Julio Hernández López: Astillero
El principal adversario de la credibilidad del abogado Diego Fernández de Cevallos ha sido él mismo (se habla aquí solamente de la parte relativa a su misteriosa desaparición física durante meses, no de su trayectoria política y profesional, que merece expedientes aparte).
Su reaparición pilosamente preparada, un mes atrás, quedó al borde de lo inverosímil para muchos de quienes lo vieron en televisión moverse y hablar con soltura, encarar con la arrogancia de siempre a sus interlocutores, en este caso los periodistas, y desarrollar de inmediato una agenda de actividades que entre otras cosas incluyó la entrega de un amoroso ramo de rosas rojas a su novia. A diferencia de lo sucedido en otros casos, cuando las víctimas quedan largamente afectadas por las impresiones vividas, y requieren prolongadas terapias de rehabilitación, el ex candidato presidencial panista se veía esa mañana del pasado 20 de diciembre menos maltrecho que quienes, por ejemplo, en aquellas fechas, se desvelaban para ver un eclipse lunar.
No fue solamente el aspecto físico ni la impresionante capacidad de recuperación o el espectáculo intencional de la barba de testimonial crecimiento que contrastaba con el muy bien cortado cabello: el caso Diego estuvo lleno de irregularidades y sospechas que hasta la fecha no han sido aclaradas. Los Misteriosos Desaparecedores (MD) mostraron un perfil de elemental izquierdismo declamatorio que parecía más pensado para arrojar culpas sobre los movimientos encabezados por López Obrador y por el subcomandante Marcos que para fijar posturas propias de esos MD o para llamar a acciones consecuentes con ese pensar supuestamente guerrillero.
A un mes del secuestro tan peculiar, nada se ha esclarecido, salvo el hecho de que los presuntos luchadores sociales parapetados tras las siglas MD no volvieron a realizar proclama ni comunicado explicatorio alguno ni dieron a conocer videos o audios en los que el repudiado representante de la oligarquía confesara sus crímenes de clase y embarrara a sus mafiosos cómplices. Nada de ese libreto previsible. En cambio, el propio desaparecido ha tenido a bien asomarse de nuevo a los medios de comunicación para fijar ciertas posturas que en esencia son las mismas ya expresadas aquella insólita mañana de diciembre. Y, respecto a las extendidas dudas sobre lo que le sucedió, el aparatoso litigante solamente ofrece adjetivos para descalificar a los medios que no se atuvieron a la versión oficial –o que, como Televisa, abdicaron de su responsabilidad informativa para sumirse en un silencio que se vuelve clamor, tribunal y linchamiento cuando de otros involucrados en asuntos de nota roja política se trata–: simplemente, Diego reitera que fue liberado ese 20 de diciembre, sin abundar en tan extraña historia de recuperación física y anímica ni en los muchos signos contradictorios o raros que lo acompañaron.
En todo caso, lo que sí ha tenido una confirmación puntual es la extendida creencia de que la misteriosa desaparición de Fernández de Cevallos tendría intenciones o desenlaces políticos en tiempos electoralmente densos. Ayer mismo, el hombre que mantiene confrontación política con el felipismo, y que podría buscar la candidatura panista a la Presidencia de la República por fuera o en contra de las intenciones del comandante Calderón, consideró oportuno insistir en el deber de luchar unidos todos los mexicanos, independientemente de ideologías contra la violencia (¿una especie de Frente Popular Dieguista, casi de Liberación Nacional?). Además, en deslinde combativo, exige que se siga combatiendo al crimen organizado, sin permitir impunidades, pero (¿me estás oyendo, Felipe?) sin que la persecución contra los que así actúan implique seguir soportando las acusaciones sin pruebas, las mentiras sin límites y la intolerancia en agravio de quienes piensan diferente, todo lo cual enturbia y asfixia la vida de México. ¿Misteriosa Intolerancia Pinolera?
