínimo iba a haber inflación y no iba a haber inversión extranjera, que si el Estado participaba en la economía iba a haber crisis económica y devaluación, que la corrupción era inherente al gobierno, que la libertad sólo existía en el mercado, que la educación, la salud, la vivienda y el salario justo eran mercancías y no derechos. Todo resultó falso. Por ello, para bien de México, de todas y todos, vamos a continuar con el humanismo mexicano, con la Cuarta Transformación.

Entre otros principios a seguir, subrayó: la prosperidad, debe ser compartida, o dicho de otra forma: por el bien de todos, primero los pobres; no puede haber gobierno rico con pueblo pobre; las y los gobernantes debemos ser honrados y honestos; el uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo ensucia el servicio público; la corrupción debe combatirse por ética y por principios, pero, además, como lo hemos visto, porque ahí radican los recursos necesarios para el bienestar del pueblo y el desarrollo de la nación; la honestidad da resultados; la autoridad moral es lo más importante, y esa no se compra en la esquina, se construye con una sola mística, la de luchar con honradez todos los días por un México con justicia, democracia y libertad; México es un país soberano, independiente, libre y democrático. Queremos la paz y la fraternidad de las naciones; nos coordinamos, más no nos subordinamos; condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación; la profundización de las desigualdades llevará siempre a la injusticia; en nuestro gobierno garantizaremos todas las libertades, la de expresión, de prensa, de reunión, de movilización; la libertad es un principio democrático y nosotros somos demócratas.

En fin, enorme momento histórico que vive el país.

Las rebanadas del pastel

¿Hasta dónde llegará el sicópata Netanyahu? ¿Hasta dónde la Casa Blanca?

Twitter: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

Poesía vegetal
Increíble, dije, acabando de leer esta visión: Tallos, 1, de Laura Solórzano: Donde el arte expone su prisma de apertura / sin prisa y sin rumbo: donde empieza el tallo // se afina la nota salida desde la página al más allá / y se expresa en la germinación de cada garganta // como cuando el deleite cabalga entre los huecos / como puño herido que siente un poco más la pequeñez. // Vemos que se abre el arte e introduce su visión y tenemos el alma en un hilo que la mente jala // somos una puntuación, el oficio del significado / cuando el tallo levanta su verdor de verdad.

Citamos de Bailan su muerte las flores blancas, editado por Al Gravitar Rotando, dedicado al pueblo palestino y uno de cuyos epígrafes, de Maeterlinck, reza: Ese mundo vegetal que vemos tan tranquilo, tan resignado, en que todo parece aceptación, silencio, obediencia, recogimiento, es por el contrario aquel en que la rebelión contra el destino es la más vehemente y la más obstinada.

Prosigamos. Jazmín: Salí a mirarte. El resplandor desbaratado en su descenso, alumbraba el contorno de tu agitación. Tú extendías un armazón quebradizo por encima de la barda y cayendo al centro, bailaban su muerte las flores blancas, formando un tapiz. Salí a mirar tus proporciones de batalla, la multitud de tus manos, la emoción perdida en el zumbido del viento, tu cuerpo aferrado sin detenerse y en el hechizo de no soltarse, tus filamentos permitían el balanceo rítmico de la fragilidad que respira fragante como la inconsciencia.

El trabajo de la poeta jalisciense, siempre sencillo, nunca fácil, es, y desde hace tiempo, uno de los más originales, y me atreveré a decir que de los de más actualidad en la lírica contemporánea mexicana.

Nuestra columna es breve. Así es que despidámonos con este Guayabo: Mientras la savia lo recorre / el guayabo expone su dibujo en el patio. / Tiembla con un ritmo retorcido / y sacude las amarillas esferas de carne. // Mucho antes que su perfume / termine en el postre / ellas surgen desde las diminutas flores blancas / que sucumbieron en la transformación. // El pecho resiste el desorden del viento / y se agarra al suelo con piernas nocturnas. // Se puede ver que se detiene un ave y se aleja / un despojo de nube. // La tarde le rompe su espalda de hojas / rompe la inclinación tranquila. / Se cimbra y cae un amarillento futuro de olores / y siempre hay otras que siguen rodando.

