4/04/2014

Córdova, con el INE a cuestas


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Lorenzo Córdova Vianello, joven abogado y teórico del Derecho Electoral, se convirtió ayer en el primer presidente del nuevo Instituto Nacional Electoral avalado por una votación contundente de los partidos y después de una complicada negociación que al final se resolvió en tiempo y forma en San Lázaro.


Paradójicamente, el primer presidente del nuevo instituto fue uno de los más duros críticos del nuevo diseño electoral y, como consejero del IFE, hizo públicos sus cuestionamientos y sus dudas de que el cambio a la institución comicial fuera el más positivo y oportuno. Nunca se justificó a plenitud -decía Córdova apenas en enero pasado- por qué transitar del IFE al INE “era la mejor de las soluciones”. Además de que criticó que la reforma electoral que dio pie a la nueva institución “no partió de un diagnóstico compartido de manera unánime, sino de una serie de juicios, en ocasiones someros y en todo caso sumarios”. Hoy él será el encargado de dirigir ese proceso.

Entre el lunes y el miércoles se desarrolló en San Lázaro una dura negociación que, sin estar ausente del interés partidista, buscó acercarse al nuevo método de legitimación con la elección de las quintetas que fueron negociadas entre los partidos y sus grupos parlamentarios. Manlio Fabio Beltrones, líder de la mayoría priista, fue un personaje central y si bien impulsó en todo momento la candidatura de Marco Baños para la presidencia, al final tuvo que aceptar la negociación con el PAN, y un aval directo de Los Pinos, para la figura de Lorenzo Córdova que llegó con el mayor consenso posible.

Porque contrario a lo que muchos piensan, de que a Lorenzo lo impulsó el PRD, los perredistas comandados por Silvano Aureoles desconocieron y negaron en el proceso de negociación al consejero del IFE que ellos habían impulsado. Como San Pedro a Cristo, los del sol azteca le escatimaron a la hora buena el apoyo a Córdova Vianello, aunque al final la mayoría de los perredistas se sumaron al acuerdo entre PRI y PAN, junto con un visto bueno desde la casa presidencial, que al final hizo posible la mayoría contundente de 427 votos que designó al presidente del INE. Aun así hubo perredistas que votaron en su contra.

En el resto de los consejeros, entre los de 9, 6 y 3 años de gestión, se terminó de equilibrar la negociación con un reparto de 5-3-3, cinco a propuesta del PRI, 3 del PAN y 3 del PRD.

Además de su formación en el grupo cercano a José Woldenberg, con quien trabajó como asesor en el IFE en sus dos presidencias, Córdova Vianello tiene también relaciones que lo favorecieron con el visto bueno de Los Pinos. Junto con el actual director de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa Reza, hombre cercano a Aurelio Nuño, jefe de la Oficina del presidente Enrique Peña Nieto, fue parte del cuerpo de asesores de María del Carmen Alanís, como magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial federal.

Pero más allá de los apoyos o las relaciones que lo apoyaron para definir su presidencia, Lorenzo Córdova llega al nuevo INE con todas las cartas políticas y credenciales académicas, aunque también con un apretado calendario para echar a andar al nuevo instituto que organizará y supervisará, en el nuevo modelo nacional, las elecciones locales de este año en seis estados para alcaldes y diputados, y las federales de 2015 para renovar la Cámara de Diputados junto a cinco gubernaturas estatales.

Y, a juzgar por la premura y la enorme carga que tendrá la nueva institución, surgen dos preguntas: ¿podrá Córdova Vianello salir con el INE a cuestas? y ¿podrán aterrizar las nuevas reformas a tiempo para las elecciones en puerta? O como ya algunos manejan se optará por un esquema de posponer o retrasar algunos comicios.

NOTAS INDISCRETAS… Antes de que César Camacho llamara vía telefónica a Cuauhtémoc Gutiérrez para pedirle su separación “temporal” del cargo -que en realidad fue una maniobra para sacarlo sin que agitara al priismo del DF- en la oficina del líder priista sonó el famoso teléfono rojo. La llamada, dicen, venía de Los Pinos, de la Oficina de la Presidencia y desde ahí le trasmitieron la molestia por lo que acababan de exhibir del polémico dirigente. Por eso el cese, aunque disfrazado, fue fulminante… Ayer en el Foro del Senado sobre la reforma de telecomunicaciones, mientras los representantes de Telmex, Javier Mondragón, y de Televisa, Luis Mancera de Arrigunaga, se enfrascaban en una guerra de descalificaciones entre las dos empresas y ambos descalificaban también la iniciativa de leyes secundarias, el contraste con la posición del representante de TV Azteca, Francisco Borrego, fue notorio. El vicepresidente Jurídico de Azteca no sólo apoyo las iniciativas que discute el Senado sino que celebró “que la iniciativa hace de la competencia uno de sus ejes. La promoción de la competencia y el castigo a los monopolios y prácticas monopólicas abonará al crecimiento y a la pluralidad del sector”. Dijo que TV Azteca ha competido durante 20 años y avaló las facultades constitucionales del Ifetel para acabar con los obstáculos que “el gigante de las telecomunicaciones” ha puesto durante años a la competencia en el sector. Es decir, mientras los dos preponderantes se pelean y patalean, hay otros que celebran la iniciativa… Dados al cajón. Escalera. Gran Semana.

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