Ayuda económica sólo va a grandes centros turísticos, critican
Los
altos niveles de violencia y delincuencia en el estado de Guerrero han
provocado que el turismo decaiga y que algunos pequeños y medianos
negocios –encabezados por mujeres– quiebren.
Si bien este periodo vacacional el puerto de Acapulco alcanzó el 100
por ciento de ocupación hotelera, en días recientes algunas
propietarias de pequeños negocios en comunidades aledañas de la Costa
Chica de Guerrero alertaron sobre una disminución alarmante en el
turismo y el comercio, tras la desaparición de estudiantes normalistas
en Iguala.
“Silvia”, entrevistada por Cimacnoticias durante la reciente Caravana
de la “Brigada Nacional por la aparición con vida de los estudiantes de
Ayotzinapa desaparecidos”, detalló que desde octubre pasado no tiene
suficiente clientela en su pequeña zapatería.
La mujer tiene 42 años, es madre soltera de tres hijos y vende
huaraches en un local frente a la plaza principal de San Luis Acatlán,
desde hace seis años.
Acatlán es un municipio de 42 mil 460 habitantes (con más de 21 mil
mujeres), ubicado en la Costa Chica de Guerrero. La mitad de la
población es indígena hablante de tres lenguas (mixteco, náhuatl y
tlapaneco).
“Silvia” explicó que su papá, quien antes administraba el negocio,
sufrió en 2011 tres intentos de secuestro y cientos de extorsiones, lo
que lo obligó esconderse y a ella a quedar al frente del comercio para
sostener a su familia.
También relató que fue hasta que la Coordinadora Regional de
Autoridades Comunitarias (CRAC-Policía Comunitaria) se hizo cargo de la
seguridad del municipio que su negocio pudo estabilizarse y continuar
con las ventas, ya que los asaltos en caminos, violaciones sexuales
contra menores de edad, robo de ganado y otros abusos amedrentaban
diariamente a la comunidad.
Sin embargo, tras la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela
Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, los días 26 y 27 de septiembre, sus
proveedores (provenientes de los estados de Michoacán y Veracruz), y
las y los turistas dejaron de visitar las comunidades Guerrero.
La vendedora detalló que antes de los hechos violentos en Iguala sus
ventas diarias eran de hasta de tres mil pesos, pero que ahora sólo
vende cuatro pares de huaraches por día, lo que equivale a unos 800
pesos.
Si bien Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal, anunció que
implementaría un “plan emergente” para reactivar la economía del
estado, éste sólo se centra en el puerto de Acapulco, Taxco y
Zihuatanejo (zonas primordialmente turísticas) y en la disminución de
las cuotas de peaje.
Hace más de un mes Silvia se vio obligada a despedir a su única
empleada porque no pudo pagar su sueldo y dijo que teme que en los
próximos meses tenga que cerrar su local, del cual sólo espera “sacar”
para las fiestas decembrinas y los gastos escolares de sus hijos al
inicio de 2015.
“Silvia” aclaró que no hace responsables al movimiento de familiares y
compañeros normalistas de lo que está sucediendo en la economía y el
comercio de la entidad, ya que –afirmó– “los costos de lo que no hace
el gobierno siempre los paga el pueblo”.
La comerciante agregó: “Ya queremos que esto termine, están cansando a
los guerrerenses. Acá sólo confiamos en nuestra policía (la
comunitaria) que se está enfrentando con los grupos del narcotráfico
que sólo secuestran y matan.
“Ahora también tenemos que cuidarnos de los policías del gobierno, que
no nos ayudan pero sí nos perjudican. Algo habrá que hacerse porque
esto no lo vamos a aguantar”, declaró.
Pese a las dificultades económicas, durante el paso de la caravana por
San Luis Acatlán “Silvia” buscó a las madres de los normalistas
desaparecidos para ofrecerles un espacio para dormir o bañarse en su
casa.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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