Julio Hernández López: Astillero
No arranca la verdadera construcción política porque nada en firme se podrá tejer mientras el factor determinante y distorsionador de la actividad pública siga siendo la violencia derivada de la guerra, ahora hipócritamente reclasificada como lucha, contra el narcotráfico. Los partidos, sus líderes y principales personajes aparecen en el foro político teñidos de colores diluidos a causa de la tonalidad extrema del rojo sangriento que domina la totalidad. De seguir las cosas como van, lo político y lo civil seguirán sumiéndose en las aguas engañosas de una supuesta legalidad vigente y de una auténtica suplantación militar, marina y policial de las funciones públicas.
Frente al fracaso de la segunda administración federal panista se levantan dos opciones que difieren respecto de la manera en que debe ser enfrentado el asunto del narcotráfico pero que convergen en cuanto al sostenimiento del actual sistema de privilegios, injusticias y exclusiones. El PRI ofrece el discreto encanto del retorno a los entendimientos mafiosos, mientras el PAN se fatiga tratando de convencer que tiene sentido y viabilidad el baño nacional de sangre. El oficio corleonesco sugiere la restitución de la vieja pax priísta, con arreglos bajo el agua, plazas y cuotas bien definidas; la criminal falta de oficio del calderonismo sugiere la continuidad falsamente épica de una lucha que en el fondo ha sido solamente la búsqueda de reacomodos comerciales favorables para empresas consentidas. Pero PAN y PRI postulan en esencia lo mismo, así sea operado ese conservadurismo gansteril mediante bandas, capos, nombres y apodos diferentes. Que todo cambie para que nada cambie, es la propuesta del partido tricolor. Que nada cambie para que nada cambie, es la descarnada confesión del panismo calderonista.
La elaboración de plataformas alternas a ese narcobipartidismo está resultando muy difícil porque, en el fondo, lo que han ido haciendo los belicosos estrategas pripánicos es desarmar el escenario tradicional de lo electoral (aquel en que aún con trampas y abusos era medianamente posible aspirar a pegar campanazos aislados que dieran poder mediante las urnas a corrientes o programas de cierto contenido social transformador), desilusionar y ahuyentar a los ciudadanos respecto de las posibilidades de lo comicial, y sumergir a diversas vertientes de esa oposición en las aguas teñidas de rojo de la violencia política desatada que, según eso, a cualquiera puede alcanzar, sobre todo si ese cualquiera enarbola o propone proyectos políticos de resistencia o de abierto combate político a la barbarie institucionalizada.
En ese contexto de aparente confrontación de priístas y panistas, que finalmente coinciden en lo básico, a la izquierda le está resultando particularmente difícil presentar una propuesta unitaria. Es ovbio que al bipartidismo inconfeso le favorece todo cuanto sea pulverización de los partidos cargados a la izquierda, y el calderonismo y el salinismo se han aplicado a la promoción de disensos, malos entendidos y choques entre agrupaciones y personajes de esa franja ideológica y política. Recuérdese, por ejemplo, el encumbramiento mediático de quien en esos momentos era grotescamente inflada hasta rozar presuntos niveles de estadista, la diputada federal perredista Ruth Zavaleta que mucho sirvió para golpear al movimiento de resistencia encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a título de esa izquierda moderna, civilizada y dialogante que tanto gusta promover a la derecha y al oficialismo (hoy, por cierto, aquella figura rutilante del escenario nacional colabora con el PRI en Guerrero, en busca de consolidar el cacicazgo de René Juárez y Rubén Figueroa mediante el manejable Manuel Añorve).
