Enrique Calderón Alzati
Distinguido señor
secretario, envío a usted esta carta, sin la pretensión de que ésta sea
contestada, con el objeto de alertarle sobre los riesgos en que está
incurriendo sin necesidad alguna, al contar con la amistad y el visible
respaldo de su amigo el Presidente de México.
No tengo la menor duda de que en semanas recientes, sus acciones y su
clara determinación de someter a los maestros de todo el país a las
evaluaciones ordenadas por su antecesor, le han dado una amplia
presencia en la mayoría de los medios de comunicación, como un hombre
enérgico y decidido, y seguramente para muchos el líder fuerte que el
país necesita; sin embargo permítame invitarlo a pensar en lo que
sucederá dentro cuatro o cinco años, luego de que el actual sexenio haya
concluido; lo más probable es que esas pruebas, planteadas hoy como el
centro de una gran estrategia para mejorar la educación, estarán
olvidadas en el mejor de los casos, serán motivo de mofa y de chistes
mordaces, como lo han sido otras políticas y medidas, ante el empuje de
nuevos programas salvadores del siguiente gobierno, o peor aún; sean
recordadas como una instancia más de lo que nunca debiera haber
ocurrido, señalándolo a usted como su principal responsable.
Lo más serio del caso es que desde ahora existen sobradas razones
para entender el rechazo generalizado a las medidas y métodos utilizados
para evaluar, a la vez que humillar a los maestros; permitiéndome
mencionar las más importantes. Una práctica conocida y aceptada en el
ámbito educativo es que las evaluaciones sean sujetas a pruebas piloto
que permitan conocer sus fallas y someterlas a los debidos procesos de
corrección y ajuste. En el caso actual, esta práctica ha sido pasada por
alto. Más importante aún ha sido el desconocer la importancia de los
avances logrados en el desempeño educativo en estados, regiones y
escuelas completas, todo ello de acuerdo con los resultados de las
pruebas de Enlace publicados por la propia Secretaría de Educación
Pública entre 2009 y 2014, los cuales se debieron esencialmente a miles
de maestros que hoy son evaluados, ignorando sus esfuerzos ante esas
convocatorias anteriores realizadas por esa dependencia.
Lo que hayan logrado anteriormente nos es irrelevante, pareciera ser el mensaje de quienes ahora dirigen la secretaría. ¿Qué es lo que se pretende asegurar o medir con estas evaluaciones? ¿Que la educación va a mejorar? ¿Que con esta evaluación los estudiantes mexicanos van a adquirir más conocimientos? Nada de esto es claro para la sociedad en su conjunto, no lo es para los padres de familia y menos para los profesores, como sí lo eran las pruebas de Enlace. ¿Lo será dentro de tres o cuatro años? Me temo que no. ¿Les ha hecho usted estas preguntas a sus asesores y colaboradores? ¿Se las ha hecho usted mismo?
Pero hay algo quizás más importante para usted, que la suerte futura
de las evaluaciones a los maestros y ello se relaciona con sus propios y
legítimos intereses por lograr la Presidencia de la República, los
cuales se antojan evidentes por los niveles de cobertura en los medios
de comunicación; en este sentido sus oponentes naturales, seguramente
sonríen observando cómo amplios sectores de la población le ven a usted
hoy como responsable de las medidas de represión que diferentes
personajes de la política ejecutan en su nombre. ¿Es esta la imagen que
usted desea construirse para servir al país y sobre todo a su amigo el
Presidente? ¿Cuál va a ser ésta, si desgraciadamente en alguno de estos
intentos de
protegera los maestros como ahora se dice, se les asesine, como ha empezado a suceder, o desaparezcan en manos de las fuerzas del Estado como sucedió con los normalistas de Ayotzinapa?
Los hechos ocurridos en Veracruz con motivo de las
evaluaciones realizadas en Xalapa y Boca del Río son ampliamente
conocidos por varios reportajes periodísticos, incluidos los de la
columna Astillero del 24 de noviembre pasado, no es este el único caso,
otros similares han ocurrido más recientemente en Guerrero, en Oaxaca,
en Michoacán y ahora en Chiapas con un joven maestro muerto a partir de
acciones propias de regímenes fascistas, dando lugar a la imagen que se
está construyendo alrededor de su persona, la cual difícilmente se podrá
olvidar. Hoy está usted poniendo su propio futuro en manos de policías y
sobre todo de políticos irresponsables, que nada entienden de educación
y que por su naturaleza son propensos a la violencia como única forma
de diálogo.
Pero no es este el único problema por el que usted debe preocuparse,
existen otros igualmente graves y que le son aún más cercanos; hoy día
la reforma educativa heredada por usted, de manos de un hombre poco
preocupado por la educación y en general por los problemas del pueblo,
se presenta como un conjunto de acciones encaminadas a sacarla del
marasmo en que probablemente se encuentra, convirtiéndola en el sector
de máxima prioridad para el actual gobierno. Todo ello como un gran
proceso que atrae las luces de los reflectores, por la importancia que
los mensajes del Presidente y los protocolos oficialistas le han dado.
Sin embargo, cuando la polvareda y el ruido de los tambores se terminen y
los reflectores se apaguen, al observar los resultados logrados, es muy
probable que salga a la luz, que esos resultados no existen ni se vean
por lado alguno.
Como ejemplo le recomiendo ponga usted atención en los resultados de
la prueba Planea aplicada en abril de 2015 a estudiantes de nivel medio
superior, resultados que al ser estudiados sin maquillaje alguno,
indican simple y llanamente que los niveles de desempeño de los alumnos
de ese nivel han retrocedido seis años para situarse en los niveles de
2009, como resultado directo de las acciones y omisiones de la
Subsecretaría de Educación Media Superior y su equipo de trabajo, que
además de ser responsables directos de este retroceso, han tratado de
minimizarlo mediante un informe plagado de errores y mentiras. ¿Qué
otros problemas se están tratando de ocultar y que más pronto que tarde
saldrán a la luz pública, haciéndolo también a usted responsable del
fracaso del actual proyecto gubernamental para mejorar la educación?
Antes de seguir adelante le invito a reflexionar sobre todo esto, aunque
quizás ya sea tarde para enmendar los errores cometidos.
Finalmente, le invito a conocer los resultados de la Consulta nacional consultas.jornada.com.mx que sobre el tema de la reforma educativa ha org
anizado y publicado La Jornada.
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