Diego conciliador de ideologías contrapuestas, luchador contra la delincuencia pero también contra los gobernantes mentirosos, intolerantes y manipuladores de las leyes, Diego purificador y salvífico, al rescate del México que se ahoga. ¿Diego, el de la misteriosa desaparición, convertido ya en el precandidato presidencial de prestidigitación que muchos suponían antes de aquel 20 de diciembre en que apareció a bordo de lujoso automóvil, con barba escenográfica, discurso preparado, ramo de rosas rojas y un catálogo de dudas y sospechas tras de sí?
Astillas
¡Gulp! Que dice el licenciado Calderón que con los 116 mil millones de dólares que México tiene de reservas internacionales podrá aguantar cualquier golpe, por más duro que sea... Si en anterior columna (en http://bit.ly/enwOjB Enigmas Polo Polo: El número Uno; Sutil y Pacífico Cartel; Encerrona con Televisa) se planteaba la posibilidad de que la secuencia indumentaria marca Polo llevara, del 3 de El JJ, y el 2 de La Barbie, al mero mero, al Número Uno, ahora habrá de preguntarse cualquier aficionado al astillerismo (deporte intelectual extremo) si el largo periodo de libertad de ese jefe intocado por una década se debe a que no ha sido acusado de violaciones sexuales ni metido en el batidillo de chismes faranduleros enajenantes pues, de haber sucedido eso, medio país estaría atento a los entretelones, ya habría seguidores dispuestos a la organización y lucha social en defensa del acusado, y el aparato justiciero nacional habría funcionado con eficacia internacional, aprehendiendo al Cha... perdón, al cantante en problemas, de donde estuviera para someterlo a juicio y para que todo mundo viera que en México no hay un Estado fallido sino selectivo, nada más... Y, mientras el efecto JJ es teledirigido hacia el estado de México, donde Peña Nieto sabe que este año será el de las tormentas deseosas de entrampar su nave gaviotona, ¡feliz fin de semana, con Carlos Slim anunciando que la violencia no lo hará irse de México y con el nuevo gobernador de Tamaulipas realizando una visita a Ciudad Mier, entre francotiradores y máxima protección!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero
El principal adversario de la credibilidad del abogado Diego Fernández de Cevallos ha sido él mismo (se habla aquí solamente de la parte relativa a su misteriosa desaparición física durante meses, no de su trayectoria política y profesional, que merece expedientes aparte).
Su reaparición pilosamente preparada, un mes atrás, quedó al borde de lo inverosímil para muchos de quienes lo vieron en televisión moverse y hablar con soltura, encarar con la arrogancia de siempre a sus interlocutores, en este caso los periodistas, y desarrollar de inmediato una agenda de actividades que entre otras cosas incluyó la entrega de un amoroso ramo de rosas rojas a su novia. A diferencia de lo sucedido en otros casos, cuando las víctimas quedan largamente afectadas por las impresiones vividas, y requieren prolongadas terapias de rehabilitación, el ex candidato presidencial panista se veía esa mañana del pasado 20 de diciembre menos maltrecho que quienes, por ejemplo, en aquellas fechas, se desvelaban para ver un eclipse lunar.
No fue solamente el aspecto físico ni la impresionante capacidad de recuperación o el espectáculo intencional de la barba de testimonial crecimiento que contrastaba con el muy bien cortado cabello: el caso Diego estuvo lleno de irregularidades y sospechas que hasta la fecha no han sido aclaradas. Los Misteriosos Desaparecedores (MD) mostraron un perfil de elemental izquierdismo declamatorio que parecía más pensado para arrojar culpas sobre los movimientos encabezados por López Obrador y por el subcomandante Marcos que para fijar posturas propias de esos MD o para llamar a acciones consecuentes con ese pensar supuestamente guerrillero.
