Por Alejandra Waigandt
Habrá movilizaciones el lunes en diferentes países hacia las representaciones diplomáticas de México para repudiar los femicidios de las activistas por los derechos humanos Susana Chávez y Marisela Escobedo, cruelmente asesinadas entre diciembre y enero de este año. Los casi 1000 femicidios registrados desde 2005 muestran la grave situación a la que están expuesta las mexicanas.
Este lunes las embajadas y consulados de México del mundo serán el marco institucional elegido por la sociedad civil para repudiar los espantosos crímenes de Susana Chávez el 6 de enero, y Marisela Escobedo el 16 de diciembre pasado, en las localidades mexicanas Ciudad Juárez y Chihuahua, y la escalofriante cifra de 922 femicidios ocurridos en esa región entre 2005 y 2010.
Chávez y Escobedo estaban profundamente comprometidas con la lucha por los derechos de las mujeres y encontraron la muerte de la peor manera, a manos de femicidas. Chávez fue torturada y asfixiada por tres jóvenes de una pandilla. Escobedo fue baleada cuando reclamaba el esclarecimiento del homicidio de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo.
La movilización a embajadas y consulados mexicanos ha sido convocada desde el movimiento internacional de mujeres, y busca visibilizar la tragedia de los femicidio en Ciudad Juárez, localidad fronteriza con Estados Unidos (306 mujeres fueron asesinadas durante 2010 ) y otras regiones de México, la impunidad con que se manejan los asesinos (en el caso Escobedo no hay detenidos y se enjuiciará a los magistrados que exoneraron al femicida de su hija), y la falta de políticas para frenar esta escalada de violencia que pone en riesgo permanente a la población femenina de ese país lationamericano.
Cabe recordar que una semana después del homicidio de Susana Chávez, las autoridades mexicanas rechazaron la solicitud del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio (OCNF) para investigar la ola de asesinatos dolosos de mujeres en ese país. Esta organización había reclamado la posibilidad de declarar la Alerta de Violencia de Género (AVG), en el marco de la ley de requisitos del Sistema Nacional para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Los femicidios de Chávez y Marisela Escobedo no son casos asiladas, suman 922 en el estado de México; asimismo se registran 4. 773 denuncias por violaciones sexuales, incluso 30 mujeres no han podido ser identificadas, según informó Rocío García Gaytán, directora del Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres).
Incluso en un informe entregado a diputadas de la comisión especial que da seguimiento a los asesinatos de mujeres, la Procuraduría General de Justicia del Edomex culpó a las mujeres por sus femicidios. Afirmó que los 922 casos tienen causas multifactoriales, pero resaltan las relaciones conflictivas. 'Riesgos en los que se colocan algunas mujeres: Consumen drogas, alcohol o usan inhalantes; trabajan en bares en los que alternan con los clientes; salen solas a altas horas de la noche', se lee en el texto. 'Se involucran sentimentalmente con parejas a las que conocen poco; se involucran con varias parejas a la vez; forman parte de bandas de jóvenes; forman parte de grupos delictivos o sostienen relaciones con miembros de los mismos'.
Frente a esto, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) salió a aclarar que lamenta que el gobierno del Estado de México atribuya la incidencia de feminicidios en esa entidad al riesgo que se exponen las mujeres en su vida laboral o en sus relaciones sentimentales. 'Es preocupante que se utilice la condición de sexo de las personas para que se les coarten sus derechos y se utilicen como argumentos para justificar la violencia en su contra', expresó.
Por su parte, el Inmujeres del Distrito Federal divulgó un pronunciamiento sobre el femicidio de Susana Chávez, destacando que este tipo de violencia que azota a México 'es un grave problema social y cultural, que debe ser atendido de manera urgente', y ubica la causa en la pobreza, es decir 'la marginación de parte de la población de cualquier oportunidad de desarrollo económico, social y cultural'.
En el documento, Inmujeres DF exige que 'en la investigación del asesinato de la activista Susana Chávez las autoridades no relativicen los hechos, no los descontextualicen, no pretendan trivializar el tema de la violencia y no responsabilicen a las víctimas de la violencia en su contra. Es preciso la realización de una cuidadosa investigación profesional, que aporte elementos para el esclarecimiento del delito y la sanción a los responsables'.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó a través de un comunicado que Chávez fue golpeada y asfixiada. Los presuntos asesinos Sergio Rubén Cárdenas De la O, Aarón Roberto Acevedo Martínez y Carlos Gibrán Ramírez Muñoz se encuentran detenidos y recluidos en la Escuela de Mejoramiento Social para Menores de México porque todos tienen 17 años.
Chávez popularizó en México la frase ‘ni una muerte más’. Comenzó a trabajar contra la violencia machista en 1993, y fue una activista incansable en la lucha contra los femicidios, una manifestación de violencia extrema hacia la mujer. Para la escritora Arminia Arjona 'es una ironía que ella (Susana) haya muerto de una forma violenta', según el testimonio que brindó a la prensa.
Inmujeres DF declaró además que 'externamos nuestra preocupación por esta escalada de violencia en contra de las mujeres y exigimos garantías de seguridad para quienes alzan su voz exigiendo justicia para sus hijas, hermanas, amigas y compañeras; porque las mujeres tenemos derechos a tener derechos, a salir a la calle sin temor, a divertirnos sin reproche, a ser lo que decidamos ser, a trabajar con confianza, a vivir una vida libre de violencias'.
El asesinato de la poetisa Chávez ocurrió a menos de un mes de que fuera asesinada Marisela Escobedo, quien exigía la captura del homicida de su hija, Sergio Barraza Bocanegra, exonerado por la justicia mexicana. Escobedo fue muerta a balazos frente a la sede del Palacio de Gobierno de Chihuahua en medio de una protesta y no hay detenidos. Radio Internacional Feminista FIRE realizará una cobertura de la protesta internacional contra este femicidio frente a las embajadas de México en los distintos países a las 10. Desde este medio se invitó a las redes de comunicación, medios y comunicadoras a sumarse a la cadena internacional de protesta.
Por su parte, las organizaciones de Chihuahua proponen una serie de elementos simbólicos para replicar en las manifestaciones. A partir del asesinato de Escobedo, las activistas mexicanas llevan la cabeza cubierta con un paño blanco y sólo los ojos dejan libres, para simbolizar el riesgo que corren las mujeres que exigen justicia. También portan cruces rosas, simbolizando los asesinatos de mujeres por razones de género. Sobre mantas despliegan las fotos y nombres de las mujeres desaparecidas, de manera de mostrar a quienes se sigue buscando. Por último se suman flores naturales o de papel.
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