Virtual, opaco, bajo amenaza, convertido en negocio, ajeno a su naturaleza combativa, limadas sus aristas insurgentes, dominado por la confusión y el miedo: Grito felipista ahogado, falso, secuestrado, carente de respaldo popular en cuanto a su ceremonial de elite aunque íntimamente pronunciado en tonos irritados por un pueblo dolido y angustiado. Peor que nunca: capital federal céntricamente tomada por las fuerzas calderonistas que parecieran ensayar, al fin, la explícita toma armada de la ciudad de México, mientras en el resto del país los rituales se suspenden en las zonas bélicamente más calientes o se programan con sentido de rapidez preventiva.
El neofranquismo pinolero ha logrado la conversión de los ánimos insurreccionales conmemorativos en simple materia de farándula, concibiendo a la historia como espectáculo y a los héroes como actores movidos por ideología pasterizada. A eso fue dedicado con ahínco el año en curso, a desmotivar, a confundir, a atemorizar. Carretadas de dinero público transformadas en negocio privado para beneficio de diseñadores extranjeros. Manejo discrecional de contratos y prebendas a cargo de la anterior jefa de la oficina de la sedicente Presidencia de la República. Disolución de las posibilidades analíticas, es decir, críticas, de las fechas a celebrar, convertidas las instancias organizadoras de estas conmemoraciones en desfile de directivos y proyectos para acabar en la grisura actual, en una mediocridad intencional (o en confesión abierta de filiaciones históricas conservadoras, contrarrevolucionarias, como sucedió en Querétaro, donde el gobierno municipal panista colocó en las calles pendones con fotografías y breviarios de figuras a celebrar este año, http://bit.ly/9wpt0R como Victoriano Huerta y Porfirio Díaz).
Calderón se ha esmerado, además, en ahuyentar la histórica afluencia masiva al primer cuadro de la capital del país, temeroso de incidentes, sabedor de riesgos, y no solamente a cargo de los cárteles no protegidos del narcotráfico que, en otras partes del país, han expresado su rechazo al tutelaje oficial de sus adversarios delincuenciales mediante el estallido de granadas o el uso de armas de fuego. Vean el Grito por televisión e Internet, dice Los Pinos, mientras la SEP advierte que habrá cupo limitado en la Plaza de la Constitución y sus alrededores y el jefe del gobierno capitalino se hace eco de esos llamados preventivos. Los impedimentos y advertencias de disuasión parecen pensados para dejar la plancha del Zócalo de la ciudad de México a cargo de la base social verde olivo, del partido marcial, de los contingentes militares y policiales que darán densidad a las tomas televisivas resguardadas con las que el calderonismo podrá parecer aclamado, apoyado, seguro. Así se podrán impedir sustos, imprevistos o descontrol como el mostrado ayer mismo por el licenciado Calderón cuando a la hora de pronunciar los nombres de los Niños Héroes en una ceremonia militar fue sorprendido por disparos de cañón que no se sincronizaban con la cadencia oratoria. Estando en medio de militares, protegido como ningún mexicano más lo puede estar, centro de cuidados extremos, Calderón pareció tener miedo, o descontrol, o confusión en instantes que pueden verse en http://bit.ly/a6zKa9 y que generaron ayer múltiples comentarios en redes sociales.
Los preparativos para la fecha cumbre de los festejos del bicentenario tuvieron asomos de humor ácido a cargo de la secretaria de Estado de la potencia vecina, Hillary Clinton, que se permitió dar su propio grito también hipócrita, ¡Viva Mécsicou!, llenando de elogios al mismo país y gobierno del que con castigada certeza dijo en días pasados que se parecía cada vez más a los peores momentos de Colombia y donde, señalaba, el narcotráfico iba tomando visos de insurgencia. Otra mujer dio el grito: Cecilia Romero, la funcionaria yunquista a cargo del negocio federal de migrantes como los que por decenas fueron asesinados en días pasados en el rancho tamaulipeco de San Fernando, en un episodio que solamente mostró con crudeza numérica mayor lo que diariamente sucede en todo el país. Las nonatas alianzas perreánicas en el estado de México también gritaron: el copete gobernante consiguió que el Congreso local bajo su mando cerrara el paso a la posibilidad de postulaciones conjuntas, tratando de impedir un fracaso comicial a la hora de la sucesión que frenara el vuelo del mandatario Gaviotón. Y en Puebla, donde al góber precioso le queda todavía mando hasta febrero del año próximo, aunque pareciera que desde ahora hay prisa por desmantelarle sus santuarios comprometedores, en lugar de gritos hubo silencio de residentes del fraccionamiento de lujo donde se produjo la nueva acometida de marinos en busca de presuntos delincuentes de alta jerarquía, al parecer en busca de otro directivo de la firma en desgracia, el restante H de los Beltrán Leyva.