A un mes del secuestro tan peculiar, nada se ha esclarecido, salvo el hecho de que los presuntos luchadores sociales parapetados tras las siglas MD no volvieron a realizar proclama ni comunicado explicatorio alguno ni dieron a conocer videos o audios en los que el repudiado representante de la oligarquía confesara sus crímenes de clase y embarrara a sus mafiosos cómplices. Nada de ese libreto previsible. En cambio, el propio desaparecido ha tenido a bien asomarse de nuevo a los medios de comunicación para fijar ciertas posturas que en esencia son las mismas ya expresadas aquella insólita mañana de diciembre. Y, respecto a las extendidas dudas sobre lo que le sucedió, el aparatoso litigante solamente ofrece adjetivos para descalificar a los medios que no se atuvieron a la versión oficial –o que, como Televisa, abdicaron de su responsabilidad informativa para sumirse en un silencio que se vuelve clamor, tribunal y linchamiento cuando de otros involucrados en asuntos de nota roja política se trata–: simplemente, Diego reitera que fue liberado ese 20 de diciembre, sin abundar en tan extraña historia de recuperación física y anímica ni en los muchos signos contradictorios o raros que lo acompañaron.
En todo caso, lo que sí ha tenido una confirmación puntual es la extendida creencia de que la misteriosa desaparición de Fernández de Cevallos tendría intenciones o desenlaces políticos en tiempos electoralmente densos. Ayer mismo, el hombre que mantiene confrontación política con el felipismo, y que podría buscar la candidatura panista a la Presidencia de la República por fuera o en contra de las intenciones del comandante Calderón, consideró oportuno insistir en el deber de luchar unidos todos los mexicanos, independientemente de ideologías contra la violencia (¿una especie de Frente Popular Dieguista, casi de Liberación Nacional?). Además, en deslinde combativo, exige que se siga combatiendo al crimen organizado, sin permitir impunidades, pero (¿me estás oyendo, Felipe?) sin que la persecución contra los que así actúan implique seguir soportando las acusaciones sin pruebas, las mentiras sin límites y la intolerancia en agravio de quienes piensan diferente, todo lo cual enturbia y asfixia la vida de México. ¿Misteriosa Intolerancia Pinolera?
Diego conciliador de ideologías contrapuestas, luchador contra la delincuencia pero también contra los gobernantes mentirosos, intolerantes y manipuladores de las leyes, Diego purificador y salvífico, al rescate del México que se ahoga. ¿Diego, el de la misteriosa desaparición, convertido ya en el precandidato presidencial de prestidigitación que muchos suponían antes de aquel 20 de diciembre en que apareció a bordo de lujoso automóvil, con barba escenográfica, discurso preparado, ramo de rosas rojas y un catálogo de dudas y sospechas tras de sí?
Astillas
¡Gulp! Que dice el licenciado Calderón que con los 116 mil millones de dólares que México tiene de reservas internacionales podrá aguantar cualquier golpe, por más duro que sea... Si en anterior columna (en http://bit.ly/enwOjB Enigmas Polo Polo: El número Uno; Sutil y Pacífico Cartel; Encerrona con Televisa) se planteaba la posibilidad de que la secuencia indumentaria marca Polo llevara, del 3 de El JJ, y el 2 de La Barbie, al mero mero, al Número Uno, ahora habrá de preguntarse cualquier aficionado al astillerismo (deporte intelectual extremo) si el largo periodo de libertad de ese jefe intocado por una década se debe a que no ha sido acusado de violaciones sexuales ni metido en el batidillo de chismes faranduleros enajenantes pues, de haber sucedido eso, medio país estaría atento a los entretelones, ya habría seguidores dispuestos a la organización y lucha social en defensa del acusado, y el aparato justiciero nacional habría funcionado con eficacia internacional, aprehendiendo al Cha... perdón, al cantante en problemas, de donde estuviera para someterlo a juicio y para que todo mundo viera que en México no hay un Estado fallido sino selectivo, nada más... Y, mientras el efecto JJ es teledirigido hacia el estado de México, donde Peña Nieto sabe que este año será el de las tormentas deseosas de entrampar su nave gaviotona, ¡feliz fin de semana, con Carlos Slim anunciando que la violencia no lo hará irse de México y con el nuevo gobernador de Tamaulipas realizando una visita a Ciudad Mier, entre francotiradores y máxima protección!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Todas las cartas que esta sección recibe diariamente son importantes. Pero algunas sobresalen por su enorme actualidad y trascendencia. La que sigue es una de ellas y la envía una madre tijuanense, cuya identidad guardo por razones que no requieren explicación:
Fecha nefasta: 24 de enero
“El miércoles de esta semana dos funcionarias de la Secretaría de Gobernación asistieron a la escuela de mi hija a ‘proporcionar información’ (en realidad, a dar aviso de un hecho consumado) acerca de la cédula de identidad para niños. Orgullosas, nos aseguraron que por fin Tijuana iba a ocupar el primer lugar en algo positivo, ya que la captura de datos iniciará el próximo lunes 24 de enero. Además de datos de la niña o el niño y sus padres, se registrarán las 10 huellas dactilares y la imagen del iris de ambos ojos. Nos aseguraron que la CIDE será inviolable, por sus muchos candados (¿como el padrón electoral y la lista de celulares?) Que será prácticamente imposible que alguien tenga acceso simultáneo a las seis bases de datos que componen el sistema (en Internet puedes comprar la base completa del IFE en 25 mil pesos o en 3 mil si la quieres clasificada por estado). Que servirá, entre otras maravillas, para evitar el robo de identidad. ¿Será que ignoran que para solicitar una tarjeta de crédito o pagar con ella no te solicitan tus huellas dactilares, ni mucho menos el iris de tus ojos, en el hipotético caso de que un menor pueda usar una tarjeta? Que también dificultará el tráfico de niños. Bueno, habría que decirles a estos funcionarios que aquí, en Tijuana, y a lo largo de toda la frontera, cruzar hacia Estados Unidos acompañado por un infante que no es tu hijo es la cosa más sencilla, ya que a las autoridades estadunidenses únicamente les preocupa que no sea ilegal. Y las autoridades guatemaltecas ni se enteran de quienes cruzan su frontera. En fin, esta nueva base de datos será el nuevo producto a ofertar por Internet, junto con las otras del gobierno, sólo que en esta ocasión los datos corresponderán a nuestros hijos. Secuestradores, extorsionadores, policías y funcionarios corruptos deben estar de plácemes, ya que ahora tendrán información que nos hace completamente vulnerables. Le envío la liga del anuncio donde se venden las bases de datos del IFE, del IMSS, de Banamex, etcétera. Me horroriza pensar que algún día habrá otra liga donde se vendan los ojos de nuestros niños y jóvenes”. Aquí termina el texto de la señora de Tijuana.
Anuncio en QuéBarato.com de venta de base de datos del IFE
www.quebarato.com.mx/base-de-datos-del-ife-nacional__3DD7CA.html
Mercado internacional de ojos
Es repulsivo el sólo mencionarlo, pero si hacemos una búsqueda en Google con las palabras venta de órganos ojos, nos daremos cuenta de que hay un mercado internacional enorme, de donde podemos deducir que la base de datos de iris será un codiciado catálogo de niños secuestrables con ojos del color que quiera el comprador: negros, verdes, azules. No me identifico con el priísmo en modo alguno, pero ni en sus peores tiempos intentaron la monstruosidad que se disponen a cometer los políticos panistas. Sólo la resistencia civil pacífica de madres y padres de familia podrá detenerlos. Y deben hacerlo cuanto antes. Tiene prisa el secretario de Gobernación, Francisco Blake, en comenzar el negocio, llegó tarde al banquete sexenal.
Don Alfonso Bustamante
El pasado miércoles, en Tijuana, falleció don Alfonso Bustamante. Tenía 95 años. Don Alfonso representaba la parte buena de los negocios de aquella frontera, la que no está contaminada por actividades delictivas. Fue una figura sobresaliente de la banca, la industria del gas, los bienes raíces, la hotelería. Fundó una familia que ha destacado en actividades diversas. Su hijo Alfonso, cuando joven, fue novillero, y Carlos actualmente es presidente del municipio; asimismo, la carta con la cual el PRI le arrebató a los panistas el gobierno local.
