Tomás Mojarro
Del relojito que me obsequió mi Nallieli como regalo de cumpleaños hable con ustedes ayer. Flamante mi Cartier, joya esplendente de carátula blanca y números romanos que apenas me lo abroché (en la muñeca) arrancó a caminar con ritmo acompasado, y que haciendo honor a su origen tepiteño a las seis, siete horas de marcha, su andar se desconcertó y después de desmayos y taquicardias cayó in articulo mortis. Y qué hacer, sino marcar el teléfono del relojero, y entonces:
- En un par de días se lo dejo andando como relojito, mi estimado.
Mexicano que no fuera y, como mi Cartier, tepiteño: tres meses más tarde me lo vine a abrochar (el reloj) en la muñeca, y desastre completo. Epiléptica resultó mi molleja, con injertos de bipolaridad.
- ¿El funcionario que habita en Los Pinos es una mediocridad o un verdadero estadista? Juró decir la verdad, acuérdese.
"San Juditas Tadeo, ilumíname". Y me iluminó. "El sucesor de Calderón nos resultó un verdadero estadista, enérgico y decidido. Su mano firme se ha dejado sentir desde los primeros meses de este sexenio".
- ¿Con sus medidas de gobierno marcha bien el país? La verdad, acuérdese.
- Extraño. Desde el exterior observamos un presidente mediocre, gris, irresoluto, pero en fin. ¿Su Pacto por México? ¿Sus proyectos de reformas fiscal, hacendaria, laboral, educativa? ¿Su política antiimperialista? ¿Peña (así se apellida, ¿no?) defiende la soberanía nacional? ¿Qué tan cierto es que su proyecto de reforma energética se redactó en Washington? ¿Cómo funciona?
- Como relojito. Como mi Cartier, se lo juro. Si quiere, beso la cruz. (Un golpecito y las manecillas se estremecieron.)
- Increíble, pero en fin. La campaña anticorrupción, ¿efectiva? ¿A la captura de la maestra Gordillo seguirá la de Romero Deschamps?
- Y la de Salinas, Montiel, Fox, Bribiesca, Sahagún y demás sinverguenzas. Con Peña qué duda cabe. La campaña anticorrupción haga de cuenta el funcionamiento de mi Cartier.
- Entonces va a resultar que Peña es todo un estadista.
- Y tan amado por nosotros que después sus reformas, sobre todo la energética, ya andamos en agencias de reelegirlo en el 2018. Por mí que siga de por vida en Los Pinos.
- El juramento, acuérdese. ¿Con Peña se preserva el estado deDerecho?
- Y la soberanía y la independencia. Peña nos hace avanzar como relojito.
Di unos discretos manazos a mi molleja, que se acababa de atascar. "Como este, como mi Cartier".
- No bromea, ¿verdad? El juramento.
- Peña vino a salvar nuestro petróleo. Su gobierno, un relojito.
Me atraganté, tosí, me metí dos dedos; y es que con los manazos al tepiteño para hacerlo avanzar se le habían cuatrapeado las manecillas y caído en la taza el segundero, que luego del trago al café me lo fui a sacar de la epiglotis. Disimuladamente me zafé el mollejón, bajé la mano y acá bajita la mano lo dejé caer en la escupidera. (Total...)
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