El desánimo social inducido, a pesar de todo, no puede acallar los genuinos ánimos populares de conmemoración de fechas importantes de su historia, ni evitar la comparación de las causas de esas explosiones ciudadanas con lo que se vive ahora. Calderón no quiere que la gente piense en la Independencia y en la Revolución más que en términos faranduleros, porque aquellos conceptos son contrarios al espíritu y ejercicio de gobierno que ha hecho a lo largo de casi cuatro años trágicos. Entregado a los intereses extranjeros, no sólo los españoles sino los del nuevo imperio dominante, el estadunidense, y convertido en ejecutor de políticas represivas y antidemocráticas como en los peores momentos del porfirismo, FC quisiera que nadie diera el Grito ni encomiara planes revolucionarios. Todo lo contrario: a pesar de él, su grupito de funcionarios menores y los intereses extranjeros beneficiados, hoy debe cada cual dar su propio Grito cívico, de lucha, de compromiso con la historia de México y sus avances, de combate por el cambio y contra las camarillas reaccionarias. ¡Viva México en lucha! ¡Vivan los héroes que nos dieron ejemplo a seguir!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Si tomamos en cuenta que algunos secretarios de Hacienda han tenido que salir huyendo entre los automóviles del estacionamiento de San Lázaro, no le fue tan mal a Ernesto Cordero ayer que fue a defender su proyecto de presupuesto en la Cámara de Diputados. Sólo le dieron una buena zarandeada. Los petistas le recordaron los privilegios fiscales de que disfruta un pequeño grupo de empresas, como WalMart o Femsa (CocaCola). Los priístas Jesús Alberto Cano Vélez y Luis Videgaray y los panistas Luis Enrique Mercado y Pablo Rodríguez se enfrentaron en la tribuna defendiendo las posiciones de sus respectivos partidos. ¿Pero tienen autoridad moral para arrojarse culpas? PRI y PAN votaron juntos el Fobaproa, los gasolinazos, la catarata de impuestos del año pasado. Desde que Salinas de Gortari y el ahora cautivo Fernández de Cevallos inauguraron la era de los arreglos en lo oscurito vienen votando juntos contra los intereses de la nación. Si algún comentario merece el espectáculo de ayer es que fue una sabrosa repetición de otros. No se libró Peña Nieto de una desgreñada de copete por sus desmedidos gastos en propaganda, de los que se lleva la mejor parte Televisa. En resumen: no le fue tan mal a Cordero.
El Grito en Las Vegas
¿Cuál crisis? Agencias de viaje reportan que este año hay un número record de mexicanos viajando a Las Vegas. La vía tradicional era volar por Mexicana de Aviación a Los Ángeles y de ahí dar un salto a la capital mundial del juego. Aeroméxico está sustituyéndola, se ignora si en forma temporal o definitiva, quien sabe qué se traen entre manos Molinar Horcasitas y Javier Lozano; conociendo cómo se las gastan, no será nada bueno, al menos para los pasajeros que se quedaron con boletos pagados y para los proveedores. La atracción principal es Luis Miguel, se presentará esta noche y hasta el sábado en el Caesar’s Palace. El precio de los boletos va de 95 a 250 dólares. Una suite emperador cuesta 4 mil 500 dólares por noche, más la champañiza. Pero al terminar el show de Luismi lo que sigue es la mesa del bacarat, con fichas de 100 dólares. En fin, este es un puente septembrino donde los políticos mexicanos pueden gastar un millón de pesos… y hasta más. Luego por qué no les alcanzan los 3 billones de pesos del presupuesto.
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Antecedentes: después de las masivas inmundicias financieras que dejó desparramadas la dupla comunitaria Greenspan-Bernanke –que desde hace 23 años controla la cúpula de la Reserva Federal en detrimento del bien común y la armonía social–, pues ahora resulta que Estados Unidos (EU) se quedó sin municiones.
