Por Mario Osava y Baher Kamal
BRASILIA, 6 feb 2017 (IPS) -
Una caribeña, Josefina Stubbs, puede convertirse en la primera mujer a
presidir el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), cuya
misión es erradicar la pobreza rural.
El FIDA
es un organismo de Naciones Unidas creado en 1977 como una institución
volcada a invertir en beneficio de los y las campesinas pobres, quienes
representan tres cuartas partes de la pobreza y de la subnutrición
humana en el mundo.
Stubbs acumula 35 años de experiencia en
desarrollo rural, últimamente en el mismo FIDA, como directora de su
División de América Latina y el Caribe (2008-2014) y luego como
vicepresidenta Adjunta de Estrategia y Conocimiento, antes de ser
postulada a la presidencia por su país, República Dominicana.
Licenciada en psicología, con maestrías en Sociología y en Ciencias Políticas y Desarrollo Internacional, Stubbs trabajó también en la no gubernamental Oxfam y en el Banco Mundial.
La
elección tendrá lugar el 14 y 15 de febrero en la reunión anual del
FIDA, en su sede en Roma. Stubbs cuenta a su favor el haber dirigido,
como vicepresidenta, el diseño del Marco Estratégico 2016-2025 de la institución y tiene un conocimiento profundo del trabajo del FIDA y su dinámica.
El
Fondo, en sus 40 años de existencia, ya destinó 18.400 millones de
dólares a proyectos de desarrollo rural que favorecieron a 464 millones
de personas. Sus préstamos blandos y donaciones movilizaron sumas muy
superiores aportadas por gobiernos y otras fuentes nacionales como
cofinanciación.
Aumento de los rendimientos campesinos, protección
del ambiente, capacitación de los agricultores pobres y empoderamiento
de jóvenes y mujeres serán sus prioridades, si es elegida como
presidenta del FIDA.
Sus ideas y planes fueron resumidos en su entrevista con IPS, durante su visita a Brasilia en la primera semana de febrero.
IPS: ¿Qué orientaciones y prioridades adoptará en la presidencia del FIDA si resulta elegida?
JOSEFINA
STUBBS: Me dedicaré a trabajar con los gobiernos miembros del FIDA, en
particular con países de bajos y medianos ingresos para que puedan
acercarse a lograr la Agenda 2030 en el sector rural y alcanzar el Desarrollo Sostenible,
con dos objetivos, seguridad alimentaria y reducción de la pobreza.
Llevar al campo la Agenda 2030 y apoyo a las mujeres, los jóvenes y el
medio ambiente será vital para el futuro del sector rural.
Eso
exige aumentar la productividad agrícola y no agrícola, para producir
más y mejor, atendiendo a una población que sigue creciendo, y dinamizar
la economía de la pequeña producción para generar más empleos,
servicios e ingresos. Es necesario un sector rural vibrante para
mantener la población en el campo, especialmente los jóvenes.
Tenemos
que apoyar a las mujeres con más fuerza en la parte productiva y
también en el procesamiento de los productos agrícolas, estimulando la
creación de empresas para ampliar beneficios. Así se generan nuevas
cadenas productivas incluyentes y su vigorosa participación en el
mercado. Organizar los productores es fundamental para incrementar el
volumen en la producción y comercio, y mejorar los estándares de calidad
de los productos que llegan a unos consumidores cada vez más exigentes.
Las
políticas públicas constituyen la sombrilla para el FIDA trabajar más
con gobiernos. Un ejemplo es Brasil, donde trabajamos con los gobiernos
nacional, estadal y municipal en políticas para expandir mercados y
transferir tecnologías. FIDA tenía acción limitada en Brasil hace ocho
años, ahora tiene acuerdos con todos los nueve estados del Nordeste
brasileño, ofreciendo apoyo financiero y asistencia técnica. Es una
experiencia que se debe profundizar y llevar a otros países.
IPS: ¿Y por regiones, se priorizará alguna, África, por ejemplo?
JS:
La prioridad de FIDA es donde están los pobres rurales, capacitarlos a
ellos y a los gobiernos a buscar soluciones. A África aportamos muchos
recursos y debemos seguir haciéndolo. La economía africana está
fuertemente vinculada al sector rural, sea por los empleos o los
mercados urbanos y periurbanos que demandan más alimentos de calidad.
África cuenta con el apoyo de FIDA por sus niveles de pobreza, pero
también países asiáticos, como India, Vietnam, Camboya.
IPS:
Por primera vez tres mujeres disputan la presidencia de FIDA.
Investigadores aseguran que los recursos son más eficaces contra la
pobreza y el hambre si se dan a las mujeres. ¿Qué podrá hacer FIDA por
las mujeres rurales que constituyen más de 60 por ciento de la mano de
obra agrícola en las regiones del Sur y son víctimas de la desigualdad?