Huele raro
¿Qué sucedió en la reunión ultraprivada en que Cofetel emitió un fallo en favor de Televisa-Nextel, en el negocio de la telefonía celular de 4G, la tristemente célebre licitación 21? Sabemos, por ejemplo, que la presidió Mony de Swaan, que sólo un comisionado, Rafael del Villar, se opuso a favorecer ilegalmente al hoy disuelto dúo empresarial y que no asistieron todos los miembros. Un particular solicitó el acta escrita y una copia de la grabación de la reunión y Cofetel la negó y además decidió conservarla en los archivos confidenciales por 12 años. El Ifai tomó el acuerdo de turnar el expediente a la Secretaría de la Función Pública porque posiblemente hay una conducta delictuosa. Mony de Swaan, el ex proveedor de supositorios del IMSS, cuando el director era el defenestrado Juan Molinar Horcasitas, huele a cadáver político y ni se ha enterado.
Julio Boltvinik: Economía Moral
Es muy probable que ésta sea una década decisiva para la humanidad. Si no se hace en los primeros años de ella algo radical que vaya más allá de las reuniones fallidas de Copenhague y Cancún, es muy probable que el calentamiento global se vuelva irreversible y que comience con ello una era apocalíptica para la humanidad y el planeta. El modelo energético basado en combustibles fósiles tiene que ser sustituido rápidamente por fuentes que no emitan bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Las tecnologías para ello están disponibles y resulta criminal no forzar el paso con medidas legislativas severas. Los dirigentes de los países dominantes (y emergentes grandes) parecen estar jugando a la teoría de los juegos: no regulo porque creo que tú no vas a regular y me vas a ganar en la competencia económica. Las fuerzas del mercado no lo harán por sí mismas, se requiere la intervención vigorosa de los gobiernos.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Agarraos!, mexicanos sumisos, que al inquilino de Los Pinos le dio por retomar el discurso de la gripa, con tesis del catarrito, es decir, el mismo que utilizó previo al estallido de la crisis que a la nación le significó la caída más profunda de las últimas ocho décadas y a millones de mexicanos desempleo y pobreza. Dijo ayer el susodicho que por muy duro que sea el impacto que pudiera venir sobre México, tenemos, de veras, reservas (internacionales) para aguantar cualquier impacto y evitar una crisis como la de entonces (se refería a la de 1994, no a la de 1929, y menos a la de 2009).
Allá por el no muy lejano 2008, el inquilino de Los Pinos y, en ese entonces, su secretario de Hacienda, Agustín Carstens, pregonaban –un día sí y el siguiente también– que la economía mexicana era la octava maravilla del mundo, envidia de la comunidad de naciones que ya resentía la sacudida y, por lo mismo, tomaba las precauciones del caso para atenuar el impacto, en la medida de lo posible. Aquí fue la fiesta retórica, el nos hace los mandados y lo que el viento a Juárez, no sólo por la solidez del navío de gran calado, sino por contar con reservas históricas. El resultado es por demás conocido y padecido: en 2009 México ocupó el escalón número 143, de 201 posibles, entre las naciones más afectadas por la crisis y con peor comportamiento, de acuerdo con la evaluación del Banco Mundial.
Tirios y troyanos reconocen que el comportamiento económico internacional se ralentiza, que no se vive el mejor momento y que nadie puede dar por hecho que se erradicaron las causas y efectos de la crisis. Nadie, salvo el inquilino de Los Pinos, tal como lo hizo en los meses previos a la sacudida de 2009. Cierto es que las reservas internacionales acumuladas por el país suman más de 116 mil millones de dólares, pero son dineros intocados que no repercuten en el crecimiento nacional ni en el bienestar de los mexicanos, amén de que mantenerlas atesoradas cuestan una muy buena rebanada todos los años. Dicho sea de paso, al cierre de noviembre pasado la deuda pública total (interna y externa) suma 340 mil millones de billetes verdes, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda.