La Reserva Federal es un banco central literal cuan insólitamente privado que maneja el dinero público (ver Bajo la Lupa, 12/9/10) y que sólo beneficia a la parasitaria banca de Wall Street: los banqueros gangsteriles vilipendiados como banksters por los medios críticos.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Muy seguro de sí mismo, el secretario de Hacienda aseguró ayer ante los inquilinos de San Lázaro que México podría enfrentar una crisis económica como las registradas en los años 70 y 80. Podría, dijo Ernesto Cordero quitado de la pena. Pero, ¿a qué llama crisis este amigo de su amigo?, porque al analizar los resultados oficiales de las dos décadas citadas y compararlos con los correspondientes a la primera del siglo XXI, con dos gobiernos panistas al hilo, lo que aparece de inmediato es que con Fox y Calderón sentados en Los Pinos la situación no es muy distinta.
Ante los diputados el susodicho dijo que reducir los ingresos (es de suponer que se refería a la intención tricolor de bajar la tasa del IVA de 16 a 15 por ciento) y aumentar el déficit, supondría el riesgo de caer en un endeudamiento insostenible que podría llevarnos a otra crisis de origen interno, como las ocurridas en 1976, 1982 y 1986, aunque dejó a un lado la de 2009, porque –de acuerdo con los cánones calderonistas– ésta fue rigurosamente externa, aunque internamente haya significado el mayor desplome del PIB mexicano en ocho décadas.
Pero bueno, de entrada habría que recordar que con Calderón en Los Pinos el monto de la deuda externa se ha incrementado en alrededor de 10 puntos del producto interno bruto, y que la crisis externa de 2009 provocó, entre otras gracias, la devaluación hasta de 50 por ciento frente al dólar, arrasó con buena parte de las pequeñas y medianas empresas (para qué recordar la masacre en las micro), las generadoras de empleo, que entre las patas se llevó decenas de miles de puestos de trabajo y que hundió, aún más, el de por sí raquítico nivel de bienestar de la mayoría de los mexicanos. Por si fuera poco, antes de esta crisis externa, alrededor de 6 millones adicionales de mexicanos se incorporaron al ejército de pobres, esto cuando oficialmente el sólido navío de gran calado (Calderón dixit) era imparable.
En el balance que las cifras oficiales permiten realizar es de subrayar que aún con la macro devaluación de agosto de 1976 (la primera en 24 años) la tasa promedio anual de crecimiento económico en la década de los 70 (el sexenio de Luis Echeverría y la mitad del correspondiente a José López Portillo) fue de 6.7 por ciento. Ya en los años 80 –con dos crisis oficialmente reconocidas como tal– se desplomó el ritmo de avance económico (mantenido por alrededor de siete décadas al hilo), y en este sentido dicho indicador cayó de 6 por ciento a sólo 1.2 por ciento (la segunda mitad del gobierno de JLP, el de Miguel de la Madrid y el primer año de Salinas).
¿Cuál es el balance de los gobiernos panistas en la primera década del siglo XXI, durante los cuales, según Ernesto Cordero, no hubo crisis, porque ésta fue en los años 70 y en los 80? Pues bien, en el sexenio de Vicente Fox, más la mitad de Felipe Calderón, la tasa promedio anual de crecimiento económico reconocida oficialmente es de 1.3 por ciento, prácticamente la misma que la registrada en los años 80, es decir, en la primera década perdida, según calificativo utilizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la Cepal.
He allí el comparativo de resultados, siempre con base en cifras oficialmente reconocidas. Entonces, va de nuevo: para Ernesto Cordero, ¿qué es crisis?, porque incluso con indicadores económicos medianamente atendibles –según el propio gobierno calderonista–, esto es, antes de la crisis que sólo fue externa, entre 2007 y 2008, unos 6 millones adicionales de mexicanos fueron obligadamente incorporados al ejército de pobres, para totalizar 51 millones en tan precaria condición. Este desastre social, por sí sólo tendría que haber encendido las alarmas, y el gobierno calderonista actuado inmediatamente en consecuencia, pero se dedicó a presumir un imaginario navío de gran calado, envidiables fortalezas económicas e inexistentes cifras históricas en generación de empleo y bienestar social. ¿Por qué? Bueno, porque de eso viven, y muy bien, del discurso, como muestra la presencia del secretario de Hacienda en San Lázaro, para quien las crisis fueron de otros y en otros tiempos (muy lejanos, para él).
