El 22 de noviembre de 2016, la ministra federal alemana, Manuela
Schwesig y el presidente de la Oficina Federal de Investigación
Criminal, Holger Münch, presentaron el reporte de 2015 sobre Violencia
en relaciones de pareja en Alemania. El informe se redactó a partir de
los datos de víctimas y sospechosos contenidos en las estadísticas de
criminalidad de la policía alemana bajo la categoría de: asesinato y
homicidio, lesiones corporales, violación, asalto sexual, amenazas y
acoso en el ámbito de la pareja.
Este informe es de interés porque da indicios del posible estatus en Alemania del feminicidio íntimo: el asesinato cometido por un hombre con quien la víctima tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo (marido, exmarido, novio, exnovio o amante). No obstante, este tipo de crimen solo representa una parte del rompecabezas total que constituye el fenómeno del feminicidio, en particular, y la violencia de género, en general, en dicho país.
El feminicidio es el nuevo nombre para un viejo barbarismo: el asesinato de mujeres por razones de su género. En el caso de Alemania, muchas mujeres son asesinadas por razones de género, pero estos casos son ocultados bajo los términos de homicidio o asesinato, como nos lo ilustra el reporte 2015 sobre violencia en el ámbito de la pareja. Es más, hay una declaración en la que el gobierno alemán expresa que el feminicidio no existe en este país
En 2014 entró en vigor el Convenio de Estambul, un instrumento vinculante a nivel europeo en violencia hacia las mujeres y violencia doméstica. Alemania ha firmado este convenio, con ciertas reservas, pero hasta hoy no lo ha ratificado. En Alemania, referente político y económico en Europa, uno de los miembros más poderosos, sino es que el más influyente, los derechos de las mujeres representan una variable fundamental a la hora de medir el estatus democrático de cualquier país, de ahí la importancia que tiene este tipo de informes.
LOS DATOS
En 2015 Alemania reportó una población de aproximadamente 82 millones de habitantes, de las cuales 127 mil 457 fueron víctimas de violencia en el ámbito de la pareja. Del total de víctimas de violencia en la pareja, casi el 82 por ciento son mujeres. En el informe se señala que, para la base de datos, una persona que ha sido identificada como víctima con varias denuncias, solo es contabilizada una vez, lo cual hace que los datos presentados sean parciales. A continuación, me enfocaré en los datos sobre asesinatos y homicidios ofrecidos en el informe en cuestión.
En 2015, se registraron 415 víctimas de asesinato y homicidio en el ámbito de la pareja. De esas, 311 eran mujeres, es decir, casi una mujer es asesinada cada día en Alemania. Del total de las víctimas 316 (76 por ciento) son de nacionalidad alemana, seguido por 22 de Turquía, Polonia 12, Afganistán siete, Rusia cuatro, Ucrania tres, Marruecos, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Kosovo, Bulgaria, Italia y Rumanía dos, e Irán una.
De las 331 víctimas mujeres de asesinato y homicidio, 170 fueron asesinadas por sus maridos, 87 estaban convivencia libre, y 74 eran ex-pareja; 211 de las víctimas vivían en el mismo espacio que los victimarios: 138 en matrimonio, 62 en unión libre, y 11 expareja. En cuanto a las edades de las víctimas: 15 tenían menos de 21 años, 26 entre 21-25 años, 38 entre 25-30 años, 80 entre 30-40, 62 entre 40-50, 48 entre 50-60, y 62 de 60 en adelante; 7 de estas víctimas mostraron estar bajo influencias de alcohol, drogas o medicinas.
En cuanto a los y las victimarias, se registraron un total de 108 mil 084 en el grupo de asesinato y homicidio, lesiones corporales, violación, asalto sexual, amenazas y acoso en el ámbito de la pareja, de los cuales el 80.4 por ciento son hombres. En cuanto a los sospechosos de asesinato u homicidio, hay un total de 430, de los cuales 345 son hombres (80 por ciento).
Con respecto a la nacionalidad de los victimarios de asesinato y homicidio, 261 son de nacionalidad alemana (75 por ciento), 19 de Turquía, ocho de Polonia, siete de Afganistán, seis de Irak e Italia y, en menor cantidad, de Serbia, Rumanía, Kosovo, Bulgaria, Siria, Grecia, Marruecos, Macedonia y Rusia. En cuanto a las edades: 11 son menores de 21 años, 23 tienen 21-25 años, 31 entre 25-30 años, 79 entre 30-40 años, 69 entre 40-50 años, 54 entre 50-60 años, y 78 de 60 en adelante.