En octubre de 2008, cuando finalmente Calderón y sus genios tecnócratas se vieron en la penosa necesidad de reconocer públicamente lo que ya, de tiempo atrás, México y el mundo padecían, las reservas internacionales sumaban poco más de 84 mil millones de dólares, lo que no impidió la devaluación del tipo de cambio ni la crisis. Casi una cuarta parte de ellas fue engullida en unos cuantos días por los voraces especuladores cambiarios y los grandes consorcios privados urgidos de billetes verdes a buen precio para tapar sus alocadas aventuras financieras, nada distinto a lo registrado en crisis y devaluaciones anteriores.
Cuando en 2007 se avizoraba la crisis y era manifiesto que ni lejanamente sería una gripa (Calderón dixit) o un catarrito (Carstens ídem), tales reservas sumaban 75 mil millones de dólares y el crecimiento económico fue de 1.3 por ciento, y 69 mil millones cuando Calderón se instaló en Los Pinos. En la historia reciente del país, tales reservas no han servido para evitar la devaluación ni permitido que las crisis (en realidad una, con distintas facetas) pasen de largo. Por el contrario, han sido el plato principal de especuladores (disfrazados de banqueros, inversionistas y empresarios, nacionales y extranjeros), no pocos de ellos amigos íntimos del régimen y con los contactos necesarios para recibir el pitazo a tiempo.
En efecto, en diciembre de 1994 las reservas internacionales del país se redujeron dramáticamente: de cerca de 30 mil millones de dólares en enero a poco más de 6 mil millones en el último mes. Pero el actual inquilino de Los Pinos olvidó mencionar algunos elementos que motivaron el saqueo: profunda crisis política, el asesinato de Colosio y Ruiz Massieu, el secuestro de empresarios de renombre, y el invento salinista de los Tesobonos.
¿Qué sucedió en ese 1994, y qué motivó el saqueo? Retomo algunos aspectos del informe del Banco de México correspondiente a ese año, en el que se detalla el por qué, versión oficial, de la pérdida de divisas: ciertos hechos políticos y delictivos coincidieron con las etapas en las que el tipo de cambio llegó al techo de la banda (de flotación) y, consecuentemente, se perdieron reservas (internacionales). Dos de los cuatro hechos políticos referidos son la renuncia del secretario de Gobernación, Jorge Carpizo, en la tercera semana de junio, y su regreso triunfal luego de aceptar la invitación presidencial de continuar en el cargo. De acuerdo con la tesis expuesta por el BdeM, el efecto político derivado de ese hecho se prolongó, por lo menos, hasta mediados de julio, lo que provocó, entre una fecha y otra, que el nivel de las reservas internacionales de México se redujera 2 mil 902 millones de dólares.
El segundo hecho político se refiere a las denuncias y renuncia (en realidad fueron dos: al PRI y a la PGR, en ese orden) del ex subprocurador general de la República, Mario Ruiz Massieu, realizadas una semana antes de que concluyera el sexenio. Dos situaciones políticas concretas redondean la exposición del organismo: el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en marzo, y la hostilidad intensificada del EZLN en la segunda semana de diciembre. Ambos acontecimientos habrían costado al país 11 mil 937 millones de dólares en reservas: 10 mil 388 millones por la muerte del candidato priísta y mil 549 millones por la actividad zapatista.
Como respuesta a graves hechos delictivos (el secuestro del banquero Alfredo Harp Helú) y, sobre todo, el asesinato del candidato priísta, el incremento del tipo de cambio se exacerbó en marzo, y durante el resto del año se mantuvo cercano al techo de la banda (de flotación), y en ciertas etapas lo alcanzaba. Sin explicar por qué, dejó a un lado el levantamiento zapatista, el secuestro del empresario Angel Losada en abril y el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. El hecho es que el saldo de las reservas comenzó a mostrar signos de preocupante deterioro a partir del secuestro de Harp Helú, y un manifiesto y sostenido desplome a raíz del asesinato de Colosio.
Las rebanadas del pastel
¿Qué entenderá Calderón por crisis?, porque con la mitad de la población en pobreza nadie puede presumir solidez económica. ¿O sí?