EDITORIAL
El arribo de Claudia Sheinbaum Pardo a Palacio Nacional ha sido un evento histórico desde múltiples perspectivas. Destaca, por supuesto, lo señalado por la propia mandataria: se trata de la primera mujer en ocupar la Presidencia en más de 200 años de vida independiente, un hito que trasciende su realización personal, porque representa el triunfo de millones de mexicanas en su incansable lucha por acabar con la inveterada desigualdad que padecen. Al mismo tiempo, culmina una transición fluida, sin confrontación ni impugnaciones, libre de las crisis que marcaron el corte sexenal en tantas etapas del pasado. El evento de investidura, además de ser un acto plenamente institucional e irreprochable, estuvo cargado de simbolismos con la Presidenta recibiendo la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez con la asistencia de una cadete y siendo recibida en el Congreso por una comisión integrada en su totalidad por legisladoras.

Desde sus primeras palabras como titular del Ejecutivo, Sheinbaum Pardo reivindicó su pertenencia al proyecto político que comparte con Andrés Manuel López Obrador y rememoró el atropello sufrido por éste en ese mismo recinto de San Lázaro hace 19 años, cuando las derechas intentaron apartarlo de la contienda meses antes de perpetrar el fraude electoral que impuso al calderonato. Ustedes nos van a juzgar, pero todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia, dijo entonces el dirigente tabasqueño, y la historia, en efecto, ha juzgado.

La Presidenta expuso un proyecto de gobierno que, de acuerdo con lo ofrecido en el transcurso de su campaña electoral, es una incuestionable continuación del obradorismo. Con todo, pueden anticiparse tres notables diferencias entre el sexenio que empieza y el que terminó: un énfasis en la reivindicación de las mujeres, con el explícito anuncio del primer gobierno feminista en la historia de México; el énfasis en la atención a los problemas medioambientales y el combate al cambio climático, y el acento en el impulso a la ciencia, la investigación y el desarrollo tecnológico como palancas del bienestar. Estos puntos reflejan el relevo generacional al que tanto se refirió el ex mandatario desde que arrancó el proceso sucesorio, así como la personalidad, la formación y la trayectoria profesional de la mandataria, quien es una científica sobresaliente y experta en medio ambiente.

El discurso inaugural fue, a la vez, una declaración de principios y un puente entre lo que su partido ha denominado primer y segundo pisos de la Cuarta Transformación. Este proceder resulta lógico si se atiende al hecho de que el modelo implantado por López Obrador concilió intereses tradicionalmente opuestos, como muestra el que los ingresos empresariales hayan crecido al mismo tiempo que los trabajadores experimentaron una recuperación histórica del poder adquisitivo del salario. En este contexto, no había razón para romper con un modelo exitoso en lo político, lo económico, lo institucional y lo social, y quienes esperaban un deslinde se equivocan de modo garrafal.

Fallan porque confunden un cuarto de siglo de convergencia política y admiración mutua con la adulación que ellos practicaron. Y yerran, sobre todo, porque exigen a la mandataria traicionar no a su antecesor, sino a más de 35 millones de mexicanos que votaron por ella para que consolide y continúe el camino iniciado por López Obrador. En suma, tanto en su alocución oficial como en la celebración popular posterior en el Zócalo capitalino, la nueva mandataria se comprometió a continuar, actualizar y enriquecer el legado de López Obrador, sin desconocer la persistencia de desafíos de la envergadura de la inseguridad o de la conflictiva relación con Estados Unidos, un vecino y socio comercial que amenaza con arrastrarnos en su acelerada descomposición. La presidenta Sheinbaum tiene a su favor condiciones políticas y económicas favorables para enfrentar tales retos. Que sea para bien.

Brilla la banda presidencial

La banda presidencial lució digna y bella como nunca.
Maria M. Martinez B.