En fin, a media sesión un diputado tricolor reclamó al ilustre compareciente por la falta de solidez de los Criterios Generales de Política Económica elaborados por los dos gobiernos panistas, de sus proyecciones económicas, porque nunca han resultado medianamente acertadas. El secretario de Hacienda intentó tapar el hoyo, aduciendo que para tales estimaciones se utilizan los mejores equipos y procedimientos econométricos, amén de que suelen coincidir, dijo, con las realizadas por el sector privado. Puede decir misa, pero en los hechos el aguerrido legislador de tres colores tiene toda la razón, porque en casi diez años los panistas no han dado una, ni siquiera en tiempos relativamente favorables.
Si se atienden las estimaciones de los citados Criterios Generales (2001-2009), la economía nacional tendría que haber registrado una tasa promedio anual de crecimiento de 3.2 por ciento. En los hechos, tal indicador anual a duras penas llega a 1.3 por ciento, es decir 60 por ciento de diferencia entre lo proyectado y lo observado. El asunto empeora cuando en el balance se recuerdan e incluyen las promesas de campaña de Vicente Fox y Felipe Calderón (7 y 5 por ciento de crecimiento anual, respectivamente). Considerados ambos compromisos, la tasa promedio anual tendría que haber sido de 6 por ciento, es decir, 4.6 veces más de lo que alcanzado.
Y aunque parezca increíble, a estas alturas del partido los resultados de Calderón son peores que los de Fox, y por mucho, lo que sería lo de menos de no ser porque entre las patas se han llevado al país, sin demeritar las destacadas actuaciones de sus predecesores en Los Pinos. Pero no hay de qué preocuparse: la comparecencia se desarrolló como siempre, es decir, entre mutuas acusaciones y sin llegar a ninguna parte.
Las rebanadas del pastel
Si la medición se realiza por número de discursos, no cabe duda que México posee a los mejores funcionarios del mundo y zonas planetarias aledañas. ¡Qué envidia! Ahora que si la evaluación se hace como debe ser, por resultados, entonces qué jodido está el país. Pero sonrían, que ya está aquí la glamorosa fiesta patria, con el aliciente de que el bicentenario lo podrán ver en la tele, según atinada recomendación del nuevo prócer de la educación nacional, Alonso Lujambio.
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Ernesto Márquez: Tumbando Caña
La presencia de los negros en la gesta de Independencia es uno de los grandes temas ausentes en los textos de historia, así como en los actos de reflexión y festejo que se llevan a cabo con motivo del bicentenario. ¿Descuido, olvido o simple desdén? Invisible a los ojos de historiadores, la gente de origen africano, que en opinión del sabio Gonzalo Aguirre Beltrán constituye nuestra tercera raíz social y cultural, tuvo una participación activa en la lucha independentista. Baste mencionar al héroe Vicente Guerrero –de origen negro– y su ejército de pardos para ubicar su presencia e importancia.
El Correo Ilustrado
Declina participar en jurado
Licenciada María de Lourdes Tapia Carlín, secretaria técnica del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010. Presente.
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José Steinsleger: México: apuntes al pie de un osario
ara ser distinto de lo que era, Fausto vendió su alma al Diablo y se abrió camino sin reparar en los costos. Prometeo, en cambio, buscó la verdad de lo que somos.
Murales
Diego Rivera pintó con rostros violáceos la saga faustiana de los gobernantes mexicanos. En otro fresco, José Clemente Orozco mostró a un Hidalgo prometeico y luminoso, ofreciendo la tea encendida de la liberación, con el puño en alto.