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx • http://twitter.com/cafevega
Todavía no enterraban a Juan Pablo II, cuando el ultraconservador cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos lo proclamó santo ya, lo repito con el pueblo. El cardenal, entonces funcionario del Vaticano, dijo que no faltan milagros del pontífice polaco, pues los hizo ya en vida y por eso la beatificación debía hacerse inmediatamente. Esa exigencia fue atendida sin dilación por el nuevo pontífice, Benedicto XVI, quien dispensó esperar los cinco años prescritos por el derecho canónico para iniciar una causa de beatificación.
Contra esa determinación alzó su voz un grupo de teólogos, historiadores e intelectuales de Europa. En un documento, afirmaron que la iniciativa citada fue inducida por sectores ultraconservadores de la Iglesia y respaldada acríticamente por muchos medios. Si la santidad cristiana tiene como medida el seguimiento de Jesús, pensamos que el Pontificado de Juan Pablo II ofrece, en aspectos importantes, abusos y contradicciones impropias del seguimiento de Jesús. No fueron escuchados.
Contra esa determinación alzó su voz un grupo de teólogos, historiadores e intelectuales de Europa. En un documento, afirmaron que la iniciativa citada fue inducida por sectores ultraconservadores de la Iglesia y respaldada acríticamente por muchos medios. Si la santidad cristiana tiene como medida el seguimiento de Jesús, pensamos que el Pontificado de Juan Pablo II ofrece, en aspectos importantes, abusos y contradicciones impropias del seguimiento de Jesús. No fueron escuchados.
Obama: del desencanto a la desesperanza
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, arribó ayer a la mitad de su mandato con el anuncio –formulado por su vocero, Robert Gibbs– de que se presentaría a contender por un segundo periodo de gobierno, a finales del año entrante. Es significativo que la primera admisión pública de las intenciones de Obama por relegirse se produzca en medio de un panorama adverso y de un marcado desgaste del impulso político que lo llevó –hace dos años– a convertirse en el primer presidente no caucásico de ese país, en un referente de los ánimos de renovación política y moral para millones de ciudadanos estadunidenses y en una esperanza de cambio en la proyección de Washington hacia el mundo.
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El Correo Ilustrado
Declina asistir a inauguración de biblioteca
Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Agradezco mucho tu interés en que asista a la inauguración de la biblioteca José Luis Martínez dentro de la Biblioteca de México José Vasconcelos. Una gran amistad me unió durante décadas con ese eminente escritor, investigador, erudito y crítico de nuestra literatura que fue don José Luis. Celebro, por otra parte, que su nombre quede asociado al de mi padre, ya que un gran aprecio mutuo los relacionó en vida.
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Víctor M. Quintana S.: Tiempo de
Dijo bien Marco Antonio Solís, El Buki: “… dónde enterrar tanta muerte de esto que hoy tanto vivimos”. En otro contexto, pero la frase revela bien la realidad y la percepción ciudadana de la misma. Lo que vivimos la segunda semana de enero condensa las actitudes de gobierno y sociedad ante la violencia y apunta las coordenadas en que ambos se moverán en 2011.
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En días pasados Felipe Calderón, ya en plena campaña electoral para 2012, rechazó en forma contundente que él hubiese caracterizado el ¿esfuerzo?, ¿embate?, ¿ataque? de su gobierno como una guerra contra el crimen organizado. Lo calificó de lucha. ¿Cuál es la diferencia, si gramaticalmente guerra es una lucha armada entre naciones o grupos contrarios, y lucha es un combate en el que se utilizan la fuerza o las armas? ¿Y qué ha sido su gobierno, si no una lucha armada entre las fuerzas contrarias del Ejército y el narco? ¿Y cuál ha sido su legado histórico, ahora que hemos llegado al fin del camino, si no un combate en el que han proliferado el uso de la fuerza y la fuerza de las armas? Continuar
José Cueli: Riqueza y miseria
Con más de la tercera parte de la población en condiciones de marginación y unos cuantos empresarios dueños de la quinta parte de nuestro profucto interno bruto (PIB), más o menos, dependiendo del estudio que uno consulte.
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