Bienvenida, primera Presidenta de México
La voz retumba en los oídos y hace polvo las fronteras, como la hoja más fresca del árbol de toda nuestra historia que se muestra altiva y generosa, y se contonea ante los vientos de todos los puntos cardinales. Sí, por supuesto, sin pedir permiso al siempre acosador y represor propio y extraño, del consciente y subconsciente ideológico para darle paso al sentimiento vivo, que se regodea en reconocer y atestiguar un momento estelar.
No es el corazón que se le trepa al encéfalo y viceversa, sino ambos interpretando y a la vez bailando el colectivo que en cada vuelta confunde al exclusivo latinoamericano realismo mágico con mágico realismo.Cómo no compartir a la Alaíde y Valeria, sangre de mi sangre hasta el tuétano, de la colega economista e ingeniera arquitecta, que vía el celular se emocionan, traigo la piel chinita, una mujer presidenta, muy simbólico que después de AMLO llegara una mujer, que legalice el aborto en todo el país y ya me tiene la Presidenta, cómprenme mi periódico. Zas, a mi nomás me alcanza para La Jornada.Venga, pues, compañera generacional del CEU, venga jefa de Estado, sí, llegaron todas contigo, tomen todas las manos necias, ¡bienvenida, Claudia Sheinbaum!
Ismael Cano Moreno

Respuesta de Iván Restrepo a Pável Granados
En relación con la extensa carta en la que Pável Granados buscó refutar lo que escribí el lunes pasado sobre su desaseado desempeño como director del Canal 22, reitero que lo nombraron sin reunir los requisitos legales y técnicos para dicho cargo.No deseo detallar nuevamente las irregularidades que rodearon su gestión. Y agregar otras. Corresponde enmendarlas a la nueva administración del canal y a la Secretaría de Cultura. Ese es el propósito central de mi texto. No otro, como sugiere el ex director.
Iván Restrepo

El sueño se ha hecho realidad
Crecí entre pancartas, entre volantes que exigían justicia social, laboral, etcétera.
Crecí entre recuerdos de la lucha obrera en México, con un dirigente del movimiento ferrocarrilero de 1959 y con tíos que continuaron la lucha años después en 1989.Crecí con un papá que apostó todo en la lucha sindical.Crecí entre héroes y heroínas anónimos que nos contaron sobre la lucha sobre la necesidad de justicia.Crecí entre hombres y mujeres que creían que la llegada de la izquierda al poder era una utopía.Crecí, crecí y un día una pizca de esa gran lucha de aquellos hombres y mujeres de a pie se vio consumada en las urnas. Las lágrimas corrían por sus rostros, esa sonrisa de par en par sabía a esperanza.Seis años después la nostalgia no cabe en el corazón porque no se trata sólo de un hombre, se trata de todos los que nunca dejaron de soñar. Hasta siempre, presidente.
Jazive Jiménez

Abraza a Claudia Sheinbaum
Ante lo inevitable y una historia justa que le da el adiós a un gran gobernante, hay que dar la bienvenida a Claudia Sheinbaum. Con ella llega lo nuevo, lo nunca visto, aunque paradójicamente se nutra de una 4T que ya existe. Es que el caso es diferente al anterior, porque llevando los mismos principios, están en unas manos femeninas que actúan de manera diversa, en el hablar, en el dictar, en la forma de tomar decisiones y sus ojos ven de otra forma al país. Se buscará el mismo fin, es cierto, un gran cambio en este país, pero la manera de buscarlo tendrá otros confines y otras etapas tanto de consolidación, que de diversidad en la forma. Como una mujer mayor, que comparte el privilegio con casi 130 millones de mexicanos de ver esta gran novedad, me sumo en un abrazo estrecho al arribo. Son las manos de una mujer las que llegan y desde ahora ¡el poder es femenino!
Tere Gil

Invitación
Presentación de libros

Se hace una atenta invitación a la presentación de los libros de Francisco Colmenares Rebeldía, Tlatelolco y cárcel en Lecumberri, y de Américo Saldívar Senderos de vida: Memorias de solidaridad, represión y lucha. Estos libros constituyen un homenaje y narrativa sobre el 68, así como de las experiencias vividas por ambos en el Palacio Negro de Lecumberri. La cita es mañana a las 18:30 horas en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía, en CU.
Francisco Colmenares C. y Américo Saldívar V.
 
Todas las estructuras jurídicas están crujiendo desvencijadas. Resienten el peso y el paso del tiempo, padecen las cargas ideológicas burguesas y el tonelaje demencial de injusticias consustancial del capitalismo. Era de esperarse que el esqueleto leguleyo no resistiera más y que sus lebreles comenzaran a organizar quirófanos jurisprudenciales para demorar la autopsia de un cadáver en descomposición acelerada. Hace falta mucha crítica y autocrítica. Esto no se arregla con reformas.