Las arenas movedizas del calderonismo-salinismo pretenden constreñir lo electoral venidero solamente a las vertientes aprobadas. Es decir, PRI, PAN, y aliancismo concertado con Ebrard a la cabeza, pueden pelear por las posiciones electorales, en un esquema que pretende normalizar las contiendas a criterio de las cúpulas gobernantes. Así, el movimiento encabezado por AMLO, con PT y Convergencia, necesita ser excluido de ese cuadro de regularización forzada para que no afecte los entendimientos de reparto que se han tejido. Por ello es que, aún cuando hay barullo, declaraciones, actos públicos, mítines y aparente confrontación entre esos segmentos (PRI, PAN y perredismo chucho-marcelista), aún no prende ni prospera la auténtica construcción de opciones políticas sanas, claras, viables. Los controladores del aparato institucional pretenden asentar una secuencia política simple: si los de tres colores dieron paso al atribulado Calderón el 1º de diciembre de 2006 para que rindiera una toma de protesta precaria y forzada; a los de blanco y azul correspondería patalear cuanto sea necesario antes de devolver la cortesía y entregar el mando bajo la condición de taparse los unos a los otros.
Astillas
La consulta envenenada: las cúpulas del panismo y el perredismo apoyan la realización en el estado de México de un proceso de preguntas a la ciudadanía para saber qué piensan respecto de ir en alianza para enfrentar al PRI o emprender postulaciones por separado. El problema está en la alta capacidad de manipulación que poseen los poderes concurrentes en ese proceso: el peñanietismo, para impulsar la separación que dé mejores expectativas de triunfo al tricolor, y el calderonismo para tratar de forzar la alianza tan torpedeada. Una definición trascendente corresponderá a Alejandro Encinas, quien ha zigzagueado respecto a su sometimiento a los resultados de esa consulta, pues ha dicho que está claramente en contra de esas alianzas, con lo que ha complacido al segmento lopezobradorista, y en otras ocasiones ha declarado que respetará los resultados, sin precisar si además de respetarlos habrá de asumirlos, es decir, si será candidato de la alianza PAN-PRD, contra la que está personalmente, por mandato de esas urnas tan susceptibles de ser manejadas desde las alturas... ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
No arranca la verdadera construcción política porque nada en firme se podrá tejer mientras el factor determinante y distorsionador de la actividad pública siga siendo la violencia derivada de la guerra, ahora hipócritamente reclasificada como lucha, contra el narcotráfico. Los partidos, sus líderes y principales personajes aparecen en el foro político teñidos de colores diluidos a causa de la tonalidad extrema del rojo sangriento que domina la totalidad. De seguir las cosas como van, lo político y lo civil seguirán sumiéndose en las aguas engañosas de una supuesta legalidad vigente y de una auténtica suplantación militar, marina y policial de las funciones públicas.
Frente al fracaso de la segunda administración federal panista se levantan dos opciones que difieren respecto de la manera en que debe ser enfrentado el asunto del narcotráfico pero que convergen en cuanto al sostenimiento del actual sistema de privilegios, injusticias y exclusiones. El PRI ofrece el discreto encanto del retorno a los entendimientos mafiosos, mientras el PAN se fatiga tratando de convencer que tiene sentido y viabilidad el baño nacional de sangre. El oficio corleonesco sugiere la restitución de la vieja pax priísta, con arreglos bajo el agua, plazas y cuotas bien definidas; la criminal falta de oficio del calderonismo sugiere la continuidad falsamente épica de una lucha que en el fondo ha sido solamente la búsqueda de reacomodos comerciales favorables para empresas consentidas. Pero PAN y PRI postulan en esencia lo mismo, así sea operado ese conservadurismo gansteril mediante bandas, capos, nombres y apodos diferentes. Que todo cambie para que nada cambie, es la propuesta del partido tricolor. Que nada cambie para que nada cambie, es la descarnada confesión del panismo calderonista.
La elaboración de plataformas alternas a ese narcobipartidismo está resultando muy difícil porque, en el fondo, lo que han ido haciendo los belicosos estrategas pripánicos es desarmar el escenario tradicional de lo electoral (aquel en que aún con trampas y abusos era medianamente posible aspirar a pegar campanazos aislados que dieran poder mediante las urnas a corrientes o programas de cierto contenido social transformador), desilusionar y ahuyentar a los ciudadanos respecto de las posibilidades de lo comicial, y sumergir a diversas vertientes de esa oposición en las aguas teñidas de rojo de la violencia política desatada que, según eso, a cualquiera puede alcanzar, sobre todo si ese cualquiera enarbola o propone proyectos políticos de resistencia o de abierto combate político a la barbarie institucionalizada.
