El país falla en incorporación del servicio al sistema de salud
Apenas el 60 por ciento de las mexicanas que necesita los servicios de una partera profesional y capacitada tiene acceso a ella, pese a que México es uno de los 73 países donde ocurre el 92 por ciento de las muertes maternas.
De ello da cuenta el informe “El Estado de las parteras en el mundo 2014. Hacia el acceso universal a la salud, un derecho de la mujer” –sólo disponible en inglés–, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Confederación Internacional de Matronas, y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el reporte, aunque México no es una de las naciones con más rezago en la materia –como sí lo son Haití o Chad–, aún existe una brecha entre el número de parteras que se requieren y con las que se cuentan.
El informe menciona que para 2012 la población total se estimaba en 120.8 millones de personas, de ellas 45 por ciento vivía en áreas rurales y 28 por ciento, es decir 33.6 millones, eran mujeres en edad reproductiva, por lo que en algún momento de su vida ocuparan algún servicio en salud sexual y reproductiva.
Considerando que para 2030 la población se incrementará en 19 por ciento, para lograr el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva, así como a cuidado materno y neonatal, los servicios de partería deberán responder a 3.1 millones de nacimientos al año.
Lo que implica para el Estado mexicano configurar e implementar de manera equitativa la fuerza de trabajo suficiente para cubrir las necesidades de al menos 251.4 millones de visitas neonatales, 41 millones de nacimientos y 163.9 millones de visitas posparto que se prevén entre 2012 y 2030.
Actualmente, indica el informe, hay una necesidad insatisfecha de estos servicios, que se contabiliza por la cantidad de parteras, enfermeras capacitadas, auxiliares de partería y demás profesionales que reporta tener México.
Destaca –no obstante– que no existen datos específicos sobre el número de nacimientos atendidos por una partera, tanto en las áreas rurales como urbanas.
A lo que se suma que no existe la posibilidad de un continuo desarrollo profesional de las parteras profesionales y tampoco hay una representación legal o asociación que les permita defenderse cuando son acusadas de mal desempeño, y pese a que la profesión fue reconocida oficialmente en 2011 no existe una posibilidad de negociación del salario con el gobierno.
En ese contexto, en el reporte se llama a México, al igual que al resto de las naciones, a que se elaboren los planes y programas correspondientes para la adecuada incorporación de las parteras a los servicios de salud, procurando que éstas sean aceptadas por todo el personal y tengan todas las herramientas y conocimientos necesarios antes de 2030.
CIMACFoto: Yunuhen Rangel Medina
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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