Bajo el capitalismo la justicia es también una mercancía de lujo. Por más esfuerzos teóricos y retóricos que las burguesías han hecho para ilusionarnos con una teoría del derrame justiciero, donde las clases subordinadas (salarial, educativa, sanitaria y humanamente) alcancen a limosnear una parcela de filantropía jurídica, el esperpento de injusticias es infernal y ya no hay modo de esconder al Frankenstein ideológico con que pretenden impartir su justicia. Este asunto no admite eufemismos. Hay que ir a fondo.

Es absolutamente injusta la disparidad salarial, las condiciones de trabajo, el insumo de tiempo y el ningún trato de dignidad para la clase trabajadora. Es injusta la escasez de servicios de salud, que nunca ha sido expedita, eficaz ni desmercantilizada. Es injusta la marginación educativa, las condiciones de los establecimientos y el manoseo sobre los profesores sometidos a modelos educativos miserables cuando deberían ser emancipadores y revolucionarios. Son injustas las condiciones objetivas de la vivienda, para la inmensa mayoría de las personas obligadas a pagar más de la mitad del salario a cambio de un lugar para meter la vida, porque la vivienda en general está por debajo de toda dignidad elemental. Es injusta la violencia de un sistema económico, corrupto por definición, en el que reina el individualismo, el mercantilismo y la desigualdad, como si fuesen un mérito moral. Este cúmulo de injusticias contra los pueblos debería ser castigado, prohibido y desterrado para siempre. Si hubiere, en su sentido social e histórico más valioso, justicia.

Incluso es injusta la idea de felicidad burguesa que se ha implantado como parámetro del éxito. En sociedades que postergan consuetudinariamente todo género de dignidad para los pueblos, se vuelve obscena la risotada banal, el regodeo de placeres superfluos, el lujo, el dispendio, el éxtasis con la estupidez. Mercancías ideológicas, todas ellas y más, que intoxican los imaginarios colectivos y confunden a más de uno que no se percata o que rehúye a la conciencia del despojo, incluso de la felicidad real que sería muy otra sin el fardo de baratijas que han convertido a la felicidad misma en una mercancía chatarra hinchada de placeres banales e individualistas. Muchas veces en traje de baño. Como en la tele .

Eso podría frenarse de inmediato si la lógica de la justicia fuese lucha social emancipadora para modificar y controlar, permanentemente, toda instancia jurídico-política. Arrebatar a la burguesía los controles leguleyos y tramposos que han impuesto contra el desarrollo libre de los pueblos y de sus fuerzas productivas y organizativas. Y no contentarse con reformas de coyuntura, sin negarles su utilidad relativa. La guerra ideológica burguesa, en los territorios jurídicos, no es otra cosa que el despliegue de ataques para garantizarse dominio eterno sobre la economía, la política y la mentalidad sumisa. En el circo legaloide financiado por las oligarquías, brillan hoy peleles entrenados para atraer adeptos, o adictos al show de las payasadas con togas. Son mercancía nada barata las vociferaciones o susurros de los jueces y las juezas, sus altanerías y palabrerío a destajo… operando en simultáneo sobre la confusión y con fake news, cada día más espectaculares en los altavoces monopólicos disfrazados de medios de comunicación. El Poder Judicial como negocio de unos cuantos y como cárcel para el resto.

Comercian con los dolores sociales más hondos que ellos mismos han propinado a los pueblos. No tienen vergüenza en hablar de esa justicia que convirtieron en uno de sus grandes negocios. No les ruboriza hablar del delito fabricado por ellos mismos para protegerse y enriquecerse. No les tiembla el pulso para desplegar su justicia con banderas de antipolítica que ellos mismos han prohijado en sus sectas privilegiadas. Dicen servir a la patria, a los pueblos y a la República mientras desgarran sus vestiduras defendiendo sus no pocos privilegios hinchados con palabrerío dogmático y fanático. Lo hemos visto miles de veces; nos han derrotado con sus engaños y siempre lo exhiben como lo nuevo y lo que siempre hemos querido.