JS:
Es necesario incentivar los gobiernos a asegurar una mayor presencia de
las mujeres en todas las actividades financiadas por el Fondo. Pero
tenemos que hacerlo de forma innovadora, rompiendo los tradicionales
obstáculos del acceso de las mujeres a bienes públicos y privados, al
crédito, a la tecnología y a los mercados. Es necesario dedicarse a
crear nuevos instrumentos específicamente adaptados a la vida de las
mujeres, a sus necesidades, de tal manera que puedan ser relevantes para
ellas. Es absolutamente urgente incrementar la participación de las
mujeres y su rol en la toma de decisiones sobre las inversiones que se
hacen en su comunidad y que ellas sean sujeto activo en la
implementación de esas inversiones.
IPS: Pero el
desarrollo técnico y científico estuvo volcado a la gran producción
agrícola. ¿Sería adecuado a las mujeres pobres del campo?
JS:
Brasil muestra en su agricultura la convivencia entre grandes y
pequeños. Ya cuenta con nuevas máquinas para los pequeños productores,
como tractores y cosechadoras. Así también el riego para pequeños. Los
avances de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria
para mejorar el cultivo de los pequeños son extraordinarios. Brasil
desarrolló tecnologías importantes para otros países. También avanzó en
la infraestructura productiva en comunidades. Un ejemplo es la leche de
cabra, que dispone de máquinas y camiones refrigerados pequeños,
adecuados a las carreteras estrechas. Tecnologías adaptadas a las
pequeñas propiedades son necesarias.
La seguridad alimentaria
depende de los pequeños productores. En África 60 por ciento de la
canasta básica de la clase media proviene de pequeños productores
locales. Sin incrementar esa producción, perderemos una oportunidad de
promover la seguridad alimentaria de los países. Está comprobado. En
República Dominicana, 80 por ciento de los productos básicos se debe a
los pequeños.
Incrementar la capacidad productiva nacional rinde
más beneficios que gastar en importaciones. Es una batalla ganada que
hay que visibilizar.
IPS: ¿La Organización de Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO) participa de esa visión?
JS: El trabajo de las tres agencias con sede en Roma, el FIDA, la FAO y el Programa Mundial de Alimentos
(PMA) deben de crear sinergia. Tienen un papel fundamental en apoyar a
los gobiernos en el logro de la Agenda 2030 en sector rural. Desde la
competencia distintiva de cada una de las agencias, debemos aumentar
nuestro impacto en la inversión hacia los pobres rurales de parte del
FIDA, fortalecer las políticas públicas nacionales y globales que
faciliten el logro de la seguridad alimentaria y de la reducción de
pobreza desde el trabajo de la FAO y fortalecer las respuestas
humanitarias en el sector rural que viene realizando el PMA desde ya
muchas décadas.
IPS: En el tema ambiental, ¿cómo pueden FIDA y los pequeños agricultores contribuir a proteger la naturaleza y el clima?
JS:
Los temas de cambio climático y del manejo adecuado de los recursos
ambientales deben ser vistos de forma más amplia en el sector rural.
Seguiré defendiendo la ‘agricultura inteligente’ de prácticas amigables
al ambiente que además generan ingresos. Pero adicionalmente tenemos que
ver el manejo de los recursos ambientales como el agua, la energía, el
turismo, la agro-forestería, los cuales también generan beneficios
económicos y ambientales para el sector rural y urbano. Debemos buscar
empoderar a las comunidades, especialmente las comunidades indígenas
para que se vuelvan gestoras efectivas y eficientes de los recursos
naturales.
IPS: El agua es otro creciente problema ambiental.
JS:
Lo primero es cuidar las cuencas, reforestar, conservar. Luego cambiar
la matriz de riego, sustituir la inundación por las nuevas tecnologías
de riego. A veces la solución es simple. La colección de agua de lluvia,
como se hace en el Nordeste brasileño, es un ejemplo. Encontrar a estas
soluciones implica escuchar a la población local, no imponer
perspectivas de desarrollo que no son lo que necesita la gente.
IPS: ¿Cómo FIDA seguirá o acelerará la reducción de la pobreza hacia su erradicación hasta 2030?
JS: Al cierre de los Objetivos del Milenio,
se logró sacar de la pobreza a mil millones de personas. El reto ahora
es mantenerlos a flote, pero todavía nos quedan mil millones de pobres
en el mundo. Tenemos que sostener los logros y ampliar los resultados.
Debemos combinar los programas de transferencia de renta condicionada
con aumento de productividad, apoyar a los pequeños productores en sus
empresas de servicios y producción, apoyar la expansión al acceso a la
tecnología como instrumento para expandir los beneficios del desarrollo.
Tenemos que crear un sector rural donde los jóvenes encuentran futuro y
se quieren quedar.
Editado por Estrella Gutiérrez
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