Ayotzinapa, la herida abierta
Si el gobierno le apostó al cansancio, está perdiendo, aseguran padres de los 43
Durante la marcha advierten que no descansarán hasta que los estudiantes sean presentados con vida
Las autoridades capitalinas reportaron
saldo blancoen la movilización realizada ayer
Periódico La Jornada
Al cumplirse ayer un año de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, la exigencia fue clara:
Justicia, presentación con vida y rechazo al olvido. Los padres de los estudiantes y miles de ciudadanos que exigen su regreso a casa marcharon en la capital del país para rechazar la verdad histórica y reiterar que
no habrá olvido y no nos callaremos.
En su mensaje, a 365 días de la desaparición forzada de los jóvenes,
quienes fueron atacados por fuerzas policiacas y civiles armados la
noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del año pasado, los
padres de las víctimas señalaron que
ya está bien de tantas mentiras de este gobierno; nos han hecho sufrir mucho.
Advirtieron que si el gobierno federal
le apostó al cansancio, está perdiendo, y si le apostó al olvido, ya se jodió.
Uno de los reclamos más insistentes fue para el presidente Enrique Peña Nieto:
Queremos que se vaya con todo su gabinete, pero antes que nos entregue a nuestros hijos.
Carmelita Cruz, madre del normalista Jorge Aníbal Cruz, afirmó que
ellos saben dónde están.
Mario César Gónzalez, padre de César Manuel, recordó:
Hace un año, a las 17:35 horas, escuche por última vez la voz de mi hijo en una llamada telefónica. Afirmó que ha sido un año muy difícil, pero
de mucho aprendizaje, pues me ha enseñado al verdadero México y cómo lo está destrozando el Estado.
Junto a él, Emiliano Navarrete, padre de José Ángel, señaló que
pareciera que la naturaleza nos dice que las cosas se repiten: hace un año, en un día como hoy, también estaba lloviendo.
Ante miles de manifestantes, que pese a la persistente lluvia
permanecieron en el Zócalo de la ciudad de México, Felipe de la Cruz,
vocero de los padres, señaló que la mentira histórica del gobierno
se ha hecho pedazos por la verdad científicadel Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Melitón Ortega apuntó que los padres “no vamos a permitir que este
caso se cierre, como lo ha intentado este gobierno a través de mil
maneras, queriendo imponer su verdad histórica”.
Fue el día de la indignación. Desde las primeras horas de ayer
cientos de manifestantes, entre ellos estudiantes, trabajadores,
maestros, jubilados, integrantes de organizaciones civiles y defensores
de derechos humanos, se concentraron en diferentes puntos de Paseo de
la Reforma para sumarse a la
marcha por la dignidad.
El contingente, encabezado por los padres de familia, inició la
movilización a las 12:30 horas en las inmediaciones de la glorieta de
Chivatito, con una declaración formal:
Aquí estamos con el dolor de que hace un año no sabemos nada de nuestros hijos. Vean nuestros rostros. No nos estamos dando por vencidos. Seguiremos luchando para encontarlos.
Un mosaico multicolor de carteles y mantas, personas y edades se
mantuvo cerca de los padres de familia que, resguardados por un cordón
de seguridad, avanzaron por Paseo de la Reforma acompañados de miles de
voces que corearon consignas como:
¡No están solos, no están solos!,
¡Ayotzinapa somos todos!,
¡Fuera Peña!y
¡26 de septiembre no se olvida!, y también por el resonar de los caracoles prehispánicos y distintos ritmos mexicanos.
Los jóvenes fueron mayoría. Ahí estaban los estudiantes de la
Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico
Nacional y de la Universidad Autónoma Metropolitana, marchando junto a
los de la Universidad Iberoamericana, el Instituto Tecnológico Autónomo
de México o la Escuela Nacional de Antropología e Historia, así como
los que iban a título personal o como integrantes de organizaciones
civiles y defensoras de derechos humanos.
