CIUDAD
DE MÉXICO (apro).- Justo el día en que Donald Trump tomó posesión como
presidente de Estados Unidos, el 20 de enero, Andrés Manuel López
Obrador se volvió a anticipar a sus adversarios: Anunció que visitaría
varias ciudades de ese país, iniciando en Los Ángeles, el sábado 12 de
febrero, y luego Chicago, Phoenix, El Paso, Nueva York, Laredo y San
Francisco.
Fue una maniobra política más afortunada que la ocasión
anterior en que también se les adelantó: El 8 de noviembre, pasaditas
las 9 de la noche, cuando ya se perfilaba la victoria de Trump –en la
que Enrique Peña y Luis Videgaray fueron protagonistas–, López Obrador
emitió un mensaje en video, a través de las redes sociales, para llamar a
la serenidad de los mexicanos. “No hay nada que temer”, consideró.
“No
va a pasar nada. No somos una colonia ni un protectorado de Estados
Unidos. Somos una nación libre y soberana”, dijo el presidente de
Morena, diez horas antes de que Margarita Zavala apareciera también en
un video, con el maquillaje corrido y la misma ropa del día anterior,
para también convocar a la tranquilidad.
López Obrador se equivocó
al afirmar que no iba a pasar nada, porque tan pasó que por eso anunció
hace tres semanas, desde la ciudad fronteriza de Acuña, Coahuila, que
irá a siete ciudades de Estados Unidos, y ese mismo día, en respuesta a
la ofensiva antiinmigrante que delineó Trump en su discurso de toma de
posesión, presentó un “plan de acción” de diez puntos “para defender los
derechos humanos de los paisanos mexicanos y de todos los migrantes del
mundo”.
“¡Basta de pasividad! Hay que tomar la iniciativa, y ante
la amenaza y el manejo perverso de la política de la incertidumbre,
fijar una postura con claridad, sin titubeos ni medias tintas. Tenemos
derecho a poner nosotros la agenda sobre la mesa. No se trata de
responder a la prepotencia con balandronadas, tampoco es enfrentarse con
Sansón a las patadas o de aplicar la bella y conmovedora historia de
David contra Goliat. Es sencillamente ejercer con orgullo nuestra
soberanía y actuar con arrojo y determinación”.
Pero ahora los que
se le anticiparon a López Obrador son sus adversarios: Miguel Ángel
Mancera, el jefe de gobierno de la Ciudad de México que le sigue
creyendo a su consejero Héctor Serrano que puede ser presidente de la
República, se tomó los dos primeros días de febrero para ir a Los
Ángeles a entrevistare con el alcalde Eric Garcetti y dialogar con… tres
“dreamers” en una cafetería.
Como parte del futurismo, Mancera se
hizo acompañar del secretario de Desarrollo Económico (Sedeco), Salomón
Chertorivski Woldenberg –uno de los prospectos a sucederlo–, a quien
encomendó estar “en contacto permanente con los migrantes para conocer
sus necesidades y explicarles qué beneficios y apoyos ofrece la ciudad”,
cuando la responsable de esa área es Rosa Isela Rodríguez, secretaria
de Desarrollo Rural y Equidad.
Apenas este lunes 6, tres semanas
después de López Obrador anunció su gira por Estados Unidos , el
presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, también
prospecto presidencial, informó que el próximo jueves 9 visitará El
Paso, Texas, para sostener un encuentro “con miembros de la comunidad
mexicana en Estados Unidos”.
Anaya, quien aminoró sus críticas a
Trump y lo dejó de llamar “peligro para el mundo”, irá a una de las
ciudades que visitará también López Obrador y a un país donde viaja
prácticamente cada semana, debido a que en Atlanta viven su esposa y sus
tres hijos que estudian inglés desde 2015, una estancia que le cuesta
anualmente 4 millones 500 mil pesos al año, según la estimación de El
Universal, pero que él puede pagar porque, conforme a sus declaraciones
patrimoniales, es millonario.
Hasta hoy, Margarita Zavala, la
esposa de Felipe Calderón, no ha anunciado ninguna visita a Estados
Unidos, aunque quizá ya lo hizo de manera privada si es que volvió a
aceptar una invitación gratis al Super Bowl 51, como lo hizo el año
pasado por cortesía de Fox Sports, cuyo dueño es el empresario Manuel
Arroyo, presidente de Grupo Lauman, entre cuyos negocios se encuentra el
diario El Financiero.
El que ya anunció también que irá a Estados
Unidos a entrevistarse con paisanos es el presidente del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa, quien irá a Nueva
York y Nueva Jersey, el 9 de febrero, justo el día en que Anaya estará
en El Paso.
Pero el principal prospecto presidencial del
oficialismo, Miguel Ángel Osorio Chong, está claramente marginado por
Peña y Videgaray de la relación con Trump y Estados Unidos, aunque
también prudente o estratégicamente escondido para no recibir toda la
afectación de una estrategia –timorata, sumisa, entreguista, cobarde–
que no hay manera de que resulte exitosa.
Y justamente por esta
conducta del gobierno de Peña es que un personaje curioso, que hasta
donde se sabe no desea ser candidato presidencial, el empresario Claudio
X. González, ha convocado a una marcha “Por el respeto a México”, el
próximo domingo 12, justo el día en que López Obrador inicia su gira por
ciudades de Estados Unidos.
Hijo de Claudio X. González Laporte,
dueño de Kimberly Clark de México, asesor de Carlos Salinas y uno de los
principales ideólogos del sector privado del país, el expresidente de
la Fundación Televisa y de Mexicanos Primero es el principal convocante a
la marcha identificada con la etiqueta #VibraMexico, que irá por el
Paseo de la Reforma del Auditorio Nacional a la Columna de la
Independencia.
Hace unos días, el 1 de febrero, González Guajardo
–quien trabajó en campañas y gobiernos priistas de Salinas, Ernesto
Zedillo y hasta Francisco Labastida– criticó duramente a Peña ante
estudiantes de la Universidad Iberoamerticana: En un hipotético “museo
de la corrupción”, dijo, merece estar en un “salón de la infamia”.
Cuando
faltan ocho meses para el inicio formal del proceso electoral 2018 y
menos de año y medio para la jornada electoral, es evidente que a los
dos principales puntos de la agenda presidencial –corrupción y
desigualdad– se ha sumado la defensa de la soberanía nacional y de los
mexicanos de acá y en Estados Unidos.
En una de esas hasta Claudio
X. González –quien detesta las marchas, salvo las que organiza– se
vuelve candidato de la “sociedad civil”…
Apuntes
El
capítulo de los más de mil millones de pesos que Peña, Videgaray y José
Antonio Meade entregaron a la panista Josefina Vázquez Mota para hacer
proselitismo con paisanos sigue siendo turbio, en México y en Estados
Unidos…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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