Carlos Puig
La proclividad de nuestros políticos a presentar denuncias ante las
distintas procuradurías es directamente proporcional al grado de
inutilidad de nuestras procuradurías y a nuestro real desprecio por la
ley. Y revela la ausencia de responsabilidades políticas —que no
penales— frente a la ciudadanía.
A la menor provocación, ante
cualquier hecho, lo primero es “que me investigue la procuraduría”,
“que se interponga denuncia”, “ya interpuse una denuncia”, en fin.
Es
una gran jugada del acusado, porque lo más probable es que dicha
investigación no llegue a nada, y entonces puede salir unas semanas
después y decir: ya ven, yo no hice nada. Algo así está pasando en el
caso del ex dirigente del PRI en el Distrito Federal, Cuauhtémoc
Gutiérrez, quien ayer interpuso una denuncia para que se
investiguen las acusaciones en su contra sobre una presunta red de
prostitución a su cargo. Ayer le dijo a Ciro Gómez Leyva en radio que
todo es una calumnia, que no hay nada, que todo es una campaña
“mediática”.
El reportaje en el programa de Carmen Aristegui, por cierto, no es el primero en detallar esta costumbre
del priista de rodearse, gracias la nómina de donde chambea, de
edecanes con minivestidos a las que después propone actos sexuales.
Hace años lo habían publicado Reforma y El País.
Después de releer aquellos reportajes y escuchar más de una vez el de
MVS, no tiene el señor Gutiérrez, creo, mucho para donde hacerse.
Lo
que no tengo claro es cuál sería el delito y me queda claro que
cualquiera que sea va a resultar muy difícil de configurar. Un par de
buenos abogados a los que consulté ayer, coinciden. La cosa esa
grotesca, horrible, que parece suceder en las oficinas de Movimiento
Territorial del PRI no creo que pase la prueba frente a un juez de que
eso es trata. Podría armarse algo con las leyes laborales alrededor de
acoso sexual, pero para eso se necesitan denuncias de víctimas que
prueben, por ejemplo, que una de ellas fue castigada físicamente o
corrida por no acceder a las perversidades del ilustre priista.
Escuche
ayer al procurador del DF comprometerse a hacer la mejor investigación
posible. Pero me temo que por lo que hasta hoy sabemos, puede no
configurarse delito y entonces el señor ese podrá decir públicamente:
ya ven, no cometí delito.
Porque a veces la basura, él lo sabe mejor que nadie, es solo eso: basura; pestilente, asquerosa, repugnante.
Twitter: @puigcarlos
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