DERECHOS HUMANOS
CRISTAL DE ROCA
Especial | Retomada del sitio infogay.com
Por: Cecilia Lavalle*
Cimacnoticias | México, DF.-¿Por qué tenemos que hacer tanto esfuerzo para impedir que otras personas tengan los mismos derechos que nosotros?
La pregunta la hizo hace tiempo el senador argentino Eugenio Artaza a propósito de los derechos para homosexuales. Y es una buena pregunta, porque quien responda tendrá que dar argumentos para apuntalar lo que en los hechos es un acto de discriminación.
Los Derechos Humanos se inventaron con la exclusión deliberada de las mujeres.
La historia de las mujeres por conquistar uno a uno sus Derechos Humanos tiene larga data, pero en el caso de los derechos de las personas que prefieren relacionarse sexualmente con personas de su mismo sexo el trecho aún es muy largo, y el debate ríspido y muy dividido.
Eso sí, los triunfos que alcanzan abren puertas y ventanas de libertad.
La semana pasada, el Congreso de Uruguay aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo con todos los derechos, incluida la adopción. Se convirtió así en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, en aprobar legalmente este derecho.
Sólo 12 países en el mundo han realizado reformas legales para garantizar este derecho. Y todos lo han legalizado en este siglo.
El primero fue Holanda en 2001; le siguieron Bélgica (2003); España y Canadá (2005); Sudáfrica (2006); Noruega y Suecia (2009); Argentina, Portugal e Islandia (2010); Dinamarca en 2011, y Uruguay la semana pasada.
En otros países el derecho se ha reconocido en algunas entidades. Es el caso de Estados Unidos, Brasil y México.
En nuestro país hace tres años entró en vigor el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal. Sin embargo, los códigos civiles de Quintana Roo, Tamaulipas y Colima señalan que el matrimonio es la unión entre dos personas, sin especificar, como la mayoría, que será entre una mujer y un hombre. Esta apertura, involuntaria muy probablemente, abrió la puerta a este derecho en Quintana Roo donde algunas parejas ya contrajeron matrimonio.
En otras entidades se abre la puerta a base de amparos legales. La punta de lanza la protagonizó una pareja de mujeres de Oaxaca que llevó su caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El veredicto, en diciembre del año pasado, abrió la puerta.
Parejas de Puebla, Nuevo León, Guanajuato y el Estado de México ya interpusieron amparos para poder ejercer este derecho.
No obstante aún no se percibe cercano el reconocimiento legal a su derecho en todo el país, como sucedió en Uruguay.
En pocos países hay un abierto debate al respecto, aunque en varios se reevalúan sus leyes para reconocer legalmente derechos a ese colectivo.
En Francia el debate es abierto, ha tomado las calles incluso, y es ríspido. La propuesta fue impulsada por su presidente Francois Hollande y en principio ya fue aprobada por su Cámara baja, pero falta la aprobación del Senado.
En Gran Bretaña el debate es menos ríspido. En febrero la Cámara de los Comunes aprobó una segunda revisión de la propuesta para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra y Gales.
Nueva Zelanda podría legalizarlo este mes. Y en Estados Unidos se ha iniciado la discusión sobre la definición de matrimonio en el Tribunal Supremo.
Pese a estos avances, el camino aún es largo. Porque, paralelamente, hay 80 países en los que la homosexualidad es un delito. Y Uganda en estos momentos discute una reforma para castigar con la pena de muerte a quienes decidan amar a personas de su mismo sexo.
La pregunta de Artaza sigue siendo pertinente.
Apreciaría sus comentarios: cecilalavalle@hotmail.com
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
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