No aceptemos las manías del reformismo gatopardo. Urge una revolución de las conciencias también en los terrenos de la justicia, las leyes y todo el berenjenal de reglamentos, códigos y disposiciones para controlar a los pueblos. Nos sirve aquí la semiótica de combate para transparentar el sentido de las reformas, sus límites y sus alcances ante la realidad. No queremos una reforma judicial absorta en devaneos metafísicos ni escolásticos; no nos sirve como otro objeto de estudio para contemplar los modos, los medios y las relaciones de producción de sentido sin intervenir en su transformación radical en el marco de la disputa capital-trabajo, donde se dirime la realidad. Si realmente fuésemos una sociedad en que el patrimonio de la humanidad más grande fuese la humanidad, no harían falta las leyes.

No nos sirve una reforma judicial tapizada con simplismos y sin identificar y castigar los crímenes del enemigo de clase, sin subsanar nuestras debilidades y heridas históricas, como la usurpación de los recursos naturales y la mano de obra esclavizada. En los trasfondos de cada reforma de las leyes y su parafernalia, es indispensable identificar, nombrar y caracterizar el dinero que la nutre, transparentar su financiamiento, acompañando tal transparencia con una pedagogía revolucionaria de la justicia porque, entre las patologías semióticas de nuestros tiempos, pulula un cinismo de nuevo género, se ha hecho blindaje de toda injusticia disfrazada de legalidad. Hay muchos casos de corrupción extrema legalizada, como el capitalismo mismo, con mil disfraces de abogados lenguaraces. No contemplemos su espectáculo con los brazos cruzados. Buena parte de la parafernalia burguesa, en defensa de su justicia, es un compendio de aberraciones propagandísticas que se han naturalizado en un paisaje de sobreproducción de injusticias con amasijos ideológicos burgueses. Contra eso hay que politizar y democratizar a la justicia. No más engaños ni autoengaños.

Ricos insumos informativos y analíticos sobre los menonitas han sido publicados en el número más reciente de La Jornada del Campo (https://acortar.link/dunVPc). Aquí solamente voy a referirme al personaje que, en el siglo XVI, sin él buscarlo, legó su nombre a personas que debieron deambular por buena parte de Europa debido a cruentas persecuciones: Menno Simons.

Menno nació en 1496, en una población pequeña llamada Witmarsum, Friesland, Holanda. Sus padres decidieron consagrar a Menno al servicio de la Iglesia católica y lo ingresaron, a los nueve años, en el cercano monasterio franciscano de Bolsward. A los 20 años hizo votos de novicio, y ocho años más tarde recibió la ordenación ­sacerdotal.

Junto con dudas sobre la transustanciación (¿eran realmente transformados el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo mediante la declaración del sacerdote?), Menno Simons comenzó a leer la Biblia en 1524, sobre todo el Nuevo Testamento, y en eso no llegué lejos, antes de ver que habíamos sido engañados y mi anteriormente mencionada conciencia afligida fue liberada de esta aflicción, sin toda instrucción humana.

Menno, todavía como sacerdote católico, predicaba conforme a lo que iba comprendiendo de sus lecturas bíblicas. También leyó obras de Martín Lutero y conoció grupos que habían roto con el catolicismo romano. Lo que aceleró el cambio en las concepciones de Menno sobre lo que significaba seguir a Cristo, fue conocer acerca de la decapitación del sastre Sicke Snyder, el 20 de marzo de 1531 en Leeuwarden, por haberse rebautizado de adulto. Para él, sonó extraño a mis oídos que se hablara de un segundo bautismo.

Para cuando Menno supo acerca de pequeños grupos que practicaban el bautismo voluntario de adultos conscientes del acto en el cual participaban, los llamados anabautistas (rebautizadores) tenían al menos una década de haber tomado un camino propio, distinto al de las iglesias territoriales católicas y protestantes. La ruptura con el teólogo reformador de Zúrich, Ulrico Zuinglio, se hizo evidente cuando anteriores aliados a él decidieron que el bautismo de infantes (que continuaba practicando Zuinglio) carecía de bases en el Nuevo Testamento y decidieron bautizarse entre ellos el 21 de enero de 1525.

