Pedro Echeverría V.
1. Si no nos preparamos bien, si no se unen guerrerenses,
estudiantes de la UNAM y el Poli, la CNTE y demás radicalizados, y no
bloqueamos aeropuertos, los principales bancos y carreteras por tres
días por lo menos, la clase dominante seguirá burlándose de nuestras
manifestaciones y plantones muy educados. Los padres de los normalistas
desaparecidos podrán tomar las calles, la CNTE podrá seguir en plantón
en el ala trasera del Monumento de la Revolución, hacer congresos, así
como manifestaciones diarias, y los estudiantes de la UNAM y el POLI
tomar rectoría o cogobernar, pero siguen sin resolverse los problemas.
Todas esas presiones las ha sufrido la burguesía durante años y le ha
valido un carajo.
2. La clase dominante así demuestra su fortaleza; nosotros así
demostramos nuestra debilidad porque no les hacemos ni “cosquillas”.
Peña y su partido no están preocupados por las protestas, mucho menos
por los jóvenes estudiantes desaparecidos. A Peña le preocupa la
devaluación del peso, la producción en picada, las protestas de los
banqueros y negociantes, convencer a los EEUU en que todo está bajo
control, que se realice en todo el país las elecciones en julio de 2015
y, lógico, continuar su dominio total sobre el PAN, PRD y demás. Yo he
visto muchos plantones de tres, cuatro años, con banderas desteñidas,
hasta que son abandonados sin solución alguna. A la burguesía sólo le
importan los trabajadores como fuerza productiva.
3. “Que se jodan, que se cansen, que griten, nosotros ya dijimos
nuestra verdad (que es la única) y no hay más”, dicen el procurador
Murillo, el de la SEP Chuayffet, el de Gobernación Osorio y el mismo
presidente Peña. “Si pretenden acaso desbalancear al país nunca lo
lograrán; antes aprobaremos leyes para meter a sus líderes a la cárcel
para que se den cuenta que no estamos jugando a la política. ¿Puede
olvidarse que a Demetrio Vallejo y a otros mil ferrocarrileros no los
reprimieron y metieron a la cárcel en 1959 por hacer mítines y
manifestaciones, sino por paralizar los ferrocarriles? Hay cosas que a
la burguesía le duele y hay muchas más que ni el cosquilleo siente.
Quizá debemos prepararnos más para realmente pasar a la ofensiva.
4. La gente, los trabajadores, no están preparados para luchas
largas por los sacrificios que les provocan; además tienen que trabajar
para la familia. Con excepción de muchos profesores oaxaqueños,
guerrerenses, michoacanos, algunos estudiantes, campesinos y luchadores
sociales, los demás no han demostrado su capacidad de resistencia en
las luchas en las calles y los plantones. Estas batallas contra la
represión y el mal gobierno enseñan mucho el significado de la lucha de
clases, pero es necesario extenderlas a todos los sectores. ¿Cómo
defenderse ante la represión de militares y policías que hoy llegan a
más de un millón de elementos? Los movimientos no deben desgastarse y
sí buscar que sean “contundentes” de días.
5. Hemos amenazado este año en tres ocasiones la toma del aeropuerto
de la ciudad de México. Se han concentrado cinco, seis mil profesores
de la CNTE en la ancha avenida, pero la fuerza enviada por el gobierno
–integrada por miles de soldados, policías, caballos, perros, gases
lacrimógenos y armas- ha sido muy superior y con órdenes de reprimir.
El gobierno, además de paralizar el Metro y demás transportes del
aeropuerto, obliga a todos los pasajeros del día a enseñar su boleto de
viaje. Sin embargo ninguna medida de la burguesía podría resistir un
mayor movimiento de masas dirigida por mejores estrategias de bloqueo
total; porque si así fuera, entonces estaríamos los trabajadores tan
jodidos que nada podríamos hacer.
6. Si tomáramos el aeropuerto por tres días ya no buscaríamos ir a
“dialogar” a Gobernación, sino el gobierno vendría corriendo para
dialogar con nosotros y solucionar cualquier petición. Con este
antecedente de unidad y fuerza dispuesta a paralizar de manera
contundente, ya no tendríamos que realizar mil manifestaciones para que
se burlen de nosotros, pues bastará con nuestra amenaza o nuestra
palabra para que nos hagan caso. Ese sería el “poder obrero, popular o
del pueblo” y que la burguesía gobernante tuviera que someterse a la
fuerza de los trabajadores. No necesitaríamos cambiar o elegir gobierno
porque cualquiera tendría que servir u obedecer al pueblo. ¿No es acaso
el principio de la democracia real y la igualdad?
7. Todo depende del nivel de conciencia de las masas. Por eso Mao
–el líder chino- señaló alguna vez que la burguesía, el ejército y sus
armas son “simples tigres de papel” frente a la conciencia de lucha del
pueblo. Espero que las batallas del pueblo de Guerrero, Oaxaca,
Michoacán no se apaguen como quiere el gobierno; la conciencia de lucha
se ha extendido pero aún no se consolida para tener continuidad. La
violencia en México ha sido impuesta –de diferentes maneras y
formas-por los gobiernos y los empresarios explotadores usando a
militares y policías; el pueblo lo único que ha hecho es defenderse
desarmado, pero con el uso de la inteligencia. El gobierno busca
cansarnos y amenazarnos con más represión. ¡Seamos inteligentes!
(27/XII/14)
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