Aumenta el número de mujeres víctimas
Por: Teresa Sosa
La tarde del 12 de enero de 2010 un largo y terrible terremoto de gran magnitudud golpeó a Haití. Más de 220 mil muertos y 300 mil heridos. Un millón y medio de personas sin hogar. Mujeres y niñas haitianas que fueron desplazadas por esta tragedia están siendo víctimas de violación en los campamentos de damnificados
Una suma sin precedente para la reconstrucción de Haití fue prometida después del terremoto. La ONU informa que sólo 42% de los 2.100 millones de dólares prometidos para 2010 fueron desembolsados. Los campos de refugiados y las tiendas de campaña se perpetúan.
Carecen de todo y las mujeres enfrentan hora por hora un alto riesgo de violación, según el último reporte de Amnistía Internacional (AI) titulado “Las mujeres hablan sobre la violencia sexual en los campamentos de Haití”, que dio a conocer este organismo el 6 del presente mes en Nueva York.
Un segundo reporte, compilado por las ONGS: Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití (IJDH), la Oficina de Abogados Internacionales de Puerto Príncipe (BAI), la organización paraa mujeres MADRE y la Clínica Internacional de Derechos Humanos de las Mujeres de la Universidad de Nueva York, fue presentado el 10 del presente mes en Nueva York
Reporte de Amnistía Internacional
Las mujeres y niñas que viven en campamentos improvisados de Haití corren un riesgo cada vez mayor de sufrir violaciones y violencia sexual, afirma el reporte de Amnistía Internacional (AI).
Un año después del terremoto que causó la muerte de 230.000 personas y heridas a 300.000, más de un millón de personas sigue viviendo en condiciones atroces en “ciudades” construidas con tiendas de campaña en la capital, Puerto Príncipe, y en el sur del país, donde las mujeres corren un enorme riesgo de sufrir agresiones sexuales. Los perpetradores son en su mayoría hombres armados que deambulan por los campamentos después de oscurecer, denuncia el reporte.
En los primeros 150 días transcurridos después del terremoto, se denunciaron más de 250 casos de violación en varios campamentos, según datos citados en el reporte.
“Las mujeres, que ya están luchando para aceptar la pérdida de sus seres queridos, sus hogares y sus medios de subsistencia debido al terremoto, sufren ahora el trauma adicional de vivir bajo la amenaza constante de la agresión sexual” ( Gerardo Ducos, investigador sobre Haití de AI).
“Para poner fin a la prevalencia de la violencia sexual, el gobierno entrante debe garantizar que la protección de las mujeres y niñas en los campamentos es una prioridad. Esto es algo que se viene ignorando en gran medida en la respuesta a las crisis humanitarias en general.” (Gerardo Ducos, AI)
“La violencia sexual era un fenómeno generalizado en Haití antes de enero de 2010, pero se ha visto exacerbada por las condiciones imperantes tras el terremoto. La asistencia limitada que proporcionaban antes las autoridades ha sido socavada por la destrucción de comisarías y juzgados, lo que hace aún más difícil denunciar la violencia sexual”, señala el reporte.
Más de 50 mujeres supervivientes de la violencia sexual compartieron sus experiencias con AI para el estudio.
Machou, de 14 años, vive en un campamento improvisado para personas desplazadas en Carrefour Feuilles, al suroeste de Puerto Príncipe. Fue violada en marzo de 2010, cuando fue al retrete.
“Un muchacho entró detrás de mí y abrió la puerta. Me amordazó con la mano y yo hice lo que quiso […] Me pegó. Me dio puñetazos. No acudí a la policía porque no conozco al muchacho, no serviría de nada. Estoy realmente triste todo el tiempo […] Tengo miedo de que vuelva a ocurrir”, dice Machou.
Suzie, otra víctima, cuenta que vivía en un refugio improvisado con sus dos hijos y una amiga cuando fueron agredidas hacia la 1 de la mañana del 8 de mayo de 2010. Un grupo de hombres que entró en el refugio por la fuerza vendaron los ojos a Suzie y a su amiga y las violaron delante de sus hijos.
