Convocan a la sociedad a marchar este sábado
“Hoy
terminamos nuestro ayuno. Todos los 43 padres de familia que estamos
dispuestos por dar la vida por nuestros hijos ya ayunamos 43 por 43, y
aquí estamos: más fuertes que nunca”, dijo Cristina Bautista, madre del
desaparecido Benjamín Ascencio Salvador Bautista, al cierre de la
protesta que iniciaron las familias de Ayotzinapa en el Zócalo
capitalino a las 7 de la noche del pasado miércoles y que terminaron
hoy a las 2 de la tarde con 23 minutos.
Con una voz muy fuerte, Cristina agregó: “Agradezco a todas las
personas que nos acompañaron, que estaban velando esta noche mientras
estábamos durmiendo; a los doctores que nos acompañaron, y a todos los
que estaban haciendo actividades culturales. Que sepa el gobierno que
nosotros no estamos solos, nos están acompañando”.
De pie, las madres y padres de los normalistas desaparecidos hace un
año despidieron la protesta como la iniciaron: frente a la Catedral
Metropolitana, entre aplausos y consignas, pero sin ningún acuerdo
trascendental con el gobierno mexicano.
Antes de terminar la protesta, María de Jesús Tlatempa Bello, madre del
desaparecido José Eduardo Bartolo Bello, recordó que este acto de
resistencia se suma a lo que hacen todos los días, como caminar por las
calles “en pleno aguacero”, en “pleno sol”, “en la noche sin dormir y
sin comer”.
Las voces también enérgicas de otras mujeres, y hasta de niñas,
aprovechaban cada silencio de las madres para gritar consignas en apoyo.
Tras las 43 horas de ayuno, y pese a las enfermedades crónicas de
algunas, las madres concluyeron íntegras su exigencia “inclaudicable”,
observo Vidulfo Rosales, abogado de las familias.
El abogado aprovechó para refrendar que si ayer rechazaron públicamente
haber llegado a un acuerdo con Enrique Peña Nieto fue porque sus
compromisos (como la creación de una Fiscalía especializada), no es lo
que las madres y padres estaban pidiendo.
El mensaje final de Rosales fue para los desaparecidos, para
recordarles que los siguen buscando y que donde sea que estén sus
familias los van a encontrar.
Al concluir su discurso, las madres y padres invitaron a la sociedad y
a las mamás de personas desaparecidas a que marchen con ellas mañana a
las 12 del día de la residencia oficial de Los Pinos al Zócalo
capitalino.
También enfatizaron la esperanza de encontrar a sus hijos. Por ejemplo,
Emiliano Navarrete, padre del desaparecido José Ángel Navarrete, se
levantó de su lugar, caminó frente a los medios de comunicación
presentes y confesó que a veces se cuestiona sobre si debería estar
buscando a su hijo en los montes, en lugar de estar en las marchas,
pero que luego piensa que cuando encuentre al joven desaparecido él se
dará cuenta que tiene una gran familia de mexicanos y personas
extranjeras que lo estaban buscando.
“Todos nos sentiremos felices cuando veamos a todos nuestros jóvenes
aquí. Van a decir ‘yo también aporté mi granito de arena’ para que este
joven regresara y volviera a ser feliz con su familia”, aseguró
Emiliano.
Durante su salida, las madres –protegidas por vallas humanas– caminaron
entre los gritos de la gente. Una de ellas entreabrió su boca seca para
dibujar un “muchas gracias” dirigido para quienes las miraban.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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