En ese contexto de aparente confrontación de priístas y panistas, que finalmente coinciden en lo básico, a la izquierda le está resultando particularmente difícil presentar una propuesta unitaria. Es ovbio que al bipartidismo inconfeso le favorece todo cuanto sea pulverización de los partidos cargados a la izquierda, y el calderonismo y el salinismo se han aplicado a la promoción de disensos, malos entendidos y choques entre agrupaciones y personajes de esa franja ideológica y política. Recuérdese, por ejemplo, el encumbramiento mediático de quien en esos momentos era grotescamente inflada hasta rozar presuntos niveles de estadista, la diputada federal perredista Ruth Zavaleta que mucho sirvió para golpear al movimiento de resistencia encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a título de esa izquierda moderna, civilizada y dialogante que tanto gusta promover a la derecha y al oficialismo (hoy, por cierto, aquella figura rutilante del escenario nacional colabora con el PRI en Guerrero, en busca de consolidar el cacicazgo de René Juárez y Rubén Figueroa mediante el manejable Manuel Añorve).
Las arenas movedizas del calderonismo-salinismo pretenden constreñir lo electoral venidero solamente a las vertientes aprobadas. Es decir, PRI, PAN, y aliancismo concertado con Ebrard a la cabeza, pueden pelear por las posiciones electorales, en un esquema que pretende normalizar las contiendas a criterio de las cúpulas gobernantes. Así, el movimiento encabezado por AMLO, con PT y Convergencia, necesita ser excluido de ese cuadro de regularización forzada para que no afecte los entendimientos de reparto que se han tejido. Por ello es que, aún cuando hay barullo, declaraciones, actos públicos, mítines y aparente confrontación entre esos segmentos (PRI, PAN y perredismo chucho-marcelista), aún no prende ni prospera la auténtica construcción de opciones políticas sanas, claras, viables. Los controladores del aparato institucional pretenden asentar una secuencia política simple: si los de tres colores dieron paso al atribulado Calderón el 1º de diciembre de 2006 para que rindiera una toma de protesta precaria y forzada; a los de blanco y azul correspondería patalear cuanto sea necesario antes de devolver la cortesía y entregar el mando bajo la condición de taparse los unos a los otros.
Astillas
La consulta envenenada: las cúpulas del panismo y el perredismo apoyan la realización en el estado de México de un proceso de preguntas a la ciudadanía para saber qué piensan respecto de ir en alianza para enfrentar al PRI o emprender postulaciones por separado. El problema está en la alta capacidad de manipulación que poseen los poderes concurrentes en ese proceso: el peñanietismo, para impulsar la separación que dé mejores expectativas de triunfo al tricolor, y el calderonismo para tratar de forzar la alianza tan torpedeada. Una definición trascendente corresponderá a Alejandro Encinas, quien ha zigzagueado respecto a su sometimiento a los resultados de esa consulta, pues ha dicho que está claramente en contra de esas alianzas, con lo que ha complacido al segmento lopezobradorista, y en otras ocasiones ha declarado que respetará los resultados, sin precisar si además de respetarlos habrá de asumirlos, es decir, si será candidato de la alianza PAN-PRD, contra la que está personalmente, por mandato de esas urnas tan susceptibles de ser manejadas desde las alturas... ¡Hasta mañana!