Al contingente también se sumaron creadores y escritores, entre ellos Elena Poniatowska y Jesusa Rodríguez.
Poniatowska, galardonada con el premio Príncipe de Asturias, portaba un cartel con la leyenda
Hoy el cielo llora. Mañana la luna sangra en la tierra. 43 semillas crecen, serán el sol de la justicia.
En
su recorrido por las principales calles de la ciudad de México cientos
de personas se congregaron en la banqueta y el camellón de Paseo de la
Reforma para esperar al contingente. Así, en puntos centrales como el
Museo Nacional de Antropología, la Estela de Luz y el Ángel de la
Independencia se sumaron a la marcha.
Diversas expresiones artísticas dejaron huella de la indignación por
la desaparición de los normalistas. Carteles, mantas, pendones, cajas
de cartón o banderas fueron los medios para comunicar el repudio al
olvido y la exigencia de justicia.
Miles de manos portaron carteles con leyendas como:
¡Un México cansado, pero no paralizado!,
¿Cuántos desaparecidos necesita este país para despertar?,
No lo decimos despacito, lo decimos con fuerza. Investigación al Ejército, ya, y
Fue el Estado.
A pesar que durante gran parte de la movilización se hicieron
llamados a mantener una protesta pacífica, un grupo de jóvenes
encapuchados cometió destrozos en mobiliario urbano de Paseo de la
Reforma, a la altura del Museo Nacional de Antropología, y a partir de
las inmediaciones del Senado realizó pintas y lanzó decenas de
petardos. También arrojó piedras y botellas a las fachadas de los
comercios aledaños. Una de ellas, ubicada a un costado del hotel
Hilton, quedó destrozada.
Este grupo, de no más de 100 personas, se enfrentó con elementos de
la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, en el Eje
Central y avenida Juárez, lo que interrumpió el paso de los numerosos
contingentes que se dirigían al Zócalo.
No violencia, no violencia, gritaban los manifestantes.
En tanto, los padres de los normalistas iniciaron el mitin central con un llamado a mantener la unidad y la esperanza.
¡Ni la lluvia ni el viento detendrán este movimiento!, afirmó Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los estudiantes.
Exhortó a hacer de la indignación una fuerza para la organización:
Estamos aquí no sólo para exigir la aparición con vida de nuestros 43 normalistas, sino también para demandar justicia por los más de 25 mil desaparecidos del país. Pero también debemos luchar por quienes han sido despojados de su tierra. Que no haya ni una lucha aislada más.
Melitón Ortega recordó que a lo largo de este año no sólo han
recorrido el país buscando justicia, sino también han visitado diversas
naciones de América y Europa.
Aquí está la muestra de la indignación, del corazón del pueblo mexicano. Ayotzinapa no es un caso aislado; las desapariciones se dan en todo el país.
Bajo una llovizna que no abandonó a los manifestantes, minutos
después de las 18 horas, y luego de que dirigentes sindicales del
magisterio y de los telefonistas, así como estudiantes y organizaciones
civiles reiteraron su apoyo en la búsqueda de justicia y presentación
con vida de los normalistas, concluyó el mitin, que fue trending topic en las redes sociales con el hashtag #DiaDeLaIndignación.
Al concluir la marcha, la Secretaría de Seguridad Pública del
Distrito Federal informó que pese a las pintas y disturbios
protagonizados por jóvenes encapuchados en diferentes puntos de las
avenidas Reforma, Juárez y Eje Central, hubo saldo blanco.
Sin embargo, personal de la Comisión de Derechos Humanos del
Distrito Federal, que acompaño la movilización, reportó la detención de
una persona, en el cruce de la calle Rosales y la avenida Hidalgo, la
cual en un principio se dijo sería remitida a la agencia 50 del
Ministerio Público, pero calles adelante fue liberada.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera,
señaló en días pasados que los granaderos no estarían presentes en la
marcha; sin embargo, se concentraron en cuatro puntos aledaños a la
movilización.
(Con información de Josefina Quintero)
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