Como en otras iglesias territoriales, la de Zúrich tenía respaldo gubernamental y, a causa de la unión religiosa/política entre la confesión oficial del territorio con las autoridades civiles, estaba prohibido profesar una religión diferente a la resultante de la simbiosis Iglesia/Estado. Los anabautistas fueron perseguidos y sus liderazgos mermados por las penas de muerte a que fueron sujetos. La dispersión de los perseguidos, así como factores endógenos en varias partes de los Países Bajos, Alemania, Austria y Moravia, dieron origen a células anabautistas que se reunían clandestinamente o con restricciones por parte de las autoridades como en Estrasburgo.

En 1532 Menno Simons es enviado a Witmarsum, su aldea natal, para encargarse de una parroquia. Entró en contacto con anabautistas, pero no se hizo uno de ellos, aunque ya tenía creencias similares. Los acontecimientos insurreccionales de 1534-35 en Münster, donde dos autoproclamados profetas (Jan Van Leiden y Jan Matthijs) encabezaron mediante violencia el establecimiento de la Nueva Jerusalén y anunciaron el advenimiento del Apocalipsis, sacudieron la conciencia de Menno Simons dado el trágico desenlace en el que terminó el experimento: la represión sangrienta por parte de las autoridades católicas, así como la posterior desbandada de quienes Simons consideraba habían sido cautivados por las visiones milenaristas de líderes que se creyeron ungidos para instaurar el reino de Dios por asalto y a través de la violencia.

Menno Simons abandonó el sacerdocio en 1536. Se unió al grupo encabezado por Obbe Philips y fue bautizado por él. Comenzó su ministerio pastoral itinerante entre las células anabautistas dispersas en los Países Bajos y el norte de Alemania. Contrajo matrimonio con Gertrude, con quien procrearía dos hijas y un hijo. Menno dio continuidad a la línea dominante en el anabautismo, la de libertad de conciencia y no violencia.

Un decreto el emperador Carlos V (7/12/1542) puso precio a la cabeza de Menno Simons, ofreció una recompensa de 100 florines de oro. Sobre las condiciones persecutorias en su contra, escribió: Yo, con mi débil esposa e hijos, hemos sufrido por 18 años ansiedad, opresión, aflicción, miseria y persecución. Con peligro de mi vida he sido obligado a arrastrar en todas partes una existencia de temor. Sí, cuando los predicadores reposan en cómodas camas y sobre mullidas almohadas, nosotros generalmente tenemos que ocultarnos en lugares apartados. Cuando ellos en bodas y en banquetes bautismales andan de parranda con gaitas, trompetas y laúdes, nosotros tenemos que estar en guardia cada vez que ladra un perro, temiendo que pueda haber llegado el funcionario que viene a arrestarnos. Cuando ellos son saludados por todos como doctores, señores y maestros, nosotros tenemos que oír que los anabautistas somos predicadores ilegítimos, engañadores y herejes y somos saludados en el nombre del diablo. Resumiendo: mientras ellos son gloriosamente recompensados por sus servicios con cuantiosos ingresos y buena vida, nuestra recompensa y porción tiene que ser fuego, espada y muerte.

Uno. En 10 meses de gestión, el liberticida Javier Milei logró que la pobreza creciera a 53 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Indicador que, de incluir a sectores bajos con ingresos fijos que vienen perdiendo poder adquisitivo, ascendería a 74 por ciento (35 de 47 millones de argentinos).

Dos. Desglosados, los números del Indec registran 8.5 millones de indigentes, y en pobreza más de la mitad de los menores de 14 años. Castigo que en los de 15 a 29 años trepa a 60 por ciento, en tanto 48.6 de los que tienen de 30 a 64 años, llevan una vida precaria. Ni hablar del salario mínimo, que perdió 26 por ciento.

Tres. Unicef estima que un millón de niños se van a la cama sin cenar en el país de los alimentos. Y con el miserable pretexto de que los movimientos sociales viven-del-Estado, el liberticida dejó de suministrar alimentos a millares de comedores populares. De tal suerte que la Iglesia, de un lado, y el narco, por el otro, suplieron la tarea.

Cuatro. El electroencefalograma plano de Milei fue diseñado por el ultraliberal Alberto Benegas Lynch, quien en los años 90 sirvió de nexo entre los tecnócratas neoliberales formateados por el llamado Consenso de Washington, y el peronista faccioso Carlos Menem.