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En la frontera norte –Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo– algunas casas de cambio venden dólares a 12 pesos. La gente de la localidad estima que en las próximas semanas o meses la cotización podría bajar a 11 pesos y centavitos, porque está entrando un montón de billetes verdes del otro lado. Es la resurrección del superpeso, aunque su mejor marca fue de 10 por dólar en 2008. Llegan por canales legales, y de los otros también, no obstante las restricciones de la Secretaría de Hacienda, que pronto serían flexibilizadas. Eso sucede en la frontera. En la Bolsa Mexicana de Valores también se registra la entrada de dólares de los fondos de inversión; están comprando acciones de empresas, pero también bonos del gobierno federal. De acuerdo con datos recientes del Banco de México, hay más de 50 mil millones de dólares foráneos invertidos en bonos del gobierno mexicano. El presidente de la bolsa, Luis Téllez, dice que la inseguridad no ha pegado al mercado financiero. Es una verdad perogrullesca. Los inversionistas no tienen que venir a Tijuana, ni a Monterrey, ni a Morelia, vamos, ni siquiera a la ciudad de México; hacen sus operaciones desde sus computadoras en sus oficinas de Nueva York, de Londres, de Tokio. ¿Cómo le van a tener miedo a la inseguridad? Sólo prestan su dinero para ganar intereses más altos de los que pueden obtener en otros países y así como llegan se van. Este entrada masiva de divisas electrónicas representa un riesgo, como ya lo hemos visto en otros tiempos. A finales de su sexenio, el presidente Salinas de Gortari atrajo la inversión internacional a los famosos tesobonos, pero cuando entró al gobierno Ernesto Zedillo no había dólares para devolverlos, y se desató la terrible crisis, el famoso error de diciembre con sus efectos de devaluación, cierre de empresas, pérdida del patrimonio de muchas familias; el golpe final fue la venta de los bancos a firmas internacionales. Es cierto que el gobierno tiene un arsenal de 200 mil millones de dólares para hacer frente a una contingencia –a una súbita fuga de capitales– y en parte eso explica por qué acaba de pedir un crédito de más de 70 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional. Sólo que el país quedaría más endeudado de lo que está y ya se halla a la altura del pescuezo. ¿Conviene ahorrar en dólares ahora que están baratos? Siempre vuelven a subir, pero es un grave riesgo.
Carlos Fernández-Vega: México SA
De acuerdo con la FAO, en 2010 los precios de los alimentos se incrementaron 25 por ciento como promedio mundial, y 76 por ciento desde 2006. En el año que recién concluyó el precio de la carne creció 18 por ciento, 39 el de cereales, 56 el de aceites y grasas, y 19 el del azúcar, por citar algunos. En el último cuatrienio las alzas han sido de 33 por ciento en la carne, 62 en productos lácteos, 97 en cereales, 135 en aceites y grasas, 90 en azúcar. Sólo en enero de 2011 el precio del maíz aumentó 6 por ciento y 52 por ciento si se anualiza. Lo anterior, sin olvidar que alrededor de 50 por ciento de los alimentos que se consumen en México son de importación.
Las cifras son espeluznantes, en especial la última, pero sirven para documentar que el gobierno mexicano muy poco, por no decir nada, puede hacer para ir del dicho al hecho y cumplir con lo recientemente anunciado por el secretario de Economía, Bruno Ferrari, en el sentido de que no vamos a permitir arbitrariedades en lo que se refiere a incrementos de precios en alimentos. ¿El licenciado en Derecho Canónico, con posgrado en Ciencias de la Familia (lo que eso quiera decir), cree que una simple frase por él pronunciada en un medio de comunicación adepto al régimen (lo que quiera decir, señor secretario que, nunca lo dude, esta es su casa) puede contener la escalada de precios interna, cuando, más allá de la voracidad interna, cerca de la mitad de lo que se come en este país viene de afuera y depende de los precios que se fijan allende nuestras fronteras?
Tal vez podría contener dicha alza a golpe de subsidios, es decir, con recursos públicos, o lo que es lo mismo con dineros de los mexicanos, quienes de cualquier suerte pagarían la escalada, aunque otros serían los beneficiados. De no recurrir a esta práctica, ¿cree el funcionario que para detener los incrementos es suficiente con tomar el micrófono y sentenciar que en México no existen condiciones ni justificaciones para aplicar aumentos desproporcionados? Otro enunciado célebre: no es el consumidor final el que tiene que verse afectado como siempre cuando pasan estas cosas, más bien es una oportunidad para revisar las estructuras de costos, para ver cómo se están comportando esas mismas estructuras, cómo podemos ser más eficientes en los negocios, cómo podemos hacerla más eficiente, cómo pueden aumentar su producción, cómo pueden utilizar su logística para no repercutir los precios en el consumidor.
