Políticas, leyes y programas de atención aún son insuficientes
En
el mundo sólo cuatro de cada 10 mujeres y niñas sobrevivientes de
violencia alguna vez han solicitado ayuda a instancias de gobierno o
comunitarias, lo que indica la importancia de generar programas de
atención que se adecuen a las necesidades específicas de las víctimas
de este flagelo.
Así lo señalan el Grupo del Banco Mundial (GBM); el Instituto Global de
las Mujeres (GWI, por sus siglas en inglés), de la Universidad George
Washington, y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la “Guía
de Recursos” –publicada recientemente– que ofrece orientación sobre
cómo integrar la prevención de la violencia y la prestación de
servicios de alta calidad a las sobrevivientes de este delito.
Las organizaciones explican que la violencia es una “de las formas más
opresivas de la desigualdad de género y se erige como barrera
fundamental a la participación igualitaria de las mujeres y los hombres
en las esferas social, económica y política”.
En ese sentido, la guía recomienda estrategias para incorporar la
violencia de género en políticas y leyes, así como en programas y
proyectos sectoriales, proporciona definiciones clave y describe los
factores de riesgo y protección, los costos socioeconómicos y las
necesidades de las sobrevivientes de violencia, así como el papel y
valor agregado del apoyo de las instituciones financieras
internacionales a las actividades de prevención.
Ello al destacar que “diferentes formas de violencia afectan a las
mujeres y las niñas durante cada etapa de su vida”, comenzando con la
gestación, luego la niñez, adolescencia, edad reproductiva y etapas
posteriores de la vida.
“Adoptar un enfoque basado en el ciclo de vida para abordar la
violencia tanto en el hogar como en la comunidad es una estrategia
importante para la prevención de la violencia, y para atender las
necesidades de las mujeres y las niñas en todas las etapas de su vida”,
se indica en la herramienta.
Enfatiza que en el mundo la mayor parte de las mujeres expuestas a la
violencia nunca buscan ayuda, ni hablan con nadie sobre ella.
El análisis del GBM de los datos de encuestas demográficas y de salud
en 30 países reveló que, en promedio, sólo cuatro de cada 10
sobrevivientes de violencia alguna vez han solicitado ayuda a las
autoridades o redes familiares o comunitarias.
En otro estudio reciente se calculó que solamente el 2 por ciento de
las mujeres en la India y en el este de Asia, el 6 por ciento en
África, el 10 por ciento en Asia Central, y el 14 por ciento en América
Latina y el Caribe revelaron de alguna manera su experiencia
relacionada con la violencia.
Esta falta de atención a las sobrevivientes de violencia, de acuerdo
con el BID, se traduce en “una enorme oportunidad perdida para influir
en puntos de entrada que promuevan el empoderamiento de las mujeres por
medio de las instituciones de servicios sociales y las estructuras de
justicia formales e informales”.
Ante ello, la guía propone un “enfoque centrado en la sobreviviente” en
el que se determine el plan de acción según las preferencias de estas
mujeres, “puesto que ellas están más familiarizadas con sus
circunstancias y saben cuál es su nivel de confort con las opciones que
tienen disponibles, tales como continuar un juicio (relacionado con
violencia de género)”, entre otras acciones.
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-
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