Cinco. Primo segundo del Che, Benegas Lynch inyectó en su criatura de laboratorio la idea de que la justicia social es una aberración, los derechos humanos un curro (negociado), los luchadores sociales terroristas, la educación pública un costo, y las universidades estatales, junto con los institutos de investigación científica, centros de adoctrinamiento. A más de impugnar la memoria histórica y símbolos patrios, la noción de soberanía, el respeto a jubilados, el acceso gratuito a la salud y medicamentos, siga usted.

Seis. Orientado por su tutor, Milei prestó atención al economista Ludwig von Mises (1881-1973), ideólogo de la escuela austriaca (pionera del neoliberalismo), que en su libro Liberalismo (1927), vislumbró en el fascismo una herramienta de emergencia contra el bolchevismo. No obstante, creer que Milei es fascista, sería ofender a Mussolini, subestimando a millones de jóvenes que lo votaron para expresar su enojo contra la deplorable gestión presidencial de Alberto Fernández, denunciado hoy, penalmente, por satiriasis.

Siete. Más atinado, creo, sería decir que lejos de ser un outsider o fenómeno político, el liberticida surgió del perfil histérico de una sociedad culturalmente yoísta, apátrida, antipopular, conservadora, y visceralmente antiperonista, que en el balotaje, con fina intuición clasista, volcó sus votos (25.66 por ciento) a los cosechados por La Libertad Avanza (sic) en la primera ronda electoral (29.99).

Ocho. Ahora bien. ¿Cómo se logró en tiempo récord, el desastre de lo que el liberticida, hieráticamente, llama milagro argentino? ¿Destruyendo el Estado desde adentro, como suponen algunos, o usándolo de garantía para subastar los recursos naturales del país, y honrar-los-compromisos-externos? (leáse: saqueo del FMI y los f ondos buitres de inversión).

Nueve. Para ello, Milei degradó o eliminó 12 ministerios de un plumazo, congelando la obra pública y dejando a docenas de miles de trabajadores estatales en la calle, a saber:

Ministerios de Educación, Cultura, Trabajo, Desarrollo Social y de la Mujer, agrupándolos en el Ministerio de Capital Humano (sic).

Ministerios de Transporte, Obras Públicas y Desarrollo, agrupándolos en el Ministerio de Infraestructura (sic).

Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, junto con el de Turismo y Deportes, transferidos al Ministerio del Interior (Gobernación). En tanto, el de Ciencia, Tecnología e Innovación pasó a la jefatura de gabinete, y el de Justicia y Derechos Humanos cambió su nomenclatura a, simplemente, Ministerio de Justicia.

Diez. Días atrás, Milei disertó en la asamblea general de la ONU, y criticó al organismo por imponer una agenda ideológica (sic). Entonces, el grueso de los 193 representantes abandonaron el recinto, y algunos recordaron, posiblemente, el Día Mundial del Gorila (sic, 24 de septiembre).

Once. De paso, nuestro héroe del mes asegura estar librando una batalla cultural contra el socialismo (sic). Sólo que en casa, tal batalla se libra contra el peronismo desde hace fúuuu… Una identidad político/cultural, que la fauna oligárquica ha tratado de erradicar con leyes antilaborales, persecuciones, cárcel, tortura, desaparecidos, asesinatos y genocidio. Habiendo sido el fallido magnicidio contra Cristina Fernández el último intento para dispersar la caballada que no olvida a Juan Domingo Perón.

Doce. El gran pensador cubano José Antonio Portuondo (1911-96), decía: la cultura es la expresión de la conciencia nacional. Por consiguiente, veremos si en el país de Maradona y Freud, el cruel humanoide que las fuerzas del cielo (sic) sentaron en la silla presidencial, consigue borrarla de todo un pueblo, enajenando a una sociedad enferma.