Puede que si el especialista en Ciencias de la Familia se instala en la realidad logre algo medianamente aterrizable en este asunto, pero en vía de mientras el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, José Luis de la Cruz Gallegos, pone el dedo en la llaga: en México la demanda de alimentos se encuentra insatisfecha con la producción nacional, lo cual obliga a importar este tipo de bienes a precios internacionales pero que no garantizan que todos los mexicanos puedan comer diariamente de manera adecuada. Sólo debe recordarse que la población más pobre destina cerca de 40 por ciento de sus ingresos a la alimentación, aunque a pesar de ello no pueden satisfacer este requerimiento.
El secretario de Economía asegura que convenció a los industriales agrupados en la Canacintra para que no aumentaran precios, como habían anunciado. Sin embargo, esta organización privada es un invitado permanente del Consejo Coordinador Empresarial, el que de plano está de acuerdo con lo dicho por Ferrari (no existen condiciones ni justificaciones para aplicar aumentos desproporcionados), y donde manda capitán no gobierna marinero, por muy licenciado en Derecho Canónico que sea. Así, el CCE advirtió que las presiones inflacionarias generadas por los aumentos en los precios internacionales de las materias primas son la mayor preocupación que se avizora en el panorama económico para 2011. Las alzas podrían redundar en aumentos de precios al consumidor, incidir negativamente en el poder adquisitivo de la población (en especial entre los segmentos de ingresos medios y bajos) y en consecuencia deteriorar el consumo (La Jornada, Juan Carlos Miranda).
¿La bienaventurada palabra del secretario de Economía alcanzará para detener el alza de precios y revertir la creciente dependencia alimentaria? Veamos, por ejemplo, qué dice el siempre pío grupo empresarial Bimbo: algunos de nuestros insumos, como harina de trigo, azúcar, plásticos usados en los empaques de sus productos, aceites y grasas, están sujetos a fluctuaciones significativas en precio y disponibilidad. Los precios de algunos insumos han alcanzado niveles máximos históricos y los mercados de dichos insumos están experimentando una volatilidad sin precedentes. Cualquier incremento sustancial en esos precios que no se refleje en un aumento en el precio de nuestros productos podría afectar la situación financiera, liquidez y resultados de operación del grupo.
Otro consorcio, Herdez, aporta lo suyo: “nuestros resultados de operación pueden verse afectados negativamente por la disponibilidad y precio de las materias primas utilizadas por el grupo en sus actividades productivas (…), los cuales se encuentran referenciados a precios internacionales y/o cotizan en mercados internacionales de mercaderías. Estos precios están sujetos a grandes fluctuaciones por cambios en los niveles globales y locales de suministro… En caso de escasez y fluctuaciones adversas en los precios de las materias primas y materiales de empaque utilizados por Grupo Herdez, el costo de producción se pudiera ver afectado así como los resultados de operación de la compañía”, lo cual obvio es, no lo permitirá.
Uno más (Maseca): “nuestras plantas utilizan grandes cantidades de electricidad, gas natural y otras fuentes de energía (…), además de cantidades considerables de diesel. El costo de las fuentes de energía podría fluctuar considerablemente debido a condiciones económicas y políticas (…) Un incremento en el precio del combustible u otras fuentes de energía podrían incrementar nuestros costos de operación, y por ende, afectar nuestra rentabilidad. Los precios del maíz nacional tienden a ser superiores a los internacionales, y típicamente siguen las tendencias del mercado internacional, sobre todo cuando los precios de maíz tienden a aumentar”.
Las rebanadas del pastel
Entonces, ¿suficiente con la beata palabra del titular de Economía para contener el alza de precios?
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx • http://twitter.com/cafevega
Cristina Barros y Marco Buenrostro: Itacate
El paisaje del litoral del Pacífico, donde se localiza la región habitada por los nahuas, es una combinación de costa y montaña en la que hay pequeñas superficies planas; se practica la agricultura de ladera. En la actualidad el eje de la producción de insumos para la cocina es la milpa, además de la caza, la pesca y la recolección.