Bernardo Barranco V.: La Iglesia ante el bicentenario
La Iglesia católica ha tenido un bajo perfil en estas celebraciones del bicentenario. No sólo es marginación, como acusa Valdemar, sino que ha llegado a esta celebración muy erosionada. Pese a su intención original, ha perdido una oportunidad para analizar con una mirada diferente el papel que ésta ha jugado en nuestra historia. Cabe señalar que la historiografía oficial, marcada por el liberalismo, posteriormente por la visión de revolucionarios e intelectuales socialistas en el siglo XX, han estigmatizado a la Iglesia a contracorriente de la historia. La visión oficial, pese a 10 años de gobiernos panistas, es el de la Iglesia reaccionaria que ha abanderado causas a contramano del progreso y del devenir de nuestro desarrollo como país moderno. Sin embargo, pese al actual reconocimiento a las diversidades existentes, la conformación de nuestra cultura está marcada también por el influjo religioso. Ya lo señalaba Jean Meyer: “Después del milenarismo franciscano elucidado por John Phelan, vino el guadalupanismo, estudiado por David Brading, que presentó a la Nueva España a México como el hijo predilecto de la Virgen María: Non fecit taliter omni nationi. Desde el estandarte del cura Hidalgo hasta las banderas zapatistas y cristeras, desde los sermones de fray Servando hasta el discurso de Casauranc en Celaya y la construcción de la nueva basílica, bajo la protección del presidente Luis Echeverría; todos los políticos lo saben. Esa estrecha relación entre la Virgen morena y la nación mexicana llevó a Altamirano a escribir: ‘el día en que no se adore a la Virgen del Tepeyac en esta tierra, es seguro que habrá desaparecido no sólo la nacionalidad mexicana, sino hasta el recuerdo de los moradores del México actual’.” (Nexos, 03/10). Si bien esta última frase puede resultar exagerada, personalmente me quedo con la obra del historiador David Brading, quien enmarca que detrás del nacionalismo político en el pensamiento de Hidalgo y Morelos, se ubica el avivamiento guadalupano y la creatividad del patriotismo criollo.
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Luis Linares Zapata: Incompetencias
el señor Calderón, desde hace ya tiempo, no da para más. Estupefacto, desorientado, busca apoyos en la supuesta fuerza televisiva y en las rondas que hace en la radio afín, en ambos giros, con claros propósitos electorales. Las duras circunstancias lo han rodeado por todos lados sin que ate ni desate. Aparenta salir al encuentro de los problemas, pero sólo logra sobrevolar áreas devastadas y estirar sus incumplidas promesas de atender el fondo de las inundaciones. Antes celebró reuniones interminables para tratar sendos aspectos de la inseguridad dominante, pero el sentido y, sobre todo, las concreciones de una renovada estrategia le fallan de manera patética. Sus subordinados, a contratiempo, ensayan un crucigrama numérico, ridículo y tramposo, para negar lo cierto, y, a la vez trágico: los millones de ninis que pululan sin destino ni lugar. Sólo la contundente respuesta que, por segunda ocasión, les dio el rector José Narro Robles detuvo la ridícula salida ensayada para minimizar el problema.
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la muestra más clara del desinterés del gobierno por el país está cada año en su iniciativa de ley de ingresos y el proyecto de presupuesto de egresos de la Federación. Este año no es una excepción. El paquete económico del 2011 del gobierno muestra que no existe el menor afán de comenzar a reparar el desastre en el que se encuentra hundido el país.
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el Fondo de Cultura Económica publica, en el contexto de los festejos patrios, el libro Huellas del peregrino: vistas del México independiente y revolucionario, de Octavio Paz. Se trata de una edición y selección a cargo de Adolfo Castañón, con prólogo de Jean Meyer, de una serie de ensayos, artículos, textos y entrevistas con el premio Nobel de Literatura 1990, donde da a conocer sus vislumbres, atisbos y pareceres de los periodos históricos a los que alude el título, pero también sobre el mundo y el lugar del pensamiento y la crítica en su seno. Gracias a la generosidad de la señora Mari Jose Tramini de Paz, quien autorizó su publicación en La Jornada, presentamos este texto que escribió Octavio Paz cuando tenía 29 años de edad
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Porfirio Díaz inauguró para celebrar el centenario de la Independencia la Universidad Nacional de México, el monumento a Juárez, La Escuela Nacional de Profesores, un Congreso Nacional de Educación Primaria, el monumento a Cuauhtémoc, la Escuela Nacional de Altos Estudios, la primera Escuela Técnica Ferrocarrilera, transporte que países desarrollados como Alemania, Japón e Inglaterra actualmente impulsan con gran éxito y que nuestros gobernantes tiraron al basurero en aras de un progreso que a muy corto plazo demostró ser más que improductivo.
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