“Cuando se marcharon no hice nada. No reaccioné […] Las mujeres víctimas de violación deberían ir al hospital, pero no fui porque no tenía dinero […] No sé dónde hay un consultorio que ofrezca tratamiento a víctimas de la violencia”, dice Suzie.
Suzie perdió a sus padres, a sus hermanos y a su esposo en el terremoto de enero. Su casa también quedó destruida.
En su reporte AI pone de relieve que la ausencia de seguridad y de vigilancia policial en los campamentos y sus alrededores es un factor importante del aumento de las agresiones en el último año.
La respuesta de los agentes de policía a las supervivientes de violación es calificada en el reporte de inadecuada. Muchas supervivientes de violación cuentan que cuando habían pedido ayuda a la policía, les habían dicho que los agentes no podían hacer nada. Las mujeres viven en campamentos inseguros y masificados” (Gerardo Ducos, AI).
“No hay seguridad para las mujeres y niñas en los campamentos. Y ellas se sienten abandonadas y vulnerables a las agresiones. Las bandas armadas atacan cuando quieren, con la seguridad que les da saber que aún hay pocas posibilidades de que sean enjuiciados.” (Gerardo Ducos, AI)
AI pide al nuevo gobierno de Haití que adopte medidas urgentes para poner fin a la violencia contra las mujeres dentro de un plan más amplio destinado a abordar el esfuerzo humanitario. En su reporte, la organización afirma que las mujeres que viven en los campamentos deben participar plenamente en el desarrollo de cualquier plan de estas características.
Entre las medidas inmediatas sugeridas por AI figuran mejorar la seguridad en los campamentos y garantizar que la policía tiene capacidad para responder efectivamente y que los responsables son enjuiciados.
Reporte de otras Ongs
El segundo reporte -que ya hemos anunciado-, se titula “Nuestros cuerpos siguen temblando: Las mujeres haitianas continúan luchando contra la violación”. En éste, las ONGs denuncian que “los incidentes de violaciones en Haití siguen creciendo”.
“Las deteriorantes condiciones en los campamentos, un mortífero brote de cólera, una gran agitación política y la persistente impunidad para las violaciones han aumentado la inseguridad y el riesgo de violencia sexual para las mujeres”, destaca el reporte.
“No hay un final a la vista para las peligrosas condiciones en que viven las mujeres y niñas haitianas”, alerta.
“Lamentablemente, la única diferencia entre hace seis meses y hoy en día es que la violencia sexual en los campos de desplazados empieza ahora a ser reconocida como un problema, pero todavía no se ha hecho mucho”, dice la coautora del informe y miembra de la organización MADRE, Lisa Davis.
“Es hora de que la comunidad internacional se una a las mujeres haitianas en el terreno para encontrar una solución a la crisis de los derechos de las mujeres en Haití”, reclama.
“La comunidad internacional ha fracasado ampliamente en hacer su parte pese a sus grandes recursos. Llamamos a todos los actores en Haití a trabajar juntos para poner fin a la violencia de género en el país”, dice por su parte Annie Gell, responsable del proyecto de Prevención de Violaciones de BAI (haitiana Oficina de Abogados Internacionales, que registra denuncias de agresiones sexuales así como de desalojos forzados de los campamentos).
De hecho, BAI y la IJDH fueron dos de las ONGs que en octubre de 2010 presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA el caso del creciente número de agresiones sexuales en Haití.
Reacción de la CIDH
El 11 del presente mes en una primera reacción a la solicitud de las Ongs, la CIDH emitió varias recomendaciones para el gobierno haitiano, al que le solicita la “investigación de las denuncias y el establecimiento de medidas preventivas como aumentar las fuerzas de seguridad en los campamentos, mejorar la iluminación en zonas como las letrinas -uno de los lugares donde más agresiones se registran- y proporcionar asistencia médica a las víctimas”.
Al otorgar medidas cautelares, la CIDH insta al Estado de Haití a garantizar, entre otros, el acceso a la anticoncepción de emergencia para las mujeres víctimas de violación y de evitar la impunidad.
Las Ongs que solicitaron las medidas cautelares hicieron llegar a la CIDH casos documentados de mujeres, de todas las edades, brutalmente golpeadas y agredidas sexualmente dentro de los campamentos.
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