En la tierra caliente los fogones están forjados con barro sobre una cama de barrotes de madera soportada por cuatro horquetas, lo que permite la ventilación; la parte donde se asientan el comal y las ollas tiene forma circular. Una abertura por el frente permite atizar y controlar el fuego. Los metates también se encuentran elevados para facilitar la molienda.
Los ritmos estacionales marcan el paso del año en la cocina, pues se obtienen diferentes ingredientes según la época del año. David Oseguera estudió los usos tradicionales de la flora silvestre nativa, en el libro Cocina nahua de la costa michoacana, cuya edición es bilingüe.
Haití: el retorno de un dictador
El inesperado regreso del ex dictador haitiano Jean-Claude Duvalier, Baby Doc, quien arribó a su país el pasado domingo procedente de Francia –donde se refugió tras ser derrocado por una revuelta popular en 1986–, ha provocado expresiones de sorpresa y preocupación en la comunidad internacional, por los posibles episodios de inestabilidad que el hecho pudiera suscitar en la nación antillana. Por su parte, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) han demandado a las autoridades haitianas la captura del ex dictador –sobre quien pesan acusaciones por crímenes de lesa humanidad– y su presentación ante la justicia.
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El Correo Ilustrado
Sobre el penacho de Moctezuma y el colonialismo
Las potencias coloniales no deberían prestar, sino devolver el penacho de Moctezuma. Además, cuando el pueblo de México recobre su soberanía hemos de exigir la reparación por los crímenes y por el robo del colonialismo y el neocolonialismo. Tan sólo durante los siglos XVII y XVIII extrajeron de nuestras tierras una masa de 16 millones de kilos de plata y 185 mil kilos de oro.
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José Blanco: Inhumanos
Fernando Savater inicia el primer capítulo de su El valor de educar, para comenzar a sentar las bases de los valores morales involucrados en la educación, con estas líneas: “En alguna parte dice Graham Greene que ‘ser humano es también un deber’. Se refería probablemente a esos atributos como la compasión por el prójimo, la solidaridad o la benevolencia hacia los demás que suelen considerarse rasgos propios de las personas ‘muy humanas’, es decir aquellas que han saboreado ‘la leche de la humana ternura’, según la hermosa expresión shakespeariana. Es un deber moral, entiende Greene, llegar a ser humano de tal modo. Y si es un deber, cabe inferir que se no trata de algo fatal o necesario (no diríamos que morir es un ‘deber’, puesto que a todos irremediablemente nos ocurre): habrá pues quien ni siquiera intente ser humano o quien lo intente y no lo logre, junto a los que triunfen en ese noble empeño. Es curioso este uso del adjetivo ‘humano’ que convierte en objetivo lo que diríamos que es inevitable punto de partida. Nacemos humanos pero eso no basta: tenemos también que llegar a Serlo. ¡Y se da por supuesto que podemos fracasar en el intento o rechazar la ocasión misma de intentarlo! Recordemos que Píndaro, el gran poeta griego, recomendó enigmáticamente: ‘Llega a ser el que eres’”.
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Marco Rascón: Ciudadanos estadistas para 2012
Frente al político inmediatista, el ciudadano estadista.
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Javier Flores: Bisexualidad en Austria
La determinación del sexo fue uno de los temas importantes para la ciencia al comenzar el siglo XX. Fue en Europa central, particularmente en Austria y Alemania, donde se desarrollaron las primeras teorías acerca de la intersexualidad, es decir, sobre la combinación de atributos masculinos y femeninos en un mismo sujeto.
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Teresa del Conde: Revelando México
Este libro del fotógrafo estadunidense John Mack tiene tapas que reproducen bordado artesanal chino-mexicano con efecto moire. Él ha viajado por casi todo nuestro país y suele proceder como los artistas viajeros del siglo XIX, se desplaza a pie por poblados, ciudades y regiones, armado de sus implementos, e igual que sus antecesores, busca los objetivos que corresponden a su idea.
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