La iglesia La Luz del Mundo construye un templo monumental justo a los pies del cerro del Cubilete, uno de los mayores centros de peregrinación católicos. La diócesis de León se muestra despreocupada, pero el antropólogo Luis Miguel Rionda Ramírez advierte el riesgo de que surjan expresiones de intolerancia en la tierra de los cristeros.
SILAO, GTO.- A 17 kilómetros de distancia del Cristo Rey de la Montaña, a los pies del cerro del Cubilete, asoman los cimientos que día a día, desde hace dos meses, una treintena de trabajadores convierten en la base que sostendrá un enorme santuario.
Sus dimensiones se anuncian en una imagen impresa en una lona que pende de la pared de una cocina que alimenta a los voluntarios provenientes de todos los rumbos del estado, pero también de Querétaro y Guadalajara.
Cambian turno a diario y cumplen su jornada sin cobrar.
En la foto se ve surgir de la amplia base una delgada torre, de la cual emerge una vara dorada que dará al edificio una altura total de 60 metros, similar a la de un edificio de al menos 28 pisos.
El edificio, todo azul, reflejará la luz del sol y contará con una iluminación especial en sus múltiples cristales, que lo hará visible a gran distancia. Luces de láser y sectorizadas coronarán el emblema escultórico de la vara de Aarón, según la descripción del proyecto.
La agrupación religiosa Iglesia del Dios Vivo, columna y apoyo de la verdad –conocida como Luz del Mundo– erige este templo, al que sus integrantes llaman “Torre Monumental de la Fe”.
Se calcula que costará unos 20 millones de pesos.
Así, desde hace dos meses el entorno del Cristo del Cubilete ha comenzado a modificarse en virtud del proyecto que sin duda cambiará la perspectiva de la arquitectura religiosa en esta área, hasta ahora defendida férreamente por la jerarquía católica entre los feligreses. Justo aquí, en el corazón del Bajío, el centro geográfico de México, marcado hasta ahora en la historia nacional como la zona más consolidada del catolicismo.
Pero el proyecto es mucho más que un mero templo: se trata de un complejo que incluye un fraccionamiento habitacional, escuelas, locales comerciales. Es una de las microciudades que Luz del Mundo llama “hermosas provincias”, similar a las que existen en Guadalajara –su sede principal en México– y en Fortín de las Flores, Veracruz.
Todo rodeará al proyecto central, la Torre de la Fe, otro de los imponentes edificios que la agrupación construye para expandirse por el territorio nacional.
Cada uno es muy diferente y resaltan en el paisaje de sus localidades, como el que fue inaugurado el año pasado en León, sobre el bulevar Vicente Valtierra, con sus torres y ventanales estilo morisco, y capacidad para 2 mil personas.
Aunque ninguno alcanza la espectacularidad arquitectónica de la sede principal en Guadalajara, se prevé que el de Silao tenga la misma altura que aquél.
Para el antropólogo Luis Miguel Rionda Ramírez –quien ha investigado la historia de la religión católica y su influencia en la zona del Bajío–, el desplazamiento de la religión católica en la zona había tardado en manifestarse abiertamente aun cuando, en este caso en particular, advierte del riesgo de que surjan manifestaciones de intolerancia o “defensa del territorio” del Cubilete por parte de la jerarquía o feligreses católicos.
“En un mundo que ha cambiado tanto, era natural la penetración de otras creencias y de otras sectas. Tenía que causar un efecto de rompimiento del monopolio católico –porque lo era en los hechos–, y sencillamente está sucediendo lo que tenía que suceder en un mundo tan comunicado como el actual. Esto va a ser la constante en los años por venir: veremos más alternativas religiosas”, refiere el investigador de la Universidad de Guanajuato, y añade:
“Lo negativo sería expresar una reacción de rechazo, intolerancia; aunque deberíamos irnos acostumbrando a entrar a este mundo cada vez más diverso, con las opciones religiosas al alcance de cualquiera… Hay aquí una tradición de violencia religiosa; hay que recordar nada más que la voladura de la primera estatua del Cristo Rey fue uno de los motivos de la rebelión cristera.”
No obstante, la construcción de este nuevo bastión de la iglesia Luz del Mundo para el centro del país parece tomar por sorpresa a las autoridades católicas de la zona.
Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1728 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 13 de diciembre.
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