VIOLENCIA EN LA PAREJA, FOTO PARCIAL
Estos datos contribuyen a generar un análisis de la violencia de género en el ámbito de la pareja y de cómo ésta afecta a hombres y mujeres. Aunque, la información aquí presentada es en su mayoría cuantitativa y carece de datos cualitativos que nos permitan hacer análisis más complejos, aun así nos posibilita plantear algunas hipótesis. Esto que tenemos es, como ya he dicho, una pieza del complejo entramado de la violencia hacia las mujeres, faltan, por ejemplo, las asesinadas fuera del ámbito de una relación de pareja o expareja.
Para hacer un ejercicio comparativo a nivel cuantitativo, podemos utilizar los datos que Feminicidio.net anticipó sobre el reporte 2015 de España, con recuento específico de casos por tipos de feminicidio y tipos de asesinato de mujeres (otras razones, no de género), sólo así podremos hacer una comparación crítica y completa del fenómeno del feminicidio.
FEMINICIDIO POR PROSTITUCIÓN
El feminicidio por prostitución, es decir "el asesinato de una mujer que ejerce la prostitución cometido por uno o varios hombres”, apenas se empieza a discutir en serio en el contexto europeo.
Entran en esta tipología los casos en los que el o los victimarios asesinan a la mujer motivados por el odio y la misoginia que despiertan en estos la condición de prostituta de la víctima. Los casos también conllevan la carga de estigmatización social y justificación del feminicidio por prostitución en la mente de los asesinos: “se lo merecía”; “ella se lo buscó por lo que hacía”; “era una mala mujer”; “su vida no valía nada”. El tema ha ocupado desde hace varios años al equipo de Feminicidio.net y parece estar teniendo eco pues, feministas inglesas están empezando a considerar esta tipología en el contexto del Reino Unido.
Por otro lado, en octubre de 2015, Laura Rebolledo publicó en el mismo portal, el artículo “Alemania: la fábrica europea de la explotación sexual de mujeres”, en donde sostiene que la prostitución en Alemania representa un ingreso económico mayor que el de la industria automotriz y donde el 95 por ciento de las prostitutas son migrantes.
Si el feminicidio por prostitución sabemos que ha existido en Alemania y teniendo en cuenta los altos índices de consumo de prostitución en dicho país, ¿es creíble que no exista el feminicidio por prostitución en este país? Si fuera el caso, este sería un ejemplo muy valioso a analizar para poder abordar esta problemática en el contexto europeo. Pero, ¿si existiera aún el asesinato sexual en Alemania?, ¿cuáles son los índices de este crimen en este país?, ¿bajo qué circunstancias se genera este tipo de violencia extrema?, ¿qué se puede leer del aspecto social y cultural en este tipo de crímenes? Estas y algunas otras posibles preguntas se abren paso.
NO SOLO EN EL SUR
Afirmar que la violencia de género en general, y el feminicidio en particular, sólo ocurre en países del sur global, es un alegato que se resiste a reconocer la deuda histórica que los países del norte global tienen con sus sujetos mujer. Y el discurso que sostiene que son “los otros” quienes violentan y asesinan a “nuestras mujeres” (en este caso, las alemanas), es a todas luces xenófobo. Estos discursos se han visto revitalizados por eventos como el de las agresiones sexuales masivas el Año Nuevo de 2015 en Kölln y la llamada crisis de refugiados.
Así que el reporte 2015 presentado el pasado 22 de noviembre, nos da material para poner en cuestión la creencia nacionalista que día a día se propaga en la sociedad alemana (y europea). Solo el hecho de que el mayor porcentaje de víctimas y victimarios de violencia en el contexto de pareja y expareja sea de nacionalidad alemana pone ya en cuestionamiento dichas creencias discriminatorias (al no estar sustentadas en datos serios).
Podría ser que estas opiniones no estén del todo erradas, lo que yo discuto aquí es la falta de información y estudios que nos permitan sustentar dichas opiniones. Las organizaciones estatales y civiles, en el contexto alemán, no han desarrollado herramientas que permitan generar cartografías críticas de los patrones de la violencia en este territorio. Queda observar qué estrategias asumirá el gobierno de dicho país ante la firma del Convenio de Estambul y, si acaso, llegará el momento en que este lo ratifique.
Es necesario afianzar un sistema más meticuloso y comprometido con la recolección y análisis de datos sobre la violencia hacia las mujeres, y en especial del feminicidio en el contexto alemán. Las estadísticas fiables son una herramienta imprescindible para observar los patrones de la violencia y poder opinar e interpretar con argumentos serios y rigurosos.
*Este artículo fue retomado del portal Feminicidio.net
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Aleida Luján Pinelo*
Cimacnoticias | Barcelona, Esp .-
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