Sólo en 25 países hay un 30 por ciento o más, dice funcionaria de la ONU
Por Marta Martínez, corresponsalBilbao, España, 16 mar 10 (CIMAC).- Inés Alberdi dirige desde 2008 el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), en Nueva York. Doctorada en sociología y especialista en temas de mujer y familia, esta sevillana también ha hecho historia al representar a España en un alto cargo en una agencia de la ONU
Desde la Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pekín, 1995), ¿Cómo valoraría el avance de la mujer en la política?
Las mujeres han aumentado su participación política, eso es indudable, pero tenemos que reconocer que si el avance sigue en los términos que se está produciendo, vamos a tardar muchos años en lograr un equilibrio o una situación de paridad. Se usa como indicador la participación de las mujeres en los parlamentos. En la actualidad, sólo hay 25 países que tengan un 30 por ciento o más de participación femenina, que es lo que en la plataforma de acción de Pekín se dijo que era el mínimo necesario para hablar de equilibrio.
Posteriormente, se habló del 40-60 por ciento como situación de democracia paritaria. Y al 40 por ciento han llegado sólo siete países.
¿Qué haría falta para acelerar el proceso?
En esos esfuerzos estamos trabajando. Una de nuestras cuatro prioridades es la participación de las mujeres en todos los terrenos de la vida social, la política, la economía, los niveles de decisión, estar presentes cuando se decide sobre un conflicto, se negocia la paz, cuando se discute la reconstrucción de un país. Pero en ese terreno hay mucho que hacer.
¿Cómo hacerlo?
En el tema de la participación política de las mujeres hay mecanismos, como las cuotas. En la mayoría de los países que actualmente las mujeres tienen un 30 por ciento o más de presencia parlamentaria ha habido cuotas de participación, es decir, mecanismos transitorios que ayudan a combatir los prejuicios y la discriminación.
¿Para que una democracia sea verdadera tiene que haber equilibrio de género?
Ése es uno de los rasgos, pero hay muchos más. Podríamos hablar de países que tienen las normas básicas de la organización política democrática y, sin embargo, unos nos parecen más democráticos de otros. Si los representantes políticos, los que toman las decisiones, son un reflejo de la comunidad, es decir, si las mujeres son la mitad en los órganos de decisión, en los parlamentos, de los ayuntamientos, se escucha a las organizaciones de mujeres, estamos dando datos de que esa democracia es más profunda. La igualdad de género es un rasgo fundamental para hablar de profundización de la democracia.
¿Cuáles son los espacios que más se resisten a aceptar la participación de la mujer?
Cuanto más poder tienen las instituciones, más resistencia ponen a la entrada de las mujeres. La política es un lugar difícil, pero en los ámbitos de mucho poder, como la dirección de las grandes empresas, bancos, grandes instituciones de la cultura, en las academias, los centros científicos, les cuesta mucho más.
Y luego, la Iglesia, algún día pedirá perdón a las mujeres por el retraso histórico que está teniendo en aceptar que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. También vemos que las únicas profesiones donde las mujeres brillan y tienen niveles de éxito o de máximas posiciones son en las que existen cuotas (cine, teatro, ópera). Pero habría genios, mujeres brillantes en todas las profesiones si no hubiera discriminación ni prejuicios.
¿Cuáles son las regiones en las que hay que poner más atención?
Hay una relación importante entre falta de participación política de las mujeres y falta de democracia. La democracia es la base para la participación política y social de las mujeres, pero hay otras limitaciones y la más grande es la pobreza. Con excepciones, hay una coincidencia entre niveles de desarrollo muy bajos, falta de democracia y dificultad de participación de las mujeres.
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