5/10/2013

Vulnerado el derecho a la educación para las mujeres

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POBLACIÓN Y DESARROLLO
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Especial
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | México, DF.- 07/05/2013Es urgente una expansión del gasto público destinado a la educación, ya que a partir del 2000 ha presentado importantes reducciones en los diferentes niveles educativos, en especial la educación media superior.

También es indispensable un reparto más equitativo de los recursos en las entidades, ya que hay un grave desequilibrio interregional.

Una expresión muy clara de esta desigualdad es el porcentaje de escuelas de educación media superior y superior con ocho alumnos por computadora y acceso a internet.

En el Distrito Federal es el 51.9 por ciento, en tanto que para Chiapas y Guerrero este porcentaje se reduce a 17.3 y 11.4 por ciento, respectivamente.

A nivel nacional las escuelas privadas son el 68.2 por ciento, en tanto que las escuelas centralizadas del gobierno de los estados, únicamente 13 de cada 100.  

Evidentemente esto se refleja en una desigual calidad de la educación que reciben los alumnos de una escuela privada, frente a los de las escuelas públicas, los de menores recursos; se refuerza así el círculo de pobreza.

Las cifras corresponden al estudio “Panorama educativo de México 2012”, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

De acuerdo con este documento, el gobierno federal aporta el 78.4 por ciento del gasto público en educación, los estados 21.4, y los municipios 0.2 por ciento, con lo cual la responsabilidad central de la inversión en educación recae en la Federación.

Su distribución por nivel: 57 de cada 100 pesos se destinan a educación básica; 11 pesos para media superior; 21 para superior, y 11 pesos de cada 100 a la educación para adultos y capacitación. La más débil es la educación media superior, esencial en el ciclo educativo.

Excepto en la educación primaria, en ningún otro nivel se alcanza la cobertura universal. El caso más grave es la educación media superior. A nivel nacional su cobertura es de 51.9 por ciento, pero hay 15 entidades con una cobertura todavía más baja.

Para las mujeres, los estados con la cobertura más baja son: Chiapas (47.4 por ciento); Guanajuato (46.4 por ciento); Guerrero (43.3 por ciento), y Michoacán, donde únicamente 42 de cada 100 jóvenes acceden a la educación media superior.

“La obligatoriedad de los diferentes niveles o tipos educativos ha sido una definición de política educativa orientada a asegurar el acceso a la educación; desde 1934 la educación primaria es obligatoria, la educación secundaria desde 1993, la educación preescolar desde 2004, y la educación media superior a partir del 9 de febrero de 2012.

“Sin embargo, a pesar de que ya pasaron casi dos décadas de la aprobación de la obligatoriedad de la educación secundaria, y de una en el caso de la educación preescolar, aún no se ha logrado la cobertura total en ninguno de estos dos niveles.

“Las cifras que arroja el análisis del último ciclo escolar (2011/2012) muestran que en la educación primaria se alcanzó una tasa neta de cobertura de 101 por ciento. En los niveles educativos de preescolar, secundaria y media superior se registró una tasa de 69.8, 79.8 y 51.9 por ciento, respectivamente”.

LAS REDUCCIONES EN EL GASTO PÚBLICO

Una primera impresión es que el gasto público en educación (GPE) respecto al PIB tiene una dimensión internacional apropiada, sin embargo cuando se analiza la educación tecnológica o el gasto público por alumno los resultados son muy diferentes.

En el primer caso y para los últimos 11 años (2000-2011), el Fondo de Aportaciones para la educación tecnológica de adultos muestra una reducción de 9 puntos porcentuales, al pasar de 69.6 a 60.7 por ciento.

Durante 2008-2011 el gasto real ejercido proveniente del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) fue negativo (decreciente) en 19 entidades del país. Las más afectadas fueron: Aguascalientes, Campeche, Hidalgo, Tamaulipas, Guerrero y Oaxaca.

Por lo que concierne al gasto público por alumno, éste muestra una drástica reducción en su crecimiento real (pesos de 2003), a partir del año 2000 y hasta 2012.

Por ejemplo, durante la década de los 90 (1994-99), el gasto por alumno en el nivel preescolar registró un crecimiento de 11.7 por ciento, para 2000-2006 esta cifra cayó al 0.6 por ciento.
   
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Este fenómeno se repite en todos los niveles, en primaria el crecimiento era de 10.9 y disminuye a 0.7 y 0.8 por ciento en 2007-2012.

En conclusión, para los últimos 12 años se contrajo drásticamente el gasto por alumno, con amplias repercusiones en la calidad de la educación.

Además, el crecimiento en este tipo de gasto es muy desigual entre los diferentes niveles educativos. En primaria crecía 0.7 y en superior 0.3 por ciento (2000-2006).

En su dimensión internacional, México ocupa el último lugar en un conjunto de cinco países, por abajo de Brasil, Chile, Estados Unidos, España y Corea. En todos estos países el porcentaje del gasto educativo por alumno, relativo al PIB per cápita, es más alto que en México.

Si se invierte poco y mal en la formación del capital humano de un país se atenta contra su futuro, los dos pilares del bienestar y desarrollo son educación y salud.

Para las mujeres el factor educación está estrechamente vinculado a la posibilidad de obtener mayores ingresos en el mercado laboral, a la nupcialidad temprana, el embarazo adolescente y las tasas de fertilidad. La educación laica, gratuita y con calidad es un derecho constitucional.

Twitter: @ramonaponce

*Economista especializada en temas de género.

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