Primera parte https://www.jornada.com.mx/2024/09/18/opinion/019a1pol

Este final de septiembre y el 1º de octubre son, o han sido, de polémica, exigencias y confrontación. Los terrenos medios han sido borrados y cada quien cava su trinchera. En la visión de conjunto se observa una enorme disparidad: de un lado millones, decenas de millones de mexicanos tranquilos, alegres incluso, y del otro, una minoría que se ve, a sí misma, como selecta. Todos ellos apuntan hacia dos personajes, actores de primera línea que derraman su influjo sobre los demás. Son, como ex presidente y flamante presidenta, los puntos centrales del drama nacional y el foco de esos conjuntos de ciudadanos. Unos se muestran agradecidos por lo recibido, expresan apoyos que llegan a lágrimas. Otros elevan feroces reclamos y disparan severas críticas –negativas– a la vez que adelantan necesarios alivios y suavidades futuras. La división es tajante, sin factibles puntos de contacto salvo una esperanzada plegaria hacia una presidenta suave, racional y comprensiva respecto de las posturas de cada conjunto en pugna.

Para el final de septiembre se materializó un terreno ya muy trillado por el odio de unos cuantos, opacados por los buenos recuerdos obtenidos por la mayoría. En cuanto al 1º de octubre hay también división, aunque menos tajante. Se pide y desea que doña Claudia continúe sobre la avanzada senda transformadora exitosa, una que, empero, requiere trabajos adicionales para su mejoría y perfección. De ella, como militante y conductora, emana la firme creencia que no habrá desviaciones en la consolidación del modelo justiciero. En la esquina de enfrente se ruega, casi suplica, que opte por su propia y distinta versión de gobierno. Ello implica –le aseguran– separación de la herencia maldita y estrujante, modelada tras la tragedia sexenal pasada. Le urgen a que no caiga en confrontaciones rijosas, sino que edifique sobre un gobierno conciliador y abierto a las sugerencias que ya se le hacen para retornar a la concordia. Por supuesto que ello implica adecuar reglas, proyectos y decisiones, que repongan todo o buena parte del modelo ­concentrador.

Como se puede fácilmente concluir, la pelea por estos enfoques, para nada ocultan las distintas visiones confrontadas. Unas impiden a las otras y no se complementan, sino que se excluyen. Así, las rutas políticas, económicas, sociales o culturales, que fueron materia de los impulsos transformadores pasados, marcarán el empeño venidero. Pensar en la mezcla del justo medio o la negociación, conduciría a la necesaria cesión o, incluso, en traición a lo ya encaminado.

Es prudente dar una revisada, aunque sea somera y reducida, a lo que los guías mediáticos de la oposición publican en estos días convulsos y esperanzados. Ahí se encontrarán las respuestas que se habrán de dar mañana. Un resumen concluye que, el pasado sexenio es de destrucción. Y las columnas de la República son ruinas. En ese periodo se cortaron las cuerdas del diálogo. Ninguna voz ajena mereció respeto y secuestró al gobierno entrante por simples obsesiones. En cuanto al perfil de Claudia Sheinbaum se le concibe ya como una presidenta sin palabra, motivo de consternación. Optar por el legado de Obrador es, simplemente, no ser demócrata. Así, el cuadro obtenido en estos tiempos habla de la ruta que ya parecen haber escogido como pauta de su accionar. Seguirá un concurso de diatribas que, después, desembocarán en acusaciones de incitar a la polarización. Los opinócratas que, desde sus púlpitos, condenaron todo lo hecho entre 2018 y 2024, sin excepción, catalogado, sin pizca de duda, como periodo de solemne y oscura tragedia. Muy pocos de los tribunos, que la élite ha conservado en sus puestos de visionarios, reconocen mérito alguno de lo pasado –salvo uno que otro– la reducción de la pobreza. Para nada hablan de la notable mejoría en desigualdad, tanto regional como individual. Quizá por que les afecta de manera directa. Cómo tampoco apuntan al uso y rescate de recursos para construir, asegurar derechos, reponer dignidades y confianzas personales.

Será en extremo difícil abonar un terreno para el entendimiento y la colaboración, pero se debe intentar. Esa será una tarea de gran profundidad que le espera al próximo gobierno que empieza tras este, casi bendito, día de octubre.

Por lo pronto, ahí quedan las entonadas voces que, por millares, dicen que es un honor estar con Obrador, al parejo del complemento: de Claudia hoy. Después del crecido número de virreyes y presidentes, todos hombres, habidos en México, desde la Colonia y el país independiente, una mujer inicia una historia diferente. Tiempos de fundaciones y cambios.

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