México: En elecciones fraudes y engaños; en movimientos de masas, desalojo y represión, ¿qué camino queda?
Pedro Echeverría V.
1. Gómez Mont, secretario de Gobernación, declaró en Mérida (capital de Yucatán donde Bush-Calderón firmaron la Iniciativa fascista) que “aunque es complicado dar solución concreta al conflicto protagonizado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ésta “va caminando”, ya que se mantiene el diálogo entre las partes, pero no descartó la posibilidad de desalojar a los trabajadores del Zócalo capitalino, donde se instalaron en plantón permanente desde el pasado viernes. Al preguntarle si los desalojarán del Zócalo, el legislador Camarillo dijo que los integrantes del SME tienen el derecho de manifestarse, pero sin que lesionen a terceros. “No se les vaya a ocurrir empezar a cerrar calles, oficinas públicas o bloquear avenidas… hay una fracción en el SME, son los menos, que ha manifestado actitudes muy hostiles; es un pequeño grupo muy radical”.
2. ¡Qué maldito gobierno! Miles de los 44 mil electricistas despedidos han ocupado el Zócalo de la Ciudad de México como forma de presión y de lucha. El gobierno fascista de Calderón, usando declaraciones de su secretario de Gobernación y de sus panistas legisladores, quiere encerrarlos allí en esa plancha de concreto mediante la amenaza de desalojarlos si activan su movimiento. Sin embargo los electricistas, sin acobardarse, están conscientes que “son ellos o somos nosotros”, o recuperamos nuestro empleo o nos dedicamos a vender chicles o tacos. El gobierno quiere que no abran la boca, que no se muevan y se queden en su casa a lloriquear. Quizá piensa comprarle un cajita de chicles a cada uno para que se dediquen a vender; pero además podrían ser acusados de comercio ilegal como han acusado a otros millones de desempleados que tomaron el camino del comercio ambulante.
3. Calderón y el panismo saben que los grandes empresarios, los medios de información y los políticos más reaccionarios aplauden alegres porque al fin “ya era tiempo que el gobierno “se fajara los pantalones”. La ultraderecha exige paz y orden (como en los tiempos de don Porfirio) porque son las únicas condiciones para producir y explotar con intensidad la mano de obra. Dicen: “basta ya de inseguridad y caos que impiden que la economía mexicana progrese”. ¿Y los derechos de los trabajadores dónde quedan? Esos no importan -señalan los empresarios- porque primero está México. No cabe la menor duda que este es el sistema capitalista de explotación en el que los trabajadores, los seres humanos, no cuentan; lo que vale es la producción y el consumo capitalista que llevan a la plusvalía y a la acumulación del capital. Lo que cuentan son las ganancias millonarias.
4. Durante la década de los noventa del siglo pasado se concentró el odio del pueblo contra el PRI y sus gobiernos después de someterlo durante sesenta años; pero después de dos años del funesto gobierno de Fox y los tres que lleva Calderón, es decir, desde 2002, la población consciente se dio cuenta que el PAN era igual de corrupto y ladrón que el PRI, que en poquitos años lo estaba superando. Eso fue la llamada “alternancia”: cambiamos de peor a súper peor. Pero lo que resulta más grave es que el PRI fue siempre represivo contra los grandes movimientos de los trabajadores, sin embargo no era tan tonto para confrontarse abiertamente con los trabajadores. En el caso del PAN –sobre todo desde que fue “electo” Calderón- se estrenó ordenando la represión despiadada, el asesinato y encarcelamiento de los dirigentes de la APPO. Demostró que “no le temblaba” la mano.
5. Si bien la década de los sesenta fue el estallido de la revolución de los jóvenes y las mujeres, los noventa en México fue la liberación de la opresión de los gobiernos del PRI y la masiva salida a las calles sin ningún tapujo. México, Oaxaca, Monterrey, Guadalajara, Michoacán- sobre todo el DF –aún con gobiernos priístas- fueron testigo de grandes y pequeñas manifestaciones de protesta para demostrar la terrible situación económico y política que vivía el país: la CNTE, electricistas, IMSS, telefonistas, trabajadores y estudiantes universitarios, zapatistas; después de arribo fraudulento de Calderón al gobierno y de lanzar al ejército a las calles, la represión comenzó a profundizarse en todo el país; el pretexto siempre fue el mismo que en Colombia: el combate contra el narcotráfico. Luego, en marzo de 2007 se firmó la llamada Iniciativa Mérida que aceleró la represión.
6. En los setenta (desde 1971) con el movimiento de masas de los electricistas del STERM encabezados por Galván, que peleaban por la titularidad del contrato colectivo contra el súper charro Pérez Ríos, comenzamos a ganar la calle en todo el país. Echeverría Álvarez, entonces presidente, parecía apoyar a Galván contra el charrismo nacional encabezado por Fidel Velázquez. A mi me tocó estar en Xalapa y Puebla. En 1968, un 13 de agosto, por primera vez se tomó el Zócalo por los estudiantes, dado que antes a las manifestaciones que salían del Museo de Antropología, La Diana, del Monumento a la Independencia, sólo se les permitía llegar al Hemiciclo a Juárez porque un poderoso bloqueo de milicos cerraba el paso. No puede olvidarse que las manifestaciones en los sesenta, dado que estaban prohibidas o toleradas, en cualquier momento podrían ser reprimidas.
7. A esta situación de represión nos está regresando el panismo de Calderón. Sus amenazas de desalojo son serias porque al PRD y los demás más partidos les importa un bledo, han perdido toda la dignidad y sólo les preocupan los cargos políticos. Pero los electricistas y sus dirigentes sabrán extender su movimiento. ¡Los fascista no pasarán! Porque si lo permitimos nos iremos al carajo todos los movimientos. Hay que estar muy bien preparados para permanecer en el Zócalo el tiempo necesarios y para organizar las comisiones que sean urgentes para la extensión del movimiento y para el abastecimiento de comida. Si Calderón se impone entonces estaríamos regresando 40 años; ello demostraría una vez que la izquierda ha desaparecido y la centroizquierda es parte definitiva del poder de la burguesía, esto por si alguien lo dudaba. ¡Electricistas, ustedes son el punto importante! Ustedes pueden ensañarnos otro camino de lucha.
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