12/30/2014

Propietarias guerrerenses ven quebrar sus negocios por violencia


Ayuda económica sólo va a grandes centros turísticos, critican


Los altos niveles de violencia y delincuencia en el estado de Guerrero han provocado que el turismo decaiga y que algunos pequeños y medianos negocios –encabezados por mujeres– quiebren.

 
Si bien este periodo vacacional el puerto de Acapulco alcanzó el 100 por ciento de ocupación hotelera, en días recientes algunas propietarias de pequeños negocios en comunidades aledañas de la Costa Chica de Guerrero alertaron sobre una disminución alarmante en el turismo y el comercio, tras la desaparición de estudiantes normalistas en Iguala.
 
“Silvia”, entrevistada por Cimacnoticias durante la reciente Caravana de la “Brigada Nacional por la aparición con vida de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos”, detalló que desde octubre pasado no tiene suficiente clientela en su pequeña zapatería.
 
La mujer tiene 42 años, es madre soltera de tres hijos y vende huaraches en un local frente a la plaza principal de San Luis Acatlán, desde hace seis años.
 
Acatlán es un municipio de 42 mil 460 habitantes (con más de 21 mil mujeres), ubicado en la Costa Chica de Guerrero. La mitad de la población es indígena hablante de tres lenguas (mixteco, náhuatl y tlapaneco).
 
“Silvia” explicó que su papá, quien antes administraba el negocio, sufrió en 2011 tres intentos de secuestro y cientos de extorsiones, lo que lo obligó esconderse y a ella a quedar al frente del comercio para sostener a su familia.
 
También relató que fue hasta que la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-Policía Comunitaria) se hizo cargo de la seguridad del municipio que su negocio pudo estabilizarse y continuar con las ventas, ya que los asaltos en caminos, violaciones sexuales contra menores de edad, robo de ganado y otros abusos amedrentaban diariamente a la comunidad.
 
Sin embargo, tras la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, los días 26 y 27 de septiembre, sus proveedores (provenientes de los estados de Michoacán y Veracruz), y las y los turistas dejaron de visitar las comunidades Guerrero.
 
La vendedora detalló que antes de los hechos violentos en Iguala sus ventas diarias eran de hasta de tres mil pesos, pero que ahora sólo vende cuatro pares de huaraches por día, lo que equivale a unos 800 pesos.
 
Si bien Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal, anunció que implementaría un “plan emergente” para reactivar la economía del estado, éste sólo se centra en el puerto de Acapulco, Taxco y Zihuatanejo (zonas primordialmente turísticas) y en la disminución de las cuotas de peaje.
 
Hace más de un mes Silvia se vio obligada a despedir a su única empleada porque no pudo pagar su sueldo y dijo que teme que en los próximos meses tenga que cerrar su local, del cual sólo espera “sacar” para las fiestas decembrinas y los gastos escolares de sus hijos al inicio de 2015.
 
“Silvia” aclaró que no hace responsables al movimiento de familiares y compañeros normalistas de lo que está sucediendo en la economía y el comercio de la entidad, ya que –afirmó– “los costos de lo que no hace el gobierno siempre los paga el pueblo”.
 
La comerciante agregó: “Ya queremos que esto termine, están cansando a los guerrerenses. Acá sólo confiamos en nuestra policía (la comunitaria) que se está enfrentando con los grupos del narcotráfico que sólo secuestran y matan.
 
“Ahora también tenemos que cuidarnos de los policías del gobierno, que no nos ayudan pero sí nos perjudican. Algo habrá que hacerse porque esto no lo vamos a aguantar”, declaró.
 
Pese a las dificultades económicas, durante el paso de la caravana por San Luis Acatlán “Silvia” buscó a las madres de los normalistas desaparecidos para ofrecerles un espacio para dormir o bañarse en su casa.
  


Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- 

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